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La ofensa - por Menta
Cuando llegué al sótano, la luminosidad que entraba por la puerta abierta del garaje, me permitió distinguir a contraluz la silueta inconfundible de Willy Fog. Solo conocía de vista a este compañero de trabajo, pero me interesó su apodo desde la primera vez que lo escuché por los pasillos. Me explicaron que le llamaban así por su afición a viajar y porque había dado la vuelta al mundo varias veces.
Me alegré que estuviera por allí porque no me gustaba estar sola. Me daban miedo los gorilas que teníamos en las jaulas de observación. Los pobres animales se agitaban nerviosos y agresivos cuando veían o intuían la presencia de una persona a través de la niebla con la que recreábamos artificialmente su hábitat natural.
Al oír mis pisadas, Willy Fog se acercó y me pidió fuego para encender el cigarrillo que llevaba entre los labios.
Miré en los bolsillos de mi bata y le contesté apenada:
—¡Qué rabia! No tengo el mechero. Me lo he dejado arriba en el laboratorio.
—No te preocupes. Tengo aquí uno en el bolsillo del pantalón pero no lo puedo coger por todo este dichoso material, ¿puedes tú?
Efectivamente, no me había fijado, pero iba cargado con una torre enorme de cajas con viales de cristal. Miré hacia el bolsillo con intención de meter la mano y sacar el encendedor, cuando vi que llevaba unos pantalones muy ajustados, tanto, que se notaba el bulto del mechero y de otras cosas más.
Me entraron ganas de reír porque me pareció que era una broma de niños, pero de repente me di cuenta que estaba frente a un hombre de más de treinta años, y mi intuición femenina me hizo sospechar que no era un juego inocente. Esta escena la tenía planeada y ensayada con todo detalle. Una oleada de indignación se apoderó de mí, y empecé a sentirme incómoda por la agresividad que me incendiaba las vísceras, y me empujaba a vengar las constantes ofensas que soportamos las mujeres.
Dudé un momento y pensé: «Estoy siendo muy exagerada».
Miré detenidamente al acosador. Tenía una sonrisa de satisfacción que me erizó el pelo. Entonces me vino el siguiente pensamiento: «Mañana, cuando tengas que bajar a por material al almacén, ¿de quién tendrás miedo, de los gorilas o de este hombre?».
Por mi cabeza avanzaron muchas soluciones que se empujaban las unas a las otras por salir: «Le puedo decir al conserje que me acompañe», «la telefonista también me puede hacer este favor», «quizás se incorpore pronto mi becario», «lo mejor será que me entere a la hora que entra y sale del centro para no coincidir con él».
Me di cuenta que ninguna de mis soluciones habituales resolvían el auténtico problema. Debía denunciar el comportamiento de este trabajador a mis superiores.
Pero me desmoralicé al pensar: «Se van a reír de ti», «te van a echar la culpa por no saber encajar una broma; incluso a las otras compañeras les va a parecer simpático el jueguecito y no te van a apoyar…».
Con mucha calma, le expliqué cómo me sentía. Después le recomendé que no lo volviera a hacer y veladamente, porque temía sus represalias, le dejé entender que se lo contaría al Director.
—¿Pero yo qué he hecho? Estás loca, deberías ir a un psiquiatra.
Todavía recuerdo el desprecio con el que me habló y la fuerza de sus potentes palabras que pretendían humillarme. No lo consiguió. Ante esta injusticia volvió la ira que hasta entonces había logrado dominar. Le grité y me sobresalté al escuchar mi voz que había adquirido un tono y un poderío desconocido incluso para mí.
Se asustó.
Se dirigió al ascensor, y cuando estuvo dentro de la cabina, en voz baja le oí decir:
—¡Hija de puta!
Mi denuncia fue la primera, y aunque puede parecer que cayó en saco roto, no fue así. Desde este incidente se desarrolló en mí una sensibilidad especial a estos temas femeninos que no son vistos, ni oídos, ni comprendidos por muchas personas.
No le volví a ver nunca más. Me comentaron que se había ido a trabajar a un Parque Nacional en Uganda.
Hoy he recordado este incidente. En la televisión han hablado unos exalumnos de un famoso colegio de Barcelona, que fueron sometidos a tocamientos por parte de varios religiosos. Uno de los denunciantes era Willy Fog. Parece mentira que a pesar de los años, nada más ver su cara en la pantalla le he reconocido. Hay cosas que no se olvidan jamás.
Hola Menta.
No encuentro la relaciòn entre el sobrenombre de Willy Fog y sus viajes. Debo estar bastante dispersa.
