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La ofensa - por Laura
Robert sale de la niebla con lentitud, siente la cabeza llena de algodón. Intenta abrir los ojos pero por la intensa claridad, los entrecierra. A través de las pestañas entrevé dos personas, una de ellas es su joven esposa.
Logra enfocar la vista y por un fugaz instante capta la mirada de la otra mujer. Intranquilo, no puede escuchar a pesar de sus esfuerzos.
El sol moldea el perfil de la otra mujer, pero no puede ver su rostro con claridad. Terminadas las indicaciones, su esposa se acerca a la cama precedida por su exclusivo perfume.
—Ahora, querido, quedas en manos de la señora Tanner, una enfermera muy competente —le deja un beso sobre la frente manchada por los años y se aleja con la música de seda de su vestido.
“¿Qué ha sucedido? “Robert intenta hablar pero sale un doloroso gemido. Abre la boca, está reseca. Necesita agua. Mira a la señora Tanner con un mudo pedido.
Ella lo mira, sus ojos son dos espejos de acero negro. No hay empatía alguna en esos lagos sin fondo. Luego de unos segundos le da agua a pequeños sorbos mientras una sonrisa que a Robert semeja una mueca desagradable, aparece en su rostro cruzado de cicatrices.
El hombre quiere saber pero no puede hablar. La mujer, sentada en el sillón junto a la ventana, parece decidida a ignorar los deseos del hombre por el momento.
Los minutos se arrastran, el día agoniza para dar paso a la noche. Ninguno habla.
El silencio llega para quedarse mientras la vida continúa fuera de la habitación, las sombras avanzan hasta invadirla por completo.
—¿Cómo se siente, señor Morrison?
El hombre siente un escalofrío al oírla hablar por primera vez. “Esa voz, ¿Dónde la he oído?”
La mira con más atención, ella lo desafía con una mueca burlona. Robert se siente indefenso, pro primera vez toma conciencia de que está a merced de esta mujer, no puede hacer nada, ni siquiera pedir auxilio.
—Disculpe —dice con una fría sonrisa—, había olvidado que no puede hablar. Mi nombre es Alika, la más hermosa, pero en otro tiempo me llamaban Alicia —y la mujer calla.
Robert no deja de pensar, hasta que el pasado lo golpea cuando menos lo espera. “Alicia”. Sus manos comienzan a temblar violentamente, una garra de hielo se clava en su estómago.
Cierra los ojos, no cree en lo que está viendo, pero la memoria es implacable. Él era un joven empleado. Una muchacha de color, muy hermosa…
—Creo que me recuerda, ¿no es así? —ella habla como desde un lugar muy lejano —.Yo no quería sacarle dinero, como usted creyó erróneamente, tan sólo quería a mi niño.
Aparta una lágrima solitaria con brusquedad y se recompone con esfuerzo.
—Nunca más pude concebir.
Sus ojos llamean de dolor. Se levanta de su asiento y camina por la habitación. La alfombra ahoga sus pasos, se mueve como si flotara.
—Era una noche de niebla, usted me había convocado al almacén —continúa implacable el espectro agobiado por la tristeza.
Robert Morrison, en su cama, comienza a recordar. Había sido una de las tantas con que había estado, pero siempre se había resuelto todo de manera satisfactoria, menos con ella. Ella quería que le ayudase por un tiempo y él se había negado, mortalmente ofendido. ¿Cómo se atrevía a pretender que él reconociese a un hijo suyo? Él no dudó, sus gorilas resolvieron el problema, nunca más supo nada de ella. Pensó que habría muerto, como solía suceder cuando los muchachos se ocupaban. No le interesaban los detalles, tan sólo que el asunto fuese resuelto. Y eso es lo que habían hecho
—Me dejaron con vida, pero eso ellos no lo sabían —una triste sonrisa aparece y lo enlaza con la mirada, obligándolo a recorrer las marcas que le han quedado de esa noche en que creyó enloquecer de dolor y de terror.
—Reconozco que fue un error amenazarlo con ir a casa de su prometida, pero yo era joven, estaba sola y embarazada…—su voz baja suavemente junto con sus párpados.
—Las deudas se pagan señor Morrison. Usted no sabe todo lo que sufrí, pero no se preocupe, tengo todo el tiempo del mundo para que lo comprenda.
La mirada de la mujer es feroz.
Robert, de golpe, sospecha que en adelante es probable que viva una pesadilla. Un grito silencioso queda flotando en la habitación.
