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LA OFENSA - por MIGUEL CASTELLÓ
LA OFENSA
Estoy muerto de frío, tengo la ropa empapada, calado hasta los huesos. Mis pies están dormidos, no me responden, llevo en esta misma posición más de una hora, agachado, camuflado entre los helechos goteantes. Mis manos tiritan, están blancas por el frio. En estas condiciones me parece imposible mantener firme mi fusil. Intento concentrarme, se empiezan a vislumbrar pequeños rayos de luz. Todo acabará pronto. La niebla perezosa abandona la maleza, va ascendiendo por las copas de los árboles. El campo de visión se ha ampliado de forma considerable, a lo lejos, entre la maleza parece que se mueve algo. Intento enfocar mi vista, mi cuerpo no me responde como debiera, la inmovilidad me está pasando factura. Ahora se oye cada vez más cerca el crujir de las ramas, la tensión me atenaza, no puedo permitir que el miedo se apodere de mí. Necesito estar en plenas facultades. Agarro con fuerza mi fusil, agacho un poco más la cabeza y ya veo su silueta, está a la derecha del tronco, compruebo las balas, está cargado, todo bien. Parece que se gira hacia mí, no puede haberme visto, no me he movido nada. Rodea el árbol y se encamina hacia mí, puedo verle casi entero, es enorme. Nuestras miradas se cruzan, no puedo evitar mirarle a los ojos. Siento el arma en mis manos y me da confianza, lentamente voy acercando la culata a mi cara. Está cada vez más cerca y está claro que me ha visto, sus ojos están fijos en mí. Sólo unos metros nos separan, se abre camino entre la espesura, tiene una fuerza descomunal, ahora no puedo fallar, acaricio el gatillo y centro el objetivo con el visor, ahí está, no se mueve, yo tampoco. Espero que se acerque un poco más, pero el macho de gorila está inmóvil, desafiante, tendré que reaccionar en milésimas de segundo. Una rama se rompe a mi derecha, giro la cabeza como un acto instintivo y descubro a la hembra del gorila con la cría entre sus brazos, me miran fijamente. Los golpes sobre el pecho llaman mi atención y veo como el macho se abalanza con furia hacia mí, me quedo inmóvil, ya no puedo pensar. En ese momento me incorporo de golpe, tengo sudor frío y los dedos rojos de la fuerza con la que aprieto mis sábanas, es la cuarta vez en una semana que me despierta la misma pesadilla.
No sé si esta pesadilla tiene relación con la publicación de mi último artículo en la revista, cuando vi los ejemplares apilados en el almacén antes de su distribución, me entraron remordimientos, pero aunque hubiera querido ya era demasiado tarde. No había vuelta atrás. Los días siguientes fueron difíciles, creo que no gustó mucho mi crítica. Las redes sociales se llenaron de comentarios, algunos subidos de tono, insultos, incluso amenazas. A mí no me parecía tan humillante ni injustificada. Muchos se lo tomaron como un agravio, un insulto. Y es que parece que en estos tiempos el humor está sobreprotegido. Pero yo sigo pensando lo mismo, para alguien que quiera ser profesional en el mundo artístico, no es suficiente que salga al escenario disfrazado de mono a soltar cuatro chorradas sin gracia, yo si me sentí humillado como espectador y así lo conté en mi artículo. Seguro que ahora le llueven los contratos al chico disfrazado de mono, es el morbo. Bueno, es lo que hay, mis seguidores en las redes sociales han aumentado de forma exponencial, me puedo considerar casi famoso. Aunque no sé si podré volver a dormir sin ser atacado de nuevo por esa familia de gorilas. O, ¿el gorila soy yo?
Hola, Miguel:
Me ha tocado comentar tu relato por cercanía.
Me gustó mucho. Tiene un buen ritmo y atrapa, uno quiere saber qué ocurrirá después, la tensión va en aumetno e invita a seguir leyendo. ¡Te felicito!
En cuanto a las cuestiones de forma; en mi humilde opinión, el primer párrafo es demasiado largo. Tal vez se podría comenzar un segundo párrafo con la frase «la niebla perezosa…». También separaría en otro párrafo a partir de la oración que comienza «en ese momento me incorporo de golpe…».
Alguna que otra oración es demasiado larga. Por ejemplo a la oración: «No sé si esta pesadilla tiene relación con la publicación de mi último artículo en la revista, cuando vi los ejemplares apilados en el almacén antes de su distribución, me entraron remordimientos, pero aunque hubiera querido ya era demasiado tarde». La haría del siguiente modo:
No sé si esta pesadilla tiene relación con la publicación de mi último artículo en la revista. Cuando vi los ejemplares apilados en el almacén antes de su distribución, me entraron remordimientos; pero aunque hubiera querido ya era demasiado tarde.
Sin embargo, el relato es muy dinámico y resulta atrapante.
Me gustó particularmente la frase que está casi al comienzo «todo acabará pronto» porque enlaza la descripción que venís haciendo del lugar en el que te encontrás con la pesadilla, que acabará pronto por tratarse de un sueño. Muy lindo detalle.
Nos leemos!
Anaclara
Hola Miguel gran relato con buen ritmo, atrapa al lector y construyes muy bien la atmósfera necesaria para la narración, me ha gustado el giro del sueño, la trama es muy buena. Felicitaciones
Hola Miguel!
Me gusta mucho tu texto, en especial ciertas enumeraciones con prosa y ciertos parates como “Todo acabara pronto” o “Necesito estar con todas mis facultades” aunque yo siendo sincera las usaría entre punto aparte y punto aparte.
Creo que si la primer oración de tu texto hubiese sido solo “Estoy muerto de frio” hubiese tenido mucho más impacto, y siempre recomiendo que la primera oración sea corta.
En lo personal yo no soy fan del recurso de la pesadilla pero esta bien usado, me gusta esa mezcla que hiciste entre el mundo actual del internet y las redes con lo que no es tan actual.
La verdad en lineas generales, me gusta mucho!
Te felicito y te espero por mi texto que es el 60.
Hola Anaclara, gracias por leerme, y por tu análisis profundo, intentaré aprender de tus comentarios.
Muchas gracias
John Doe, muchas gracias y me alegro te haya “contagiado” el ritmo.
Gracias
Hola MatriKa, gracias por dedicarle un ratito a mi texto, y que suerte por poder decidir si ser o no fan de las pesadillas, a menudo son ellas las que nos eligen.
Muchas gracias, nos leemos.
¡Hola Miguel!
He leído tu relato de un tirón, es muy ameno.
Gracias a Dios, solo se trata de una pesadilla que espero que no se repita.
Desde lo formal adhiero a los comentarios de Anaclara.
Felicidades. ¡Hasta la próxima propuesta!
Miguel, no he podido reprimir mi curiosidad, aunque quizás no sea el lugar. Hace bastante tiempo he vivido en Madrid, en el barrio de Argüelles. Allí he conocido a Lola Castelló, una encantadora señora a quien recuerdo con mucho cariño. ¿Es familiar tuyo? Gracias.
Hola Miguel.
Muy bien descripta la situaciòn de la selva.
Me queda un poco rara la expresiòn macho de gorila, prefiero gorila macho.
Interesante el asunto de las pesadillas.
Mis saludos.
Hasta la pròxima propuesta.
Hola Ulises, no es familia que yo sepa. Un saludo
¡Gracias Ulises! Hasta la próxima propuesta.