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Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

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Fui gusano - por Amadeo

FUI GUSANO

El hombre se transformó en gusano cuando entró en la casa abandonada. Por eso salvó su vida y puede contar la historia. Sus amigos estaban en un bar tomando un café, cuando él ingresó, se sentó y sin darles tiempo, comenzó a relatar lo que le había acontecido.
«Ayer no pude venir a tomar algo con ustedes porque me sucedió algo extrañísimo. ¿Vieron la casona vieja, deshabitada desde hace años, la que está atrás del parque, cerca del río? Sí, se-guro que la conocen… Yo caminaba por el frente: iba, con bastante tiempo a buscar a mi nieto a la escuela, cuando escuché un pedido de auxilio. Alguien exclamaba ¡Por favor… Por favor… Otra vez no… Por favor! Por la puerta desvencijada y entreabierta, me asomé y vi, en una penumbra sin colores entre paredes descascaradas llenas de humedades, la silueta de una mujer joven, ape-nas translúcida. También estaban tres hombres, vestidos como nosotros, quietos, en fila, que mi-raban fijo a esa señorita hermosa, que les gesticulaba compasión.
Tan asustado estaba yo que involuntariamente pensé: «Si fuera gusano, no me verían ni me pasaría nada». No terminé de imaginar eso tan insólito, que ya estaba adentro de la casa, en un rincón, aterrorizado y mirándolos. Quise refregarme los ojos para ver mejor y descubrí mi cabeza sin un pelo, redonda. ¡No tenía nariz! Sí, el cuerpo de gusano con muchas patas cortas. No las conté, pero, sin saber por qué, me consideré un gusano feo. Estaba reconociéndome cuando es-cuché otra vez, aquellos gritos de socorro. Unos minutos después entró un hombre de unos treinta años y se colocó en la fila, sin hablar ni gritar. Los cuatro permanecían quietos, mientras ella son-reía satisfecha a la par de mover sus brazos inmateriales».
— ¿En serio te sucedió eso? –preguntó uno de los presentes.
— ¡No interrumpas! Está interesante –dijo otro y mirándolo, le pidió–. Continúa por favor.
— Sigo –dijo el hombre y prosiguió:
«La curiosidad era grande: ya no tenía miedo. Al rato, una vez más la mujer holográfica pidió auxilio y a continuación entró un jovencito y cuando la fila era de cinco personas, ella sa-lió del living y ellos, obedientes como soldados, la siguieron de cerca con paso firme. Imaginen ustedes lo que tuve que hacer yo con mi docena de patas para no perderlos de vista. ¡Tuve que moverlas a más de quince pasos por segundo! Llegué a la cocina exhausto. Me ubiqué atrás de una silla y pude observar como ella abrazaba al primero de la fila y al ratito nomás, él desaparecía entre sus brazos, dentro de ella, transluciéndose. Quedaban cuatro. Repitió la ceremonia de engullido, con cada uno de ellos. Yo, escondido y absorto los observaba incrédu-lo, creo que sin respirar. No quería ser descubierto y menos, desaparecido.
La mujer, luego de ese almuerzo tardío se acercó a la mesa, sacó algunas basuritas que había y luego fue al dormitorio aumentando su transparencia hasta desaparecer. Yo no la se-guí, por cansancio y… por un poquito de pánico. Como gusano amarillento que era, quedé solo en la cocina y pude escuchar un suave ulular que provenía, creo, de los techos carcomidos del dormitorio. Resignado por no saber cómo volver a ser humano, decidí salir de esa casa embru-jada. Cuando traspasé la puerta destartalada y al ver que por la avenida se acercaba un auto, tropecé y me golpeé la rodilla derecha. Sorprendidísimo descubrí que ya era hombre, el que ustedes conocen y está hoy aquí.
Luego retiré a mi nieto de la escuela y no le conté nada: no quería asustarlo. Lo entre-gué a mi hija, quien luego de saludarme, me preguntó: «¿Te caíste? Tenés sucio el pantalón a la altura de la rodilla derecha». «Todo bien. No pasó nada», dije mientras me sacudía la tierra seca del pantalón. Me despedí de ambos y sonriente regresé a casa. Eso fue lo que me pasó ayer. Por eso no vine al encuentro con ustedes. Aunque ninguno de ustedes me crea, les ase-guro que fui gusano»

— ¿Qué tomaste? –quiso averiguar un amigo.
— ¡Qué mentiroso! –exclamó otro de ellos, sirviéndose el resto del café.
— No te creo –dijo un incrédulo.
— Ustedes hablen y bromeen pero yo fui gusano por unas horas. Y aquí estoy para contar-lo. Yo no miento. Buscaré y les traeré pruebas, también se las llevaré a la policía, por el asunto de las desapariciones en días pasados.