Hola Laura,
¡Wuau!¡Que pasada! Al principio he de reconocer que al ver la extensión del relato me asusté un poco, pero después, a medida que iba avanzando la historia, me quedé pegado a tus palabras. Me gustó mucho.
Solo cambiaría una cosa, y es que en el segundo y tercer párrafo repites de manera continuada “la otra mujer” Pero bueno, eso nos pasa a todos.
En cualquier caso, aquí tienes un fan de tu relato.
El mío es el 118, por si te quieres pasar. Espero tu comentario.
¡Hola Laura!
Me ha gustado su relato, va contando hacia atrás y eso resulta interesante, ya que nos va desenmarañando la trama, las relaciones entre los personajes que al final es lo que sustenta el escrito de forma categórica.
A penas percibí uno que otro sería que seguramente no se van en una segunda leída. Me pareció ver un pro en lugar de por y un él donde creo que va un ella… Y nada más.
Bien hecho, a seguir escribiendo.
Se me enredó lo escrito…
😉
Hola Laura. Me encantó tu relato por la forma de pintar los escenarios mentales de Robert, que tomaban vida ante el monólogo interior de los divagares tormentosos de Alika reviviendo en voz alta los rememorares que unían sus vidas.
Sin despegar mi vista de la lectura fui descubriendo la trama sutil de tus letras, sin ninguna duda, para luego dar paso a un desenlace-profecía que le haría pagar a Robert sus culpas en esta vida. No se iría de este mundo sin saldar sus pecados.
Excelso, te felicito.
A excepción de esas dos pequeñeces de mecanografía mencionadas por Servio Flores, el texto me pareció muy bueno.
Enhorabuena.
Hola, Laura.
Qué bueno leer algo tuyo otra vez, excelente relato, lástima que el título era obligatorio, porque se me ocurre que seguro le habrías colocado otro título muy diferente.
Saludos y no te pierdas el próximo taller, por favor.
Buenos días Laura: me encantó tu relato, además de la tragedia que sufren los personajes, es un festín sensorial de imágenes que por momentos pintan un fresco como ese sol que moldea un perfil.
Gracias por pasar por mi relato, en realidad Bruno se queda al comienzo con sus interrogantes. lo trágico de todo esto que el relato tiene una base real ya que los personajes existen y algunas situaciones fueron verdaderas, inclusive el suicidio.
Nos seguimos leyendo.
Saludos.
Galia
Hola Laura:
Has escrito un buen relato, me ha gustado.
Alika o Alicia ha hecho suya la frase: “La venganza es un plato que se sirve frío”.
Nos leemos. Saludos
Hola Laura: gracias por comentar tu relato. El tuyo me ha parecido soberbio, buena trama, muy bien llevada. Me hubiera gustado saber que le pasaba al pobre Robert para estar encamado, pero ese misterio tiene también su encanto, puedes imaginar lo que quieras.
Un saludo.
Hola Laura
Una idea muy buena, bien organizado, bien escrito y con un final abierto que da para mucho. Me ha gustado mucho.
Por ello te comento que a mi modo de ver, ella es un personaje que podría tener más potencial, deberías de envolverla en un velo de misterio más profundo y darle una historia algo más compleja de la que le das.
La otra cosa que merecería que trabajaras es la forma en la que el lector se entera de lo ocurrido. Ella lo cuenta el pasado en un intento de que él recuerde pero la forma en la que ella le habla queda un poco fría.
Ponte en el lugar de ella, figúrate que él está a tu lado y tienes la suerte de que no te pueda responder y empieza a hacer su papel, llenate de odio y de ganas de venganza y actúa y verás como tu actuación no se parece a la de la protagonista.(A la protagonista le falta ese dolor y esa fuerza que tú, como actriz, le estás dando). Con esos cambios creo que el relato puede mejorar.
Espero haberte sido útil
Saludos
Hola Laura.
Gracias por pasarte por mi relato.
Has escrito una original historia más que de ofensa, de venganza. Y es ahí donde lo veo muy inverosimil ¿Alicia es una verdadera enfermera o es una impostora que ha seguido a Morrison desde esa noche hasta ese momento para vengarse? Creo que hay demasiados cabos sueltos: ¿qué le ha pasado a Morrison?¿Qué fue de Alicia? Por otro lado dices que él era un joven empleado pero tenía gorilas que van matando “como solía suceder…”
De cualquier manera, me ha gustado leer un relato con intriga creciente.
Saludos
Hola a todos.
