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Sofía y la luciérnaga - por Beatriz Emilia

Desde hace más de cien años, en un sobrio castillete de estilo colonial, viven Sofía y Javier, una pareja de viejos dragones. Ella tiene un aspecto frágil y delicado, al parecer sus alas y su fuego están escondidos. Por el contrario, su marido es un enorme y anciano dragón que lanza grandes llamaradas, sobre todo cuando se enfurece, incluso logran alcanzar a Sofía, así como a todo lo que está a su alrededor. Aunque semejante despliegue de energía luego le cueste varios días de dolencias y malestares que tiene que cuidar su abnegada pareja.

Sofía ya no sabe qué hacer o qué tiene que dejar de hacer para que su marido no enfurezca de esa manera, en vano se ha esforzado por darle todos los gustos, y nada que se consuela. Cuando joven la dragona solía volar y bailar, salir y conversar con otras dragonas de la comarca, todo ello era motivo para que Javier la descalificara o la ofendiera. Por eso ahora vive en las sombras, recluida en el castillo. Ni siquiera acepta las invitaciones a jugar barajas o a tomar el té de sus vecinas más añejas. Decidió pasar sus días procurando atender las necesidades de su esposo cuyo fuego, a pesar de los años, no ha dejado de quemar su alma, su piel.

Desde entonces pasa los días haciendo los deberes del hogar. El castillo, que una vez había sido el luminoso aposento de una familia de ancestrales dragones, ahora albergaba a estos dos ancianos cuyos descendientes habían emigrado a otras tierras, donde la cacería de dragones había sido prohibida por las autoridades. Pero el obstinado dragón padre se negaba a abandonar el castillo diciendo, mientras lanzaba llamas de dolor:

̶ ¡Este es mi reino, y nadie me sacará de él!

Era frecuente que, a pesar del cansancio del día y de la avanzada edad, nuestra dragona no pudiera dormir más allá de las tres de la madrugada, y comenzó a inventarse una vida nocturna para ella sola. Una noche, de pronto, se coló por su ventana una luciérnaga extraviada que al verse de frente con un dragón sintió miedo e intentó huir, volando lo más rápido que le daban sus diminutas alas. Pero con dulce voz Sofía le dijo:

̶ No temas, no te haré daño. Dime, ¿qué haces por aquí?

Y sin más, como si hubiesen abierto un grifo que tenía mucho tiempo cerrado nuestra adolescente luciérnaga se mandó a hablar:

̶ Estoy cansada de andar todo el tiempo con mi familia de cocuyos, quiero explorar el mundo, quiero ver otras cosas, pero ellos son muy aburridos, siempre hay que andar juntos, siempre hay que alumbrar juntos y tener miedo a lo desconocido, y yo quiero ver qué otras cosas hay, quiero volar alto y lejos mientras tenga vida para hacerlo.

̶ Ay niña, la familia –suspiró- tanto que añoro yo a la mía, disfrútalos mientras puedas. Su voz se quebró a medida que iba hablando.

̶ No llore señora, usted tiene alas, ¿por qué no vuela y va a visitarlos?, así pasea y se distrae.

̶ Tú lo haces sonar tan fácil, pero tengo años que no vuelo sola, solo salgo con mi marido. Creo que sin él ya no sabría cómo orientarme, ni cómo volar.

̶ Entonces es momento de comenzar a hacer pequeños vuelos, si yo tuviera su tamaño y sus alas, para dónde no iría yo.

̶ Eso lo hacía cuando tenía tu juventud, pero ahora, qué puedo hacer, si estoy vieja y siento miedo de que en cualquier momento venga un cazador de dragones o el rey se antoje de nuestro castillo, por eso no duermo, vigilando, atemorizada y triste con este enorme castillo por cárcel.

̶ Hagamos algo, si mañana en la noche, todavía estamos vivas, usted me dará un pequeño paseo sobre sus alas, ¿es una promesa? ̶ acompañando sus palabras con un guiño de ojo.

Una sonrisa y el silencio de la dragona fue la única respuesta que la luciérnaga obtuvo. Ahora era momento reunirse con los suyos, ̶ pensaba la joven̶ ,iba dispuesta a toparse con la ira descontrolada de su padre, en caso de que hubiese notado su ausencia de la reunión familiar. Decidió que mañana visitaría de nuevo a su amiga la dragona. Ella sospechaba que entre esa señora y ella había una enorme afinidad, una tan grande, que lo de ellas se convertiría en complicidad.