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15 comentarios

  1. 1. Amadeo dice:

    Compañeros:
    Pido disculpas por las palabras cortadas por un guión. Estoy acostumbrado a usar el corte y olvidé sacarlos antes de enviar mi cuento.
    Pido no las tengan en cuenta a pesar que sé que molestan bastante al leer.
    Cordiales saludos
    Amadeo

    Escrito el 17 marzo 2019 a las 00:47
  2. 2. Jon Artaza dice:

    He aceptado con gusto la invitación del anfitrión a esta su guarida, y se lo agradezco.

    Siguiendo su ejemplo, vaya por delante que mis palabras son como lector, sin más aspiraciones, y que tienen el valor que les quiera dar.

    El texto me resulta extraño, incluso extravagante. Se podría pensar en algún tipo de “fantasía” o “realismo mágico” o incluso “terror naif”, pero no sabría encasillarlo.
    El primer párrafo parece pegado al texto, como un apósito para cumplir con las bases del concurso, de hecho es perfectamente prescindible.
    A continuación comienza el relato del viejo, que califica de “extrañísimo” el hecho de haberse transformado en gusano y ver como una entidad fantasmal engulle almas en una propiedad encantada… ¿Se imaginan la escena? Un amigo suyo entra en el bar y le dice que es “extrañisimo”, haberse convertido en gusano… Parece poca palabra y poca reacción para tal cosa.
    Este puede ser una de las principales sombras del texto, la emoción en la narración no concuerda con la esperable para tales hechos. Quizás hubiese estado bien empezar con el viejo, acalorado, entrando al bar dando voces, o desencajado y sus amigos interpelándolo:

    -¡Hombre Benancio! Ayer nos dejastes tirados con la partida de dominó, ¡ya puedes tener una buena excusa!
    El viejo se sentó con el rostro pálido y desencajado:
    -No os vais a creer lo que me ha pasado.
    -Tu prueba -todos se rieron mientras se comenzaban a repartir las fichas.

    Otra tema es la historia en si misma. No le encuentro el punto, es como que queda a medio camino de ningún sitio. Creo que sería importante, cara a un final redondo, el definir de que va, cual es la columna vertebral del texto: ¿los delirios de un viejo? ¿qué el protagonista es un fantasioso fabulador? ¿que está habiendo desapariciones en el barrio? ¿que hay una casa maldita y peligrosa?… Creo que habría que elegir un tema y centrar la historia en él, en especial en un microcuento.

    Por último, el final está desdibujado “…Buscaré y les traeré pruebas, también se las llevaré a la policía, por el asunto de las desapariciones en días pasados.” Abre varias líneas narrativas de repente, que dispersan aún más la atención del lector. Parecen un añadido por su distancia con el grueso del texto -¿llamar a la policía? ¿el hombre que se transformó en cienpies?.

    Resumiendo, creo que habría que concretar el tema central, darle intensidad, y aumentar los diálogos frente a las descripciones en boca del narrador.

    Espero haber sido de ayuda de alguna manera.

    Un saludo

    Escrito el 17 marzo 2019 a las 10:01
  3. 3. Amadeo dice:

    Jon Artaza:
    Desde ya que me ayuda, que me aclara otra visión. Lo repasaré y tal vez modifique algunas partes, en base a tu opiniones.
    Agradecido. Saludos
    Amadeo

    Escrito el 17 marzo 2019 a las 14:02
  4. 4. Carla Daniela dice:

    Hola Amadeo! Muchas gracias por pasarte por mi relato.
    Me gustó mucho el tuyo, me gusta mucho leer cosas que se salen de lo real, que se corren de lo normal. Muy buen trabajo por eso! La idea esta buenísima. Como comentario personal, y quizás solo se trate de gustos, me parece que la historia no coincide mucho con el ambiente que presentas, estamos hablando de una historia muy loca, y que si le sucediera algo así a alguien… perdería la cabeza! Sería algo terrorífico, o se pensaría loco. El ambiente presenta a un señor bastante tranquilo, las descripciones no terminan de llenarte de terror o sorpresa, creo que ahí quedo algo como para darle un vueltita más y quedaría muy bien! Me gustó mucho la referencia que hiciste de las desapariciones, le pone un toque realista.
    Un gran saludo y nos leemos!

    Escrito el 19 marzo 2019 a las 20:24
  5. Hola Amadeo,

    ¡Menudo descubrimiento!
    Tu historia me ha encantado.

    Si es cierto que al principio pensé que sería excesivamente rocambolesca, pero al introducir la idea de la casa encantada todo cobra sentido: La magia todo lo puede.

    Hay algunas expresiones que se alejan del castellano de España y para mí eso suma, ya que me emplaza en un lugar que no conozco y que debo imaginar. Fabuloso.

