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La ofensa - por PaulaC_99

Salió de la discoteca a las dos de la mañana. Despidió con la mano al gorila de la puerta y empezó a caminar por las calles de su ciudad.
Había niebla, y hacía frío, pero eso no le iba a hacer parar. Lo soportaba perfectamente.
Tras unos dos kilómetros de caminata llegó al almacén en el que vivía.
Se había escapado del reformatorio unos meses atrás, y ese lugar abandonado era el único sitio que encontró en el que podía quedarse.
Con el paso de las semanas fue llevando algunas cosas que había podido recoger antes de irse. En un primer momento había ido a casa de una antigua profesora, con la que había congeniado muy bien en el instituto, pero no quería ser un estorbo, y acabó por irse. A sus padres les habrían llamado del reformatorio, por lo que ya la estarían buscando. Por eso, por muchas ganas que tuviera de verlos no podía, ya que la meterían allí de cabeza en cuestión de horas.
Así que ahí estaba ahora. Sola. Durmiendo en un lugar que tendría a saber cuantos gérmenes por metro cuadrado, y sin saber qué hacer.
La última vez que salió de allí buscando comida casi se mete en problemas, ya que acabó colándose en una casa y la hija de los dueños la pilló con las manos en la masa.
Todavía se acordaba de ella. Sería interesante hacerle una visita. Miró un reloj que había colgado en la pared cuando ella había llegado y que todavía funcionaba, y le pareció ver que eran las dos y media. Como no tenía nada mejor que hacer, volvió a salir a la calle.

Al llegar a la casa en la que se había colado días atrás la examinó y determinó cuál podía ser la habitación de la hija. Cuando creyó que la tenía, empezó a tirar piedrecitas a su ventana, como en las películas. Lo malo es que eso no era una, y la suya se hizo añicos.
—Mierda —susurró.
—¿Qué crees que estás haciendo? —Susurró una voz desde las alturas a los pocos segundos.
—¿Me recuerdas? —Dijo a modo de respuesta.
—Como para no acordarme.
—Me lo tomaré como un cumplido.
—Pues no deberías.
—Bueno, deja de atacarme. Venía a ver si querías dar una vuelta.
—Son casi las tres de la mañana.
—Buena hora, ¿verdad?
—Vete de aquí. Y mándame el dinero para arreglar la ventana.
—No tengo dinero.
—Arréglatelas —y dicho eso, volvió a meterse en su habitación.
La chica que estaba abajo no quería decir adiós todavía, así que trepó por las enredaderas de la pared hasta llegar a su cuarto.
—Es solo un paseo.
—Dios, vete ya —dijo la otra chica, sobresaltada.
—Está bien, no insisto más. Pero puedes ayudarme antes, ¿por favor?
—Supongo —suspiró.
—¿Sabes de algún albergue o algo del estilo cerca de aquí?
—¿No puedes ir a tu casa? —Dijo, con el tono un poco más relajado ante la pregunta de la chica.
—Ya te lo dije, me fui del reformatorio. Ahí será el primer sitio al que vayan a mirar.
—Pensé que era mentira.
—Ya ves que no.
—Hay uno a pocos kilómetros de aquí…
—Perfecto, pues ya me voy de aquí y te dejo en paz. Buena suerte en todo desconocida… bueno, no tan desconocida.
Se disponía a salir cuando la voz de la chica le hizo parar de moverse.
—Espera —dijo elevando un poco el tono—. Quizás puedas… a lo mejor puedes quedarte en el sótano. Como cuando te colaste esa vez… Ya sabes, solo un tiempo, hasta que encuentres algo mejor donde quedarte.
La chica la miró desde la ventana y sonrió.
—Así que ya te caigo un poco mejor…
—No te pases. He dicho que solo serán unos días. Recuérdalo.
—Lo haré —sonrió—. Volveré mañana. Y tú, recuerda, que las grandes cosas empiezan por unos pocos días.

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4 comentarios

  1. 1. El Apuntador Mudo dice:

    Hola PaulaC_99, por aquí estoy para disfrutar de tu relato.

    Cumples sobradamente con el reto. La ambientación es acertada, el personaje adolescente protagonista es creíble. Aunque su contraparte en la historia no tanto.
    El conflicto es claro y evidente. Aparecen los intentos fallidos por resolverlo. Pero por otro lado creo que la resolución del mismo, no es lo fuerte e intensa que podría ser.

    Todo lo anterior es una apreciación muy personal y en ninguna medida desmerece tu creación.

    Saludos.

    Escrito el 18 febrero 2019 a las 20:46
  2. 2. Pepelu Martín dice:

    Hola Paula:
    Un desenlace que deja, como en las fábulas o en los cuentos, una positiva moraleja o enseñanza, hacer el bien a los que lo necesitan.
    Me gusta tu relato, rápido, ameno y un desarrollo ligero y perfectamente entendible.
    En términos literarios, queda más adecuado identificar al narrador, no es obligatorio y… En vez de repetir “chica”, aplicar un nombre propio, al igual que al segundo personaje, ayuda al lector.
    Muy acertado escribirlo en tercera persona y con diálogos ágiles.
    Muy bien. Continuar así.
    Un saludo

    Escrito el 19 febrero 2019 a las 00:52
  3. 3. Otilia dice:

    Hola PaulaC99:
    Gracias por pasarte por mi historia.
    Tu relato fresco y ágil entre adolescentes me ha gustado. Cumples muy bien el reto.
    He visto en las acotaciones de algún dialogo verbos dicendis, decir, susurrar, con mayúsculas, no es necesario.
    Felicidades. Saludos.

    Escrito el 19 febrero 2019 a las 10:55
  4. 4. TpT dice:

    Hola paula.
    Me gusta tu relato, sobre todo el dialogo, es muy ameno. Fácil de seguir y entretenida. Felicidades, buen trabajo.

    Escrito el 26 febrero 2019 a las 19:19

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