Ulises: fue toda una cuestiòn lo de la otra mujer, y me quedaron varios extras, por lo que veo. Muchas gracias por el aliento.
Servio Flores: muchas gracias por el comentario. Es probable que se me hayan colado algunos errores con la creaciòn del relato.
Osvaldo Vela: muchas gracias por el comentario. Intento ahondar un poco màs en los personajes.
kirjanik Maya: muchas gracias por el comentario. Sí, el tìtulo me resultó bastante condicionante. Aunque en el espacio comùn encontré con uno de los compañeros que desplegó un maravilloso abanico de posibilidades que no se me habìa ocurrido, y que tendré en cuenta para futuros condicionamientos.
Hola Galia: qué terrible que Bruno haya sido una persona real. Muchas gracias por tus palabras, son un gran mimo para el alma.
Otilia: totalmente de acuerdo. No se me ocurriò para ponerla, pero es así.
María Jesús: la previa, tal vez un simple ACV que imposibilita a Robert. Es algo con lo que suelo jugar, no con el ACV, sino con la persona a cargo de un enfermo y la relaciòn que se desarrolla y que puede haber habido una previa sin que el enfermo recuerde, como este caso.
Paola Panzieri: me has abierto una puerta que no habìa imaginado. Guau. Me erizaste con las posibilidades. Mis màs sinceras palabras de agradecimiento por el aporte.
M.L.Plaza: es una venganza por parte de Alika/Alicia ante lo que Robert considerò una ofensa en su momento (ambos jòvenes, él habituado a frecuentar chicas pero con novia formal).Tienes razón con la débil relaciòn entre él como empelado y el uso de gorilas para resolver sus asuntitos, buen punto.
Me alegro que se haya captado algo de intriga creciente, es un aspecto que espero poder desarrollar mejor, superando una concatenaciòn de hechos.
A todos, muchas pero muchas gracias.
Hola Laura,
Un texto interesante, sobre todo por dos aspectos que señalaron dos comentarios anteriores :
Buenos días Laura: Me ha gustado mucho tu relato.
Alika me ha recordado a la protagonista de la película: “la mano que mece la cuna” en la que una mujer se venga de su ginecólogo consiguiendo el trabajo de niñera en su casa. También es de intriga como la tuya. No sé si la habrás visto.
Enhorabuena y un saludo. Menta
Hola Laura
Buen relato , bien desarrollado y escrito , y con la enjundia suficiente como para que nos hagamos muchas preguntas y nos quedemos con ganas de más
En mi opinión creo que esto podría ser el inicio de algo mucho más grande pues quedan en el aire cuestiones importantes y un final muy muy abierto que da para mucho desarrollo.
Nos seguimos leyendo
Saludos!
Hola Laura
Un relato bien escrito con una trama que te engancha y un final abierto que lo deja todo a la imaginación.
Como algunos compañeros, creo que el personaje de Alika/Alicia necesita más contundencia, mas rabia, más visceras.
Es un buen relato. Felicidades.
Hola
Gracias por estar un rato con mi cuento
Tu relato es muy potente y está logrado. Creo que narrarlo en tiempo presente es un acierto, porque le proporciona al cuento un extra de angustia y miedo psicológico. Hay como una sensación de claustrofobia que invade al lector. Puede que al principio sintamos algo de simpatía por el personaje postrado en la cama, pero las tornas van cambiando y la balanza se decantaría después a favor del personaje ofendido. La trama no muestra todos los detalles, pero creo que en esta ocasión eso juega a su favor.
Buen trabajo.
Un saludo
Hola Laura:
Me he despistado. Creía que te había comentado pero ahora veo que estaba pendiente. Te comento primero alguna cosa que cambiaría, luego tú decides, naturalmente.
A veces las metáforas y los símiles hay que saber dosificarlos. Tienes unos cuantos que no están mal, pero hay momentos que se juntan: “sus ojos son dos espejos de acero negro”, “lagos sin fondo”, “el día agoniza”, “paso a la noche”, “las sombras avanzan”, “sobre la frente manchada por los años y se aleja con la música de seda…”
“…A través de las pestañas entrevé…” Dos palabras que suenan mal tan próximas.
“capta la mirada de la otra mujer.” Se repite la misma expresión muy cerca una de otra.
“—Ahora, querido, quedas…” Es una cacofonía.
“no puede escuchar a pesar de sus esfuerzos” Supongo que si escuchar es “prestar atención”, habría que poner otro verbo como “entender” ya que el hombre presta atención aunque no entienda.
