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La casa de los gritos - por IreneR

Web: https://irenerodriguez-escritora.blogspot.com/

El hombre se transformó en un enorme lobo cuando la luna llegó a su punto más álgido en el cielo. Aquella noche su resplandor era muy intenso, y la claridad entró con fuerza por las ventanas del viejo y abandonado caserón. Los gritos y lamentos de dolor del hombre se apagaron con un agónico suspiro en el mismo momento en el que la luz del astro alumbró su rostro.

Corría el rumor de que el edificio estaba encantado, pues durante las noches de luna llena, unos terribles aullidos salían del interior. Nadie sabía qué era lo que ocurría, ningún lugareño, por más valiente que fuese, se había atrevido a cruzar el umbral en esas noches. Durante el día, cuando el sol lucía, varios grupos de hombres se habían aventurado a entrar, y lo que allí encontraron les afianzó en la idea de que la casa estaba maldita. En las paredes había enormes marcas de arañazos, el suelo estaba cubierto de manchas de sangre, algunas de ellas aún frescas, y en el sótano quedaban los restos de lo que fueron unas gruesas cadenas de hierro anteriormente ancladas a la pared. No sabían qué o quién las sacó de su prisión, pero ninguno de ellos tenía ganas de encontrarse con el responsable.
Unos segundos después de que la luz de la luna entrase en el edificio, el tenso silencio que envolvía la casa fue roto por un fuerte aullido que puso los vellos de punta de todos los que lo oyeron.

El monstruo había despertado.

—¿Habéis escuchado eso? —preguntó Corvus con una mirada de pánico. Nadie le respondió, pero estaba claro que todos lo habían hecho.

Los cuatro chicos se quedaron clavados sin atreverse a avanzar ni un paso más. La puerta de entrada se encontraba a poco más de cinco metros, sin embargo, sus cara de terror decían que ninguno de ellos tenía la intención de acortar la distancia.

—Mi padre me matará cuando le diga que he perdido la pelota —se lamentó Volans con una voz pesarosa—. Me castigará lo que queda de año.

—Pero el campeonato es en tres semanas. ¡Tienes que jugar! Sin ti no podremos ganarles a esos malditos leones —dijo Leo con una voz suplicante.

Volans le dedicó una mirada de tristeza y se encogió de hombros. Se había llevado la pelota de beisbol de su padre sin su permiso, esa con la que ganó su primer y último campeonato hacía más de treinta años, y, para su mala suerte, se había colado dentro de la casa de los gritos, como todos en el pueblo la llamaban.

Miraron el enorme caserón que se alzaba delante de ellos, con el aullido aún resonando en sus oídos. Su aspecto era amenazador, y todos creyeron escuchar unos tenues quejidos salir del interior. De pronto, una fuerte racha de viento les azotó, la casa entera rugió, y los chicos se miraron aterrados.

—Si entramos… No sabemos dónde está la pelota… Tendremos que buscarla por todo el edificio… Puede estar en cualquier parte… —susurró Grus con un deje de pánico en su voz.

Le echaron una última mirada recelosa a la casa antes de girarse. Pero justo cuando iban a ponerse en marcha uno de ellos gritó.

—¡La veo! Está en ahí, en la planta baja. Justo delante de las escaleras —dijo Leo señalando con un dedo.

Los chicos miraron en esa dirección y vieron la pelota. Estaba debajo del primer escalón, a unos metros de distancia, casi al alcance de su mano. Si la conseguían, Volans se libraría de una tremenda reprimenda, y quizá, ese año ganarían el campeonato juvenil de béisbol. Solo había un pequeño impedimento: atreverse a cruzar el umbral.

—Tenemos que entrar —dijo Leo con más seguridad de la que sentía.

Los tres chicos le miraron con indecisión durante unos segundos. Ya no tenían excusa, sabían dónde estaba la pelota, la veían desde allí. Al final, asintieron con la cabeza, tragaron saliva con fuerza y se encaminaron a la entrada. Acortaron la distancia con pasos temblorosos, asustados, y con la sensación de que alguien vigilaba cada uno de sus movimientos.

Leo fue el primero en entrar, se acercó con sigilo a las escaleras y tomó la pelota. Sin embargo, cuando los otros tres chicos cruzaron el umbral, la pesada puerta de la entrada se cerró de un rápido y sonoro portazo.

