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La ofensa - por Jada Beaumont

Habían pasado dos años desde que la molestó por última vez. ¿Por qué volvía ahora, que los dos habían rehecho sus vidas? Era una herida bellamente cicatrizada, hasta que recibió su llamada el domingo por la tarde. Cogió el teléfono y contestó simpáticamente, cruzando los dedos para que sólo fuera una llamada para ver como iban las cosas. Sin embargo, la peor pesadilla de su vida estaba llorando al otro lado del teléfono. Le dijo que la relación con su reciente novia había terminado.

Ella no se sorprendió para nada, ni se inmutó. Pensó para sí misma que ya se veía a venir; siempre se veía a venir si el chico no sabía qué era ser maduro ni como comportarse como tal. Pero se aguantó las ganas que tenía de reírse en su cara a la vez que quería destrozar el mueble que tenía al lado; sabía lo que le esperaba.

Éste era siempre el primer paso de su ex novio para volver a entrar en su vida: hacerse la víctima e intentar dar pena. Eso nunca le funcionada, y lo sabía de sobra. Pero lo que sí que funcionaba era presentarse en su casa e intentar manipularla. Nunca fue algo físico, a él le gustaba hacerla sufrir diciéndole que no servía para nada y haciéndole repetir todo lo que él le decía. Este comportamiento lo adoptó de su padre ya que cuando era pequeño siempre veía como se lo hacía a su madre. La única diferencia es que de pequeño tenía miedo por su madre y miedo de lo que su padre podía hacer. Pero ahora, las cosas habían cambiado y era él quien tenía el poder y el control.

Al día siguiente, como era de esperar, se presentó en su casa. Pero esta vez, ella estaba preparada y tenía un plan. La tarde anterior recordó que tenía una serie de vídeos de años atrás de algunas veces en las que la maltrataba y le hacía sentir como si no fuera nada. Menos mal que un día decidió empezar a grabar estas escenas, ahora le servían de mucho. Hizo la recopilación y le mandó una copia a la familia de él. No dejó nada escrito excepto por: "¿Aún lo seguís viendo como un buen niño, inocente y educado?". Era hijo del alcalde de la ciudad y eso, mataba su reputación por completo. Sabía que ellos se ocuparían de rectificar su comportamiento ya que no querían dejarse humillar delante de todo el mundo.

Así que para cuando él llegó a su casa, ella ya no estaba. Ya hacía tiempo que quería salir de ahí y empezar de cero, y la reaparición de tal persona se lo hizo muy fácil. Se llevó todas sus pertenencias en su coche y se cambió el número de teléfono. Ahora, se lo había hecho completamente imposible alcanzarla otra vez. Y ella se construyó la oportunidad de empezar su vida de cero en otro lugar, sin que nadie supiera de su pasado y sin que las pesadillas de su pasada pudieran alcanzarla de nuevo.

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5 comentarios

  1. 1. TpT dice:

    Hola Jada.
    Buen relato, te felicito. Mi opinión es la de un novato, pero ahí va… para mí la historia transmite, tiene encanto. Te hace ponerte en el lugar y en la situación, así que gran trabajo. Quizás, la puntuación me dificultó un pelín la lectura. Nos leemos.

    Escrito el 18 febrero 2019 a las 11:20
  2. 2. Shulito dice:

    Hola Jada,

    Tu relato nos hace recordar todas las noticias sobre maltratos y abusos existentes, dándole un toque vengativo que me ha gustado mucho. Tambien me han llegado las sensaciones de la víctima muy bien transmitidas al lector.

    Un saludo,

    Escrito el 18 febrero 2019 a las 19:41
  3. 3. Rachel Moonlight dice:

    Hola Jada,
    Te felicito por tu relato. Emotivo y claro en donde consigues que un lector se meta perfectamente en la piel del protagonista.
    Un saludo de tu vecina 61

    Escrito el 21 febrero 2019 a las 09:47
  4. 4. Alma Gatuna dice:

    Hola, Jada. Un tema complejo el que tratas. Muestras a un manipulador al acecho de su víctima, pero esta vez, como en la canción de Bebe, ella no estará.
    No entendí muy bien la relación que haces entre el niño bueno y los vídeos de él haciéndose la víctima y diciendo que no servía para nada, ya que los padres (más aún si el padre funciona de la misma manera) nunca lo verían como una manipulación sino como el pobrecito niño bueno. Es solo mi opinión, claro. Lo mismo hasta lo he entendido mal y a la que le decía que no servía para nada era a ella. La tercera persona puede ser ambigua, pero yo entendí que hablaba de sí mismo porque justo antes mencionas lo de hacerse la víctima. De hecho, así tendría sentido el que ella se marche a otro lugar huyendo de él. Si los demás lo han visto claro debo ser yo que estoy espesita esta noche.
    Hay algunas comas fuera de sitio y faltan algunas tildes en “cómo”. Si puedes sustituirlo por “que”, no lleva tilde, si lo puedes sustituir por “de qué manera”. No lo digo yo, sino la Asesora de la RAE, Fundeu. Te dejo el enlace:
    https://www.fundeu.es/consulta/como-o-como-842/

    Escribes con soltura y naturalidad. Revisando algunas de esas cosillas quedará más claro.

    ¡Felicidades y a seguir creando historias!

    Escrito el 25 febrero 2019 a las 01:29
  5. 5. Alma Gatuna dice:

    Definitivamente anoche estaba cansada. Me dejé incompleta alguna frase. La completo:
    Si el “cómo” lo puedes sustituir por “de qué manera” llevará tilde.
    Saludos.

    Escrito el 25 febrero 2019 a las 11:35

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