La forma de acotar los diálogos tienen todos algún fallo después de la segunda raya. Hay un tutorial en esta página de Literautas muy claro.
“¿Qué ha sucedido? “Robert… El cierre de comillas debe ir unido al cierre de interrogación. Quizás sería conveniente aclarar que es algo que piensa Robert.
“…mientras una sonrisa que a Robert semeja una mueca desagradable,…” Después de sonrisa debe ir una coma para acotar el inciso: que a Robert semeja una mueca desagradable.” De esa manera se entiende que una sonrisa aparece en su rostro.
“…escalofrío al oírla hablar por primera vez. “Esa voz, ¿Dónde la he oído?” Después de vez hay que poner coma. Después de voz hay coma, luego dónde debe ir en minúscula o sustituir coma por punto.
“…, pro primera vez…” Hay un baile de letras: POR.
“Él era un joven empleado. Una muchacha de color, muy hermosa…” Por un momento he pensado que aquí había un cambio de sexo. Habría que evitar la confusión. Tal vez si ponemos todo el párrafo con más puntos suspensivos se ve mejor que es un pensamiento.
“tan sólo quería a mi niño.” Solo no lleva tilde en ninguna circunstancia.
En cuanto al fondo, me ha gustado. Vaya con el pobre ancianito. Es una idea muy potente de venganza aunque, supongo, que ayudada por la casualidad. Está bien tramada la historia y hay un mensaje de resarcimiento que se lo va a hacer pagar. Al principio le coges cariño, pero del amor al odio nos has hecho pasar en un pispás. Dicen que la venganza se sirve en plato frio y esto tiene toda la pinta.
Ha sido un placer.
¡Saludos Lau! Vaya que me ha atrapado tu relato, quedé con ganas de más. Punto aparte de los excelentes consejos que te han dado los compañeros te puedo decir que hiciste un muy buen trabajo.
Buenas, Laura.
En general me ha gustado tu relato, la idea me parece buena, pero creo que no has llegado a sacarle todo el jugo que tenía. Quizá, si hubieses tenido más espacio, podrías haberlo dejado redondo. Hay algunos cabos sueltos que no se acaban de conocer. Y aunque aparece así como de fondo, no termino de ver clara la ofensa, al menos no tanto como para que el relato se titule de esa manera.
Había apuntado algunos errores, pero isan los ha puesto todos, así que no voy a repetirlos, solo quiero añadir que el uso de tantas metáforas puede resultar un poco cargante y ha habido una que me ha sacado un poco de la historia: “sobre la frente manchada por los años y se aleja con la música de seda…”, la verdad es que esa no la he entendido.
Aun así, creo que ha sido un buen trabajo.
Nos leemos.
Un saludo.
Hola Laura,
Muchas gracias por tu visita.
No voy a señalarte cosas que ya te han señalado. Es redundar y no aporta nada. La idea es excelente. Me temo que 750 palabra son algo escasas para la escena que has pintado. Forzosamente el relato de Alika, que nos explica algo y nos lleva al pasado, hace caer la acción. Pero no hay mucho más lugar, y por otro lado, ir de presente a pasado y dejarnos temblando por lo que puede ser el futuro inmediato, me parece un juego genial. Así es el repaso de la vida!
Un abrazo, compañera.
Para Laura:
prepare un escrito para Ti y para Isan. en un rato mas paso por la pagina de Isan a dejárselo.
La vida de comerciante detrás de un mostrador de despacho me volvió fiel al negocio familiar. La enseñanza principal de ese desarrollo era la más sencilla del mundo: el cliente siempre tiene la razón. Aprendí a nunca sentir agravio por las reclamaciones de quienes visitaban mi área de trabajo.
Las letras llegaron a mi vida a los sesenta y tres años cuando el almacén familiar cerró sus puertas a falta de su fundador, mi padre. En un taller de escritura llamado “cien años de soledad” presenté mi primer trabajo. El compañero más aventajado del grupo y escritor en un periódico local, le tocó criticar mi texto. Su comentario me dejó sin defensa: “No creí que el trabajo mereciera ser leído porque, en el título, la palabra ‘mama’ estaba sin acentuar”. ¡Vaya un despertar! a mi nuevo oficio.