Definitivamente, un largo castigo, una severa reprimenda y perder el campeonato juvenil contra los leones habría sido preferible a lo que les esperaba.

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17 comentarios

  1. 1. Jose Luis dice:

    Hola
    Interesante relato de suspense. No por esperado el final es menos efectivo. Me ha gustado la trama y la ambientación que le has imprimido, muy tétrico, gótico, con un aire de inevitabilidad; me explico, como si lo que fuera a pasar fuera inevitable y fuera el destino marcado. Sí, a veces los escritores podemos ser deliberadamente crueles hacia nuestros personajes, pero claro, si no lo hiciéramos, no habría conflicto ni interés alguno.
    Buen trabajo.
    Un saludo

    Escrito el 16 marzo 2019 a las 18:11
  2. 2. Ana Roda dice:

    Hola IreneR
    Me ha gustado mucho tu relato. Es muy fluido y te mantiene enganchado todo el tiempo.
    Enhorabuena.
    Si me quieres leer, estoy en el número 52

    Escrito el 16 marzo 2019 a las 18:54
  3. 3. Galia dice:

    Buenos días Irene: tu relato tiene la particularidad de tomar una leyenda ancestral y trsladarla a situaciones de la vida cotidiana. El final abierto deja lugar a que cada lector pueda aportar lo suyo.
    Nos seguimos leyendo.
    Saludos
    Galia

    Escrito el 17 marzo 2019 a las 16:01
  4. 4. Carmen Ramacciotti dice:

    Hola Irene.
    Enhorabuena por tu relato. Reflotas un mito y a pesar de ello, me he puesto tensa al leerlo.
    Muy bien logrado el suspense.
    Nos seguimos leyendo.
    Estoy en el 47

    Escrito el 18 marzo 2019 a las 02:09
  5. 5. PattyR84 dice:

    Hola IreneR,
    Me ha gustado bastante tu relato, muy bien presentado y con esa frase final que sentencia lo que presentía pero no quería que sucediera.
    Realmente te deja con ganas de saber más, no solo de esos cuatro amigos que se adentran en la casa sino del enorme lobo que les espera dentro.
    ¡Enhorabuena!

    Escrito el 18 marzo 2019 a las 09:47
  6. 6. Lunaclara dice:

    Pero Irene, ¿¡cómo se te ocurre terminar el relato ahí?!
    Me has dejado con la boca abierta y esperando la continuación.
    Muy bien escrito, tiene un ritmo tremendo, veloz, y engancha.
    Felicidades!!
    Y gracias por leer y comentar mi relato.

    Escrito el 20 marzo 2019 a las 18:48
  7. 7. El Apuntador Mudo dice:

    Hola IreneR aquí estoy para disfrutar de tu relato, y por supuesto devolverte la visita.

    Desde el punto de vista formal, tan solo he visto en “—¡La veo! Está en ahí, en la planta baja”, que se ha colado un “en”.

    Parto de la base, de que me ha gustado tu relato y lo he disfrutado. Un clásico en toda regla, y ambientado en época reciente.

    El escenario y la ambientación están muy conseguidos, y resultan muy veraces y convincentes.

    Sin embargo, creo que, el ritmo se ralentiza un poco en el desarrollo de la historia. Bajo mi humilde punto de vista, entiendo que haya que explicar el motivo por el que estén allí los niños, y la importancia de la pelota, pero en una situación como la que describes, me cuesta creerme alguna parte del diálogo, no todas por supuesto. Como por ejemplo: “—Pero el campeonato es en tres semanas. ¡Tienes que jugar! Sin ti no podremos ganarles a esos malditos leones —dijo Leo con una voz suplicante.”.

    Quizás echo en falta, que los diálogos transmitan un poco más de miedo, pánico, en las palabras de los personajes. El ambiente lo pide y los vellos de punta son el primer indicio.

    Pero todo esto es una apreciación muy personal, y al fin y al cabo lo que importa es la inteción que tenías al escribir el relato.

    El final me parece acertado, y deja abierta la puerta a la imaginación de los lectores.

    Me ha gustado tu relato

    Saludos, nos seguimos leyendo.

