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LA NOCHE DE LAS BESTIAS - por BEA

El reloj marcaba el final de la jornada para Charlotte, la camarera del Cheetah, un bar deportivo en medido de la jungla de acero de la gran manzana. Haciendo acopio de una paciencia recientemente descubierta, Charlie echó al último borracho de la noche y comenzó a recogerlo todo. Tres cubos de basura y una patada a la verja después, una más que cansada Charlie guiaba su Honda hasta casa por las desérticas y silenciosas calles de una Nueva York ahora durmiente.

Recorridos los treinta minutos que la separaban de la felicidad del fin de semana, al fin introducía la llave en la cerradura del hogar para encontrar que éste la recibía como siempre, a oscuras. En la puerta del frigorífico, sujeto por un imán una nota rezaba; "He salido con Harry, no me esperes despierta, xoxo, Emily."

— Puedes apostar tu culo australiano a que no lo hago.— Dijo ésta desperezándose camino de su cama en la que se dejó caer de espaldas para acto seguido sumergirse de lleno en los brazos de Morfeo.

Una extraña sensación la sobresaltó a las 4 y tres de la madrugada. Miró a su alrededor en busca de aquello que la había hecho despertarse con los latidos del corazón martilleándole en los oídos. No tardó en darse cuenta que lo que le erizaba el vello era la sombra con forma de hombre que la mirándola desde los pies de su cama. La joven corrió a encender la lamparita sobre la mesilla de noche y cuando finalmente lo accionó haciendo que la luz bañara toda la estancia, no había nadie.

Haciendo gran acopio de valor y con el corazón aún desbocado, Charlie recorrió el piso de arriba a abajo intentando convencerse a sí misma de que lo que habían atisbado sus ojos no era más que el resultado de su propia mente, sin embargo, en lo más profundo de su interior algo le decía que eso no era así. La joven se sentó en el sofá presa del creciente pánico que comenzaba a inundarla por momentos cuando recordó que hace unos días en el parabrisas de su había aparecido un curioso panfleto.

"EL DRAGÓN ROJO ADIVINA TU FUTURO" rezaba la parte frontal del curioso pasquín, en la parte inferior una dirección. Sin pensárselo dos veces cogió sus cosas y se encaminó resuelta al dragón rojo en busca de respuestas.

—Al fin llegas, vamos entra, el dragón te espera.—Le espetó el gorila del local minutos más tarde cuando, después de perderse un par de veces consiguiera encontrar el dichoso sitio.

—Pero si yo no…

—Yo no me equivoco nunca niña, ahora entra ¡vamos!—El neón con forma de dragón rojo que colgaba sobre el hombre le otorgaba al hombre una apariencia casi aterradora haciéndola acatar sus órdenes, por más extrañas que le parecieran.

El interior del garito, como no, estaba bañado por la misma luz roja, "aquí hay barajas de todo menos de cartas de tarot", se dijo a sí misma al ver a las chicas medio desnudas y a los clientes colocados tirados en lujosos sofás de terciopelo.

—Es la segunda puerta, cielo.—Le indicó una de las chicas viéndola visiblemente aturdida. Tras la puerta número dos, para su sorpresa se descubrió frente a ella un maravilloso jardín oriental regado por los rosados pétalos de los cerezos en flor.

—Llegas tarde niña, te esperaba.—Dijo la vocecilla de una pequeña señora asiática sentada junto al estanque, dándoles de comer migas de pan a las carpas.—, ven siéntate a mi lado. Charlie, visiblemente impresionada, acató sin rechistar.

—Disculpe señora, he venido a que me echen las cartas y…

—¿Ha deshacerte de tu sombra?

—¿Por qué todos en este sitio parecen conocer mejor que yo lo que me pasa?

—Porque lo hacemos Charlie Wright. Escúchame atentamente, te vas a olvidar de ese demonio sombra que se alimenta de tus preocupaciones, eso es ya cosa del pasado. A cambio, un día alguien llamará a tu puerta pidiéndote un favor y no podrás negarte, porque ya me lo debes niña, hasta ese momento duerme.

—Dijo la anciana posándole una mano sobre la frente, haciendo desvanecerse todo menos esos ojos rojos a los que no había podido dejar de mirar.

Cuál fue su sorpresa al despertarse a la mañana siguiente sobre su cama. Pensando que todo había sido un sueño se dirigió al baño, sin embargo cuando vio aquel dragón rojo marcado con sangre en el espejo de su baño, se dio cuenta de que no había sido así.