    No tengo ningún pero ni corrección que hacer. Mas bien una consulta:

    Cuando el protagonista empieza a explicar lo que le ha ocurrido, incluyes esa parte del diálogo entre comillas. Tengo entendido que éstas deben emplearse cuando se trata de un pensamiento que el personaje comparte, pero en este caso es parte de un diálogo, aunque sea muy extenso.

    Según mi criterio, creo que debería abrirse con un guión, pero no domino tanto oos diálogos.

    A ver si alguien nos lo aclara.

    El texto lo leí de una vez, de forma ligera; sin nada que entorpeciera o hiciese retroceder para comprender.

    Estoy seguro de con mayor cantidad de palabras te hubieras podido lucir aún más.

    Un saludo,

    Alex.

    Escrito el 19 marzo 2019 a las 21:59
  6. 6. Toñi Avila (vibe) dice:

    Hola Amadeo:

    La idea del relato es muy buena.
    Más que la transformación de hombre en gusano y de gusano en hombre que le da cierto toque cómico …lo que me ha gustado realnente ha sido la criatura traslucida que engulle hombres para al final volverse invisible. Lo de las desapariciones le da un toque realista a la fantasía que describes.

    Estoy de acuerdo con lo que te comenta Carla Daniela de que la historia la describes muy tranquila cuando es algo que debería parecer de locura, que lo tomen cuanto menos por esquizofrénico sus compañeros.
    Hasta el próximo relato y gracias por comentarme.

    Escrito el 19 marzo 2019 a las 22:35
  7. 7. Amadeo dice:

    Alex:
    Primero agradecerte por los dichos sobre mi texto.
    Comento que como el primer párrafo lo “dice” un narrador omnisciente, cuando “habla/cuenta” el protagonista lo entrecomillo. Lo cierro cuando “habla” (con guión) otro de los personajes.
    Más abajo repito de nuevo ese criterio.
    Esperemos a ver opiniones de otros lectores que sepan más.

    ¿Cuales son los términos/palabras no usuales en España y sí en Argentina?

    Cordiales saludos
    Amadeo

    Escrito el 19 marzo 2019 a las 23:35
  8. 8. María Esther dice:

    Hola Amadeo, leí tu relato sin dificultad. La idea es fantasiosa y loca, me gustó sí, pero concuerdo con algunos compañeros que le faltaron manifestaciones acordes con el hecho. Por ejemplo al contarle a los amigos más intriga, más expectación.
    El final me pareció bueno, con una nota de humor negro.
    Saludos desde el lugar 77.

    Escrito el 20 marzo 2019 a las 01:32
  9. Hola de nuevo Amadeo,

    Sobre las expresiones que te (delatan) ubican en un entorno diferente al mío:

    – 《Sus amigos estaban en un bar tomando un café, cuando él ingresó,[…]》

    En España solo ingresamos dinero en el banco o a los enfermos en los hospitales, pero jamás lo usamos para decir que alguién “entró” en algún sitio.

    – 《¿Vieron la casona vieja, […]》

    La palabra “Casona” no la he oído nunca en español, aunque se comprende que se refiere a una casa vieja, en ruinas.
    Probablemente yo hubiera usado “casucha”, que hace referencia a una casa pequeña, vieja y sucia.

    – 《[…] la que está atrás del parque, cerca del río?》

    La que está “detrás” del parque.

    – 《Yo caminaba por el frente […]》

    Yo caminaba “por delante”.

    – 《[…] cuando escuché un pedido de auxilio.》

    Cuando escuché “una llamada de socorro”.

    – 《[…] ella salió del living.》

    Ella salió del comedor.
    (En latino-américa se usan ciertos anglicismos que en España no se utilizan).

    – 《La mujer, luego de ese almuerzo tardío […]》

    La mujer, “después” de ese almuerzo tardío…

    – 《[…] por la avenida se acercaba un auto […]》

    En España un auto es un “coche”. Por tanto: “Se acercaba un coche”.

    – 《Tenés sucio el pantalón […]》

    ¡Ese “tenés” es más argentino que un tango!
    (Grandes personas. He conocido a muchos y aunque la mitad están re-locos, me parecen adorables).

    En España usamos: “Tienes” el pantalón sucio.

    – 《Por eso no vine al encuentro con ustedes》

    En España nos referimos a un encuentro de fútbol (para referirnos a un partido o match) o a un “encuentro íntimo”. También a veces, un “encuentro” es una reunión de personas en torno a un tema específico: Un encuentro gastronómico. Un encuentro de jubilados. Etc.

    Para vernos con los amigos en el bar jamás usamos “encuentro”. Más bien hablamos de “vernos” en el bar.

    ¡Menudo repaso!
    Estas diferencias no son incorrecciones, si no expresiones propias de cada tierra.

    ¡Ah! Hay una última muy importante:

    Para nosotros, los gusanos no tienen patas. Eso sería, al menos aquí, un cienpiés.