    Escrito el 20 marzo 2019 a las 20:14
  8. 8. M.L.Plaza dice:

    Hola IreneR.
    Gracias por leer mi texto y por tus comentarios que siempre son bienvenidos.
    Creía que te había comentado el relato hace días, cuando lo leí pero me debí despirtar; lo siento. Estuve buscando lo del punto álgido que ya he visto que la Academia lo acepta. Yo soy de la escuela del cénit.
    Desde la primera vez que lo leí el relato me encantó. Me hizo recordar los libros de aventuras que leía de pequeña, los de pandillas, y luego todos los de terror clásicos. Que no he leído muchos porque, si son buenos, a mí me dan pánico.
    La historia está muy bien escrita, la tensión muy bien graduada y el final, pobres chiquillos.
    Te comento cosas que he visto, ya sabes que solo es una opinión personal:
    En el párrafo que empieza Volans…y en el siguiente pones muchos se y sus muy cerca.
    todos creyeron escuchar unos tenues quejidos salir del interior, me parece una construcción un poco rara: todos creyeron escuchar como unos tenues quejidos salían del interior.
    Un poco más abajo:uno de ellos gritó.

    —¡La veo! Está en ahí, en la planta baja. Justo delante de las escaleras —dijo Leo señalando con un dedo.
    Leo gritó señalando con un dedo: —¡La veo! Está ahí, en la planta baja. Justo delante de las escaleras.
    ese año ganarían, ese año ganaran
    habría sido, hubiera sido
    El definitivamente de la última frase es lo que menos me gusta del relato. Me parece una injerencia excesiva del narrador.
    El relato es excelente, con ese sabor clásico que sigue dando tan buenos resultados.
    Ha sido un placer leerte.
    Saludos

    Escrito el 20 marzo 2019 a las 23:55
  9. 9. Leosinprisa dice:

    Hola IreneR, no por ser el final el esperado ha sido la lectura menos interesante. Me gustan las divagaciones de los personajes, el cebo de la pelota y la incertidumbre de que ocurrirá, aunque sea predecible. Tal vez me hubiera gustado algún giro en los acontecimientos que nos rompiera el esquema, pero tal como está es perfecto.

    No he visto nada que corregirte, salvo lo que ya han hecho anteriormente, por lo cual no tengo nada que comentarte en dicho aspecto.

    No me queda sino agradecerte tus comentarios en mi texto, sí, tengo un “príncipe azul” pero es un personaje roto (el problema es que no me daba espacio para introducir más cosas y debería haber cambiado toda la estructura). No obstante comprendo tu punto de vista y lo tendré en cuenta para una próxima vez. Ha sido un placer leerte. Un saludo.

    Escrito el 21 marzo 2019 a las 08:23
  10. 10. Labajos. dice:

    Hola IreneR:

    Te devuelvo tu atenta visita. Como a todos, me ha gustado la puesta en escena de este clásico de miedo…No tengo mucho que añadir, salvo: ¿Por qué entran los chavales en la casa? ¿no han visto películas de terror? ¡A quien se le ocurre!Es como cuando ves una película, sabes que de un momento a otro va a sonar ¡Chan! y pegas una salto en la butaca, algo inevitable.

    Un saludo, nos seguimos leyendo.

    Escrito el 21 marzo 2019 a las 12:46
  11. 11. Osvaldo Vela dice:

    Hola IreneR.

    Vaya que pintas un cuadro escalofriante por venir para esos niños que se atrevieron a recoger una pelota de béisbol.

    Un final que ya se dilucidaba y el cual algunos lectores no quisiéramos que sucediera. Haces bien en dejar la continuación abierta para que cada lector se otorgue el final deseado.

    La lectura es ágil, el escenario de suspenso imponente. y los diálogos propios y justos con la información.

    El ver una corrección tan detallada como la de M.L.Plaza, regalo que otorga en todas sus visitas, solo me resta reconocer su trabajo y a ti felicitarte por un relato que me gustó un chorro.

    Un abrazo y saludos.
    .