Cuando al siguiente taller me tocó ser el crítico de su trabajo me explayé. Todo mundo esperaba que mis palabras cobraran la ofensa. Todo lo que escucharon los compañeros fueron voces de reconocimiento por su estilo y su forma de escribir, admire de él, su vocabulario y su destreza. Y le di las gracias por lo aprendido de su escrito. La respuesta, de los compañeros a mi comentario, fue un aplauso tan sonoro que llenó mi alma de escritor principiante. Desde entonces mis aportaciones a los textos del taller han seguido el mismo derrotero.
Aquí y ahora, me toca a mí aplaudir y fuerte. Correspondo, con palmas de gratitud tanto a Laura como a Isan, el externar con vehemencia y claridad de intención la esencia de este taller. La docencia de las letras que tan acertadamente he recibido mes tras mes, han sido gloriosas para mí.
Como diría mi abuelo, la buena crianza los identifica. Gracias a ambos por sus aportaciones
gracias Laura.
Hola Laura,
Paso algo tarde por tu relato… y solo me queda felicitarte. En tan pocas palabras presentas un relato completo, complejo y con varios focos de interés. Como siempre, me quito el sombrero ante tu pluma.
Un abrazo
De tu Ofensa, Laura, me ha gustado el ritmo, las frases cortas, el modo en que juegas con las miradas y el “movimiento” del tiempo.
Bien por las incidencias que, acertadamente, te han indicado otros compañeros,(se aprende mucho de las críticas constructivas), aunque hay una metáfora que no quitaría, la de los ojos como dos espejos de acero negro, sacrificaría, eso sí, alguna otra para no resultar demasiado lírica en un marco narrativo que no le corresponde.
Bien tratada la sensación de impotencia que refleja el hombre mudo, y con muy buen criterio, no explicas como llegó la mujer vengativa hasta el hospital, como se enteró, etc…(por no necesitarlo un relato corto, y sobre todo, porque en muchas ocasiones menos es más)
Bravo por ese final abierto
Un saludo cordial Laura, hasta muy pronto.
Hola, Laura: Gracias por tu visita y amable comentario.
Me queda la sensación de un esbozo de relato; hay una historia, pero le falta elaboración literaria.
Los consejos de Don y Paola son insuperables.Tómalos también como míos. Un saludo.
Hola!!!
Don Kendal: tomo nota de lo aportado, lo considero muy útil, veo como hago para aplicarlos. No es imposible, es cuestiòn de pràctica.
Menta: no, no he visto La mano que mece la cuna, no sirvo para el suspenso, no puedo soportar la tensiòn, soy demasiado gráfica en mi imaginaciòn, pero no niego que me quiero incursionar en ese género. Estoy haciendo algunos tanteos literarios.
Patricia Redondo: muchas gracias.
Conrad Crad: pensé plantear el relato desde Robert, nunca se me cruzò desde la Alika, por lo que nunca pensè darle a ella la furia que debe poseer. Lo considero.
Tengo que ver el asunto de los distintos narrradores. Hago agua por allí, como el Titanic después del choque con el tèmpano.
José Luis: gracias por comprenderlo. Son primeros pasos en el suspenso,quiero enganchar al lector, hacerlo sentir, emocionarse. Y en eso estoy, gracias a sus aportes.
Isan: muchas gracias por los aspectos formales; tomo nota de ellos.
Muchas gracias.
Victor Alverdi: gracias por el aliento.
Irene R: Tomo en cuenta los aportes, en especial las metáforas. A veces siento que el lenguaje poético es màs adecuado para expresar ciertas cosas, pero puede que me haya pasado aquì. Lo tendré en cuenta. Muchas gracias.
Juana Medina: muchas gracias por el apoyo.
Osvaldo Vela: ¿Qué decir, más que agradecerle? Jamás fue mi intenciòn hacerlo sentir mal, como a nadie a quien le haya señalado aspectos que me hacen ruido feo. Tan sólo aporto mi visiòn, aunque en algunos casos queda limitada a algunos aspectos, dejando otros mejores de lado. Muchas pero muchas gracias por las lecciones de vida que nos brinda mes a mes. Muchas gracias.
Doralú:muchas pero muchas gracias, una real caricia para el alma.
Isabel Caballero: tomo en cuenta los aportes para avanzar. Muchas gracias.
Beba: tomo en cuenta los consejos. Muchas gracias por el aporte.
