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la ofensa - por Toñi Avila ( Vibe)

La ofensa.

Noche del catorce de febrero del 2040.
Luna llena.

Recuerdo haberte querido con locura,
y quererte todavía
con la inocencia exacta del amor verdadero,
con la lujuria enardecida por la llama del deseo,
con burbujas que estallan mis pupilas,
con esa esencia que nunca olvido.
Sigo aferrada al hilo rojo de nuestras almas gemelas,
imposible de romper…
¿De que estará hecho?
Aunque estemos tan lejos,
sé, que por mucho que te añore y piense,
tú no estás…
Ni estarás…
Ni me recuerdas…
Mirando las estrellas
veo tu rostro como
si no hubiesen pasado estos veinte años.
Sigo añorando tus labios
reventar su pálpito contra mi pálpito,
como si fuese ahora mismo el beso.

María.

Noche del catorce de febrero del 2040.
Luna negra.

Recuerdo haberte tenido entre mis brazos,
con tu mirada tallada, esculpida solo para mi, en mis entrañas.
Acurrucado en tu regazo.
Embobado en los luceros prendidos de tu pelo
y las luciérnagas chispeantes de tu piel.
Veo tus ojos navegar en los míos,
sonreír sin miedo, contentos,
llenos de ilusión por mi compañía…
Aún después de veinte años…
te añoro,
aunque entonces no logré perdonarte…
hoy, ya si.

Alberto.

Veinte años antes.

Era una noche de niebla densa y abrumante, tan espesa que no se distinguía una mosca parada en la punta de la nariz.
No sabía bien cuantos pasos le quedaban para llegar al almacén abandonado, donde habían concertado la cita. Quedaban bastantes, más de los que imaginaba.
Tardó una media hora en llegar, aunque tal vez fuese por lo despacio que caminaba, por el miedo a pisar en falso y trastabillar en algún agujero del camino.
Estaba en un lugar apartado de la civilización, en un bosque espeso, frondoso y rebozante de maleza, la cual, se veía intacta desde hacía mucho tiempo.
Entró tranquilo, se acomodó en una vieja silla llena de polvo y mugre, la cual, todavía se mantenía en buen estado, resistente y hasta bonita, llena de nostalgia.
Hacia mucho tiempo que no volvía por allí, desde su infancia, cuando apenas era un chaval. El local llevaba muchos años abandonado.
Los recuerdos le invadieron en un golpetazo: un crío pelirrojo, insignificante, miedica, tímido, cabizbajo…sonreía con el pasado en este presente.
Nada que ver con la autoestima que desprendía rebozante, a borbotones, en este instante. Perdido en su niñez, escuchó un aullido raro, entre furioso y exaltado, ¿o más bien excitado? y unas risitas traviesas.
Se asomó al ventanuco, del cual colgaba una única hoja roñosa y enmohecida, con curiosidad innata.
Contempló como su amada correteaba con un gorila. Le pareció tierno, sensible e infantil. No le resultó nada extraño, hasta que observó como el inocente juego se transformaba en un ritual de apareamiento. El animal cortejaba a María y ésta estaba encantada. Se sacudía y aporreaba el pecho con enormes golpes para llamar la atención de la hembra, intentando conquistarla. Para su sorpresa llegaron a hacer el amor.
Alberto, tras la consumación del acto sexual y el coito, quedó en coma profundo, petrificado.
Cinco minutos después estalló ante semejante ofensa, con rabia y furia infinita.
_ ¡Ya sabía que te encantaban los animales, pero de ahí a copular con ellos!¬_hizo una breve pausa dolorido._ ¡Si no lo veo con mis propios ojos, jamás lo hubiese creído!

_ ¿Qué haces aquí?_preguntó ella desconcertada y con los ojos atónitos, sabiendo la enorme metedura de pata que acababa de cometer_ ¿No habíamos quedado para el próximo lunes? _espetó intentando disimular o disculparse, sin éxito.

Se hizo un imponente silencio lleno de dolor, un enorme y desgarrador llanto interior. Agachó la cabeza y en con un hilo de voz casi ininteligible musitó:
_ No importa,
ya nada importa,
no puedo perdonarte.

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5 comentarios

  1. 1. Laura dice:

    Hola Toñi.
    Me ha encantado la poesía, y luego sin aviso alguno quedo frente a un coito nada poètico.
    Recuerda el uso de las rayas para los diàlogos.

    Mis saludos.
    Hasta la pròxima propuesta.

    Escrito el 17 febrero 2019 a las 21:23
  2. 2. Diego Alba dice:

    Guau, es por demás sorprendente. ¡Que lindo leer un texto todo de corrido y no tener que corregir una coma! Es como leer un buen libro comprado. Primero te agradezco por eso, por poder leerlo sin tener que distraerme.
    En segundo lugar me encanta el recurso de las dos cartas retóricas de la introducción. Nos ponen en situación sin tener que explicarlo todo.
    El final, bueno, es un cachetazo. Yo venía pensando en una mujer lobo, por lo de las lunas de las cartas y el aullido, nunca pensé en un gorila. En fin, aunque no me cierra del todo la resolución, me deja varias cositas para copiarte a la hora de escribir y nada para criticar (el final es cuestión de gustos, creo.).
    Un abrazo muy fuerte desde Argentina.

    Escrito el 17 febrero 2019 a las 21:26
  3. ¡Hola Toñi!

    Me han encantado los dos poesías-pensamientos de los personajes, antes de contar que paso aquel día, al que uno de los personajes regresa.

    Quería saber que había pasado entre ellos, y me he quedado…, no se que decir. El texto me ha gustado, lo único ya te lo han dicho, las rayas.

    Por lo demás, sorprendente.
    ¡Nos leemos!

    Escrito el 18 febrero 2019 a las 12:45
  4. 4. Víctor Alverdi dice:

    Qué tal Toñí. Debo decir que el final me ha tomado por sopresa pero me ha gustado el desarrollo de la historia. Como único detalle cuidar los guiones para los diálogos como ya comentó Laura. ¡Buen trabajo!

    Escrito el 18 febrero 2019 a las 22:46
  5. 5. Wanda dice:

    Hola Toñi, tu relato esta muy bien desarrollado. Me encantó lo de las cartas y la ilusión de un amor nunca olvidado. Muy linda la manera en que lo escribiste todo. Lo unico es si el final me hubiera gustado diferente. Pero bueno a veces es tambien cuestión de atreverse a incluir algo de shock a ver que sale.
    Espero leer algo tuyo en otra ocasion. Te invito a leer el mio es el #13.

    Escrito el 18 febrero 2019 a las 23:20

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