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La ofensa - por karencf

El autor/a de este texto es menor de edad

La Ofensa

Todos hemos sufrido alguna vez en nuestra vida, o tal vez muchas veces, para ser más realistas. Claro que cada quien tiene diferentes formas de sufrir; ya sea porque tu novio te dejo, o algún familiar se ha muerto. Claro que algunas veces llegamos a superar ese dolor y seguimos caminado por el corredor de nuestras vidas.
Ese no es el caso de Abril, una niña con ojos tan transparentes como cualquiera de nosotros, mejillas pálidas como un muerto y una sonrisa falsa como una muñeca. Aunque también había heredado alguno de los rasgos mas bonitos de sus difuntos padres, tales como el liso y largo cabello negro de su madre, o una nariz pequeña como la de su padre, y labios delicados y rosados como su madre. Pero tristemente cada uno de esos bonitos rasgos se los fue llevando la inanición, sus lindos cabellos negros estaban llenos de ceniza, y sus delicados labios rosados ahora estaban rotos y azules.

Tal vez se puede llegar a pensar que todo es producto de la muerte de sus padres y que ha tenido que vagar sola por las calles, la verdad es que no es así. Ella vivía en una casa, con muchas personas alrededor. Bueno tal vez era demasiado llamarlo casa. Pero es o mas cercano que tenía a una.
Abril había empezado a vivir con sus tíos hace mas de un año. Ellos la recibieron con gusto y alegría; no era la primera vez que ayudaban a niños sin hogar o familia. Aunque al principio no fue evidente para Abril, había un costo que pagar por estar bajo ese techo; ella tendría que trabajar. Sus tíos trabajan en una fabrica de textiles hasta que fueron despedidos y decidieron iniciar una tienda de ropa y de textiles; claro que ellos no harían el trabajo, eso nos correspondía a los demás niños y a Abril.

Por cada cien camisas nuevas que hacían ellos eran recompensados con latas de pescado, y a veces si se esforzaban un poco más podían dormir cerca de la fogata en el patio trasero.
Abril no se sentía sola, a su lado siempre estaba Mateo; el cual era como su mejor amigo, juntos trabajaban muy bien, se podría decir que casi todos los días dormían cerca de la fogata; dormían abrazados para tener un poco mas de calor en los duros días de invierno. Claro que no todo era felicidad, a veces se quedaban sin provisiones y Abril tenia que ir al otro lado del pueblo para comprar lo suficiente para los próximos dos meses.
Y aquel dos de febrero no era excepción; pero Abril no quería ir, hace ya unos días que no veía a Mateo, por mas que preguntara a los demás niños, nadie lo había visto. Así que decidió ir a preguntarle a sus tíos, ellos tampoco le dieron ningún tipo de información, y en un ataque de desesperación y preocupación Abril amenazo con no ir por las provisiones si no le decían donde estaba Mateo. Sus tíos no aceptaron tal ofensa y la echaron de la casa.
Junto a la fría nieve de invierno y la oscuridad de la noche. Abril camino sin rumbo durante toda la noche; pero el frio estaba haciendo que ya no sintiera sus extremidades. Así que se recostó por un momento en la nieve, esperando poder recuperar fuerzas y seguir su camino; pero grande fue su sorpresa cuando se recostó y se encontró con el inmóvil cuerpo de Mateo. Ya sin fuerzas para llorar, Abril se acostó junto al cuerpo de Mateo; y lo abrazo con fuerza, como en los viejos tiempos.
En medio de la nieve y el fin de aquel cruel dos de febrero, con la muerte sentada su lado en espera de su ultimo aliento. Abril se preguntó que si mateo también había cometido algún tipo de ofensa hacia sus tíos para terminar de esa manera. Pero esa pregunta ya jamás tendría una respuesta.

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3 comentarios

  1. ¡Hola karencf!

    Un texto muy triste, pero vigente.
    Una sola cosas, ¿repites Claro por algún motivo? Deberías buscar sinónimos para no repetir tantas veces esa palabra.

    ¡nos leemos!

    Escrito el 19 febrero 2019 a las 14:03
  2. 2. Leosinprisa dice:

    Hola Karencf.

    Es un texto con una carga emotiva muy grande, se lee con agrado y sin mayores problemas, aunque cambiaría algunas partes para hacer una lectura más ágil y clara, cambios que no afectan a la propia historia que nos relatas.

    En “ya sea porque tu novio te dejo”, ese “dejo” es con tilde “dejó”.
    En “y lo abrazo con fuerza”, ocurre otro tanto, es “abrazó”.

    Son pequeñas cosas que tienen fácil arreglo, es cuestión de corregir y pulir un poco más el texto. Ha sido un placer leerte. Un saludo.

    Escrito el 20 febrero 2019 a las 08:21
  3. Trágico y bello a la vez.

    La muerte ahí sentada, esperando a que te unas a tu amigo. Puedo verla abrazándose sus huesudas pantorrillas. Con la capucha tapando parcialmente el rostro y la guadaña de pié apoyada en el tronco de un àrbol.

    Ya te han comentado lo de las repeticiones. Repasa varias veces antes de publicar.

    Saludos!

    Escrito el 22 febrero 2019 a las 02:47

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