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Traicionada - por Ocitore
Web: http://plumalanza.blogspot.com
El hombre se transformó en asesino. Todo fue circunstancial, el éxito y la vida pública lo arrastraron al homicidio. Alicia lo vio acompañado de una joven muy atractiva. Carlos iba con su traje de oficina, pero su acompañante parecía salida de una pasarela. Tenía porte y el viento le acariciaba el pelo. No se le veía muy bien el rostro, pero se adivinaban una nariz afilada, unos pómulos grandes y unos ojos seductores. Alicia los siguió guardando una distancia razonable. Los vio elegir unas joyas. Salieron y se besaron como dos tórtolos. Cuando lo constató todo, se dio la vuelta y se fue a su casa. No podía controlarse, quería compartir su desgracia con alguien, pero las piernas se le habían hecho de hierro, en el estómago la náusea le daba vueltas y las arcadas eran como golpes secos. Llamó a su esposo, no tuvo suficiente empuje para hablar. Él le devolvió la llamada. Hizo un esfuerzo enorme por controlarse y lo único que consiguió fueron unas cariñosas recomendaciones de su cónyuge.
Tenía que actuar. Ella había creado al ejecutivo, le había abierto las puertas en la alta sociedad y, él, lo había aprovechado todo hasta la última migaja. La gente importante sintió su atracción. Lo respetaban porque su argumento más convincente era decir que su mujer llevaba las finanzas y él solo se limitaba a convencer a la gente de invertir y hacer donaciones benéficas. En realidad, era así, pero el veinte por ciento de esas jugosas sumas le pertenecían. Con sofisticados trucos conseguía que un pequeño flujo se desviara hacia su cuenta personal. Nadie lo había visto engañar a su mujer y, según la opinión general, era el hombre más fiel del mundo. Eso era lo que derrumbaba las sospechas de Alicia, había una voz pegajosa en su interior que le repetía: “No seas tonta, él jamás lo haría, seguro que era otro hombre o el beso solo sucedió en tu imaginación”. Ella terminó aceptándolo todo, pero en la calle un suceso le despertó de nuevo la duda.
Al salir del supermercado una mujer que estaba hablando por teléfono chocó con ella y le estropeó la compra. Las mermeladas mancharon toda la comida y la nerviosa mujer se ofreció a compensarle la pérdida. Alicia se negó y aceptó, sin quererlo, la tarjeta de la descuidada dama. Resultó que era detective privada. Alicia no podía creerlo, le parecía que las cosas se las había puesto Dios en las manos. Primero la tarjeta, luego una página de Internet en la que había una serie de recomendaciones de la talentosa Marga Perón que le había devuelto la felicidad a muchas mujeres engañadas. Alicia mandó unos mensajes, luego llamó y tuvo una entrevista. “No lo he comentado con nadie—dijo Alicia con recelo—es que no lo he confirmado y no me gustaría acabar ni con la reputación de mi marido ni con la mía. Daría lo que me pidieran por que desapareciera esa zorra”. Marga le planteó el problema desde otra perspectiva y le dijo a su nueva clienta que entre sus conocidos había hombres mil veces más guapos que Carlos y que la desagradable mujerzuela doblaría las manos o, abriría las piernas, según se quiera entender, al ver a un hombre joven, guapo, amable y con dinero. El plan quedó así: le pondría en su camino a un joven guapo y con dinero a la amante de su esposo. Le tendería una emboscada y la ridiculizaría frente a Carlos, éste, al saber de las aventuras de su querida, la dejaría y las cosas volverían a la normalidad.
Pasaron dos semanas y un inspector se presentó ante Alicia para investigar un asesinato. Alicia no pudo responder a las preguntas y al no tener una coartada, fue detenida. Se llevó a cabo el juicio y resultó culpable. Sus huellas digitales estaban en el arma, las pistas llevaban directamente hacía ella y el móvil era evidente: celos y venganza. Su abogado no pudo hacer nada porque la defensa era un laberinto de callejones sin salida. “Solo alguien que estuviera dentro de su casa podría haberlo organizado de una forma tan perfecta, querida Alicia, entiéndalo— dijo el abogado antes de dejarla en su celda—, teníamos todo en contra. Si le sirve de consuelo le diré que es posible que algún día encuentre a esa mujer que me describió. Lo malo es que no hay rastros, parece algo inventado por usted. Perdóneme”. Alicia se sentó en la cama y se quedó callada para siempre.
Hola Ocitore Tu relato es difícil de entender ,supongo que el principio de la frase del relato no tiene nada que ver el hombre se convirtió en asesino ,o ¿fue en asesinado? un saludo
Hola, José María, lo que pasa es que es un cuento policíaco y por esa razón no es tan sencillo seguirlo como una historia lineal. Está el asesino al principio, la víctima que no tenía la culpa de nada y una mujer que terminó en la cárcel. Resolver el acertijo consiste en saber cómo se tramó el engaño. Gracias por tu visita. Un abrazo
Hola Ocitore.
Tu explicación a José María me ha desconcertado. El asesino está claro y la mujer que acaba en la cárcel tambien.¿Quien es la víctima, la de la joyería? Creía que esa era Marga Perón.