    (Yo me imagino a un gusano con sus patitas, calcetines blancos y cien botas marrones; un sombrero de copa y un bastón; y sacando la lengua por la frenética velocidad, de los nada despreciables quince pasos por segundo.)

    Un saludo.

    Escrito el 20 marzo 2019 a las 03:03
  10. 10. ortzaize dice:

    hola parecia un relato de misterio y lo he leido tranquila,
    la fantasia me ha gustado y como dicen algunos compañeros, quizas con mas tiempo y letras podras hacer un relato mucho mas creible. y el final hace que todo sea real. saludos.

    Escrito el 20 marzo 2019 a las 05:23
  11. 11. Ofelia Gómez dice:

    Hola Amadeo
    Me gustó leer tu relato, ya desde el título atrae la atención, es muy raro eso de haber sido gusano!

    Me parece que “El hombre se transformó en gusano cuando entró en la casa abandonada. Por eso salvó su vida y puede contar la historia.” Debería separarse del resto y luego entrar de lleno en la historia a partir de “Sus amigos…”

    No estoy segura, pero creo que las comillas que deberían ir dentro del relato ya encomillado con las españolas, deberían ser las inglesas: “¿Te caíste? Tenés sucio el pantalón a la altura de la rodilla derecha”. “Todo bien. No pasó nada”. O tal vez solucionarlo con un par de guiones largos. No soy muy hábil con el tema de los diálogos así que solo es una sugerencia, lo que sí sé es que no se deben usar los guiones cortos.

    Si bien el “señor convertido en gusano” me ha sacado una sonrisa, la historia en sí resulta de terror y misterio, si tuvieras más espacio podría tener un giro hacia la ciencia ficción y explorar en el tema de esas desapariciones de hombres y de la mujer holográfica cuya figura se va desvaneciendo en el dormitorio y luego, para más misterio, se escucha un ulular en el techo carcomido. Quién sabe qué cosa aún más rara ocurre allí.

    Me gustó lo de “señorita hermosa”, una expresión bastante común de los señores mayores en Argentina.

    Simplemente con la premisa de este mes sacas de la manga una historia extraña, atrapante y que nos deja pensando. Hasta los amigos del protagonista, tan afines al relato, dan la impresión de que nada ya les sorprende.

    Espero seguirte leyendo en la próxima. Felicitaciones!

    Escrito el 20 marzo 2019 a las 21:50
  12. 12. El chaval dice:

    Hola Amadeo
    Como dice algún compañero, una historia rocambolesca, pero es una historia.
    El que estés narrando en la forma de hablar en tu tierra, no lo encuentro tal mal, pero si te interesa publicar cuando tu creas, entones, o te corrigen para la venta en todos los paises de habla española, o no podrás editar.
    Hay que leer mucho, por ejemplo citando solo dos: a García Marquez o Vargas Llosa.
    Casona: Es una casa grande de montaña, regularmente al servicio de ganaderos,
    Bueno, Alex ya opinado sobre algunas plabras, pero poco a poco se llega a hacer mucho.
    Saludos y hasta la próxima (106)

    Escrito el 22 marzo 2019 a las 11:24
  13. 13. Josè maría dice:

    Hola Amadeo ,si que me costó seguir tu historia por los guiones y las terminaciones de varias palabras terminadas con la misma sílabas,por otro lado ya te han señalado algunas palabras que en españa no se usan ,algo que si escribes solo para ti o para tu país no tiene importancia pero debes pensar en mejorar el idioma cara a otros países. Respecto a tu historia personal mente la materia en la fantasía o la ciencia ficción, un saludo ,mi relato es el 65

    Escrito el 22 marzo 2019 a las 22:47
  14. 14. María Jesús dice:

    Hola Amadeo: curiosísimo relato el que has escrito ¿Porqué escogiste un gusano para la transformación del hombre? Si hubieses elegido un ratón, hubiese tenido más coherencia la trama, es mi humilde opinión.
    De todas formas es muy imaginativo y lo lees de un tirón. El final le da un peco de sentido a un argumento de por sí bastante inverosímil. Me ha gustado mucho.
    Saludos desde el 114.

    Escrito el 23 marzo 2019 a las 13:53
  15. 15. Laura dice:

    Hola Amadeo.
    Compartimos el país, por lo que no me parece que debas pasar al español estándard. Aunque nunca me he encontrado en la situación de intentar publicar algún texto mío, por lo que por ahí, te dejo tan sòlo mi opinión: no considero que sea malo conservar los regionalismos. Son lo que dan color a los textos muchas veces.

    Me ha matado la expresión de velocidad: quince pasos por segundo. Maravillosa.

    Mis saludos.
    Hasta la próxima propuesta.

    Escrito el 23 marzo 2019 a las 22:36

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