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Erika la drogadicta - por erodosaine

Web: https://erodosaine.blogspot.com/

El autor/a de este texto es menor de edad

El hombre se transformó en un niño.

Al principio, Erika creyó que simplemente seguía drogada. La semana pasada había entrado un dragón por la ventana, y antes de eso se había pasado la noche hablando con su madre, que vivía en Salta.

Despacio, los límites del cuerpo del niño se desdibujaron, volviéndose una silueta borrosa y blanca, que creció levemente, y luego comenzó a tomar forma otra vez, transformándose en una mujer.

La ropa, lo único que no había cambiado en ningún momento, le colgaba holgada en su seductora figura. La chica miraba sus manos, como si no creyera lo que acababa de hacer, y Erika tampoco.

Definitivamente estaba drogada, es decir, siempre lo estaba. Si no había ni una gota de sustancia en su cuerpo comenzaba a temblar, a agitarse y tener pesadillas y a revolverse en el deseo de arrancar su propia piel.

No parecía una alucinación, pero sus neuronas ya debían de estar tan quemadas que todo era posible. Así que cuando la extraña advirtió su presencia, no estaba tan aterrada como debería haber estado.

Es más, por la forma como la miraba, con los ojos bien abiertos y la boca colgando, la otra parecía ser la más nerviosa de las dos. Volvió a transformarse a su forma original, el hombre que había entrado hace unos minutos corriendo desesperado. –¿Quién eres? – le preguntó.

–Una drogadicta, – respondió, y él se calmó notablemente. Luego, pareció incómodo, como si se arrepintiera de haberse aliviado por eso.

–¿Eres un…–

–Soy común y corriente, lo juro, – se apresuró a responder sin dejarla terminar. –No soy un fenómeno ni nada.

Superhéroe, iba a decir ella.

–Sí, te ves normal, – asintió, sin saber qué más decir.

–Lo soy, – afirmó el chico. –Completamente normal.

–¿Vives aquí? – preguntó él, cambiando de tema. Ella se encogió de hombros. –¿Puedo quedarme? Hay… unos tipos, tipos raros de traje buscándome en todos lados. Creo que es porque yo…, me buscan, y necesito donde esconderme.

–No es como si fuera mío. – dijo ella mirando alrededor suyo, al suelo lleno de escombros, basura, y agujas vacías.

Ya casi ni le quedaba nada…

–Gracias, – dijo. Erika ya no estaba prestandole atención.

–Sabes, – continuó con una sonrisa, –es la primera vez que alguien me ve transformarme y reacciona tan tranquilamente.

–Pues, no es la primera vez que veo algo así.

Se abalanzó hacia ella, pateando una jeringa vacía que tintineó contra el piso mientras se alejaba. – ¿En serio?

–Puedes ver toda clase de cosas con esto, – dijo Erika, mirando la jeringa girar cada vez más despacio.

Esa noche, soñó con su hermanito.

Lo vio, corriendo hacia la montaña, alejándose para no volver a verlo nunca más, en a oscura noche iluminada por las millones de estrellas, invisibles en la ciudad. Se acordó de las luces del campo, juntando mosquitos y la luz que rodeaba a su hermano, como él se quejaba que los bichos lo perseguían, y a su madre diciéndole que se deje de jugar con esas cosas.

Y lo vio corriendo, con la luz haciéndolo fácil de encontrar.
Brillando, así lo encontraron, su hermanito siempre brillaba.
Cuando se despertó, la piel le temblaba, y estaba llorando, sintiéndose igual al día después de probar por primera vez

Ella no tenía ningún hermano.

Ese día también, había visto cosas que no eran, y se había sentido como si viviera una mentira. Su madre la trató de loca cuando preguntó por Marco, y él no aparecía en ninguna foto.

Todos la trataron de loca, y así se sintió ella. Erika, la drogadicta.

Miró frente suyo, donde ayer soñó con un hombre que tenía poderes mágicos. No había nadie, ni nada, más que el olor a basura y orín, y ese olor dulzón de la droga en el fondo.

Ella estaba igual que todos los días, flaca y sucia, llena de magulladuras, con el pelo grasoso e inflado, temblando ligeramente y pensando en consumir. ¿Hace cuánto que no consumía?

Ya no tenía plata, e iban a dejar de fiarle…

Quiso levantarme, a mendigar, o quizás robar, a ver si conseguía para comprarse un poco, pero no podía dejar de ver un punto frente suyo. El polvo había desaparecido en un lugar, como si alguien se hubiera apoyado allí y llenado su ropa de suciedad, y casi parecía una figura humana, acostada de costado.

Como si alguien hubiera estado allí.

Pero esto desapareció de su mente rápidamente. ¿Hace cuánto que no consumía?

Dios, necesitaba consumir.

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5 comentarios

  1. 1. Jose Maria Moreno Pelayo dice:

    buen relato sobre el caos del mundo de las drogas

    Escrito el 16 marzo 2019 a las 19:09
  2. 2. Víctor Alverdi dice:

    Erodosaine. Me gusta tu relato y describes la escena muy bien. Me parece que tienes algunos problemas en los diálogos, me costó saber quién decía qué. Pero fuera de eso creo que capturaste muy bien la desesperación de la protagonista por consumir y dejas al aire si el hombre era real o no. Saludos.

    Escrito el 21 marzo 2019 a las 12:34
  3. 3. Rachel Moonlight dice:

    Hola Erodosaine,
    Enhorabuena por tu relato, de verdad. Me ha gustado cómo expresas la realidad y la ficción, todo tan mezclado que no sabes cuál es la verdadera.
    Solo tres detalles pequeños.
    Estoy de acuerdo con Víctor con los diálogos, ya que a veces confunden al lector de quién habla.
    Te falta el final del signo de interrogación cuando has puesto: “–¿Eres un…–”
    Y si el relato está en tercera persona, entonces en vez de “levantarme” sería levantarse.
    Son detalles sin importancia que espero que no hayan molestado, porque tu texto está muy bien.
    Un saludo de tu vecina 63

    Escrito el 21 marzo 2019 a las 21:49
  4. 4. kirjanik Maya dice:

    Hola, Erodosaine.

    Buen relato, coincido con Víctor, al inicio marcas muy bien los diálogos pero como a mitad de relato, se pierde la identificación de los personajes, talvez debido al hecho de la transformación de la entidad que ve o percibe Erika (ficticia o no).
    Al inicio llevas un ritmo muy bueno en el relato pero al final pierde fuerza, esa es la sensación que me dió.
    Pero vale la recalcarlo bueno y en definitiva es un buen relato, haces buenos diálogos, describes muy bien, te aconsejo que trabajes más la intensidad al finalizar.

    Saludos y estaré atento para ubicarte en el próximo taller.

    Escrito el 21 marzo 2019 a las 21:51
  5. 5. Jonatan dice:

    Hola
    Tu relato me ha gustado, está bien contado. El único problema que tuve fue entender ls relació que exite entre el hombre transformado y Erika.

    Escrito el 8 abril 2019 a las 13:17

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