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Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

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La ofensa - por Dante Tenet

Camina, la niebla lo acompaña por las calles vacías de la madrugada. Deja atrás una vida que quiere olvidar…

Solían ser inseparables, Lucila, Roberto y él. En la universidad, cursaron y se recibieron juntos, si hasta les decían los Tres Mosqueteros. Abogados los tres, decidieron poner un estudio como socios, Lucila haría casos de familia, Roberto comerciales, y él se dedicaría al derecho penal.

Ambos estaban enamorados de Lucila, era un secreto a voces, y que ella pensara que cualquiera de ellos podía ser el hombre de su vida también, un pacto no expresado entre los tres los mantenía como amigos inseparables.

Cuando cumplieron diez años de recibidos organizaron una gran fiesta, y aquí es donde comenzó la historia que hoy lo tenía deambulando de madrugada, sin rumbo, con rastros de golpes en el rostro y la mirada perdida.

A la fiesta fue solo, había terminado una relación hacía poco, y no estaba de buen ánimo. El alcohol corría, pero él se mantuvo aparte, acompañando más que participando.

Serían las cuatro de la madrugada cuando decidió irse y comenzó a buscar a sus socios y amigos para despedirse, pero no los vio por ningún lado. La pareja de Roberto bailaba sola, se acercó a ella para preguntarle por él y esta le respondió:
– ¡Seguramente en la cama, con su amiguita del alma! – y siguió bailando como si nada.

La respuesta lo dejó perplejo, aunque recordó que últimamente tanto Lucila como Roberto desaparecían de la oficina sin justificar sus ausencias.

La realidad lo golpeó, se había roto el pacto no escrito, esa noche se marchó a su casa, dolido, pero entendiendo que eran libres de hacer su elección y en el almacén de los recuerdos, la suya solo era una fantasía de estudiante.

Cuando regresó al trabajo, todavía no tenía decidido si encararlos o esperar que ellos se decidan a contarle.
Finalmente, optó por hablar con Roberto y preguntarle sin vueltas qué estaba pasando.
Pero al llegar a la puerta de este, encontró al custodio, bloqueándole el paso como gorila en celo.

Al preguntarle por esa actitud, solo obtuvo por respuesta que eran las órdenes que tenía y que el doctor hablaría con él en cuanto se desocupara.
Extrañado regresó a su escritorio y aunque trató de enfocarse en el trabajo, no pudo dejar de pensar en el incidente.
Cuando se retiraron todos los empleados, Roberto lo llamó a su despacho.

Al entrar se encontró a Lucila, Roberto y un tercero a quien no conocía sentados alrededor de la mesa de trabajo, le pidieron que se siente y casi como en un ajusticiamiento procedieron a informarle: que habiendo hecho uso de la mayoría que le daban los estatutos societarios procedían a separarlo de la firma, que debía retirar sus pertenencias inmediatamente y abstenerse de contactar con los clientes cuyos casos estaba llevando, pues estos pertenecían a la firma.
Todo dicho así a boca de jarro, sin ninguna consideración y mucho menos explicación.

El tercero resultó ser un escribano que redactaba el acta donde se registraría que había sido informado, para que no quedaran dudas.

Su reacción fue de menor a mayor, en principio, los miro en silencio a los dos, como tratando de leer en sus rostros el motivo de tamaña actitud, pero los hechos se dispararon violentamente cuando Lucila, que no soportó su mirada, le dijo despectivamente.
–– ¡Qué miras, no te das cuenta infeliz, que hace mucho que nosotros estamos juntos y te soportábamos de lástima!

El dolor que le provocó esa ofensa inmerecida, lo hizo levantarse violentamente de la mesa, volcándola en el mismo movimiento, el custodio entró inmediatamente le pegó un fuerte empujón y un puñetazo en la cara, le doblo un brazo y lo llevó hasta su escritorio, para que recogiera sus cosas y se marchara, apostándose en la puerta del despacho para dejarle claro que no tenía opciones.

Aquí todo se precipita de un modo inesperado, sin saber por dónde empezar abre un archivero y encuentra un revolver que le había dado tiempo atrás uno de sus clientes.

El custodio lo último que vio fue el disparo que le pegó en medio de la frente, Roberto que salía de su oficina al escuchar el estruendo, recibió un tiro en el estómago, Lucila empezó a gritar pidiendo ayuda, pero tres disparos en el pecho la hicieron callar.
Él miró al escribano que temblaba de miedo y solo le dijo:
––Que esto también conste en el acta.
Y se marchó hacia su noche más oscura.

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13 comentarios

  1. 1. Romina Eleonora Mc Cormack dice:

    Muy bueno. Me gustó el uso de las palabras del reto al no incorporarlas al texto más que como recursos.
    Me chocó un poquitín que de la felicidad universitaria pasaran a tal desprecio excesivo. Me faltó ahí una justificación.
    Una pavada pero no es necesario colocar los dos puntos si el discurso es indirecto:”…informarle: que habiendo hecho uso…”
    Además me hace ruido una incongruencia verbal porque el presente se transforma en pretérito cuando se retoma. La primera frase “Camina, la niebla lo acompaña” no coincide temporalmente con “aquí es donde comenzó la historia que hoy lo tenía deambulando de madrugada”.
    Saludos.