Es interesante el doble tema que planteas, por un lado el de los animales en laboratorio, y por el otro el de la denuncia ante estos sujetos que se divierten aprovechándose de una persona que es tal vez màs tranquila o problemàtica para causarle un mal momento.
Mis saludos.
Buenos días Laura: Gracias por tu visita y comentarios.
“La vuelta al mundo de Willy Fog”, es una serie de dibujos animados española basada en la obra de Julio Verne “La vuelta al mundo en ochenta días”.
En el libro de Julio Verne el protagonista de la novela se llama Philias Fogg. Se apuesta contra el director del Banco de Inglaterra, que puede dar la vuelta al mundo en tan solo 80 días y gana la apuesta.
En la serie de dibujos los personajes son animales y a Philias Fogg se le llamó Willy Fog. Fue una serie con mucho éxito y muy popular en España, que se quedó el chascarrillo de llamar a las personas muy viajeras: Willy Fog.
Espero que ahora comprendas un poco más del argumento, los viajes, los gorilas y su pasado.
Un saludo, Menta
Buenas, Menta.
Me ha gustado tu relato, creo que está muy bien escrito. Aunque confieso que el tema me ha descolocado un poco. Al ver el nombre de Willy Fog, los gorilas y las jaulas esperaba que el relato fuese por unos derroteros diferentes a los que has optado. Y eso me ha decepcionado un poco. Aunque, aun así, el tema que tocas también es interesante.
Un saludo.
Gracias IreneR: Gracias IreneR por tu visita.
No sé por qué desde un principio mezcle todas esas cosas y no puede salir de allí.
Un saludo, Menta
Hola Menta. Yo tampoco había entendido la referencia de Willy Fog, muchas gracias por aclararla en cuanto al relato me ha parecido interesante aunque me hubiera gustado que profundizaras un poco más en cuanto a qué hacían los gorilas ahí, ¿era un laboratorio, un zoológico? Saludos.
Hola Víctor Alverdi: Agradezco tu visita a mi relato.
Los gorilas no eran el tema principal del relato. Aparecen de fondo para ambientar los hechos que provocan el conflicto del argumento. Pero sí me imaginé que estaban en un laboratorio de investigación. Podían estar en un zoo.
Hasta pronto, un saludo, Menta
Hola Menta. Muy buen relato y, sobre todo, con un tema espinoso y, desgraciadamente, siempre de actualidad. Bravo por ella y por plantar cara a ese tipejo.
Lectura rápida y amena, con diálogos elocuentes. Buen final, que pone la guinda a un estupendo pastel.
Estoy en el #58 por si decides darte un paseo.
Un saludo
Buenos días Moldy Blaston: Muchas gracias por tu lectura y por los acertados comentarios a mi escrito. El tema es espinoso pero hay que colaborar para que este tipo de abusos no queden silenciados.
Un saludo, Menta
Hola Menta.
Gracias por la respuesta a mi duda con la relaciòn. No lo habìa tenido en cuenta.
Hola Menta:
Un relato bien escrito y que trata un tema muy a la orden del día. El lector puede muy bien identificarse con la chica o por el contrario pensar que está exagerando. Lo importante es que nos planteemos en donde está el límite. Por lo pronto tu protagonista se sintió ofendida y ese es el tema que hoy tratamos. ¡Bravo por ello!
Yo si que conozco a Willy Fog porque nos hizo pasar muy buenos momentos en la tele. Me parece oportuno que ante la asociación de ideas de la noticia se lo hayas puesto a tu protagonista.
Encantada de leerte, Menta
Saludos
Buenas noches marazul: Muchas gracias por leer mi relato.
El tema es muy complicado. Pienso que solo el que vive la experiencia sabe cómo se ha sentido.
Me alegro que conozcas a Willy Fog, yo también vi la serie.
Un saludo y hasta pronto. Menta
Hola Menta, aquí vengo a disfrutar de tu relato.
Me ha parecido muy interesante tu relato, por el tema en concreto que abordas y las circunstancias en las que se desarrolla. Los dos personajes están descritos de una forma muy veraz y sus diálogos son creíbles.
Al final el autor de la ofensa resulta haber sido víctima a su vez de alguna agresión por parte de quienes debían ser sus educadores y cuidadores durante su infancia.
El ámbito educativo es necesario en la implantación de los valores fundamentales de convivencia.
Saludos y nos leemos.
Buenos días Apuntador Mudo: Muchas gracias por leer mi relato.
Tienes toda la razón, si los educadores no te respetan ¿cómo vas a aprender lo que es respetar a los demás?
Un saludo y hasta pronto. Menta
Hola Menta:
Gran relato ambientado tristemente en un tema tan de actualidad como lo es el acoso sexual en el ámbito de trabajo de la mujer.
