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La ofensa - por Nidama de Isthar

Web: http://theboxcultor.com

La ofensa

La calle me parecía cada vez más estrecha. Mis manos comenzaron a sudar a medida que me acercaba al específico cincuenta y siete acoplado en tu puerta. Tenía tiempo de sobra, me repetí varias veces que todo saldría bien y por fin toque el timbre.

Te despediste de tu madre y prometí traerte antes de las diez. Estabas hermosa con el discreto vestido rosa perfectamente combinado con la chaqueta y los zapatos de piel. Como pocas veces en el mundo, sentí que era un tipo con suerte.

— Llegaste temprano. Saliste antes del almacén?— preguntaste para deshacer el hielo.
—Sí, le dije al jefe que tenía que preparar exámenes. Después le repondré el tiempo. ¿Quieres ir directo a la cineteca o tomamos algo antes? —dije.
— Tomamos algo antes —respondiste entusiasmada. Elegiste la cafetería de moda, con libros y menús veganos. Para mi fortuna, era jueves y aún había mesas libres.

Allí me enteré de que tu mascota preferida era un labrador al que llamabas Moscatel, tus padres estaban divorciados y que tenías una de las sonrisas más lindas que había visto en mis cortos diecisiete años.

Estaba francamente feliz cuando entramos a la función vintage de Gorilas en la niebla. Debo confesar que no puse mucha atención a la pantalla, aún no podía creer que hubieras aceptado salir conmigo.

El regreso no podía ser mejor, una cálida noche de verano era el paisaje enmarcando la serenidad que te emanaba del rostro. Y entonces sucedió lo inevitable.

— ¡Que bueno que proyecten películas que hagan conciencia sobre el maltrato animal! — afirmaste con vehemencia.
— No sabía que te interesaba tanto el tema —dije sonriendo.
—Ni siquiera como carne— contestaste orgullosa
—Es que llevas una chamarra de piel —. Trate de suavizar mi tono al final pero era demasiado tarde.

No pudiste disimular una mueca de disgusto cruzando por todo tu semblante.

Aceleraste el paso y cuando llegamos a la entrada yo estaba plenamente convencido de que era un idiota, aunque las notas de la escuela testimoniaran lo contrario.

No hubo beso de despedida, ni ese ni muchos otros jueves con muchas otras chicas.

Veinte años después recuerdo la historia y me vuelvo a sentir el más estúpido de los cerebritos con mis respuestas acertadas, que me alejaron por siempre de las rubias resplandecientes y me condenaron a la infalible compañía de los libros.

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4 comentarios

  1. 1. HUGO dice:

    Hola Nidama de Isthar:

    Con tu texto me he llevado una grata sorpresa porque al verlo breve pensé que comentarlo sería una tarea fácil y rápida pero te confieso que me ha llevado varias horas de este fin de semana, y te lo agradezco porque me obligaste a pensarlo, desmenuzarlo e investigar sobre algunas técnicas.

    Al comenzar a leer el primer párrafo me pareció que iba a estar narrado en primera persona: “La calle me parecía…, Mis manos comenzaron a sudar…, me acercaba…, Tenía tiempo…, me repetí varias veces…, toque el timbre.” Pero en medio de ese primer párrafo, se me pasó desapercibido, entre los verbos en primera persona, que hay un pronombre posesivo en segunda persona: “…acoplado en tu puerta”. Un “tu” que cambia el punto de vista, no es el “su” que hubiera puesto un narrador en primera.

    Y a partir del segundo párrafo predomina claramente un narrador en segunda persona que recuerda (tiempo pasado) una salida con una chica cuando tenía diecisiete años. Este tipo de narrador se nota por la proliferación de verbos en segunda persona: “Estabas, despediste, preguntaste, respondiste, elegiste, llamabas, tenías, hubieras, afirmaste, contestaste, pudiste, aceleraste.” Como así también por los pronombres: tu, te, tus.

    El narrador en segunda es una variante poco frecuente, pero muy interesante porque interpela directamente al otro personaje, en este caso a la chica.

    Si bien está narrado en tiempo pasado parecería que el tiempo de la historia, es el presente: que le está diciendo todo eso a la chica en este momento. Le dice cosas del pasado pero se las está diciendo ahora. Se distingue, entonces, entre el tiempo de la narración, que es el tiempo en que el narrador cuenta y el tiempo de la historia que se refiere a la época de los momentos narrados.

    En cuanto al género de tu texto, el contexto en que se desarrolla la escena no me otorga las pistas necesarias para darme cuenta si se trata de género epistolar (en ese caso habría que haber comenzado con el nombre de la chica a la que se dirige la carta), podría ser también parte de un diario íntimo o un cuento breve.

    Respecto de la estructura, tiene un buen comienzo y enseguida pasa a desarrollar el conflicto que se da en la salida al cine, o sea que el nudo tiene un desarrollo importante (dentro de la brevedad del texto) y el final merece un análisis particular porque sale a la luz lo que hasta ahora se venía insinuando y que es la otra historia, la que hasta ahora no se venía contando pero estaba subyacente en el texto.

    “No hubo beso de despedida,” es, para mí, el final de la primera historia; y “, ni ese ni muchos otros jueves con muchas otras chicas.” Cerraría la segunda historia, la oculta, y que se explicita claramente en una suerte de epílogo que es el último párrafo.

    Bueno, toda esta perorata tómala como lo que es: un análisis subjetivo que puede servirte, o no, pero está hecho con la mejor intención de colaborar con el aprendizaje colectivo que hacemos en este taller.

    Para finalizar marco alguna pequeñeces que yo modificaría. Lo que pongo entre corchetes significa que habría que agregarlo. Lo que pongo entre paréntesis significa que debería quitarse o reemplazar a lo inmediatamente anterior, según el caso:

    “— Llegaste temprano. [¿] Saliste antes del almacén?— preguntaste…”

    “— Tomamos [Tomemos] algo antes —respondiste…”

    “Estaba (francamente) feliz cuando entramos a la función [“]vintage[”] de Gorilas en la niebla”

    “— ¡Que (Qué) bueno que proyecten películas que hagan conciencia …” Se repite “que” tres veces

    “Trate (Traté) de suavizar mi tono al final…”

    Gracias Nidama de Isthar por tan buen texto donde con pocas palabras se puede dice mucho.

    Te seguiré leyendo.

    Escrito el 17 febrero 2019 a las 19:39
  2. Gracias por tan excelentes comentarios que ten por seguro tomare en cuenta y bueno nos seguimos leyendo.Saludos

    Escrito el 18 febrero 2019 a las 01:11
  3. 3. Rachel Moonlight dice:

    Hola Nidama,
    Siguiendo con los comentarios de Hugo, he de decirte que un texto en segunda persona no es muy común de ver y, aun así, has conseguido escribirlo de una forma muy fluida.
    Enhorabuena por tu texto.
    Un saludo de tu vecina 61

    Escrito el 21 febrero 2019 a las 09:42
  4. 4. Laura dice:

    Hola Nidama de Ishtar.
    Viendo el exhaustivo comentario de Hugo, tan sólo me queda ir a la impresión personal: me encantó.

    Hasta la próxima propuesta.
    Mis saludos.

    Escrito el 28 febrero 2019 a las 12:00

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