A todos, mi más sincero agradecimiento. Tanto los que señalan detalles a mejorar como los que dan su apoyo a mi labor, todos me sirven para aprender. Muchas gracias a todos. Y mis disculpas si en algùn momento he hecho sentir mal a alguien, jamás lo he hecho con mala intenciòn. Puede que en algùn momento haya puesto el acento en aspectos que considero que pueden mejorar, pero jamàs con intenciòn de hacer sentir mal a nadie. Considero que cada uno de los que subimos a esta plataforma nuestros trabajos en con la intenciòn de aprender.
Muchas gracias.
Hola Laura.
De entrada un excelente relato de un sinvergüenza y criminal que se merece un castigo ejemplar por parte de Alícia y de todas sus congéneres que han pasado por sus manos.
Te pongo unas puntualizaciones a mi modo de ver. No hagas demasiado caso porque soy el último de la fila.
Robert no deja de pensar “hasta que el pasado lo golpea cuando menos lo “espera”; quizá mejor esperaba ?
Ël era un joven empleado. Una muchacha de color; Quizá mejor Ella era mujer negra ?
Había sido una de las “tantas”; quizá mejor una de tantas.?
¿Cómo se atrevía a pretender que “él”; quizá mejor que “le” reconociese como a un hijo suyo?
El no dudó, sus gorilas resolvieron el problema. Creo que el artículo “el”puede sobrar; quizá mejor “no dudó” Y después de problema, mejor un punto. Nunca más se supo “nada” de ella; quizá mejor quitar el nada.
Robert de “golpe” sospecha;quizá mejor quitar golpe. Ya sabemos que está horrorizado.
Me dejaron con vida, pero “eso” ellos no lo sabían; quizá mejor quitar eso.
Ninguno habla, aquí hay un pequeño lapsus
Bueno un cordial saludo y hasta la próxima (40)
Un buen relato, Laura, intenso, en donde la situación de inferioridad en la que se encuentra Robert da paso a una situación angustiosa. Esa sensación de no poder hablar —imaginamos que por la medicación o droga— la plasmas muy bien,
Yo interpreto que la ofensa recae en Alicia, más que en él (es mucho “morro” que después de como se comportó con ella se sienta él ofendido… ) Y detecto una doble venganza: ella, Alicia y el otro personaje que aparece, el que sale” con la música de seda de su vestido” (que bonita metáfora, Laura), su joven mujer. No veo claro cuál es su papel en esta historia, a no ser que se quiera vengar ella también de esa joya de marido que se ha echado.
En fin, Laura que has escrito un buen relato y la prueba es que da para distintas interpretaciones. Eso para mi es un logro.
Encantada de leerte
Saludos, Laura
He concluído con los textos obligatorios, puedo ya tomar tiempo para leer a quienes me han visitado. Agradezco que en tu libertad te acercaras al mío.
Aunque siempre me propongo no explayarme, disculpas si termino haciendolo. He leído los comentarios con el afán de no repetir. Si hay algo que creo que merece subrayarlo, queda abajo.
En lo formal, te recomiendo que siempre uses un lector electrónico. No tienes ni idea cómo ayuda. Siempre leo y escucho tanto los míos, como los ajenos. Descubres mejoras visibles y audibles que la quitan brillo al texto.
También no te conformes con el corrector de Word, si usas este método de escritura. Pasa tu escrito por otros, ya que he encontrado que te has saltado puntos finales, así como otros errores ortográficos.
Las metaforas: Tu escrito solo cuenta con setecientas treinta palabras, que lo hace menos extenso. Una o dos son más que suficientes para la longitud de este texto.
Evita la repetición cercana de palabras, o en textos poco extensos. Busca sustiuirlas por otras, uso de sinónimos, modificar la oración o definitivamente eliminarlas. Puedes buscarlas con F3 para revisarlas.
Te marco el número de palabras en todo el texto: mujer (6), ella (7), había (7), todo (3), Y (10), como (4), resuelto (2), ojos (4), mirada (3), hombre (3), él (4), dolor (3).
Se puede evitar los ella ( y mujer), y los él (y hombre) si cambiamos las expresiones:
> menos con ella. Ella quería que le ayudase por un tiempo
>> menos con ella. Solo quería que LA ayudara por un tiempo
>¿Cómo se atrevía a pretender que él reconociese a un hijo suyo? Él no dudó, sus gorilas resolvieron el problema,
>> ¿Cómo pretendía que reconociera a ese hijo como suyo? Sin dudarlo envió a sus gorilas a que resolvieran el problema,
Como puedes ver, la omisión no altera la comprensión, ni el significado de las oraciones.
> “Esa voz, ¿Dónde la he oído?” – después de coma, y entre signos de interrogación, se inicia con minúscula >>”¿dónde la he oído?
