Cookie MonsterEsta web utiliza cookies. Si sigues navegando, entendemos que aceptas las condiciones de uso.

Do you speak english?

¿If you prefer, you can visit the Literautas site in english?

Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

<< Volver a la lista de textos

ANESTESIA - por Carlos Alberto Bártolo

LITERAUTAS
TITULO: " ANESTESIA "
Trabajo para el 15/03/19 de Carlos Alberto Bártolo ( cab-bags@hotmail.com.ar)
CONSIGNA empezar con “ el hombre se transformó en…”
RETO OPCIONAL el relato transcurre en el interior de un edificio abandonado

El hombre se transformó en un animal amarrado. Las sogas lo sostenían de una viga por debajo de los brazos con las manos inmovilizadas y pendía del techo con sus pies rozando el piso, pero sin apoyarlos.

La soga se iba enterrando en sus axilas y el dolor era insoportable. Quería gritar pero la cinta ancha que cubría su boca se lo impedía. Paseó su mirada por el cuarto para tratar de encontrar alguna alternativa de escape. Una mesa y una silla a su derecha. La silla parecía ocupada por la sombra de una persona. Un armario que parecía vacío a su izquierda. Al costado un cuadro con letras ilegibles. El resto estaba en penumbras.

Las ventanas parecían tapiadas con tablones de madera vieja, cruzadas por listones clavados a los marcos.

Había perdido la noción del tiempo. No acertaba a calcular desde cuando estaba en ese cuarto. Como tenía las manos atadas a la espalda alcanzó a tocarse la yema del índice derecho y le dolía aun un corte que se había hecho el lunes al afeitarse. Recordaba que después había salido de su casa y que en el camino fue asaltado por la espalda y le habían colocado un paño con algún anestésico sobre la boca mientras lo sujetaban con firmeza

Por lo tanto hoy sería lunes por la noche o martes, ya que el corte no había cicatrizado.

Nadie había hablado con él ni le habían pedido algún contacto para exigir un rescate. Por otra parte él no era un candidato interesante para ser secuestrado. No estaba en bancarrota pero estaba cercano a ella.

Todo estaba en silencio. En el centro del ambiente una lamparita mostraba sus lánguidos filamentos naranja. Eso era todo.
Miró hacia el techo y pudo ver que la soga que lo sujetaba, pasaba por encima de una viga de madera que mostraba un tajo en el medio.

Se preguntaba si, presionando hacia el piso no lograría terminar por romperla. Abrió las piernas y empezó a balancearse hacia adelante y atrás para ir tomando envión. Ahora el arco del movimiento era más amplio y comenzó a escuchar el crujido de la madera. El tajo se iba agrandando.

Eso lo entusiasmó y le dio coraje para aumentar el balanceo que ya se había transformado en un amplio semicírculo. El ruido de la rotura de la madera era más intenso, hasta que finalmente se oyó ese crujido tan deseado. La viga se rompió y él cayó al piso. No sabía si tenía algún hueso roto pero estaba contento. Cerró los ojos, jadeando.

Fue allí que escucho la voz de una persona que conversaba con otra en la misma habitación. Abrió los ojos y un reflector circular lo encandiló. Sacudió la cabeza como si la luz lo hubiera mojado. Fue en ese momento que la voz se dirigió a él diciéndole

– Bueno Antonio.- finalmente hemos terminado la operación para extraerle los molares. Menudo golpe se había dado. Estaban deshechos, pero ahora ya está todo bien. Tuve que suministrarle más anestesia que la habitual. !!! Voy a dejar anotado en su historia clínica que la que hemos utilizado resultó de un efecto intranquilizante y muy potente para usted, aun cuando ya la habíamos aplicado en una intervención anterior.
– Afortunadamente mi asistente pudo ayudarme a mantenerlo en el sillón sujetándolo por los brazos, porque, pese a la anestesia, parecía que usted quería balancearse como en un columpio.
– Ahora solo tiene que esperar un rato con los ojos cerrados hasta que se recupere y luego podrá bajarse del sillón.
– Déjeme sacarle la mordaza de latex que le puse sobre la boca para mostrar solamente el campo operatorio
– Tranquilo…
– Descanse…

¿Te ha gustado esta entrada? Recibe en tu correo los nuevos comentarios que se publiquen.