El relato estaría muy bien antes de Internet. Si MP tenía una página web ha quedado rastro y la esposa podrá demostrar algo.Se supone que es una señora rica y se podrá gastar dinero en una buena defensa. El que me ha parecido lamentable es el abogado defensor, un verdadero inútil. Al final sale un arma con las huellas de la esposa que no había aparecido antes, es decir que le plantaron las huellas y eso se puede demostrar. La esposa fue al despacho, que revisen los cajeros automáticos,que seguro que sale el coche en alguno.
Yo, novelas policiacas no he leído demasiadas, pero he visto cientos de películas y de series de televisión. ¿El abogado no ha visto ningún capítulo de CSI?
El relato me ha parecido muy entretenido y bien escrito. Tal vez el final es un poco precipitado:pasan muchas cosas muy rápido.
Me lo he pasado muy bien leyéndote.
Saludos
Hola, Ocitore.
De nuevo por acá, disfrutando de tus letras.
Entiendo que Carlos (el homicida) se valió de los celos de su mujer para crear un plan macabro en su contra, el evento en el supermercado con la detective privada (Marga Peron) al igual que la pagina de Internet fue parte del plan de Carlos, para inculpar a su esposa.
Ahora bien necesité de dos lecturas al texto para seguir la trama sin divagar. En cuanto a los comentarios anteriores, la meta de todo escritor (de estilo policíaco) es recrear un crimen perfecto, donde el homicida se salga con la suya, este podría ser un ejemplo, si Carlos fue lo demasiado inteligente parar cubrir sus pasos y despistar a la policía.
En definitiva un buen relato, pero creo que le faltó algo de claridad, obvio sin revelar el hilo central del relato.
Pero esa es mi humilde opinión, mas como lector, porque a la final soy un simple aprendiz de escritor y como siempre digo lo que prevalece es la intención literaria del autor, lo demás serán puntos de vista subjetivos desde la experiencia y las sensaciones personales.
Saludos y claro que en le próximo taller, llegaré a disfrutar de tu lectura y a dar un poco de “lata” como decimos en mi tierra.
M.L Plaza, gracias por tu comentario. En general has interpretado bien la historia. Lo único que podría aclararte es que la detective era muy astuta y estaba conchabada con el marido. Bueno, eso creo que ya revela casi todo. Te agradezco tu visita y mucha suerte. Y si, tienes razón esa historia sucedió antes de que existiera el Internet. Allá por los años 70 u 80. Un abrazo.
Kirjanik Maya, te agradezco mucho tu visita. En efecto has comprendido todo. El hombre trama un plan para eliminar a su esposa. Contrata a una detective que desaparece y deja a la esposa en una situación muy comprometedora porque queda como la asesina de la amante. Luego le es imposible demostrar su inocencia porque nadie conoce a la Perón y el abogado no puede hacer una defensa exitosa. Le he dicho a L M Plaza que la historia era de los 70 u 80, pero fue un patinazo. Es más bien del inicio del Internet allá por el 98. Bueno, éxito y mucha suerte
Buenas, Ocitore.
Confieso que he tenido que leer el relato varias veces, y los comentarios explicatorios, para enterarme de lo que ha pasado. Me parece que está bien escrito, pero creo que escribir una historia de con una trama de este calibre en tan pocas palabras, es un reto realmente complicado. O puede ser que yo esté hoy espesa, que no lo niego.
Nos leemos.
Un saludo.
Hola, Irene, te comento que el cuento está escrito conpistas que deberían indicarle al lector la historia. En forma lineal sería así:
Una mujer encuentra a su marido con su amante;
El hombre tiene muy buena reputación, pero en secreto desvía dinero de los fondos de beneficencia que tiene su mujer;
El tipo decide deshacerse de su esposa y contrata a una detective para que organice el asesinato de su supuesta amante;
El homicidio se lleva a cabo, pero la detective desparece y Alicia se ve implicada en el asunto;
Alicia no tiene coartada y la detective ha puesto todo en su contra;
Por último el abogado no la puede salvar de la cárcel.
Eso sería a grandes rasgos. Un abrazo.
Hola Ocitore
Tu relato tiene algunas dificultades para el lector, presumo que necesitarías más espacio que el de las setecientas cincuenta palabras permitidas. Luego de leer, y releer varias veces, creo comprender que el asesino necesitó varios cómplices para lograr su cometido.
Entiendo que la víctima es la amante y que el marido buscó que la esposa lo viera amartelado con ella. ¿Pensó, tal vez, que así Alicia se convertiría en asesina, o era parte del plan para que ella llegara a consultar a Marga Perón?
La entrevista con la falsa detective les sirve para ganar tiempo y para confundir aún más a la esposa.
El abogado no se sabe si es fiable y un cómplice más. Sus palabras indican que dudaría del marido. Queda la cuestión de cómo llegaron las huellas digitales de Alicia al arma asesina. Falta la intervención de un detective privado de prestigio para que investigara adecuadamente.
Dicho todo lo anterior, el texto es tuyo. Mis opiniones pueden no ser tan acertadas, es que estoy aprendiendo gracias a los amigos de Literautas y agradezco la oportunidad.
En el tercer párrafo donde dice: “la desagradable mujerzuela doblaría las manos o, abriría las piernas” la coma debería ir antes de la letra o.
En el último párrafo: “directamente hacía ella” no va tilde.
Generalmente se recomienda que los párrafos no sean demasiado largos para que su lectura no confunda al lector.
Espero que nos sigamos leyendo.
Un saludo
Hola, Ofelia, muchas gracias por tus observaciones y el valioso comentario. Las tomaré en cuenta para el futuro. Un abrazo y suerte.