    Escrito el 16 febrero 2019 a las 22:22
  2. 2. Galia dice:

    Hola Dante: en realidad el relato tiene dos instancias bien marcadas, la primera parte más naif, y la segunda con un final de una violencia inusitada que justifica la traición más que la ofensa. A mi entender debería haber una transición más suave para mostrar cómo se van transformando los personajes pues no condice la camaradería del principio con el odio y deprecio del final. Al igual que Romina, coincido en que debes rever los tiempos verbales, por ejemplo “Aquí todo se precipita”, se precipitó…
    Quizás hay materia para seguir desarrollándolo a pesar del límite de palabras.
    Nos seguimos leyendo.
    Saludos
    Galia

    Escrito el 17 febrero 2019 a las 14:50
  3. 3. Rosanna dice:

    Hola, Dante,
    Me ha sorprendido el final. Pensaba que iba a dispararse él mismo, pero no fue así, acabó con todos.
    Tu relato me ha gustado, aunque comparto con los otros compañeros el tema de las conjunciones verbales, y quizás, haya sido un descuido, pero la raya de guion siempre va pegada a lo que viene después, sea una palabra o signo de expresión, interrogación,… Nunca hay espacio.

    Felicitacions y nos seguimos leyendo.
    Saludos.
    Rosanna

    Escrito el 18 febrero 2019 a las 09:26
  4. 4. Sophie dice:

    Hola, Dante.
    En primer lugar te diré que es una historia a la que parece que le falta algo. Es muy raro que de una amistad se pase a ese final tan dramático sin haber alguna justificación.
    También me sumo a lo que te dicen los otros compañeros.
    Nos seguiremos leyendo.
    Saludos.

    Escrito el 19 febrero 2019 a las 22:05
  5. 5. Leosinprisa dice:

    Hola Dante, me ha gustado tu relato que he leído con sumo interés hasta el final. Yo también opino que es un tanto brusca esa separación de sus “compañeros” de trabajo, no muy justificable, como si fuera un arrebato más que una consecuencia lógica de algo que no había logrado captar. En ese sentido es un tanto acelerada esa parte de tu texto.

    También recalcar los modos verbales que, en variadas ocasiones como te han expuesto las compañeras deberían ajustarse para tener coherencia. Por mi parte, poco más que recalcar, el relato es bueno y se deja leer con agrado, aunque necesite pulirse un poco.

    Gracias por los comentarios en mi texto. Un saludo.

    Escrito el 20 febrero 2019 a las 09:01
  6. 6. dopidop dice:

    Buenas Dante,

    Primero agradecerte tu visita a mi relato y tu comentario tan agradable.

    El relato me ha gustado, se lee fácil y es ameno. La trama nos va llevando hacia un final, que seguramente por mi mente oscura, yo ya vaticinaba, y es que el desamor es muuuy malo y ya si lo mezclamos con los negocios…, pero que no le queda nada mal. De hecho, el último párrafo, el de los disparos, es de mis preferidos.

    Nos presentas a tres personajes amigos de la universidad, que son bastante fáciles de identificar. Coincido con los compañeros que se echa en falta una transición algo mas tranquila, quizás si desde el principio del relato el protagonista va sospechando cosas, o los compañeros le hacen algún feo, no caería tan de sopetón el que quieran echarlo del negocio de repente… como que eso ya se lo olía, pero tú le das el sorpresón al lector después con el apoteósico final en el que utiliza el arma para cargarse a sus socios y al gorila.

    La verdad es que me ha gustado tanto la idea, como cómo nos la has contado. El mes que viene te buscaré de nuevo.

    ¡Un saludo!

    Escrito el 20 febrero 2019 a las 16:04
  7. 7. Dante Tenet dice:

    Hola:
    Gracias a todos por sus comentarios.

    Coincido con el punto de la transcision, sucedió que me pase como quinientas palabras y tuve que cortar, ahí perdi un par de párrafos que tenían ese sentido.

    Nos seguimos leyendo

    Escrito el 20 febrero 2019 a las 20:31
  8. ¡Terrible! Pero tan bien narrado. Tienes don para narrar, Dante. Ya varios de tus relatos me han gustado mucho.
    No entiendo por qué algunos entran a juzgar sobre las razones de uno u otro hecho, sobre el carácter de la relación entre los personajes… Simplemente son así; cosas inesperadas pasan en la vida real, más pueden pasar en la ficción.
    Y no concuerdo con la crítica sobre los tiempos verbales. Me encantan esos cambios de tiempo que sacuden al lector y lo hacen concentrar en un hecho que sobresale. Es el caso del revólver que se le aparece al protagonista y le pone una “solución” entre manos.
    Saludos.

    Escrito el 20 febrero 2019 a las 22:44
  9. 9. K. Marce dice:

    Saludos, Dante

    Mucha gracias por llegar a voluntad a mi relato. He salido de mis tres obligatorios y puedo pasar a visitar a quienes tan gentilmente me comentaron.

