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La ofensa - por Ismael Tomas Perez
Web: http://www.gigantedealgodon.blogspot.com.es
La ofensa
Ricardo empleaba su tiempo libre en el antiguo almacén, lleno de trastos y enseres viejos que, año tras año desde que empezara su padre, iba adquiriendo. Su afición a coleccionar objetos había traspasado los límites de lo racional. Acumulaba tal cantidad de muebles, aparatos eléctricos, cacerolas, ruedas, bicicletas, letreros, figuras decorativas, y entre ellos tenía la figura de un gran gorila a la que Ricardo dedicaba todo su cariño y cuidados. Era una imitación perfecta del animal original, a tamaño real con mas de dos metros de altura y una enorme envergadura. Esta figura le recordaba continuamente el momento de su adquisición, el enorme susto que había tenido por su culpa. La había encontrado en una tormentosa noche de invierno mientras conducía por una carretera local. Para añadir mas inquietud, momentos antes, debido a un bache en la carretera, había dejado de funcionar el faro derecho de su coche. La conducción en ese momento era dificultosa porque además de la fina lluvia había algún que otro banco de niebla posado en la carretera, por lo que era un verdadero problema recorrer ese tramo. A la salida de una curva estaba la figura del gorila apoyada en un árbol, al lado del arcén, lo que produjo en Ricardo un susto enorme ya causa del mismo, una brusca maniobra que por suerte no le originó un accidente.
Una tarde, mientras se encontraba en su almacén admirando y revisando su colección de objetos con gran entusiasmo, una llamada en la puerta desvió su atención. Al abrir la puerta con gran sorpresa dos personas identificándose como agentes de la policía que preguntaban por él.
El motivo de la visita era porque habían tenido una denuncia del robo de la figura del gorila, así como varias de otros vecinos por acumulación de basuras, a las que no habían dado curso todavía. Un vecino cercano había avisado a la policía de la tenencia del supuesto animal encerrado en una nave de almacén y esta comprobó que había una denuncia de robo de un gorila que hacia el papel de reclamo publicitario en un parque temático.
— ¡Esto es una ofensa!, tratarme de ladrón —gritó muy enojado Ricardo al oír la acusación.
—Yo no he robado nada, es parte de mi colección de objetos̶ argumentó.
Los dos agentes, al entran en el almacén no pudieron reprimir una carcajada. Efectivamente había una enorme cantidad de trastos, pero no basura orgánica que pudiera afectar la salud, como constaba en las otras denuncias.
Optaron por cerrar y precintar el almacén y acompañar a Ricardo a la comisaría para tomarle declaración sobre los hechos denunciados.
̶¡Esto es una ofensa! —repetía Ricardo a cada momento mientras el policía tecleaba en su ordenador todo lo que este decía.
Al poco rato le dejaron que se marchara con la promesa de que eliminaróa la mayoría de objetos y de la entrega de la figura del gorila a las autoridades para su devolución
Ricardo a cada momento se quejaba
— ¡Esto es una ofensa!
Hola, Ismael.
En principio es un buen relato, pero le falta un apretón de tuerca, intriga, intensidad y un final impactante.
Tienes mucho de donde moldear, llevas bien la narración, haces buenas descripciónes.
Por favor no tomes a mal mi opinión, igual no soy experto, solo es mi enfoque como lector.
Nos vemos en el próximo taller, con mucho gusto me gustaría leer tu próxima propuesta.
Saludos.
Hola Ismael Tomas Pérez,
Coincido con Kirjanik Maya, en que es un buen relato “pero que le falta un apretón de tuerca”. Hay muchas cosas excelentes: fluidez, correcto uso de las normas de ortografía, buenas descripciones, claridad en el planteamiento, sin embargo, hay algo que le falta pero que no logro definir. Captó mi atención al inicio, pero a medida que leía iba perdiendo interés.
En cuanto a la forma, a mitad de texto, hay dos guiones de diálogo seguido, creo que el segundo guión no debería ir ya que el personaje que habla es el mismo.
Recuerda, es tan solo una opinión para tu análisis y consideración, no soy experta en la materia.
Un abrazo
Hola ISMAEL TOMAS.
Pobre coleccionista.
A mi entender, hay muchos huecos para rellenar con comas. Mira de leer tu mismo mas despacio para comprender la trama, y verás que resulta mucho mas agradable .
Creo también que no hay necesidad de repetir lo de la ofensa. Ya está dicho, y se comprende el enojo al culparlo de ladrón.
Un saludo y a seguir escribiendo.(40)
Hola Ismael,
Trabajo que cumple los requisitos para comentar en el taller. Es una historia contada de forma lineal y ágil, a la que tal vez le viniera bien, disminuir la extensión de algún párrafo. En mi opinión (despreciable como la de cualquiera). El primer párrafo puede dar lugar a tres (Por ejemplo) :
1 – Ricardo empleaba su tiempo libre en el antiguo almacén, lleno de trastos y enseres viejos que, año tras año desde que empezara su padre, iba adquiriendo. [….] y entre ellos tenía la figura de un gran gorila a la que Ricardo dedicaba todo su cariño y cuidados.
2 – Era una imitación perfecta del animal original, a tamaño real con mas de dos metros de altura y una enorme envergadura. Esta figura le recordaba continuamente el momento de su adquisición, el enorme susto que había tenido por su culpa. La había encontrado en una tormentosa noche de invierno mientras conducía por una carretera local.[…..] niebla posado en la carretera, por lo que era un verdadero problema
recorrer ese tramo.
3 – A la salida de una curva estaba la figura del gorila apoyada en un árbol, al lado del arcén, lo que produjo en Ricardo un susto enorme ya causa del mismo, una brusca maniobra que por suerte no le originó un accidente.
Y a partir de ahí pasar a la segunda parte de la historia.
coincido con el chaval, en las recomendaciones sobre los huecos y las comas y en lo relativo a la ofensa.
En resumen, un trabajo cuidado que merece la pena desmenuzar para ir fortaleciendo técnicas que ayuden al disfrurte de la escritura.
Gracias por compartirlo
Hola IsmaeL Tomas.
Coincido con los compañeros que me preceden.
Detallas muy bien la adquisiciòn de la figura, pero luego queda todo en poco.
Mis saludos.
Hasta la próxima propuesta.
Hola Ismael
Después de los comentarios expuestos, no me resta mucho más que poder decirte. A mí parecer es una historia que por desgracia mucha gente padece. Siendo muy difícil salir de este síndrome de acumulación tan destructivo. Ten en cuenta los consejos que te anotan los compañeros para seguir creciendo. De mi parte decirte que me faltó esa intriga y cambio de tuerca final, durante toda la historia me predecía lo que iba a pasar.
Un saludo muy afectuoso.
Hola Ismael.
Yo tampoco vuelvo, pero sí agradezco a quienes dejaron su aporte.
Saludos y gracias por pasar.
Perdón, tampoco SUELO volver, a menos que me haya parecido demasiado brusco mi aporte.