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EN EL REINO DEL SOL ETERNO - por guiomar de zahara

Rosthy –el enano dragón– huyó del “Reino de los hielos” cuando una noche, los dinosaurios entraron por sorpresa y aniquilaron a la población, destruyendo todas las cavernas. Él era tan diminuto que dormía en un hueco casi en el techo, por eso no le vieron. Se despertó al oír mucho ruido. Cuando se hizo el silencio vio a su familia sin vida, echó a correr y no paró hasta encontrarse lejos, tan lejos, que no supo que había llegado al “Reino de los hielos profundos” hasta que fatigado, paró.
Tenía hambre y buscó algún ratoncillo. Al no encontrar ninguno, se conformaría con polen de flores o algún fruto. Con su garra iba a coger un higo, cuando un dragón real le dio el alto.
Rosthy no le hizo caso. Inmediatamente se vio encadenado y arrastrado por las resbaladizas y heladas piedras, que se le incrustaban entre las escamas, hasta la gruta real.
– Majestad este ladronzuelo trataba de robar.
– Tenía hambre –contestó insolente.
– No tenías más que pedir, yo te hubiera dado comida. Sé lo ocurrido en tu reino. Mis condolencias. Si quieres algo…
– No necesito caridad. Se cuidarme.
– Entonces no tengo nada que añadir ¡Soldados llevadlo fuera del reino!
Y le exiliaron cerca del “Reino del sol eterno”.
Caminó hasta el poblado más cercano. Allí pidió trabajo, pero era un lugar en el que vivían del entretenimiento y del descanso. Allí había muchas covachas llena de jugadores. Inmediatamente se acordó que su abuelo le había enseñado a jugar al Makramé, con una baraja de hojas de helecho. Eligió una donde se entretenían con naipes, y se acercó a un grupo.
Al momento le invitaron a jugar.
– No tengo dinero, además no sé si sabré competir.
– ¡No te preocupes! Ya nos pagarás con lo que ganes –dijeron soltando una gran risotada.
Comenzó el juego. En la primera y segunda ronda perdió.
– No te preocupes. Siempre ocurre igual al principio.
Rosthy no contestó, pero jugaban al MaKramé ¡El juego que aprendió de pequeño!
Las siguientes rondas fueron pan comido. Esa noche cenó los ratones más sabrosos y, durmió en la gruta más cómoda. Al día siguiente volvió a ganar.
Su fama de jugador se extendió por todo el reino. Él se ufanaba de ello y se hacía llamar EQTLP (El que todo lo puede)
Pero a él no le gustaba vivir en el “Reino del sol eterno”. No se podía despegar de su sombra y eso le fastidiaba mucho. Daba vueltas sobre sí mismo, pero ella seguía allí y le perseguía, hasta entrar en su cueva.
Un día recibió una invitación para ir al “Reino de los hielos profundos”. Se iban a celebrar los trescientos años de la princesa heredera; el día de su cumpleaños tenía que elegir a su futuro marido para poder acceder al trono. Sería una fiesta por todo lo alto: bailes, grandes exhibiciones de fuegos de los dragones más diestros, y toda clase de juegos.
Rosthy se paseaba orgulloso, pavoneándose ante sus convecinos que él era el elegido, pues además ganaría todos los trofeos de los juegos de cartas y se los ofrecería como regalo de bodas a la princesa.
Llegó el día señalado. Se vistió con sus mejores galas y lo primero que hizo al llegar al reino, fue entrar sin que le anunciaran, en palacio. Antes de alcanzar el salón del trono, fue interceptado por los guardias reales.
– ¡Tengo una invitación personal! ¿No sabéis que seré el marido de la princesa? ¡Soltadme! ¡Abrid paso!
La reina salió de sus aposentos.
– ¡Hola Rosthy, sed bienvenido!
Los soldados haciendo una reverencia, se retiraron. El engreído dragón les miró altivo.
– Te estaba esperando. Solo tú con tu destreza me puedes librar de algo que nadie de mi corte ha sido capaz.
– Majestad ¡Lo que ordenéis!
– Seguidme.
Y allá se fueron la reina y el orgulloso dragón por los recovecos de palacio, hasta llegar a un estrecho túnel. La reina con la mejor de sus sonrisas y voz de mando habló:
– Te haces llamar EQTLP, veamos si es así. Quiero que te introduzcas por este pasadizo y elimines lo que produce el atasco ¡no nos llega agua a palacio! Fue mi hija la que encontró la solución.
– Invitemos al presumido dragón. Es tan pequeño que podrá entrar.
Molesto, accedió. Al poco rato…
– ¡No puedo salir!
– Tienes mucho orgullo, mejor ten más cerebro –dijo la reina.