> Y eso es lo que habían hecho >> omisión de punto y aparte.
La redacción de esas elipsis me parecen muy bien. La historia, como te han comentado, no responde a todas las interrogantes que se puede plantear el lector. No afecta la conclusión, ese descenlace que venía previsible desde que nos enteramos que Roberto está inmovilizado. (Culparemos al título que sabemos que una ofensa no trae nada bueno). Creo en la ingenuidad de la esposa, nada nos indica que deseé vengarse de lo que “hizo” su esposo por quedarse con ella en su juventud. Algo que nos indica la ignorancia de ambos, con el apellido de la enfermera que tampoco reconocen, mucho menos un rostro cicatrizado.
Concuerdo en que el diálogo, un monologo en realidad, no proyecta las insanas intenciones de esta mujer. Tengo duda si como está planteado es correcto o si necesita otro formato, así que ya me has dejado tarea.
El genero de intriga o suspenso en las películas, te puede ayudar a obtener ideas. Lo mejor sería leer libros para ver cómo otros lo expresan con palabras, lo que el septimo arte hace con imagenes; son dos terrenos muy diferentes. Entre los libros te recomiendo: En nombre de la Rosa, de Umberto Eco, Perdida de Gillian Flynn. Si quieres irte a lo más rápido, ve las películas (Titulos originales en inglés, ya que los renombran distinto en varios paises): “The skelethon key”, “Gone girl”,” Cape Fear”, “L.A. Confidential”. Todas con tematicas diferentes pero dentro del género.
Espero que lo expuesto te ayude a pulir tu gran trabajo. Un saludo cordial.
¡Nos leemos!
Hola Laura, me ha encantado tu relato, magnifico de principio a fin.
parece ¡Karma!. Felicidades!
espero ir mejorando con la puntuación.
Hola Laura
La verdad que el aporte que te hace Don Kendall es super interesante y completo… a esta altura no tengo mucho que decir.
Me ha gustado muchísimo.
Apuntaría algunas cosas que, seguramente, ya te han apuntado.
En el primer párrafo, antes de llegar al primer diálogo se repite “mujer” y “esposa” (algo fácil de solucionar).
Mas abajo, luego de “—¿Cómo se siente, Señor Morrison?” encuentro repetida “primera vez”… igual lo anterior, fácil de solucionar.
Por otro lado, sin nada que agregar porque lo han dicho todo, me pareció super interesante la propuesta.
Y por decir algo, le daría al Sr. Morrison un cargo mas determinado que ser un empleado, no por nada, sino porque se entiende que tiene gente que le cuida las espaldas o, al menos le solucionan sus “problemas”, entonces, yo como lectora me pregunto: ¿a qué se dedica este hombre?…solo por hacer aún mas creíble lo que cuentas.
Te dejo un saludo y, por supuesto, ten en cuenta que es solo un parecer porque la historia me ha encantado.
¡nos vemos!
Hola Laura,
Muy buen relato, y muy duro. Empieza con algo en apariencia tierno y acaba en algo realmente inquietante.
Me gustó mucho el ritmo y pausa que le das. También la narración en presente te mantiene dentro del relato en todo momento, y junto con la intensidad in crecendo de la trama no cuesta nada sumergirse y disfrutar.
Me gustó mucho lo de “sus ojos son dos espejos de acero negro”, aunque la frase que sigue “No hay empatía alguna en esos…” me dejó algo indiferente ya que no hay nada más empático que un espejo, (quizá unos espejos sin reflejo de acero negro, aunque sólo es cuestión muy de mi profesión).
En un lugar dices “sus gorilas resolvieron el problema, nunca más supo nada de ella. Pensó que habría muerto, como solía suceder cuando los muchachos se ocupaban. No le interesaban los detalles, tan sólo que el asunto fuese resuelto. Y eso es lo que habían hecho”, pero no es cierto, y esa última frase lía un poco, (yo hubiera puesto “y eso es lo que habían creído, ellos y él, que habían hecho” o algo un poco menos redundante pero por el estilo)
El relato, como te he dicho, es muy bueno e intrigante, la impotencia del malvado agobia y maniata las emociones, pero quizá el final se queda un poco a la espectativa de lo que vaya a hacerle la enfermera; a mi parecer si hubieras introducido algún elemento que hiciera adivinar cómo va a torturarle o hacerle saber todo lo que sufrió habría redondeado un pelín ese final.
