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La ofensa - por Paola

Llegó agitado y sudoroso. El corazón galopaba en su pecho a un rítmo demensial.

—No debí hacerlo… No debí hacerlo… No debí… nnno nonno debí hacerlo…
Repetía una y otra vez con expresión de culpa irredimible.

Entró al Almacén y, aunque cerró la puerta rápidamente, el viento y las hojas secas se colaron con el portazo.

Apoyando la espalda en la pared se dejó deslizar lentamente mientras su cuerpo temblaba y los ojos llorosos se le hinchaban de horror.

—¡Dios! ¡Soy un imbécil!
Se decía a sí mismo al tiempo que encogía las rodillas y se tapaba la cara.

Sabía que había cometido una falta grave para "el grupo". Era consciente de haber hecho una promesa en ese mismo Almacén, bajo la mirada intimidatoria del gorila de Don.
Aunque también era cierto que su naturaleza no cuadraba con Las Reglas.

—¿En qué demonios estaba pensando? ¡Joder!
Se decía al tiempo que golpeaba su cabeza con ambas manos.

El olor a humedad se le filtró por las fosas nasales: ese lugar nauseabundo, lleno de cajas apiladas, con una luz moribunda, pendiente de una raída lámpara que no dejaba de moverse en vayven a causa de la corriente de aire.

—No tardará en llegar… ¡Maldito Don!
La desesperación agarrotaba su mente y descomponía sus rasgos. El viento silbaba afuera como cada día en ese espantoso lugar.

El ruido de un auto en la carretera.
Asomó sus ojos desencajados por los vidrios sucios de la ventana y pudo ver la estela de niebla gris que dejaba el caño de escape de una furgoneta.

Tras el golpe sordo de dos puertas, unos pasos precisos se fueron acercando.

—No, nonono, no… no quiero morir en este lugar de mierda…
Susurró a media voz.

No había donde esconderse. No había donde ir.
Se encogió en un rincón, lloró y se orinó encima: sabía que la ofensa era de las graves, pero ya era demasiado tarde.

La puerta se abrió de un golpe y ahí estaba: la figura cuadrada y corpulenta de "Sin Cerebro Don".

—La has cagado ¿Lo sabes, no?

Lo cogió por un brazo y lo apartó del rincón.
Un bate de baseball blandío en su otra mano.

—¡Pero si hasta te has meado, tío! —Dijo con cara de dasagrado —Eres listo para ofender pero eres una rata para esconderte. La próxima vez, antes de abrir la boca, piensa… eso si es que tienes una próxima vez.

El olor a wiskey barato que emanaba el aliento de Don lo hizo toser.

—Eres un chico malo… Haz insultado al Jefe.
Canturreó con una sonrisa socarrona.

Él cerró los ojos con tanta fuerza que hizo que le punzara la sien, pensando que de esa forma todo desaparecería.
Sollosó pidiendo clemencia.

Afuera el otro colega, encendió un cigarrillo:
—¡Vamos que me voy a helar! ¡Termina ya, Don!

El bate pareció coger vida propia entre esos rudos dedos. Se levantó en el ángulo justo como para no errarle a la cabeza, y bajó con rapidez en un golpe certero y seco. Entonces, ya no hubo ni viento, ni luz, ni olor a humedad o wiskey, ni Don… nada: un zumbido, oscuridad y el alma escapando del cuerpo.

—¿Y ahora, genio?
—Es un pringado. — dijo Don mientras sacudía su ropa — Ya lo encontrará alguien. Lo hecharan en falta recién el lunes, cuando no lo vean en "el grupo". Es la única manera de que aprendan estos Cerebritos: con el ejemplo.

«Esto no podía acabar de otra forma. Estafar gente, exprimirlos, agobiarlos con extorciones falsas hasta acabar con sus vidas; absorverles el aliento desde un ordenador anónimo invadiendo su intimidad por medio de un móvil o una Red Social, y todo por dinero sucio… En qué estaba pensando…»

Una última exhalación. Un espeso y dulce charco rojo expandiéndose en el suelo. Risas, un portazo y el viento frio filtrándose por las endijas…

«Esto… no podía acabar de otra forma…»

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11 comentarios

  1. Hola Paola. Muchas gracias por tu comentario a mi relato. Me alegra te haya divertido. Vamos al tuyo:

    Es vertiginoso, una rapidez tremenda, no solo por las frases cortas o muy cortas, entrecortadas y con verbos de acción. La agitación se palpa creo que es la mejor baza del relato.

    Fluiría mucho mejor si lo limpiaras de las faltas (si eres española, creo que sí por el ¡joder!, o eres del sur o de Canarias como yo, que pronunciamos las ces como eses y hacemos sufrir a la ortografía 😉 Te las señalo ¿vale Paola?

    Demencial (con ce)
    Sollozó (con zeta)
    Has (con s)
    Extorsiones (con s)
    Ritmo (sin acento)
    Vaivén (con i latina)
    Blandió (acento en la o)
    Desagrado (errata a por e)
    Echarán (sin h)
    Rendija o hendija con hache
    Absorber (con dos bes)

    Es una pena Paola, porque el relato es bueno, (es la hostia que diría tu prota)… tiene una violencia creíble, la voz masculina está bastante lograda, así que te animo a cuidar la ortografía por el bien de la narrativa.

    Un cordial saludo compañera imaginativa. Hasta pronto.

    Escrito el 17 febrero 2019 a las 22:09
  2. Disculpas, quien me leyó mi aporte fue otra Paula (Paula Panzieri)… pero mira, gracias a la confusión llegué a tu relato.

