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La Ofensa - por Osvaldo Leone

Web: https://www.facebook.com/os.demode

Habían sido tres días de un sofocante calor, así que era bienvenido el viento frío que entraba por la ventana en aquella noche de Lunes. En el preludio de lo que prometía ser una noche llena de sueños, me levante a agarrar una colcha que estaba en la puerta más alta del placard. Oportuno y sin piedad ese viento me crispaba la piel. Acomode la colcha y me entregue al abrigo de una cama llena de amor y recuerdos. De fondo sonaba los primeros acordes de "A Primera Vista", segundos después Pedro Aznar le dio una identidad al silencio. Sobre la oscuridad de la habitación bailaba la pequeña pero vivida llama de una vela que en juego constante con todo lo que se cruzase, dibujaba todo tipo de formas sobre las paredes. Cerré mis ojos para acompañar a mi alma, predispuesta al descanso. Y así como el sol se asoma a lo lejos en el horizonte, el sueño me fue invadiendo de a pequeñas oleadas y me dejo parado en la orilla de aquel mar que por las mañanas te acaricia los pies. El viento era el mismo pero el castigo a mis sentidos era menor. Empecé a escuchar gente hablar, un murmullo por acá, otro por allá, risas, carcajadas estruendosas. Todo desde una distancia considerable como para pensar que la playa estaba dividida en pequeñas parcelas de felicidad donde cada uno vivía a su libre albedrío. Hacia mi derecha no me fue difícil divisar el muelle, aquel que albergaba a algunos pescadores y a personas varias que buscan en sus tablas una base para retratar una postal. Me saque las zapatillas, las medias, mis pequeños dedos se hundían en la arena seca. Me acerque aún más al agua y camine disfrutando de su encuentro con mí ser. De momentos se intercalaban los escenarios, se podía escuchar una tenue música de fondo como si desde el cielo colgaran gigantescos parlantes. Faltaba solo un poco para llegar cuando gire mi cabeza con sorpresa al reconocer el tono de una voz que creía haber olvidado. Símil a esa extraña sensación de felicidad al encontrar cantando línea por línea, palabra por palabra, una canción que parecía estar escondida en un cajón de la memoria. Venias caminando de frente. La música. El sol. El agua y vos. Me miraste, te mire inmóvil con los pies hundidos en la arena mojada como quien ve por primera vez, como la primera mirada que uno da en la vida y te ve, lo ve todo. Cuando estuvimos a la misma altura, aproveche tu paso lento para, de la misma manera en que lo hacíamos por los mañanas enredados entre las sabanas de la cama, abrazarte. Mis ojos rebalsaron cuando tus brazos se envolvieron en mi cuello. Intenso y profundo como la Fosa de las Marianas, no podía dejar de apretarte contra mi cuerpo. Como si hubiera una fuerza gravitacional que empujara mi mundo hacia tu tan infinito universo. Acerque mi boca a tu oído, dejando escapar palabras ya conocidas, infinitamente pronunciadas, incansablemente escritas, una frase corta pero concreta, real, verdadera. De tu boca se escuchó "Yo también". La música seguía sonando cuando de repente te desvaneciste, como todo a mi alrededor, llevándote con vos una parte de mi alma tan grande que no hay unidad que pueda medirla. El pabilo se había consumido, la llama había abandonado el boliche. Las paredes blancas se habían tornado algo anaranjadas frente al alba que se filtraba por la ventana. Me encontraba en una posición tan cómoda como relajante, de costado y ocupando solo un lado de la cama, el que me correspondía. No me di vuelta a ver si faltabas, mi espalda estaba algo fría. Me seque la lagrima que había paseado como haciendo Rally por el tabique de mi nariz y suspire. Me tape aún más, hasta la altura de los ojos, y en la sabana, la ofensa del recuerdo dejo impregnado en ella en forma de castigo el aroma cálido de tu perfume.

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6 comentarios

  1. 1. Menta dice:

    Buenos días Osvaldo Leone: Tu escrito me ha gustado. Las descripciones son muy claras.