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8 comentarios

  1. 1. María Jesús dice:

    Hola Bea: Tu texto, aunque interesante, me deja la sensación de que se queda inconcluso. Supongo que te ha sido muy difícil con una trama tan complicada, crear un desenlace en solo 750 palabras. La verdad es que creas un gran ambiente de tensión que al final no terminas de desarrollar. Quizá dándole una vueltecita y haciéndole mas largo te quede redondo.
    Un saludo.

    Escrito el 18 enero 2019 a las 18:18
  2. 2. marazul dice:

    Hola Bea: tú también elegiste un sueño/ pesadilla en esta ocasión. Tú dejas la puerta abierta a la duda. En mi caso no… quise plasmar un sueño del ejecutivo ante la visión del tatuaje en la espalda desnuda de la geisha.
    Pero vayamos al tuyo. Me gusta la primera parte, bien narrada crea ambiente y misterio. El tema es interesante aunque el hecho de que la chica salga a esas horas de casa es chocante. Podría muybien dejarlo para la noche siguiente. Pero es una apreciación mía que la historia es tuya. Si repasas un poco el texto verás que
    en cuanto a la forma hay algún despiste: el número 4 mejor con letra.
    “Ha deshacerse….” mejor sin H
    Creo que son despistes que se arreglan al corregir.
    Gracias Bea por tu comentario.
    Nos leemos

    Escrito el 18 enero 2019 a las 21:49
  3. 3. ortzaize dice:

    hola un sueño terrible y un despertar que seguro podias mejorar, saludos en este nuevo año

    Escrito el 21 enero 2019 a las 11:10
  4. 4. Montse dice:

    Hola, Bea,

    Un relato bien montado con mucha imaginación, me parece estupendo. Me ha gustado la historia y como la cuentas, solo hay algunos despistes que imagino que ha sido al corregir, quitar o poner, y te has dejado alguna cosilla por ahí: la sombra con forma de hombre que “la” mirándola. Por ejemplo.
    De verdad te felicito 😉

    Escrito el 22 enero 2019 a las 22:37
  5. 5. kirjanik Maya dice:

    Hola, Bea.

    Complementando los comentarios anteriores, “el parabrisas de su había aparecido un” en este frase omitiste la palabra auto o coche, nos sucede a todos, no importa cuántas veces revisemos nuestros textos algo se nos escapa.
    En cuanto a tu relato, a mi sí me gustó todo, salvó los pequeños detalles de redacción, es una buena historia, el final abierto a mi no meolesta, tal vez porque yo lo uso mucho en mis relatos, y da para más, me gustaría ver en el próximo taller, la continuación de tu relato.
    Saludos y hasta el próximo taller.

    Escrito el 23 enero 2019 a las 13:29
  6. 6. Diego Alba dice:

    Hola Bea.
    Tenés un relato atrapante que pide retoques.
    Me gusta tu forma de escribir tan vivída y detallada.
    Además de concordar con los comentarios anteriores puedo aportar:
    Error de género en la nota de la heladera y la perilla de la lámpara.
    En cuanto a la distribución, encuentro una introducción larguísima, un nudo breve y un final cortísimo y forzado.
    Aún con esos detalles, la historia tiene muy buen tono. Felicitaciones por tu trabajo.

    Escrito el 24 enero 2019 a las 04:15
  7. 7. Menta dice:

    Buenas noches BEA:
    Me ha gustado mucho tu relato: sumerges a una joven en un ambiente oriental y misterioso que provoca en los lectores mucho miedo.
    Pero, creo que deberías explicar un poco el conflicto: ¿Por qué están interesados en ella? Me agradaría saber más datos.

    Enhorabuena. Un saludo. Menta

    Escrito el 24 enero 2019 a las 23:36
  8. 8. dopidop dice:

    Hola Bea,

    Vengo a devolverte la visita que tan amablemente me has realizado.

    El relato es agradable de leer, la verdad es que engancha desde el principio. Es muy fácil visualizar la escena.

    No voy a comentarte posibles fallos ortográficos, o de puntuación por que, sinceramente, no es lo mío, pero si veo, tal y como apunta Diego, un problema en la estructura. Creo que al principio nos das demasiada información, con saber que trabaja en un bar y que va a estar por la noche sola, casi nos vale. Nos metes a Emily, un personaje que ni dice nada ni es relevante para la historia. Te comento esto por que como tenemos un límite de palabras, siempre hay que aprovechar al máximo e intentar quitar “paja” al relato. Creo que esas palabras que sobran al principio hubieran venido genial en el final que es demasiado atropellado y despejarnos muchas dudas que se quedan sin respuesta (y que no tienen nada que ver con ese final abierto tan chulo que nos dejas)

    Un placer leer, nos vemos en la próxima.

    ¡Un saludo!

    Escrito el 25 enero 2019 a las 11:42

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