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10 comentarios

  1. 1. Noemi dice:

    Hola Guiomar, delicioso tu cuento desbordante, de fantasía como es tu costumbre.Veo que no participaste del reto aunque hubiese sido una buena fábula, con moraleja incluida; aunque quizás para ello tendrías que haberla sintetizado un poco, las fábulas suelen ser muy simples.En fin, una lectura encantadora, placer que espero repetir en la próxima.
    Un fuerte abrazo.

    Escrito el 17 enero 2019 a las 20:07
  2. 2. marazul dice:

    Hola Guiomar:
    Has escrito un precioso cuento con todos los ingredientes de una fábula. El final con una buena enseñanza: no hay peor pecado que el de la soberbia y a Rosthy ¡qué bien le viene una buena dosis de modestia!
    La lectura de tu cuento es clara, es amena…Escribes con sensibilidad y delicadeza, sin evitar las situaciones más duras. Ese es tu estilo en el que a veces me veo reflejada.
    Noto que ahora mimas más la forma, se ve que trabajas el texto.
    Te felicito por ello, Guiomar
    Un abrazo

    Escrito el 18 enero 2019 a las 18:51
  3. 3. beba dice:

    Hola, Guiomar: Precioso cuento. Pulcro el uso del lenguaje, entretenida la trama.Muchas gracias por tu visita y amable comentario

    Escrito el 19 enero 2019 a las 01:35
  4. 4. guiomar de zahara dice:

    !Gracias! muchas gracias a las tres, soy vuestra seguidora desde siempre y por lo tanto ¡mis escritoras de favoritas!
    ¡Hasta el mes que viene!

    Escrito el 19 enero 2019 a las 17:50
  5. 5. M.L.Plaza dice:

    Hola Guiomar.
    Muchas gracias por pasarte por mi relato.
    El tuyo es muy bueno y original. Nunca había pensado en los dinosaurios como enemigos de los dragones. Me ha encantado la relación de Rosthy con su sombra.
    Solo al final, cuando vuelve al Reino de los hielos profundos, creo que falla un poco la ambientación. Que le pongan a derretir témpanos de hielo o algo acorde al sitio.
    Me ha gustado mucho el relato.
    Saludos

    Escrito el 20 enero 2019 a las 16:16
  6. 6. isan dice:

