Cookie MonsterEsta web utiliza cookies. Si sigues navegando, entendemos que aceptas las condiciones de uso.

Do you speak english?

¿If you prefer, you can visit the Literautas site in english?

Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

<< Volver a la lista de textos

La ofensa - por Florencia M

Había esperado hasta llegar al pueblo para comprar algo de postre. No quería ir a la casa de sus padres con las manos vacías, menos aún después de tantos años sin volver. Lo que no había previsto es que estuviera todo cerrado. “Acá no labura nadie”, pensó mientras caminaba entre la niebla matutina de ese pueblo fantasma.

Se acordó que el almacén de Don Mana estaba siempre abierto y se preguntó si la “gori” seguiría atendiendo allí. Así solía llamar a la hija del almacenero cuando iban juntos a la escuela. Gori por gorila. Es que era morena, peluda y fortachona. ¡Cómo se divertía de llamarla gori y ver su cara ofendida con las lágrimas a punto de saltar de sus ojos! El simple recuerdo ya le había sacado una sonrisa.

Llegó a la esquina donde un escalón elevaba la puerta del almacén. En lo alto el letrero: Almacén Don Mana. “Que grasada”, pensó. Al ingresar, retiró con asco la cortina de tiritas de plástico que colgaba en la puerta. El lugar era exactamente como lo recordaba: el mostrador alto, imponente, abarrotado de cosas a la venta. Había unas personas antes que él siendo atendidas. Vio a don Mana que iba y venía completando un pedido. “Tuve suerte”, pensó, “solo está el viejo”. No es que le preocupase que lo viera la gori, solo le inquietaba la idea de que aquella vieja ofensa aún estuviera viva. Mientras esperaba reparó en el culo enorme que tenía la mujer delante de él apretado por unas calzas amarillas. “Que mal gusto, por Dios. En este pueblo la gente no tiene vergüenza”, pensó.

—¿Eso es todo? —Escuchó decir a una voz femenina. Cuando alzó la vista la vio. Allí estaba “la gori”, con su cara morruda, su pelo enrulado, motoso, y su cuerpo torpe. Por suerte las calzas amarillas querían algo más que la gori fue a buscar con su andar pesado. Prefería que lo atendiera directamente el viejo Mana, callado y expeditivo. Aunque su clienta parecía no tener fin con comentarios insoportables que alargaban la compra. ¡Plim! Sonó la caja registradora al abrirse y luego escuchó la mano regordeta de la gori revolviendo las monedas.

—Tu vuelto. Que tengas un buen día. —Dijo antes de que las calzas amarillas se movieran ruidosas hacia la salida. La gori lo miró unos segundos antes de decirle:

—Buen día, señor ¿Qué desea?

“¿Señor? ¿Señor? ¿Cómo puede ser que no me reconozca? Se hace la estúpida, si yo que tengo muchas más cosas en mi vida que este almacén y este pueblo minúsculo me acuerdo de ella, ¿cómo no…”

—Buen día, sí, quisiera algo de postre… —alzó la mirada —aquel pastel de allí está bien, el segundo —dijo señalando.

La gori salió diligente a buscar el pedido aclarándole que debía agregarle una decoración con crema pastelera. Cuando volvió se disculpó por la demora y agregó: —¿Algo más, señor?

—No, eso es todo… Ahora que te miro mejor, me parece que te conozco. Puede ser que hayamos ido juntos a la escuela —No pudo evitarlo. No entendía que la gori no lo reconociera.

—¡Ay, sí, sí! ¡Juan! ¡Pero qué cabeza la mía! Claro que me acuerdo, perdón no te reconocí. Es que ahora estás pelado. Nunca hubiera pensado que te acordaras de mí.

—¡Claro que sí…!—quiso decirle su nombre pero sólo gori le venía a la mente.

—¿Cuánto te debo?

—Nada, un regalo. Por los viejos tiempos.
—Gracias, pero por favor, cobrame algo.

—No está en discusión. Un regalo, que la disfrutes y buen domingo que ya cerramos.

Agradeció y se fue pensando en algo que constató muchas veces en su vida: mientras uno peor trata a la gente, ésta más amable se vuelve.

Desde la cocina llegaban las carcajadas de su madre que se hacían cada vez más fuertes al acercarse a la mesa con el pastel. Sobre él estaba escrito, con crema pastelera y en firulete: “pelado sorete”.

¿Te ha gustado esta entrada? Recibe en tu correo los nuevos comentarios que se publiquen.

14 comentarios

  1. 1. Linzano dice:

    Buenas tardes Florencia M:
    Enhorabuena por tu relato!
    Me ha gustado la ambientación en la que se mueve y la escena dentro del almacén me parece muy
    lograda.El personaje de La Gori, creo que gana en valoración a medida que el relato avanza; ella
    misma muestra un sentimiento muy noble con el protagonista, aun mediando la ofensa del pasado.
    Creo que además sabes transmitir perfectamente esa especie de olvido de la Gori con respecto a
    él, cuestión que le trastoca y fastidia un poco…su ego se ha visto herido.

    Como algo que dificulta un poco la comprensión del texto, te diría que es el uso de algunos giros
    que no he llegado a comprender del todo; me refiero a … “ Peludo sorete “, “ No está en discusión”
    “Estás pelado” o “ Calzas amarillas “.
    Igualmente, no se comprende que la Gori le comentase que cerraban ya el almacén, y antes, se
    hacía referencia a que el garito de Don Mana estaba siempre abierto.La niebla matutina dá a entender
    que la visita fué a media mañana, no a una hora intempestiva.