    Escrito el 18 febrero 2019 a las 13:33
  3. 3. Paola Bavaro dice:

    Gracias Isabel!!!
    Bueno, soy Argentina, un acento muy parecido al canario…
    Dios! Lo leí mil veces, y soy bastante cuidadosa con la ortografía… Si hasta me da vergüenza que me hayas encontrado tantas… Creo saber el motivo.
    Te super agradezco, me pasaré por el tuyo.
    Me alegro que hayas percibido la agitación del personaje.
    Un saludo enorme!!!

    Escrito el 18 febrero 2019 a las 17:03
  4. Hola Paola

    Soy Paola, la comentarista de Isabel, una cosa tira a la otra y aquí estamos, Paola frente a Paola.

    Me ha gustado la escena. Pura acción y puro presente. Con ritmo, sin nada que frene los acontecimientos y con lenguaje adecuado.

    A mi modo de ver, para ser relato le falta un antes, que sitúe al lector, y un después en el que los propósitos del prota se realicen ,o no. (Aunque podemos decir que se han realizado, él suponía que ese era el fin). Al no saber el propósito del prota para ir al almacén no entendemos porque ha ido ahí si sabía que le iban a matar.

    Y, en cuanto al final, el lector espera un giro que dé un vuelco al asunto y le sorprenda con algo que no podía imaginar pero que sea probable.

    Creo que vale la pena que lo intentes porque la escena está muy bien.

    Espero haberte sido de ayuda.

    Saludos

    Escrito el 18 febrero 2019 a las 18:58
  5. 5. Paola Bavaro dice:

    ¡Gracias Paola!
    ¡Si! Por supuesto, todo suma.
    Te agradezco por la visita y por la sugerencia.
    ¡Un saludo!

    Escrito el 19 febrero 2019 a las 11:22
  6. 6. Leosinprisa dice:

    Hola Paola Bavaro, he leído tu relato con sumo interés pues se desarrolla de forma que capta la atención del lector. Me han extrañado las eses que aparecen en determinadas palabras que me parecían eran algún modismo en el narrador, para dar ambiente a la escena, pero luego lo he descartado, al acabar de leerla.

    Estoy de acuerdo con Isabel en que es un buen texto, pero se ve un poco enturbiado por esas pequeñas faltas, aunque sea entretenido y de buena lectura.

    También creo que todo final debe esconder algo que al lector no se le ha descubierto, sino más bien sugerido. Esa pequeña trampa que sorprende y te deja intrigado. Un final demasiado evidente quita emoción al formidable despliegue que has demostrado a lo largo de tu escrito, pero en general es muy satisfactorio.

    Ha sido un placer leerte. Un saludo.

    Escrito el 20 febrero 2019 a las 08:33
  7. 7. Don Kendall dice:

    Hola Paola B.
    Me gusta el texto que presentas. También he leído los comentarios atinados así que no entro más ahí.
    En cuanto al Tema, parece que planteas “el castigo por incumplir las reglas”. Hasta ahí pudiera servir. Hay más dificultad en cuanto al argumento y la trama que propones y eso el lector lo nota y se suelta. Es bueno no olvidar que el argumento es lo que se cuenta y la trama es cómo se cuenta.Por eso el lector a veces abandona, no tanto por que no pongas “retorcidas sorpresas finales” (como proponen algunos teóricos ) sino porque el lector se enfrenta al texto recorriendo el camino al revés de cómo fue (o debería haber sido) creado por el autor.Mientras como autores empezamos estableciendo el tema, después el argumento y al final la trama, el lector parte del final hacia atrás hasta llegar a la comprensión del tema.
    Como ves, no se me ocurre bajo ningún concepto escribir cómo lo haría yo o cosa semejante. Pero pienso que tal vez merezca la pena que le des un par de vueltas a este texto y seguro que sale un relato vivo sobre “la almendra” que ya tienes escogida : El castigo por no cumplir las reglas en una banda o grupo humano.
    Un abrazo y gracias por este trabajo

    Escrito el 20 febrero 2019 a las 17:23
  8. 8. Laura dice:

    Hola Paola B.
    No voy a volver sobre lo que ya te han señalado, con lo que coincido.
    Tan sòlo me queda dejarte mi apreciaciòn: ME ENCANTÓ.

    Mis saludos.
    Hasta la pròxima propuesta.

    Escrito el 22 febrero 2019 a las 11:51
  9. 9. Scott dice:

    Hola Paola, un relato con mucho ritmo narrativo,me ha encantado.

    espero ir mejorando los problemillas con las puntuaciones.
    ¡ Un Saludo!

    Escrito el 25 febrero 2019 a las 11:13
  10. 10. Paola dice:

    Leosinprisa, Don Kendall, Laura… Muchísimas gracias!!!
    ¡Dios! lo de la ortografía… lo sé… lo he explicado mas arriba y hago la “mea culpa” (¡qué horror!). Fueron las prisas… lo leí cien veces y, creo que eso es peor porque no ves lo obvio… Pero ¡nada, chicos! ahí están las muy desgraciadas…
    Por otro lado, apunto todo lo dicho, siempre es nutritivo cuando te aportan críticas constructivas.
    Les agradezco el tiempo prestado.
    ¡Un saludísimo!

    Escrito el 25 febrero 2019 a las 11:15
  11. 11. Paola dice:

    ¡Gracias Scott!

    Prestaré mas atención la próxima vez… jajajaja
    ¡Un saludo!

    Escrito el 25 febrero 2019 a las 11:17

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