9 comentarios

  1. 1. Lucy J.S dice:

    Carlos, muy interesante tu relato. La descripción de la situación del hombre genera una buena ambientación,donde no se entiende lo que pasa hasta que llega el final, que me dejó muy sorprendida, no me lo esperaba. Sigue así, saludos!!

    Escrito el 16 marzo 2019 a las 19:50
  2. 2. Pepelu Martín dice:

    Hola:
    Como relato, su desarrollo está bien conseguido y conduce al lector a comprender la situación física del personaje… La pregunta que me hago, es… ¿Con qué objeto le asaltan? ¿Es para hacer un trasplante de molares a otro?…¿Es una pesadilla?… ¡Bien! Debe ser un sueño, pues el lugar del odontólogo… (Las ventanas parecían tapiadas con tablones de madera vieja, cruzadas por listones)… no es creíble o en todo caso pueden coincidir con clínicas dentales “hundidas” por estafas últimamente (es broma).
    Sabemos que interesa mostrar situaciones, más que describirlas, pero algún detalle añadido, al lector le viene bien.
    Continuará…
    Un saludo.

    Escrito el 17 marzo 2019 a las 18:02
  3. 3. M.L.Plaza dice:

    Hola Carlos Alberto.
    Me ha hecho gracia leer tu relato porque yo le tengo pánico a los dentistas, y el caso es que siempre me han tratado estupendamente.
    El texto es muy original y se lee de un tirón porque mantiene al lector en ascuas. Tal vez el final es excesivamente explicativo.
    Estoy de acuerdo con Pepelu en que lo del asalto no queda nada claro.
    Has repetido la palabra parecían tres veces entre el segundo y tercer párrafo. Al final creo que sobran rayas de diálogo porque me ha parecido que solo habla la dentista.
    Me ha gustado leerte,
    saludos

    Escrito el 17 marzo 2019 a las 21:08
  4. 4. AnaRosa dice:

    Hola, Carlos Alberto.
    Me atrapó desde el primer momento hasta el final. Dos realidades encontradas: una irreal y la otra real. Las integra de manera formidable hasta que al final el lector descubre lo sucedido. Se siente el dinamismo que proyectan las palabras y éstas fluyen cual río caudaloso arrastrándote sin poder asirte a algo. Pero, vas feliz junto al relato.

    ¡Felicitaciones!
    Cordialmente
    Ana Rosa

    Escrito el 18 marzo 2019 a las 15:34
  5. 5. Carla Daniela dice:

    Hola Carlos Alberto!
    Me dio mucha gracia tu relato, es verdad que a veces, la anestesia “pega mal” y nos hace delirar. Yo misma he dicho tonterías al salir de una operación.
    Me parece que el relato esta muy bien hecho, muy atrapante, uno no puede parar de leer para saber que querían de ese pobre señor. Particularmente, me gustan mucho los cuentos que mezclan realidades distintas/paralelas.
    Saludos y nos leemos!

    Escrito el 18 marzo 2019 a las 23:44
  6. 6. Víctor Alverdi dice:

    Qué buen relato Carlos. El final fue completamente inesperado. Hubiera imaginado cualquier cosa menos eso. Excelente recurso. Saludos.

    Escrito el 21 marzo 2019 a las 11:57
  7. 7. Wanda dice:

    Hola Carlos, disculpa me tardara tanto en pasar por tu relato. Lo he disfrutado mucho. Esta muy bien escrito, y el final es bastante original e inesperado. Inicialmente pense que era alguna especie de experimento que lo habia convertido en un hombre lobo. Saludos y espero te des una pasadita por el mio que es el 91.

    Escrito el 25 marzo 2019 a las 19:02
  8. 8. Beba dice:

    Hola, Carlos : mis felicitaciones por un relato inteligente lleno de tensión y humor, y bien escrito.

    Escrito el 26 marzo 2019 a las 03:40
  9. 9. María Jesús dice:

    Hola Carlos: Curioso e interesante relato el tuyo. Has hecho muy bien la descripción del hombre retenido y amordazado, mientras lo leía esperaba que en cualquier momento acabaran con el pobre desgraciado. Pero el giro inesperado del dentista me ha hecho sonreír. Esta muy logrado.
    Saludos desde el 114.

    Escrito el 29 marzo 2019 a las 19:26

Deja un comentario:

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.