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La princesa - por Auxi Morata Alegre

El caballero de brillante armadura llegó cabalgando su blanco corcel a galope y sin descanso. Tenía una misión del mismísimo rey, ir donde todos habían fallado antes que él, adentrarse en los confines del reino, enfrentarse a los mayores peligros y rescatar a la princesa.

Hacía ya seis largos años desde que su alteza real Mariah había desaparecido de palacio, todos los esfuerzos para liberarla habían sido infructíferos, tan solo sabían que se encontraba en la torre de la frontera norte.



El caballero sacó su espada apuntando con solemnidad a la torre. Una sombra se alzaba desde el interior de forma amenazante.
—¿Quién va? —una voz de ultratumba salió desde la almena.

—¡Bestia inmunda, suelta a la princesa de inmediato! —gritó furioso el hombre.

—Sois vos un maleducado —la voz indiganada de la princesa desde la torre cogió por sorpresa al caballero.
—¡Alteza!
—Ni alteza ni nada, ¡qué vergüenza! —dijo ella enfadada, miró al dragón que hacia sorbitos con melancolía— Jerry… seguro que él no quería decir eso.

—No, no pasa nada —murmuró el dragón con tristeza— estoy acostumbrado, ¿es por mi voz verdad? Es grave pero eso no me hace ser malvado.

—Claro que no, Jerry, tú voz es de tenor, deberían apreciarla más —dijo Mariah acariciándole la pata con dulzura, la joven era diminuta en comparación al monstruo.
—Si sé que tienes razón pero es duro ¿sabes? —contestó él alzando la cabeza con dramatismo, la princesa se había acostumbrado ya a las escenas de la bestia.

—Lo sé, lo sé bien amigo mío, no te preocupes —se asomó un poco por la pequeña ventana de la almena, el caballero estaba totalmente confundido— dale duro, Jerry.

Una ráfaga de fuego salió desde la torre, los gritos del hombre al escapar se oyeron por todo el reino, huía con el rabo entre las piernas, Mariah podría ver eso todos los días.

Al llegar la noche, la joven ponía su ropa en su jubón, como todas las noches los últimos seis años.

—¿No te cansas? —preguntó el dragón mirándola con pena.

—No —le espetó enfadada Mariah— en algún momento tiene que volver y voy a estar allí para cantarle las cuarenta.

El monstruo suspiró y bajó la cabeza sin querer decir nada más, a veces los amigos tenían que callar las verdades para no hacer daño.

—Bueno, si no vuelvo, has sido el mejor amigo que he tenido nunca —rió Mariah sincera, el dragón escondió su cara detrás de una de las alas, esta vez llorando de verdad, por alguna razón esta noche se notaba más como una despedida que nunca.

—¡James, nos vamos! —el pequeño llego corriendo a los brazos de su madre, ella con cariño le puso su pequeña capa— dile adiós a Jerry.

—Adiós Jerry —murmuró el pequeño sacudiendo su manita.

—Hasta pronto ratoncito —respondió la bestia intentando mantener la compostura por primera vez en su larga vida.



En el puerto del norte llegaban cada día cientos y cientos de barcos pero nunca el que Mariah quería; el pequeño Jamie se había quedado embobado viendo un puesto callejero, un hombre hacia varios trucos de magia con una baraja de cartas antiguas, el pequeño aplaudía cada vez que uno de los naipes desaparecía en la manga del ilusionista.
Se estaba haciendo tarde y una vez más no había ni rastro, Mariah se giró a mirar a su pequeño con dulzura, ya preparada para decirle que volvían a casa.

—¿Princesa? —a su espalda oyó una voz conocida.

—Ay mi madre —murmuró ella mirando al hombre— ¿James?
Él sonrió divertido, seguía siendo el mismo que Mariah recordaba, el mismo pirata pícaro que había llego a palacio, tan pronto llegó se fue, como una brisa de verano.

—Oí que habíais desaparecido —dijo él algo confundido.

—Ya bueno —la joven cogió a su hijo con dulzura— creo que necesitamos hablar.

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4 comentarios

  1. 1. Leosinprisa dice:

    Hola Auxi, me ha gustado mucho tu relato pues se sale de la común historia de princesas secuestradas y dragones malvados hasta la médula. Es diferente y por eso entretenida, muy agradable para la lectura.

    En cuanto a las correcciones, yo cambiaría esta frase:

    el mismo pirata pícaro que había llego a palacio, tan pronto llegó se fue, como una brisa de verano.
 (Tu texto)

    el mismo pirata pícaro que había llegado a palacio, tan pronto estuvo se fue, como una brisa de verano.
 (Con la corrección)

    Ha sido un placer leerte. Un saludo.

    Escrito el 17 enero 2019 a las 10:49
  2. 2. Beatriz Emilia dice:

    Hola Auxi, un gusto leerte

    Coincido con Leosinprisa respecto a lo agradable que me resultó el cambio de los estereotipos de la princesa y el dragón. Creo que tu cuento tiene un final abierto que también me agrada.
    Respecto al hilo de la historia, hay algo que no me queda claro respecto al hijo/ratón.

    Hay algunos detalles de forma que puedes mejorar:
    —la voz indiganada de la princesa (cambiar por indignada)
    Creo que vi algunas faltas de tides, pero cuando releí el cuento se me escaparon.

    Me encanta poder leer y comentar tu cuento
    Seguimos leyéndonos
    Beatriz Emilia

    Escrito el 18 enero 2019 a las 14:55
  3. 3. Vanna Lilas dice:

    Que encantadora historia, me ha gustado mucho. La personalidad que le has dado a los personajes fueron sensacionales. Los diálogos también estuvieron interesantes.

    Hay unas cuantas líneas que sonarían mejor con una coma, pero fuera de eso y las ocasionales faltas de ortografía es todo lo que puedo decir.
    Gracias por escribirlo.

    Escrito el 25 enero 2019 a las 20:19
  4. 4. Auxi Morata Alegre dice:

    Hola a todos, por fin soy libre de los exámenes! La universidad no me daba tiempo para el blog!

    Leosinprisa, muchas gracia por tu comentario, seguramente tengas razón, escribí este relato sin ganas y hay algunos fallos. Lo primero que he hecho al entrar ha sido comentar tu texto sin darme cuenta que tu ya habías comentado el mio! Por favor ignora la última parte de mi comentario porque te animaba a venir

    Hola Beatriz; gracias por tu comentario, como ya he dicho no es mi relato más brillante porque se nota la falta de ganas e imaginación, gracias por pasarte, intentaré devolverte la visita.

    Hola Vanna, gracias a ti por leerlo! La mejor sensación con un relato es ver que a la gente le gusta.

    Un beso! Nos leemos!

    Escrito el 28 enero 2019 a las 16:35

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