Esta web utiliza cookies. Si sigues navegando, entendemos que aceptas las << Volver a la lista de textos
Por primera vez - por Nic Eisenhower
El hombre se transformó en sí mismo. Dejó de ser eso que que siempre había sido y fue él mismo. Allí, solo y desnudo frente al espejo pudo ver su verdadera forma por primera vez. Casi ni se reconocía, siempre tenía esos trajes, ese maquillaje. Y ahora, que había escapado de sus captores, decidió despojarse de todo lo que tenía, de todo lo que le habían impuesto desde que nació.
Estaba recto y serio, tal como siempre debía estar, pero esta vez no se encontraba arriba de un escenario, sino en el escondite que había encontrado: Un edificio abandonado, oscuro y lleno de polvo. Había muebles de madera rotos por todo el lugar ¡Quien sabe cuántos años tenían! Las hormigas y arañas eran las reinas del lugar.
Cuando el hombre entró y caminó por allí pudo ver algo que se movía. Al principio se asustó, pero cuando prestó atención, se dio cuenta que eso se movía solo si él se movía. Y allí recordó esos comentarios sobre los míticos espejos y sus propiedades. Apenas entendió que era lo que tenía enfrente se quedó inmóvil, observando cada detalle de su cuerpo, de sus telas. Siempre lo habían obligado a exponerse, a ser visto por otros pero nunca le habían permitido ser visto por sí mismo. No se conocía. Él no era libre.
Su piel era oscura y sus ropajes, blancos. Su cara estaba pintada con colores rosas y violetas. El hombre pensaba que ninguno de sus dueños lucía así ¿Por qué él, sí? ¿Por qué lo vestían y pintaban? ¿Acaso el público quería verlo de esa manera? La cuestión es, que el hombre se vio y no quiso verse así. Quiso ver el hombre que era. Entonces se transformó. Con mucho miedo, se permitió cambiar, ser él por primera vez. Y cuando la ropa blanca estaba en el piso, ya casi marrón por tanta tierra, y cuando su rostro no tenía maquillaje, porque lo lavó con agua de un charco junto a él, allí estaba: Un hombre transformado, un hombre libre. Ese hombre era quien debía ser y nada más. Nunca volvería a sus dueños. Había logrado verse, transformarse y lucir como quisiera. No tenía ropas para elegir, pero sabía que él era quien había decidido desvestirse. Nunca había tomado una decisión antes. Pero ahora podía tomar millones. El hombre antes no era libre, no era hombre. Pero ahora se había transformado en uno.
Hola Nic,
Una magnífica evocación de la libertad, por, lo menos la libertad de elección.
Te daré mi opinión, pero solo es una opinión, puedes hacer con ella como en tu texto “ser él por primera vez”, en algún tramo del texto hay frases demasiado largas que dificultan la lectura. Algún “que” repetido.
Me gusta, buen trabajo.
Nos leemos estoy en el 18.
Nic, me parece interesante tu propuesta, pero creo que menos es más. En la búsqueda de definir una idea puede resultar un tanto reiterativa, como en el concepto de que no se conocía o no era un hombre libre.
Saludos y a seguir escribiendo!
Hola Nic,
Tu relato me ha encantado, has expresado muy bien ese deseo de libertad y de como cambian las cosas cuando una persona se siente libre, porque esa es la verdadera libertad.
Enhorabuena.
Un saludo de tu vecina 63
Hola Nic,
Lo primero, expresarte que espero que vengan muchos más a comentar tu texto, por que bien lo merece.
Me parece precioso y muy bien redactado. Hay alguna cosa que yo puliría, pero seguro que es cuestión de criterio y no de correcciones.
Por ejemplo, en el primer párrafo, te repites un poco al explicarnos que este hombre se descubrió a si mismo. Creo que podría hacerse de forma más concisa y en un texto en que tenemos limitación de palabras, puede ser muy bueno recortar lo innecesario.
Pero ya te he dicho que es cuestión de criterio.
Por lo demás, me ha encantado.
Saludos
Alex
¡Hola, Nic!
La escena que me imagino al leer tu texto y el ambiente que la rodea me resultan muy interesantes. La forma en que expones que la piel del protagonista es negra sin quedar como información suelta y forzada porque lo unes a que sus ropajes eran blancos, creando una frase bonita y profunda, me ha gustado especialmente. También la siguiente frase: “No tenía ropas para elegir, pero sabía que él era quien había decidido desvestirse” me ha parecido especialmente brillante.
Destacar dos errores ortográficos sin demasiada importancia:
– “¡Quien sabe cuántos años tenían!” -> Ese “Quien” debería llevar tilde.
– “Apenas entendió que era lo que tenía enfrente” -> Ese “que” también debería llevar tilde.
Finalmente, decir que tu texto, pese a no entusiasmarme en particular, me parece bien llevado y con algún que otro toque especialmente genial que ya te he comentado. Dicho lo cual, te animo a seguir escribiendo y explorando distintas formas de contar historias en este nuestro blog de escritura al que con tanta ilusión asistimos.
¡Un saludico!
Hola Nic:
Personalmente me ha gustado tu texto, por lo poético. Si quisieras podrías convertirlo en una poesía fácilmente.
Es atrapante la forma de describir la historia, y la repeticiones de algunas palabras me dan la sensación de querer enfatizar en esa idea.
No se si esa era tu intención, pero es lo que a mi me trasmite.
Si no deberías buscar algunos sinónimos e incluso omitir alguna repetición.
Me gustaron algunas frases como “su piel era oscura y sus ropajes blancos”
” El hombre antes no era libre, no era hombre. Pero ahora se había transformado en uno.” Aquí la repetición de hombre da énfasis a la idea pero quitando el primer el primero tambien sigue teniendo la misma fuerza.
Ha sido un placer leerte.