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11 comentarios

  1. 1. Pepelu Martín dice:

    Un relato original, más cerca de las fábulas y muy acertado en esta ocasión, por las exigencias del relato. Se puede llegar a considerar que subyace una crítica social.
    Recomendaciones; En los diálogos usas el guión bajo, cuando deberías usar la raya.
    (nuestra adolescente luciérnaga se mandó a hablar): Aquí parece que haces un giro y hablas en primera persona, cuando el relato lo escribes en tercera, quedará mejor si lo modificas.
    Cuando habla el narrador, debes acotar su párrafo con raya…
    Encantado de ser útil. Gracias y saludos.

    Escrito el 18 enero 2019 a las 11:05
  2. 2. Vanna Lilas dice:

    Gracias por escribir esta historia, me ha gustado mucho. Especialmente el contexto que le has dado, lleno de detalles originales y creativos. En realidad logré imaginar el mundo en el que se sitúan los protagonistas.

    Como se mencionó en un comentario, puedes usar los símbolos para diálogos de mejor manera. A partir del cuarto párrafo se confunden un poco los tiempos de narración, ten cuidado con ese detalle.

    Creo que es una linda historia que te deja con ganas de más y lo hiciste bien. Ojalá mi comentario te ayude.

    Escrito el 19 enero 2019 a las 09:05
  3. 3. Beatriz Emilia dice:

    Muy agradecida con Pepelu y Vanna por pasarse por mi relato y comentarlo.
    Miraré con atención sus comentarios, y haré las mejoras a las que haya lugar.
    Quiero hacer una pregunta, cómo inserto el guión para los diálogos, mi laptop no tiene teclado numérico, no sé cómo insertarlo, lo hice desde insertar símbolo y no es el apropiado.

    Gracias de nuevo!!!
    Pasaré por sus relatos

    Escrito el 20 enero 2019 a las 00:08
  4. 4. El recreo dice:

    Hola Beatriz!
    Respecto a la pregunta del guión largo si tienes Windows es la combinación de teclas Alt y 0151. Si tienes Mac pulsar Alt+Mayúsculas+guión corto.
    Respecto al relato poco tengo que añadir. Cuando dices “a donde no iría yo” creo que debe ir con interrogantes. Desde el punto de vista formal nada más. La historia en si es interesante y el contraste entre luciérnaga y dragón un acierto. Los diálogos correctos. Enhorabuena! Quizá el final podría ser más potente.

    Escrito el 20 enero 2019 a las 02:33
  5. 5. Sarahy dice:

    Quedé picada… Pido segunda parte.

    Escrito el 20 enero 2019 a las 03:24
  6. 6. Pedro dice:

    Me gusta que te valgas de una fábula para plantear una situación que suelen vivir muchas parejas, producto de una vida llena de rutina y de falta de proyectos comunes. Me encanta que las salidas a los problemas tanto de la luciérnaga como el de la dragona lo vean a través de sus vidas. Siento que faltó un climax que permitiera el final. Te felicito por la escogencia de estos seres tan fantásticos.

    Escrito el 20 enero 2019 a las 03:55
  7. 7. Beatriz Emilia dice:

    Buenas queridos lectores, gracias por sus comentarios, al igual que ustedes sabía que quedaba cuento para rato, ya les compartiré la segunda parte de este relato.

    Mil gracias por sus comentarios

    NOTA: ya resolví lo del guión largo para los diálogos. GRACIAS!!!

    Escrito el 20 enero 2019 a las 22:01
  8. 8. Beatriz Emilia dice:

    Buenas queridos lectores, gracias por sus comentarios, al igual que ustedes sabía que quedaba cuento para rato, ya les compartiré la segunda parte de este relato.

    Mil gracias por sus comentarios

    NOTA: ya resolví lo del guión largo para los diálogos. GRACIAS!!!

    Escrito el 20 enero 2019 a las 22:01
  9. 9. Ana Sosa dice:

    Al igual que Pedro consideró un acierto usar figuras de fábulas para describir una situación común del día a día de las parejas, sobre todo hoy día con la situación de jubilados que entran en aburrida cotidianidad. Me quedó el deseo de ver la resolución del caso. Muy buena descriptiva.

    Escrito el 20 enero 2019 a las 22:44
  10. 10. Annie dice:

    Me encanta! También espero la segunda parte.

    Escrito el 21 enero 2019 a las 05:33
  11. 11. Belkis Valentina dice:

    Recreastes una situacion real, de una manera divertida, me qedo con las ganas de saber que pasará mañana?

    Escrito el 21 febrero 2019 a las 05:05

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