    Hola Guiomar:
    Hoy me toca comentarte. Creo recordar que en alguna otra ocasión ya lo he hecho. Te comento primero alguna cosa de forma que yo cambiaría.
    El Reino de los Hielos, el Reino de los Hielos Profundos y el Reino del Sol Eterno son con mayúsculas.
    “…y no paró hasta encontrarse lejos, tan lejos, que no supo…” Sobra la coma anterior a “que”.
    “…hasta que fatigado, paró.” Fatigado debe ir entre comas ya que es un inciso puesto antes de paró: Hasta que paró fatigado. De esta forma no lleva coma.
    “…covachas llena de jugadores…” Es evidente que se te ha olvidado el plural de “llena”.
    “…Inmediatamente se acordó que su abuelo…” Lo correcto es “se acordó DE que su abuelo…” La falta de la preposición DE es lo que se denomina “queísmo”. Para saber si se debe poner o no te puedes hacer la pregunta: “¿DE qué se ha acordado? Se ha acordado DE que…
    “Inmediatamente se acordó que su abuelo le había enseñado a jugar al Makramé, con una baraja de hojas de helecho. Eligió una donde se entretenían con naipes, y se acercó a un grupo. En esta frase cuando dice que eligió a una en principio no se sabe si se refiere a una baraja o a una hoja de helecho, cuando, en relidad, se trata de la cobacha que se había citado en la frase anterior.
    “…lo primero que hizo al llegar al reino, fue entrar sin que le anunciaran, en palacio.” Esta frase se construye major quitando las comas. No se puede separar sujeto y predicado: Lo primero que hizo (el dragon) fue… La frase quedaría así: Lo primero que hizo al llegar al reino sue entrar en palacio sin que le anunciaran.
    “Fue mi hija la que encontró la solución.” La frase que viene a continuación es lo que dice la hija. Creo que se tendría que poner de otra manera. Por ejemplo poniendo al final del diálogo —dijo la princesa.
    Cuento con moraleja, como debe ser y en un tono asequible a todos los púbicos, especialmente niños.
    Ha sido un placer.

    Escrito el 20 enero 2019 a las 20:26
  7. 7. Vespasiano dice:

    Hola Guiomar:

    Este mes no he podido participar, pero he pasado por tu relato para leerte. Tu cuento con ese toque de moraleja final, lo he encontrado entretenido y me ha gustado.

    Felicidades.

    Escrito el 20 enero 2019 a las 20:44
  8. 8. ortzaize dice:

    que bonito llenito de bonitas fantasias.
    la moraleja muy interesante.
    saludos.

    Escrito el 21 enero 2019 a las 10:27
  9. 9. Leosinprisa dice:

    Hola Guiomar, me ha gustado mucho tu relato, lo he leído con interés desde el principio hasta el fin. Es un texto que se disfruta y es agradable de leer, tiene un buen despliegue de imaginación y eso se agradece y un tanto de mala uva, muy propia de las fábulas, que nos enseñan que el mundo real es complejo en todas sus variantes.

    Ha sido un placer leerte. Un saludo.

    Escrito el 22 enero 2019 a las 10:40
  10. 10. Pilar dice:

    Hola, Guiomar

    Hacía demasiado tiempo que no nos leíamos!!! Y me alegra ver cómo sigues desarrollando esa imaginación.

    Este mes, la palabra “dragón” nos evocaba paisajes lejanos y mágicos y sumada a la fábula, surgen historias tan entretenidas como la tuya.

    A mí, me ha gustado mucho y me ha tenido intrigada hasta el final ¡qué inocente he sido que no esperaba ese final, jjjj! La he leído de un tirón, aunque me he liado un poco con los nombres de los reinos. Habría estado bien, una breve descripción, una pincelada simplemente, para distinguir, sobre todo el Reino de los Hielos del Reino de los Hielos Profundos.

    En esta frase: “No tenías más que pedir, yo te hubiera dado comida.” Mejor “habría”. Sé que es muy frecuente su uso en el lenguaje hablado, sobre todo, pero lo correcto es “habría” (Si lo hubieses pedido, te habría dado comida).

    Entre todo el lenguaje pomposo al estilo medieval, me chirría ese “Hola” que suelta la Reina en cuanto ve a Rosthy. Lo dejaría, simplemente en: “Sed bienvenido, Rosthy”.
    El final, ¡estupendo!, se lo merecía por ir tan “subidito” Por cierto, ¿fue así siempre o es afán de autosuficiencia tras la destrucción de su Reino?

    Encantada de reencontrarme contigo!

    Pilar, 24

    Escrito el 22 enero 2019 a las 12:48

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