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La ofensa - por Medi Ávila

En la espesura de la selva la niebla difumina unos negros rostros haciéndolos casi imperceptibles. Un gruñido que paralizó mi cuerpo retumbó entre la maleza. Mis piernas se tornaron gelatina por el miedo que recorría mis venas. Apenas podían mantenerme en pie, pero me armé de valor y me quedé estático. Había llegado muy lejos en mi viaje para ahora de repente verme cara a cara con el gran lomo plateado.

¡No lo podía creer!. Agachando la cabeza para no enfurecerle, me deje intimidar por la gran bestia. Muchos habían sido los que pretendían cazarlo, pero gracias al universo esta bella criatura era más lista que todos ellos juntos. El hecho de que estuviera allí delante de él a menos de diez metros, y no haberme destripado ya de un manotazo era más de lo que ningún ser humano podía esperar del gran rey.

Mientras, una docena de ojos me observaba ocultándose entre las ramas y el velo blanco que llevaba el viento con suavidad. Seguía sin moverme, no quería que mi presencia allí molestara a estas criaturas majestuosas y recelosas de su libertad.

No sé el tiempo que estuve casi sin respirar, cuando de improviso algo tiraba de mi pantalón por la parte de atrás. Era un gorila jovencillo al que pudo la curiosidad y vino a examinarme.

«¡Qué cosa más mona!, pero..
¿que hago? Me giro y lo toco, o se asustará. Tal vez antes de que me dé la vuelta lomo plateado esté ya encima de mí. Tengo que aguantar la compostura»
Levanto levemente la mirada y veo como el gran gorila se aleja caminando con parsimonia. Su espalda fornida parecía que llevase una fina capa de nieve por toda la columna vertebral.

El gorilita agarraba con sus negros y tochos dedos mi mano y gritando tiraba de mí.
Le acompañe y me dejé llevar hasta el centro del grupo. Fue allí donde encontré lo que toda mi vida había estado buscando. Eso que acababa de llenar el hueco. El hueco en mi pecho. Sabía que solo me podría quedar allí durante una noche como máximo. Pues a la mañana siguiente tendría que volver a la llamada civilización. No podría subsistir en la selva sin comida ni víveres. Apenas me quedaba agua para el regreso.

« ¿Civilización? Es irónico como esta palabra tan superior puede llegar a ser una gran ofensa para la verdadera vida. La que está en armonía con la madre tierra, que toma y devuelve a ella lo que necesita. Vida más allá de la robotización de las masas, la alineación y el consumismo. Siendo esclavos del sistema y lo peor de todo, aceptándolo como la única vida posible para nuestra subsistencia».

Una semana después me toca el despertador. Cinco de la mañana, me levanto y me pongo un café bien cargado. Después de vestirme y asearme cojo las llaves del coche, el móvil, el bocata de mortadela y cierro tras de mí la puerta de mi piso de alquiler. Al llegar a mi destino aparco en batería, me bajo del coche y doy los últimos pasos hacia las puertas del almacén de verduras en el que tengo que echar cada día 10 largas horas de trabajo empaquetando y embalando pedidos.

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7 comentarios

  1. 1. Doralú dice:

    Hola Medi Ávila,

    Es la primera vez que leo uno de tus relatos. Creo que tienes poco tiempo en Literautas. En caso de ser así, ¡Bienvenida!
    En ésta oportunidad considero que están presentes dos historias en una. La primera es sobre los gorilas. Me parece hermosa, tiene coherencia, fluidez, me atrapó desde el inicio. Lamento que me quedó la intriga de no saber qué sucedió cuando lo llevaron al centro del grupo, hubiese sido más interesante el relato.
    La segunda historia, es la cotidianidad del personaje en la otra selva, en la de concreto. Está bien redactada, pero le quita fuerza y desvía la atención de la otra.
    Es tan solo una opinión, no soy autoridad en la materia y todavía estoy aprendiendo el oficio.
    Paso a comentar lo relacionado con la forma, por lo tanto, presento para tu análisis y consideración algunos detalles sin importancia
    •¡No lo podía creer!. El punto final, no aplica
    •¿que hago? Me giro y lo toco, o se asustará. Creo que en este caso corresponde usar la interrogación: ¿Qué hago? ¿Me giro y lo toco, o se asustará? El que es mayúscula y acentuado porque expresa desconocimiento.
    •Le acompañe. Debe ir en pasado: Le acompañé

    Un abrazo

    Escrito el 19 febrero 2019 a las 04:26
  2. 2. El chaval dice:

    Hola MediÁvila
    Doralú ya a puntualizado algunas cosas y por mi parte veo otras que se repiten mucho.
    Aquí creo que es mejor Había llegado “de” muy lejos
    Mejor “toscos” dedos que no tochos dedos
    En el último párrafo ya se sabe que eres tu, no hace falta repetir los ejemplos que cito:
    “me” toca el despertador
    “me”levanto y “me” pongo
    “vestir “me” y asear”me”
    “mi”piso
    “mi”destino
    “me”bajo del coche
    Prueba de quitarlos a ve´r si tenga mas.
    Un cordial saludo

    Escrito el 19 febrero 2019 a las 17:58
  3. 3. El chaval dice:

    quería decir a ver si te gusta mas.

    Escrito el 19 febrero 2019 a las 17:59
  4. 4. Media Avila dice:

    Hola Doralu
    Es verdad que apenas llevo unos meses en literaturas. Gracias por tu acogimiento y por tus observaciones que con gusto tendré en cuenta.
    Un abrazo.

    Escrito el 24 febrero 2019 a las 23:34
  5. 5. Media Avila dice:

    Hola Chaval
    Muchas gracias por las anotaciones que me marcas en mi texto. Siempre son de mucha ayuda para la mejora en este mundo maravilloso que es la escritura. Deseosa de seguir aprendiendo.
    Un afectuoso saludo.

    Escrito el 24 febrero 2019 a las 23:41
  6. 6. Laura dice:

    Hola Medi Ávila.
    Con relación a los dedos, me quedo con lo de tochos, me resulta mucho más gráfica que toscos,como te sugiere El Chaval, cuestión de gustos.
    Me encantó la dicotomía selva-civilizaciòn que planteas.
    Coindico con los aportes de los compañeros.

    Mis saludos.
    Hasta la pròxima propuesta.

    Escrito el 25 febrero 2019 a las 12:00
  7. Hola Media Avila
    Muchas gracias por pasarte por mi relato, los comentarios siempre ayudan mucho.
    Respecto al tuyo, coincido con los compañeros. Para mi gusto, y según el contador, tenias todavía doscientas palabras más, deberías haber desarrollado mas la escena de cuando le llevan al centro de la mano del gorila pequeño. Ahí es donde yo creo que puede haber una buena historia. El final de que vuelve al almacén, está bien, es corto porque realmente es como si sale de un sueño.
    Otro comentario que quiero hacerte es que a mi no me gusta contestar a los comentarios de los compañeros, ya que seguramente no vuelva a pasar por el relato con lo que si me dicen algo no lo voy a ver.
    Felicidades y nos seguiremos leyendo
    Un cordial saludo

    Escrito el 28 febrero 2019 a las 12:51

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