    Escrito el 21 marzo 2019 a las 17:30
  12. 12. isan dice:

    Hola IreneR:
    He estado leyendo la estupenda entrada de Anael y, entre otras cosas, hablaba de eliminar ruido y dentro de ese apartado las redundancias, las palabras innecesarias y las muletillas. Así que me sirves de banco de prueba. Ya lo siento, pero te ha tocado. Ya me dirás si me he pasado de puntilloso.
    “…terribles aullidos salían del interior.” Sobraría interior ya que es del único sitio de donde se sale.
    “…que puso los vellos de punta de todos los que lo oyeron.” Yo pondría que puso los pelos (vellos) de punta a quienes lo oyeron.
    “…sin atreverse a avanzar ni un paso más.” Sobraría “ni un paso más”.
    Otras cosillas para revisar.
    “…sus cara de terror decían. Poner CARAS (plural)
    “…malditos leones —dijo Leo…” No sé si esto es cacofonía, en cualquier caso yo habría buscado otro nombre en lugar de leones para que no coincidiera con quien, precisamente, se tenían que enfrentar.
    “Pero justo cuando iban a ponerse en marcha uno de ellos gritó.” Una coma después de marcha creo que le iría bien. Aunque creo que se podría eliminar toda la frase ya que inmediatamente se dice lo que Leo grita, por lo que en ese diálogo se podría cambiar dijo Leo por gritó Leo.
    En cuanto a la historia en sí hay como dos relatos distintos, la del hombre lobo y la de los niños que, para mi gusto, no terminan de estar enlazadas. Quizás se podría empezar la historia con la pelota que se mete en la casa, luego se cuenta lo de la luna y el lobo y se termina entrando los chicos.
    También creo que si se suprime el último párrafo y se termina con el portazo podría tener más fuerza el final.
    Bueno Irene, ha sido intrigante y a la vez divertido.
    Un saludo.

    Escrito el 21 marzo 2019 a las 22:36
  13. 13. Piquillín dice:

    Hola Irene R. Te devuelva tu visita a mi relato. Tu relato me gustó, tiene suspenso y muy buena ambientación. Sólo que no entendí por donde ven la pelota los chicos, no sé si la puerta estaba abierta o había un ventanal. El final me pareció muy sorprende. Todo el relato, me parece una muy buena introducción para un texto, más extenso. Yo lo continuaría. Felicitaciones!!!!

    Escrito el 22 marzo 2019 a las 23:12
  14. Hola Irene, ¿quién puede resistirse a un buen cuento de terror?

    Aunque la primera parte es ¡fantástica!, en todo el sentido de su acepción, me gusta más la segunda parte, la de la pandilla de niños, en la que se relata el miedo desde el punto de vista de ellos. La sensación de miedo es así, tal como la describes, y también el atrevimiento, a pesar de los temores. Tal cual.

    Por si te sirve de ayuda, te comento que cuando escribes: “Durante el día, cuando el sol lucía…”, quitaría lo del sol, daría igual que fuera una mañana nublada, no aporta nada que brille el sol, o que esté nublado.

    El final me ha gustado, mucho, aunque estoy de acuerdo con algún compañero que comenta que si lo terminara con el sonoro portazo tendría un efecto mayor.

    Un buen trabajo Irene. Hasta pronto y a seguir escribiendo que lo haces muy bien.

    Escrito el 23 marzo 2019 a las 21:20
  15. 15. IreneR dice:

    Muchas gracias a todos por vuestros comentarios y apreciaciones. Los tendré en cuenta para la versión que me quede.

    ¡Un saludo!

    Escrito el 24 marzo 2019 a las 10:53
  16. 16. Beba dice:

    ¡Hola. Irene! Disculpas por la demora en devolverte la visita, Muy buena tu historia, y bien hilada. Has logrado una versión dinámica de muchos cuentos tradicionales. Me gustó mucho.

    Escrito el 28 marzo 2019 a las 03:23
  17. 17. Laura dice:

    Hola Irene.
    Me gusta la dualidad que tiene los niños entre el miedo y la necesidad de rescatar la pelota. Me llevaste a una película de una casa maldita.
    Coincido con la necesidad de un cambio de nombre del niño y del otro equipo, coinciden innecesariamente, y la cuestión del diálogo.
    Muy buen final.

    Mis saludos.
    Hasta la próxima propuesta.

    Escrito el 29 marzo 2019 a las 11:48

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