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Familia - por PVF

El autor/a de este texto es menor de edad

Cogió la baraja que su abuela le regaló antes de morir hace unas semanas. Recordó el día que le explicó como funcionaban y le dijo que siempre estaría con ella. También recordó como la primera vez que las utilizó se sorprendió al ver como en unas cartas que al principio eran blancas empezaban a aparecer frases que le reconfortaban e incluso le aconsejaban, como si supieran quién era y por lo que pasaba cada día. Le recordaban a las cartas de los adivinos que había en las películas y leían el futuro.
Sus padres no estaban en casa por lo que aprovechó la oportunidad y se fue a su habitación. Últimamente discutían mucho. Su madre acusaba a su padre de rebuscar y desordenar sus cosas sin permiso y , en algunos casos, aparecía algo roto. Pero él siempre lo negaba por lo que acababan gritándose el uno al otro de forma casi interminable. A veces no se sabía como habían sido capaces de terminar la discusión.
Pero ayer fue la gota que colmó el vaso. Su madre tropezó y se cayó por las escaleras de casa. Fue en los últimos escalones y no le sucedió nada grave pero lo peor llegó cuando descubrió que con lo que se había tropezado era una de las herramientas de su padre y comenzó la pelea más horrible de todas. Ella parecía un dragón, con la cara tan roja que casi se le podía ver humo saliendo de sus orejas y su padre, peor.
Puede que no fuera la mejor escusa para utilizar unas cartas que producían más miedo que emoción al usarlas pero a la mayoría de la gente no les gusta ver a sus padres enfadados el uno con el otro. Bueno, a nadie le gusta ver a sus padres enfadados y punto.
Primero, colocó una vela en cada esquina de la mesa y las encendió al sentido contrario de las agujas del reloj. Después, extendió las cartas boca abajo y dijo las palabras que le enseñó su abuela.
Seguía sin saber que significaban pero sí sabía que las había dicho bien porque empezaron a formarse y moverse extrañas sombras a su alrededor como en las veces anteriores. Esperó a que se calmaran , le dio la vuelta a la primera carta y la leyó.
"No pasa nada, fui yo"
¿Qué quería decir eso?,¿Quién había hecho el que?. Ante la frustración de no entender nada cogió rápidamente la siguiente carta que le hizo empezar a comprender todo.
"Nunca me gustó mi yerno"
—¿Abuela?

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3 comentarios

  1. 1. Jose Maria Moreno Pelayo dice:

    Hola Pvf .buen relato corto y entretenido, tiene gracia la abuela ,soy el numero 85 por si quieres pasarte ,tu relato me pareció corto podrías alargar mas a la historia. un saludo

    Escrito el 16 enero 2019 a las 21:59
  2. 2. Labajos. dice:

    Hola:
    De las tres palabras propuestas para esta escena, has elegido “baraja” como hilo conductor de tu historia. Me parece muy interesante esta opción: un objeto personal de la abuela, permite a la nieta, con la que debía mantener un fuerte lazo de complicidad, seguir comunicándose pese a la inevitable separación que supone la muerte. Mediante la baraja, la abuela no solo cuida de la nieta, sino que se permite compartir con ella confidencias.
    Es muy entrañable como te refieres a esos objetos, de valor exclusivamente sentimental, que conservamos porque nos siguen conectando, de alguna manera, con nuestros seres queridos. Te felicito.
    En lo gramatical, deberías haber acentuado qué (¿Quién había hecho el qué?) con tilde por el sentido interrogativo de la frase.
    Hasta otra ocasión.
    Jorge G. Labajos

    Escrito el 17 enero 2019 a las 23:10
  3. 3. Osvaldo Vela dice:

    Hola PVF.

    Vaya baraja, vaya abuela, vaya juego y vaya ingenio el tuyo para fabricar una historia.

    Tal vez un día recurra a tus cartas, las veladoras, y unas palabras mágicas al asar para ver si aparece el significado de tu abreviatura de pluma.

    Te felicito, muy buen texto.

    Simplemente siento curiosidad

    Escrito el 18 enero 2019 a las 10:04

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