Cómo dicen algunos de los compañeros, la lectura se me ha hecho muy amena y la ambientación con los gorilas y los laboratorios me ha ayudados mucho a visualizar la escena tremendamente.
Solo puedo felicitarte porque a mí me ha gustado mucho y me parece que has hecho un gran trabajo.
Si te apetecerá pasarte por el mío a darme tu opinión al respecto, estoy en el 11.
!Felicidades, nos leemos!
Buenas tardes Bea: Te agradezco mucho que hayas leído mi relato. Me alegra que te haya gustado.
Naturalmente que leeré el tuyo.
Un saludo,Menta
Hola Menta
Coincido con los demás en que es un relato bien escrito y agradable de leer.
Nunca esta de mas sumar voces de reclamo sobre este tema, y creo que lo hiciste de una manera muy educada, concreta y fuerte.
Te felicito por el gran trabajo.
Abrazo !
Buenas tardes Osavaldo: Muchas gracias por leer mi relato. Me alegra que te haya gustado y estoy de acuerdo en que hay que denunciar para que estas cosas no hagan daño a nadie.
Hasta pronto, Menta
Hola Menta, un relato muy actual, con esta oleada de acosadores al descubierto en todos los ámbitos de la sociedad, nos desvelas los sutiles “ardides” de estos individuos de una forma muy correcta y entretenida. Un buen trabajo.
En cuanto a correcciones, yo habría puesto “Se asustó. Se dirigió al ascensor, y cuando estuvo dentro…”, me parece más coherente todo seguido, pero esto es una apreciación personal y no tiene mayor validez.
Ha sido un placer leerte. Un saludo.
Buenos días Leosinprisa: Muchas gracias por leer mi relato. Agradezco tus comentarios y me alegro que te haya gustado.
¿Sabes por qué lo separé? Por que me parecía que había que resaltar que un hombre tan “chulo” se asustara de su pobre e indefensa víctima. Estudiaré el caso porque es interesante.
Muchísimas gracias. Un saludo, Menta
Hola Menta
Desde luego, ni hombre ni mujer debe propasarse en molestar, como en este caso la sensibilidad dela mujer.Solo con negarse la cosa queda solucionada, pero claro, si hace esto la historia tenía que ser otra.
Es curioso que el hombre se comporte de esta manera, cuando el mismo denuncia a otra persona por el mismo problema.
Hay tantos tipos de ofensa, que depende de cada uno hasta donde aguanta como le han molestado.
Un saludo y hasta la próxima (40) Te doy el número para saber si me contestas
Buenos días El chaval: Gracias por leer mi relato. El tema es muy complicado.
Dices que con decir que no, el problema se soluciona. Pero si te das cuenta, en este tipo de agresiones siempre los agresores buscan a su victima entre su círculo de amistades o familiares. Por ejemplo, en los niños ¿quien suele ser el abusador? Pues un familiar cercano, por lo que el niño no se atreve a decírselo a sus padres.
¿Cómo vas a sospechar de un compañero que te pide un favor?. Es después cuando te das cuenta de sus auténticas intenciones.
Efectivamente, cada persona es capaz de aguantar un nivel de agresión. Pero creo, que dando publicidad a estos hechos, se consigue sensibilizar a toda la sociedad.
Dices que es curioso que él denuncie a otra persona por el mismo problema. Esto lo escribí porque creo que los que faltan al respeto a las demás personas es debido a que a ellos se lo han faltado y han aprendido estos comportamientos negativos y desconocen cómo deben respetar a las personas.
Muchas gracias por tu meticulosa lectura. Un saludo, Menta
Hola Menta.Que esto sirva solamente de comentario de un compañero.
Estoy en contra de que se conteste en el mismo lugar propio. Quiere decir que si alguien te escribe a ti, en tu contestación no pongas tu propio domicilio, sino contestar a quien te ha escrito.
Esto suscita entre compañeros que al ver la lista de inscritos, se diga, caray, este tiene veinte opiniones y debe ser muy bueno,cuando en realidad tiene diez y puede ser tan bueno o malo como los demás.
Un saludo
Hola el chaval: Te contesto aquí, en mi lugar propio porque es como siempre lo hemos hecho y porque nos estamos refiriendo a un texto que está unas páginas más arriba al que tenemos acceso rápidamente para releer el texto, corregirlo y comentar. Ya te digo, siempre lo hemos hecho así y todos los demás compañeros también lo hacen.