    No te toca una revisión concienzuda, te indicaré aquello que me parece más notorio como mejora.

    La repetición de palabras, en escritos cortos es mucho evitar ya que se vuelven notorios. Tu relato cuenta con tope máximo permitido para el taller.
    Puedes buscar las palabras con el F3, así las revisas.
    Y (24)- se recomienda que si la oración se comprende sin ella, es mejor eliminarla.
    como (7), para (5), firma/inseparables (2- marcada por cercanía).

    Sí coincido con los cambios temporales. No es que deban evitarse, pero si hay que manejarlos con cierta sutileza. Un consejo es la “línea de vórtice”, en donde se presenta una situación interesante, que debería ir “in crescendo”, pero el autor la rompe con detalles que cortan la curiosidad.
    El uso de las elipsis, deben justificar su aparición. Su utilidad de presentar datos importantes.

    Estoy de acuerdo con los tiempos verbales: Iniciamos en “presente”, pero al cierre del relato, se nos habla de “pasado”. Cuando todo esto ha ocurrido, ANTES que nuestro personaje deambule en la niebla. Si estoy de acuerdo que se puede hacer del uso de varios tiempos verbales, pero estos deben ser colocados de forma cronológica y coherente para que el lector no se despiste. Creo que el último fragmento, llegar a la oficina y recibir tal trato, todo esto puede escribirse en presente, para que exista una elipsis marcada con el inicio. O modificar el inicio y dejarlo en pasado.

    Las acciones deben ser del mismo tamaño de las ofensas. Es por ello que la mayoría siente que “faltó” algo entre estos amigos, declarados inseparables ¡dos veces! Pero para ello, tendrías que adicionar más información. Tal como dijiste, sacrificaste datos. La esencia al relatar una historia es qué es importante y qué es indispensable. Si en tu “corte” existían razones para resquebrajar la amistad, debiste dejarlo. Cortando por lo sano, el romance de la pareja, que creo es menos dañino a que te jueguen sucio profesionalmente, quitándote tu trabajo, tus clientes y menospreciando tu carrera.

    La aparición del arma, la considero un Deux Ex Maquina. Me hubiera gustado más que se la arrebatara al custodio, ya que de todos es sabido que ellos siempre las portan. Justificaríamos lo acontecido como “reflejo de oportunidad”.

    En conjunto, me ha gustado la trama presentada. La decadencia a la que se vio orillado el personaje. Aunque es muy probable que terminará mal, encerrado en la cárcel con muchos enemigos por el área que él ejercía.

    El estilo es algo que no voy nunca a censurar, porque ya es parte del escritor, su sello y firma. Que se suma a la habilidad de idear una historia que desarrollará según sus capacidades. Lo digo siempre, la imaginación es un don propio, lo demás es aprendido. Fue un enorme placer volver a leerte.

    ¡Nos leemos!

    Escrito el 21 febrero 2019 a las 04:42
  10. 10. Otilia dice:

    Hola Dante Tenet:
    Gracias por leer y comentar mi historia.
    Me ha gustado tu relato. Desde el comienzo te atrapa hasta el detonante final. Buen trabajo.
    Después del comentario de K. Marce, poco puedo decir. Solo es mi opinión, pero yo escribiría estas dos frases así: “…si encararlos o esperar a que ellos se decidieran a contarle”.
    “…Le pidieron que se sentara…”.
    Nos leemos. Saludos.

    Escrito el 21 febrero 2019 a las 14:10
  11. 11. Patricia Redondo dice:

    Hola Dante
    Lo primero gracias por pasarte por mi relato y comentar.
    Ahora hago lo propio con el tuyo. Vamos al lio, aunque no añadireé mucho a lo que ya te han comentado.
    Buen relato , bien construido y narrado, queda un poco coja la transición de la amistad a muerte al odio que repele, pero bueno , en estos textos donde hay tan poco espacio para el desarrollo , se perdona. 🙂

    El final impactante, redondo, sobre todo con esa ultima frase.
    Genial.

    Nos seguimos leyendo!

    Saludos!

    Escrito el 22 febrero 2019 a las 16:42
  12. 12. JUANA MEDINA dice:

    Salud Dante Tenet:
    Concuerdo mayormente con Romina y Galia. La historia termina en tragedia, pero el motivo que la genera no parece para tanto.
    Quizás no he comprendido bien. Pero es un buen tema el de la ofensa del amigo dejado de lado.
    Gracias por pasarte por mi relato.
    Saluods

    Escrito el 23 febrero 2019 a las 23:28
  13. 13. Vespasiano dice:

    Hola Dante:
    Gracias por pasarte por mi relato y dejar tu comentario.

    impactante historia la que nos has contado con un final sorprendente que me ha gustado.

    Las correcciones oportunas que se pueden hacer ya te la han señalado los compañeros.

    Felicidades. Nos seguiremos leyéndonos.

    Escrito el 28 febrero 2019 a las 00:42

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