En resumen, has hecho un fenomenal trabajo y a piedra tirada todo es más fácil, por eso te digo que todo esto lo apunto con la intención de aportar algo y si no lo hace no lo tengas en cuenta.
Me encantan tus relatos, además, siempre vengo una vez está muy comentado (por algo será), y eso me agrada aún más.
nos leemos!!!
Hola Laura, gracias por tu comentario en mi relato.
He disfrutado mucho leyendo el tuyo, tiene el poder de atraparte y mantener la tensión hasta la última línea, la extensión no se siente.
Una gran historia de venganza o justicia por mano. Felicidades!
Me faltó un poco de carga en contra de Robert, enfatizar su felonía, como para empatizar aún más con la señora Tanner y gozar aún más con su venganza.
Me encantan tus decripciones inteligentes, incluso las de los diálogos, el ritmo del devenir de sucesos fluído, muchas gracias por compartirlo.
Hola, Laura
Es muy difícil aportar algo nuevo después de tantos y tan acertados comentarios. Hazles caso y te quedará redondo 🙂
Me ha gustado el ritmo lento de las frases al principio que acompañan a ese despertar y esa toma de conciencia con el entorno
(«entrecierra» y «entrevé» están muy cerca).
Y cómo, poco a poco, el ritmo crece a la par que la intriga.
Buen relato!!!
Gracias por pasarme por mi texto. Espero repetir en marzo.
Hola.
El chaval: tengo en cuenta tus aportes. Muchas gracias.
Marazul: no pude ubicar adecuadamente el relato. Lo tenìa en los años cincuenta, donde todavía eran negadas las relaciones con mujeres de color por lo que él se habìa ofendido (blanco, clase alta, adecuadamente comprometido) inicialmente cuando ella (negra, embarazada) aparece para que él se haga cargo del niño. Me fallò esa parte, tan sòlo dejè lo del vestido de seda de la actual esposa como levìsimo toque de ambientaciòn posterior, pero me quedò flojo, lo reconozco.
K.Marce: tomo en cuenta tus propuestas, tanto de lectura como las que señalas en la forma. He estado leyendo relatos breves (ya que el formato lo solicita) de Poe y Horacio Quiroga. (ya sé,son algo viejos, pero los tenìa al alcance de la mano). EL nombre de la rosa lo he leìdo. Tal vez vuelva a él. Sigo intentando generar emociones en el lector. Tal vez alguna vez lo logre.
Scott: muchas gracias. Exacto: karma. Nunca se sabe donde cae la piedra que se arroja.
Paola: me quedó algo colgado a què se dedica el señor Morrison. Es verdad. Me quedé con la habitaciòn y me quedaron algunos huecos por allì.
Pepe: tomo en cuenta lo de la empatía. Muchas gracias por tus palabras de aliento.
Rafa:muchas gracias por tus palabras. Tengo que trabajar mejor para enfatizar mejor los sentimientos de ambos. Estoy analizándolo.
Pilar: muchas gracias por tus palabras.
A todos, muchas gracias, tanto a los que señalan detalles que no han quedado claro, errores en cuanto a contenido y a forma, y a las palabras de aliento. A todos, mi más sincero agradecimiento.
Hola Laura
Muchas gracias por tu comentario a mi relato, siempre son de gran ayuda.
Tu relato me ha gustado mucho. Cuando he podido leerlo tenías ya veintiocho comentarios de los compañeros. No voy a añadir nada mas porque creo que ya te han dicho bastante. Una cosa si te comento, a nivel personal, a mi no me gusta responder a los comentarios porque seguramente ya no vuelva a pasar por tu escrito con lo cual, si me dices algo, ya no lo veré.
Muchas felicidades, es un buen trabajo.
Nos seguiremos leyendo.
Hola Laura,
me gusta como está escrito tu relato, y los diálogos tiene bastante fuerza. Me gusta el personaje de la enfermera, empatizo con ella, y quiero que se vengue. Yo, sin embargo hubiera elegido a Robert directamente de narrador, porque hay algo que no acaba de quedar redondo en el texto. Otra cosa que creo que es un pequeño error, seguramente ya lo habrás respondido por arriba. Cuando dices “El era un joven empleado” y luego dices “Él no dudó, sus gorilas resolvieron el problema, nunca más supo nada de ella. Pensó que habría muerto, como solía suceder cuando los muchachos se ocupaban.”.
Supongo que ha sido un lapsus y es ella la que era una joven empleada, eso tiene más sentido.
Saludos