Cuando veas que uno tiene muchos comentarios, divídelos entre dos para saber los que ha tenido.Porque siempre hemos dado las gracias a los que sin tener obligación de hacerlo, es decir, no estamos tres lugares por debajo de él, nos ha leído y nos ha dejado un comentario. Y además de dar las gracias por la lectura, si hay alguna duda o comentario que hacer a la crítica del compañero se hace en este lugar.
Tener muchos o pocos comentarios también depende de los relatos que leas y comentes. Por buena educación y por auténtico interés, siempre que alguien lee tu relato y deja sus comentarios, le devuelves la visita y lees su escrito y comentas.
Yo he comprobado que mucha gente no comenta los tres relatos que están debajo del suyo. Otros cuelgan su relato y esperan que les lean. Cada uno tiene su dinámica. Pero a mi me gusta leer tranquilamente los que puedo y comentar, así aprendo y creo que ayudo a los demás.
Ya me dirás algo si no estás de acuerdo. Por cierto, estaba comentando tu relato.
Un saludo, Menta
Gracias por tus observaciones Menta. La causa de vivir como indigente, son las ofensas que recibe de sus compañeros en el trabajo, en la vida familiar; siendo una persona débil y sensible decide no mezclarse más con la gente.
Quizá solo había de poner Juegos en la segunda vez, para no verse repetitivo.
La X de espele, se ve que en ese momento se marchó a jugar
¡EH! a que ahora queda mucho mejor.
Un saludo y hasta la próxima
Hola Menta, me da gusto que hayas aclarado la duda de Laura, de porque Willy Fog.
Siendo de recepción rápida y de percepción equivocada me supuse que se debía a la traducción de Fog que significa niebla. Entorno que rodeaba el hábitat de los gorilas.
En cuanto la trama me gusta la forma en que das a conocer la inquietud de un acoso junto a las posibles disculpas de que pudiera ser una exageración de interpretación.
Poco a poco tus conjeturas subieron de tono hasta llegar a la conclusión que era mejor dejar las cosas claras. Con una exhibición de carácter que no dejaba lugar a dudas. Para el desenlace como excelente narradora justificada lo sucedido como si fuera el efecto secundaria del abuso que sufriera en el colegio.
Te felicuto.
Saludos.
Hola Menta, excelente trabajo, se nota que está bien esquematizado y ordenado, por la forma en que expone y relaciona los hechos. GRAN TRABAJO, FELICIDADES.
Buenas tardes Osvaldo Vela y Jonatan: Muchas gracias a los dos por haber leído mi relato y por los comentarios positivos que hacéis de él.
Un saludo, Menta
Hola Menta:
Este relato es una denuncia de acoso en toda regla, lo cual siempre es pertinente en todo tiempo y lugar mientras no desaparezca. No es extraño que un acosador haya sido, a su vez, acosado. De todas formas me he dado un sobresalto porque has tomado una noticia muy reciente sobre la denuncia contra unos profesores-religiosos de Barcelona que es real y con alumnos identificables y has acusado a uno de ellos de acosador: “Miré detenidamente al acosador”. Tal vez la licencia literaria puede llegar hasta aquí, pero yo habría evitado tanta concreción. También se podría pensar que no ha habido acoso estricto sensu y que todo es invención de la protagonista, aunque en este caso la denuncia de acoso que se pretende rotunda se desvirtuaría.
Entrando a lo concreto. Se me ocurre que la mejor excusa para no meterle mano al bolsillo habría sido decirle que allí no se puede fumar, que perjudica a los gorilas.
Me ha parecido que gorila, niebla y almacén estaban metidas por cumplir el reto opcional, pero deslavazadas del meollo del relato (denuncia de acoso), sin una finalidad concreta que justificara su presencia.
“le llamaban así por su afición a viajar y porque había dado la vuelta al mundo varias veces.” Aquí yo habría quitado Y PORQUE. Tao como está puesto no es una reiteración pero se le parece. Sin “y porque” la segunda frase da información complementaria a su afición a viajar.
“Me alegré que estuviera por allí”. Mejor Me alegré de que estuviera allí.(queísmo).
Bueno, Menta, Otros aspectos formales: lenguaje, diálogos y ritmo están muy cuidados. Unido al contenido de denuncia conforman un buen relato. También te digo que tienes relatos que me han gustado más y así te lo he dicho. Así que esto es simplemente una opinión.
Ya fuera del relato, me ha gustado la explicación de das Al Claval sobre los comentarios. Esto no es una competición de número de comentarios sino de contenido. Nunca está de más agradecer una visita y comentar el relato en el mismo sitio.
Un saludo.
Buenas noches isan: Muchas gracias por la lectura y los comentarios a mi relato.
Tendré en cuenta todas tus recomendaciones de cambio con las que mejorará mucho el escrito.
Un saludo, Menta