    Y nada más al respecto, Florencia…de verdad que has realizado un texto muy fluido y agradable de
    leer.Manejas con soltura los diálogos y tu léxico es rico e interesante.
    Felicidades y espero volverte a leer para aprender cosas.
    Un besete.

    Escrito el 17 febrero 2019 a las 17:57
  2. 2. Crispín Silva Muñoz dice:

    Hola Florencia me gustó tu relato, me captaste desde el principio,tiene mucho de sentimiento. No soy un experto para hacerte observaciosnes pero en todo caso suscribo lo por Linzano. Te felicito.

    Escrito el 18 febrero 2019 a las 11:44
  3. 3. Florencia M dice:

    Hola Linzano y Crispín. Gracias por la lectura y sus amables comentarios!

    Linzano, lo de los giros es inevitable, varía tanto el español de un lugar a otro que siempre se produce un cortocircuito. Calzas se dice mallas en España, pelado es que no tiene pelo en la cabeza y no está en discusión mmmm pues eso! que no es negociablel. Espero haberte aclarado. Gracias por tus otras observaciones, tienes razón.

    Saludos!

    Escrito el 18 febrero 2019 a las 21:24
  4. Hola Florencia, creo que has escrito un buen relato. Me ha gustado especialmente la recreación del ambiente, de las escenas y diálogos. No obstante hay una expresión que creo que puede mejorarse: cuando dices las calzas amarillas querían algo más. Puede que lo hayas escrito a conciencia y estaría bien, pero quizá fuese más correcto decir: la de las calzas amarillas quería algo más. Es una opinión.
    Un placer leerte,
    José M.

    Escrito el 19 febrero 2019 a las 13:03
  5. 5. Florencia M dice:

    Hola josé! gracias por la lectura. Cuando puse las calzas amarillas… es porque el personaje utiliza la parte por el todo, reduce a las personas a alguno de sus rasgos.

    Un saludo!

    Escrito el 19 febrero 2019 a las 13:41
  6. 6. MOT dice:

    Hola Florencia.
    Me ha venido a la cabeza enseguida la expresión española “Donde las dan, las toman”… Muy acertada en este caso.
    Una historia cuando menos graciosa, me ha sacado unas buenas carcajadas aunque, lo reconozco, me sigue costando mucho acostumbrarme y deleitarme con la forma de escribir que tenéis en el Cono Sur (¿Argentina, Uruguay?) tan distinta a veces de la española (por supuestísimo, sin siquiera un ápice de ofender…¡Dios me libre!) de esos países de Sudamérica.
    Buen trabajo y enhorabuena.
    Saludos.

    Escrito el 20 febrero 2019 a las 12:04
  7. 7. Jose dice:

    Hola Florencia.
    Me ha gustado mucho tu relato. Al igual que los comentarios anteriores, la ambientación es muy buena.
    Un saludo

    Escrito el 20 febrero 2019 a las 18:18
  8. 8. HUGO dice:

    Hola Florencia:

    Te devuelvo la visita y no es por gentileza, si no porque me ha gustado mucho tu relato. Tiene ritmo, se lee sin tropiezos, está muy bien ambientado y los personajes y los diálogos están muy bien logrados, dicen lo justo para avanzar en la escena. El final es muy divertido.

    Lo que más me gusta es la construcción del personaje Juan, es muy verosímil. He conocido muchos como él, que reniegan de su lugar de origen. Y está muy bien logrado el mostrar cómo se molesta cuando la Gori simula no conocerlo.

    Felicitaciones y hasta pronto.

    Escrito el 20 febrero 2019 a las 19:33
  9. 9. Florencia M dice:

    Gracias Mot! Argentina ;). Las diferencias son las dificultades pero también al riqueza de nuestra lengua. Hay que acostumbrarse, sino vamos a hacer como Netflix con Roma. De nuevo, gracias por tu lectura y comentario.

    Gracias José y muchas gracias Hugo!

    Hasta pronto y nos leemos!

    Escrito el 21 febrero 2019 a las 11:56
  10. 10. Irene Martínez Pérez dice:

    Hola Florencia,

    ¡Muy divertido tu relato! Al igual que Linzano, hay algunas palabras y expresiones que me han dificultado una primera lectura, pero como dices, el español es una bella lengua muy variada, así que hoy me voy a dormir conociendo un par de expresiones nuevas.

    Un saludo!

    Escrito el 22 febrero 2019 a las 22:31
  11. 11. Mª Jesús Hernando dice:

    Hola Florencia, buen relato. La descripción de la “Gori” al principio me ha encantado y después también cuando se dirige al interior palabras”con su andar pesado”. La atmosfera me parece lograda, y el final estupendo. Enhorabuena, nos leemos.

    Escrito el 23 febrero 2019 a las 16:46
  12. 12. Florencia M dice:

    Gracias Irene y María Jesús por la lectura y comentarios!
    Espero encontrarlas el próximo mes.
    Saludos!

    Escrito el 24 febrero 2019 a las 11:28
  13. 13. Laura dice:

    Hola Florencia.
    Bien lograda la ambientación.
    Creo que a él le hubiese dolido más lo de pelado, y agregarle algo de panzón, con una dulce sonrisa por parte de la sufrida gori.
    Mis saludos.
    Hasta la próxima propuesta.

    Escrito el 27 febrero 2019 a las 12:11
  14. 14. Florencia M dice:

    Gracias Laura por la lectura!

    Escrito el 28 febrero 2019 a las 17:40

Deja un comentario:

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.