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Vívida Pasión - por Wanda Reyes

Web: http://unrincondelalmablog.wordpress,com

El hombre se transformó en lo que ella deseaba.

Mientras se veía al espejo, Mauro recordaba la sonrisa de Helena aquel día, deleitado con la canción que sonaba en la radio, “Yes Sir, I can Boogie” de Baccara.

Cortaba su larga barba con lentos movimientos tratando de hacer el trabajo en una sola pasada.

Hoy será el día que todo va a cambiar para ambos. Un hilo de sangre le empezó a correr por el cuello despertándolo del trance en que se encontraba.

Se colocó el saco café y acomodó la corbata. Tal era el cambio, que ni él mismo reconocía aquel hombre.

Lucía más joven sin la barba. El corte de pelo que se había hecho ayer, después de que atendieran a Helena, lo hacía ver como alguien con un futuro por delante.

Guardaba aún el mechón de pelo rubio que había levantado del piso. Sonrió al imaginar su cara cuando se lo mostrara. Tenía que comprender que esta vez iba en serio, que se comprometería a hacer lo que ella más deseaba.

—Mamá regresó más tarde— dijo, azotando la puerta al salir. A la distancia se podían oír los gritos incoherentes de una anciana.

Se subió a su Chevrolet Malibú ´77 color azul. Revisó que no se
olvidara de nada, encendió el auto y se dirigió a la casa de Helena.

—Todo va a salir bien mi amor—, susurraba y repasaba en su mente todo lo que le diría aquel día.

No pasa un día sin que mi mente no reviva tantos recuerdos. Todas esas veces que nos besamos en el parque tras los árboles donde nadie podía vernos. Cómo mirábamos a los niños fantaseando sobre cuál de ellos podría ser nuestro hijo.

Las innumerables veces que me dijiste que me amabas después de acariciarnos en mi cuarto. Tus susurros y lágrimas que corrían por esas tiernas mejillas, pidiéndome que te salve de esa vida que ya no quieres.

Tu piel tan suave y tu aroma me persiguen a donde vaya.

No puedo dejar de pensar en todas aquellas veces donde me suplicaste te tomara, pero me contuve. No lo haré más, hoy será el día en el que te lleve conmigo, ya no seré un testigo silencioso de tu calvario.

Tu esposo no te merece, no es el hombre que necesitas a tu lado.

Hoy será el día en que escucharemos juntos todas esas melodías. Aquellas que, con solo oírlas, nos recuerdan esos besos apasionados que dejaban nuestros labios sensibles, tu respiración agitada y el sabor a sal de tus lágrimas por días en
mi boca.

Recuerdo el día que te conocí. Como olvidarlo. Solo, perdido y
mojado por la lluvia. Pusiste tus manos en mis hombros y me preguntaste con tu dulce voz, esa voz que como un choque de electricidad revivió mi alma, que si estaba bien.

No pude decir nada, no podía entender cómo no te había visto antes. Recuerdo cómo después de ese día transformaste aquel hombre quebrantado en lo que soy hoy.

No volveré a verte desde afuera. Ese hombre que dices llamar tu esposo, que te hace llorar todas las noches, no te tendrá más.

“Wonderful tonight” de Eric Clapton sonaba en la radio mientras Mauro que se encontraba perdido en sus reflexiones, finalmente llegó a su destino.

Ahí estaba ella, con su pelo rizado sujeto en una media cola. Un vestido floreado que mostraba apenas sus rodillas, su tez rosada por los rayos del sol.

<<Pronto estaré allí contigo ayudándote a mantener tu jardín tal y como a ti te gusta. >>

Se bajó del auto y extrajo de la parte trasera, una caja. Cruzó la calle y se acercó a donde estaba Helena. Esta se levantó sacudiéndose las rodillas y quitándose los guantes de jardinería.

—Buenos días señorita, mi nombre es Mauro Estrada y vengo ofrecerle una demostración de nuestras nuevas aspiradoras. ¿Puedo pasar?

Ahí estaba esa sonrisa que añoraba ver desde hace tanto tiempo. Mi corazón se aceleró ante el miedo de que me rechazaras.

—Claro que sí. Mi nombre es Helena García. Pasa. ¿Me pareces conocido?— dijo, mientras caminaba hacia la casa.

Mauro sonrió caminando hacia la casa. Al cerrar la puerta tras él, se le escuchó decir:

—No, nunca nos habíamos conocido.

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4 comentarios

  1. 1. Jose Luis dice:

    Hola Wanda
    Me toca hacer un comentario a tu texto
    Para ser sincero y hacer una crítica constructiva, a este relato le falta mucho trabajo. He notado saltos temporales por el cambio en los tiempo verbales, por ejemplo. He notado cierta falta de coherencia en general e incluso errores gramaticales. Hay muchos párrafos separados entre sí que se podrían haber unido en uno solo. A veces se mezclan los pensamientos del personaje con la acción del cuento, sin que quede debidamente separado, haciendo un poco de lío al lector.
    Bueno, espero haberte servido de ayuda. Recuerda que todo lo anterior es solamente mi opinión personal.
    Un saludo

    Escrito el 16 marzo 2019 a las 18:39
  2. 2. JaimeM dice:

    Hola, Wanda Reyes:

    Tu relato me ha parecido interesante. Me gusta el giro final, que le da un aire siniestro al cuento (¿es una historia romántica o de terror?). Creo que esa ambigüedad le da especial impacto al relato.

    Coincido con el comentario anterior en que se podrían pulir algunas cosas y que en algunos momentos puede resultar un poco confuso. Por ejemplo, cuando escribes: “Mamá regresó más tarde”. Entiendo que quieres decir “Mamá, regreso más tarde” y no que su madre volvió más tarde. Y es verdad que hay algunos saltos de párrafo que parecen un poco arbitrarios, pero en general no me costó leerlo.

    Nos leemos, ¡un saludo!

    Escrito el 17 marzo 2019 a las 12:05
  3. 3. Wanda Reyes dice:

    Hola Jaime y José
    Gracias por sus comentarios. Si reconozco el fallo en el acento en regresó en vez de regreso, lo corregiré. En cuanto a los saltos de párrafo creo que fue al momento de pegar el relato que parece se pegó mal. Siento mucho esto pero no fue intencional.No se que pudo haber pasado ya que es la primera vez que me sucede esto.
    Saludos.

    Escrito el 17 marzo 2019 a las 16:06
  4. 4. M.L.Plaza dice:

    Hola Wanda.
    Gracias por pasarte por mi texto y tus amables comentarios.
    Tu relato me parece una mirada interesante sobre los triángulos amorosos, que no parece que vaya a acabar bien para Mauro. Helena estaba muy tranquila y feliz en su jardín.
    Como te han dicho los compañeros en el relato se confunden los tiempos verbales, y a mí por momentos me ha resultado confuso saber quién estaba hablando: el narrador o Mauro. El monólogo lo agruparía en un párrafo.
    Me ha parecido encontrar una contradicción: por un lado dices que ayer se cortó el pelo, después de Helena,y casi al final del relato:”Ahí estaba esa sonrisa que añoraba ver desde hace tanto tiempo”.
    Lo de la demostración de aspiradoras me ha parecido muy oportuno.
    Saludos

    Escrito el 19 marzo 2019 a las 21:45

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