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El primer beso - por Attica

Hoy vendrá. Señales inequívocas como el escalofrío que me eriza la piel y el corazón que se acelera, por un momento, me sacan del colchón con más ímpetu del que soporta mi cuerpo arrugado. La segunda vez en menos de un mes… ¿Son imaginaciones mías, o algo está cambiando?

En la planta baja está la única habitación en la que aún se pueden levantar las persianas. La luz me hace daño, y palpo la pared hasta dar con restos de un espejo que refleja mi cara de viejo, mis dientes mellados. ¿Quién iba a querer darme un beso? En cualquier caso: me limpio los restos de comida de la boca, atuso el pelo blanco. Hago a un lado los periódicos, recojo los huesos y excrementos, me aseguro de que ninguna rata se haya escapado y ande por aquí, correteando.

Un coche (su coche) sube la montaña. Me aparto de la ventana. El motor se apaga. Me siento, me levanto, me vuelvo a sentar. ¿Es que no podré estarme quieto? Golpea la puerta.

– Adelante -digo, carraspeando.

Loa tacones resuenan en el pasillo.

– Un día, esta guarida de dragón se te caerá encima -Hoy lleva el pelo rubio recogido en un moño, los labios rojos y un traje de chaqueta del que cuelga su identificación: “Aurelie Belle, asistente social”- Vaya, vaya. Esto es nuevo -Abre mucho sus hermosos ojos- ¿Has estado limpiando?

El calor me sube por el cuello. Me encojo de hombros.

-Había que hacer algo.

Nos sostenemos la mirada un segundo, luego miramos al suelo.

-Bien.. He traído esto -agita una bolsa de papel- no sé si te gustará.
-¿Vino?
-Ajá -Se descalza y se sienta en el alféizar- tenía que ir a ver a una anciana por aquí, y he pensado…
-Pero si no hay nadie más que yo en toda la montaña.
-Bueno, ¿y no crees que sería hora de volver a la ciudad? -¿Por qué cambia de tema?- Podrías relacionarte un poco, al menos…
-Ya sabes cómo fue eso -Me siento a su lado- Los hombres y su necesidad enfermiza de contacto. Qué asco.

Lo cierto es que durante un tiempo creí que esa era la clave. El contacto. “Un beso de amor verdadero”, decía el hechizo, así que viví en la ciudad, conocí a otros viejos. Bajé al parque cada día sin importar lo mucho que me ladraran los perros, o que los bebés lloraran a mi paso. Aprendí reglas estúpidas de juegos estúpidos, palabras como baraja, tute, petanca. Nadie entendía porqué lo hacía tan mal. “¿Es que no has jugado de pequeño?”, decían.

– El contacto humano es una mierda – “Excepto el tuyo”, pienso, sólo que guardo silencio.
– Todo lo humano es una mierda.

Normalmente nos dedicamos a esto: a despotricar de esta realidad, a añorar nuestro mundo de hadas, brujos y caballeros. Pero hoy, en lugar de devolverle la réplica, me escucho diciendo:

– ¿Te arrepientes?
– Venga ya…
– ¿Te arrepientes de haberme lanzado el hechizo?
– Ibas a comerme. ¿Qué podía haber hecho?
– Pero no sabías las consecuencias.
– No era una bruja, tonto.
– A lo que me refiero, Aurelie, es a esto: de haber sabido que el hechizo te condenaría a vagar conmigo por toda la eternidad…
– Uf…
– A ser enfermera, posadera, asistente de no sé qué…
– Social. Asistente social.
– ¿Lo habrías hecho?
– ¿Y perderme esto?

Por un momento creo que se refiere a la montaña, al vino o al atardecer. Luego pienso que bromea, pero entonces sus ojos se encuentran con los míos y no se separan esta vez.

– Aurelie…

Entonces… ¿era eso? Pero,¿cómo es posible? Ella, una princesa, y yo…

– Y tú, ¿te arrepientes?

Tomo aire un segundo. ¿Me quiere? ¡Me quiere! Pero, ¿qué vamos a hacer? ¿Cómo vamos a vivir? Porque yo…

– ¿No dices nada?

El sol desaparece,la habitación queda en sombra. Por primera vez, la vida humana es hermosa.

– Saboreo el momento.
– Pues prepárate -dice, cogiendo mi cara flácida entre sus manos- porque volvemos a casa.

Aurelie se acerca y el corazón me baila en el pecho, porque ella me quiere y porque los siento muy cerca de mí: ya están aquí, a punto de regresar. Las alas. Las escamas. El fuego.

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4 comentarios

  1. 1. Chus Galego dice:

    Hola, Attica.
    Me encanta tu relato. Me parece original, bien escrito, con pequeñas pistas que llevan al inesperado desenlace. El narrador tiene personalidad.
    Enhorabuena.
    Un saludo.

    Escrito el 18 enero 2019 a las 21:58
  2. 2. M.L.Plaza dice:

    Hola, Attica.
    Un relato muy interesante y bien escrito. Solo la parte en que pregunta si se arrepiente me parece demasiado hermética. La frase final me parece preciosa aunque veo una cierta incongruencia en “ya están aquí, a punto de regresar” si ya están no están a punto de regresar, a no ser que estén a punto de brotar, surgir o cualquier sinónimo.
    De cualquier manera, ha sido un verdadero placer leer tu relato.
    Saludos

    Escrito el 21 enero 2019 a las 01:11
  3. 3. Kalopsia dice:

    Hola Attica, espero que te encuentres bien.

    Me gusta bastante tu relato, Es fluido y no apresuras el final, tu personaje principal tiene una personalidad definida, los diálogos no se sienten forzados y la historia es diferente.

    Lo único que sentí forzado fue como metiste la palabra baraja, pero fuera de eso me gustó y disfruté de la lectura.

    Espero leerte pronto y si quieres pasarte por el mío es el número 99.

    Saludos.

    Escrito el 22 enero 2019 a las 03:45
  4. 4. Attica dice:

    Muchas gracias por vuestros comentarios. Tomo nota de la corrección, M. L. Plaza, tienes razón. Un saludo y gracias por la ayuda.

    Escrito el 23 enero 2019 a las 20:24

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