    Pero te voy a explicar cómo según hacemos en este taller. Los escritos procuramos que consten de tres partes: una presentación, un nudo y un desenlace. Siempre tiene que haber un conflicto que se soluciona en el desenlace. Así componemos los relatos y , si tienes dudas, puedes ver las entradas del blog con muy atinadas recomendaciones.

    Por otra parte te tengo que comentar que Lunes, nombre del primer día de la semana se escribe con minúscula.

    En las siguientes palabras falta la tilde. Todas estas palabras son verbos en tiempo pretérito indefinido que llevan la tilde obligatoriamente para diferenciarlas del presente del modo subjuntivo: levante, acomode, entregue, aproveche, seque, suspire, tape, dejo.

    En cambio, la palabra “mí” en este caso es adjetivo y no pronombre por lo que no lleva acento.

    Gracias por enseñarme una palabra nueva en esta frase: Mis ojos rebalsaron. Nunca había oído rebalsar, solo conocía embalsar. Para los ojos yo diría: mis ojos se llenaron de lágrimas. Tú en cambio, con solo una palabra, describes el hecho.

    Nada más por hoy, espero seguir leyéndote los próximos meses. Un saludo, Menta

    Escrito el 17 febrero 2019 a las 15:58
  2. 2. Víctor Alverdi dice:

    Saludos Osvaldo. Me ha gustado mucho tu relato y cómo describes lo que sucede, bien ahí. Como ya señaló menta hay algunas tildes que faltan para hacer la lectura un poco más sencilla, pero nada grave. Las historias no siempre deben seguir forzosamente una pauta establecida y este es un buen ejemplo de ello. Nos leemos.

    Escrito el 17 febrero 2019 a las 18:52
  3. 3. Osvaldo dice:

    Hola Menta, muchas gracias por leerme.

    Estoy de acuerdo en las acertadas observaciones de las tildes, son detalles que agilizan sin duda la lectura y el entendimiento.

    En cuanto al desarrollo. Releyendo, estoy notando que esas tres partes a las que haces referencia no estén tan explicitas. Voy a pasar a detallarlo como a mi me parece que es (aunque la percepción del lector es totalmente valida también):

    La escena presenta a un hombre a punto de sumirse en un sueño que debería ser de aquellos que deseamos luego de días de mucho estrés. En un contexto totalmente agradable y disparador de muchos recuerdos que al principio no comenta para no traerlos a la superficie.
    El hecho no es el sueño en si, sino con quien se encuentra.
    El desenlace seria la lagrima al percibir ese perfume.

    Tendré muy en cuenta estos puntos para la próxima.
    Muchas gracias !

    Escrito el 20 febrero 2019 a las 14:53
  4. 4. Osvaldo dice:

    Hola Victor.
    Te agradezco las palabras y el tiempo que te tomaste en leer mi relato. Es mi primer participacion en la pagina aunque la realidad es que la sigo hace bastante. Asi que es el primero de espero muchos.

    Abrazo y muchas gracias !

    Escrito el 20 febrero 2019 a las 14:55
  5. 5. Osvaldo Vela dice:

    Tocayo.

    Además de las aportaciones acertadas que te proponen Menta y Víctor, yo quisiera agregar algo que me resulta atrayente de tus letras: tu escritura es casi una poesía.

    Al ir leyendo mi mente se arrullaba con las mismas notas de tu descanso.

    Creo que posees un alcance especial en los temas de un relato.

    Has escogido un taller adecuado para mejorar la redaccion.

    Te felicito.

    Saludos.

    Escrito el 23 febrero 2019 a las 17:40
  6. Osvaldo:
    Disfruté mucho la poesía de este relato, especialmente en la segunda mitad, donde se sueña vívidamente el encuentro con la amada ausente.
    El remate nos induce esa dulce amargura del recuerdo de un amor ido.
    Coincido con Osvaldo vela en que al ir leyendo, mi mente se arrullaba.
    También con Víctor Alverdi en que las historias no tienen que seguir forzosamente una pauta establecida.
    Respecto a lo formal, la primera mitad, aunque inspirada, es un poco farragosa, se puede pulir.
    Faltan muchas tildes.
    Saludos.

    Escrito el 25 febrero 2019 a las 00:56

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