Cookie MonsterEsta web utiliza cookies. Si sigues navegando, entendemos que aceptas las condiciones de uso.

Do you speak english?

¿If you prefer, you can visit the Literautas site in english?

Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

<< Volver a la lista de textos

La ofensa - por NoMeOlvides Garcia

-¡Namaste Bucaramanga!
Así solía abrir el espacio de comedia en el programa de 1er semestre en Produccion de radio y medios audiovisuales: Micrófonos abiertos, de la radio universitaria ITAE, recordando el inmortal saludo ¡Namaste Mumbai! De una película de bollywood “Salaam Namaste”, que trata sobre la radio en la india y el amor y desamor en Australia. Repitiendo un saludo popular: ¡Namaste Mumbai! El cuál también se convertiría en una indirecta para un amor que no floreció en el pasado más reciente del estudiante.
Al que prefirieron abandonar, su platónico quién se marcharía con un gorila de la India, con quién jamás se entendería por su idioma natal y porque la “chama”, venezolana ella toda bella, era eso, latina y como buena latina, no era anglo parlante. Por desatinos de la vida, este estudiante estaba convirtiéndose en el traductor de semejante relación dispareja y disparatada.
Pero como la mayoría de las indirectas, le llegaba a ciento veinte y siete radio escuchas, se difundía en otras frecuencias hasta los 2700 MhZ haciendo explotar a las chicharras que se refugiaban bajo la sombra de los árboles arrebolados, del parque de las cigarras, lo escuchaban cien personas más fuera del país (e incluso en la India, ese gorila podía estar escuchando a su traductor) y para quién se le mandaba la indirecta, más nunca le llegaba.
También había humor en esa forma de saludar sombría y sin niebla –en este caso debemos entender la palabra niebla como alma, porque cuando esta no se pierde, se ve en el reflejo del espejo en el vaho de tu aliento-, pero detrás de esa energía se sentía la decadencia, precisamente como un almacén en Venezuela, lleno de energía eléctrica pero sin nada por dentro, más allá de un cerebro en remodelación, se estaba convirtiendo este estudiante en alguien lleno de nada, en la propia paradoja del payaso.
Clown de profesión, cazador de cuentos por pasión y estudiante en primer semestre de producción de radio y medios audiovisuales, fanático de suicidas bohemios como Andrés Caicedo (tocayo de el por cierto y cinéfilo también) o Robin Williams (2 de sus tres más grandes ídolos y de forma alguna ejemplos a seguir, limítrofe también el mayor ídolo de Andrés, Jim Carrey). Otrora amante del cine de Bollywood incluso de su cultura, del idioma y la religión inter universal en la India.
Hasta que un día, su universo soñado de futuro profesional en el cine –la verdad es que un futuro sin ella, por más prometedor que fuese, para el eso no era futuro-se convertiría en su más grande miedo –precisamente eso, un futuro sin ella-, cuando vio como el amor de su vida, volaba cual alcatraz de muelle –en la represa de Guatape (acá se ríen los compañeros de universidad del estudiante) testigo de suspiros, lamentos, llantos y de utopías (acá le agarran a palmadas en la frente hasta lograr borrar de la memoria de Andrés a Andreina)-, porque había ella pasado una noche en una cama de un hostal en el Poblado (barrio de la alta “alcurnia” de Medellín) con un completo desconocido, meses atrás y hoy todo un galán –como dicen en Venezuela “mamahuevo”- de Bollywood, del cual este estudiante se había convertido en un traductor, claro que era solo por ella y para ella. Porque como le enseñó papa “amar no es poseer”
2 MESES DESPUÉS
El desencanto le hizo devolverse sobre sus propios pasos, soñar en grande en búsqueda de una nueva utopía, aferrarse a su vida como cual koala con sus afiladas garras a la panzita de su madre, precisamente con ella, con su propia madre, el joven de 25 años recuperaría su vida gracias a la radio y sus compañeros, encontraría de nuevo su rumbo, su norte y su camino gracias al apasionante mundo del cine, buscaría sus raíces aborígenes, en Bucaramanga, donde empezaría a navegar en contra de la corriente –en la represa no había marea- de su propia demarcada y demacrada historia, surcando las olas de todo lo que el viento se le había llevado mientras hacía conciencia de que había nacido para todo, excepto para amar y ser amado (con la clara excepción de sus familiares, específicamente su madre, hermanos y abuelos).
Fue así como él se alejaría de ella y ¿Vivieron felices? ¿Comiendo vacas sagradas de la India en deliciosas hamburguesas de “Matachos” en Bucaramanga? Yo no sé, esta joda solo es catarsis y apuesto todo lo que perdí porque el final es abierto y estamos al aire

¿Te ha gustado esta entrada? Recibe en tu correo los nuevos comentarios que se publiquen.

4 comentarios

  1. 1. Menta dice:

    Buenas tardes NoMeOlvides Garcia: Tu relato es difícil de entender, creas varios mundos muy distantes (India,Venezuela) y como no nombras a ninguno de los protagonistas con un nombre propio, me ha parecido muy confuso.

    “el” cuando es pronombre se acentúa: “él”. En dos ocasiones no lo has acentuado: “y tocayo de el por cierto”. “ para el eso no era futuro”.
    No has puesto el punto final al escrito.

    Espero seguir leyéndote. Un saludo. Menta

    Escrito el 17 febrero 2019 a las 17:10
  2. 2. John Doe dice:

    Hola. Buen relato aunque la estructura del mismo es un tanto confusa, sin embargo se siente a el personaje y su manera de ver su realidad y su mundo. Creo que algunas cosas mejorarían con una nueva lectura y corrección.

    Escrito el 20 febrero 2019 a las 16:17
  3. 3. NoMeOlvides Garcia dice:

    Hola Menta y John Doe, la verdad el meollo y el contexto del asunto, era por sobre todo un ejercicio psicologico que queria hacer de mi hacia mi, conmigo mismo y a la final con el objetivo de cumplir con el reto y la propuesta del mes. Mil gracias por sus comentarios, nos seguiremos leyendo, felices lecturas y escrituras

    Escrito el 21 febrero 2019 a las 01:06
  4. 4. Víctor Alverdi dice:

    NoMeOlvides:
    Coincido con los compañeros en que se vuelve un poco confuso seguir la historia y tienes algunos fallos en los acentos pero nada de gravedad. Fuera de esos detalles me ha gustado la historia, es fácil identificarse con el tema. Saludos, nos leemos.

    Escrito el 21 febrero 2019 a las 03:27

Deja un comentario:

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.