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Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

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trece años y trece dias - por Toñi Avila (Vibe)

El hombre se transformó en un cactus.

ÚLTIMA TARDE DEL CUARTO MES DE 2087

Trece días después de su despido, Chester encontró el local perfecto. Solitario, aislado y soleado. Siete mil quinientos metros cuadrados de cristaleras que conseguían darle un brillo espectacular por el reflejo de la luz al traspasarlas.
Su situación estratégica y su buena comunicación le daba un punto extra y lo mejor de todo, vacío y abandonado.
Al anochecer estaba instalado con los enseres y comestibles imprescindibles. Atrincherado en su interior, dispuesto a transformar aquel lugar en un jardín botánico donde hacer sus experimentos.

El laboratorio donde trabajaba había prescindido de sus servicios porque no se adaptaba a lo que necesitaban. Sus investigaciones se centraban en crear un planeta artificial con plantas y atmósfera donde trasladar a la mitad de la humanidad llegado el momento.
El planeta estaba demasiado contaminado, su población sucumbía engullida por sí misma. No quedaba mucho tiempo, en pocos años la Tierra desaparecería en su propia nube negra.
Chester quería dotar de consciencia a las plantas porque le gustaban como compañeras más que los humanos. Soñaba con tenerlas como amigas, por lo cual su jefe le tachó de científico loco.

PRIMERA MAÑANA DEL SEGUNDO MES DE 2099

El sol le cogió por sorpresa. Quería haberse levantado temprano pero se había quedado frito. El cansancio y la falta de sueño hacían mella en su cuerpo menudo.
Al abrir las pestañas, el impacto de la luz solar le hizo cerrarlas otra vez, como si le hiciese daño.
El efecto lupa llevaba una hora incidiendo sobre sus ojos y aunque notaba su calorcillo, no le molestaba. Cada día le gustaba más la soledad en la que vivía, se sentía cómodo entre tanta paz y silencio.
Todo iba " viento en popa a toda vela". Presentía que la recompensa estaba cerca.
Cada vez estaba más contento con los pequeños avances de los últimos trece años.
En sus ojos brillaba una alegría inconmensurable, contemplando como sus compañeras se transformaban poco a poco, adquiriendo habilidades humanas con cada nueva combinación genética que les inyectaba.
Comprobaba los cambios en ellas; asentían con su tallo, tenían escalofríos, sudaban…
Al mismo tiempo, esnifaba una dosis de clorofila directa a su cerebro, forzando en su cuerpo la fotosíntesis vegetal, pues intentaba conectar al máximo con sus cobayas.

Se imaginaba conviviendo con sus creaciones y se emocionaba, a pesar de que todavía no hablaban, ni sus raíces se habían convertido en piernas, ni en su tallo guía se había desarrollado el cerebro, ni el pensamiento.

Un mes más tarde consiguió que el cactus se comunicara. Se sentía completamente eufórico y realizado. Aunque no utilizaban palabras, ambos se mandaban y recibían pensamientos telepáticos. Era algo increíble.

ÚLTIMA NOCHE DEL CUARTO MES DE 2099

A las tres y cuarto de la madrugada dió con la combinación genética que le faltaba.
A pesar del sueño se le abrieron un enorme par de pupilas.
Corrió con la jeringuilla en la mano hasta su planta preferida, la inyectó, y esperó que sacará los pies del tiesto y andara, como el milagro de Jesús:" Lázaro, levántate y anda".
El cactus no andó como un humano, pero el tiesto flotaba en el aire como la alfombra de Aladín.
Con otro jeringazo comprobó que las plantas que estaban en la jardinera hacían flotar sus raíces despegándose del suelo.

Buscó el portátil, se conectó y mandó los códigos genéticos completos a la computadora central de su antiguo laboratorio para demostrar que lo había logrado, que no los necesitaba para nada, quería que lo tomasen en serio, sentirse importante y no como un pobre loco tarado.

Algún gen tuvo que mutar al hackear el ordenador central porque nada más desbloquearlo se sintió raro.
Su mente exclamó:” ¡No es posible! ¿Qué ha pasado? ¿Qué soy, un puto y redondo cactus piedra? ”
Su consciencia se quedó atrapada dentro, junto a su voz. Encarceladas para la eternidad, sin poder hablar.
¿Quién adivinaría que tenía el alma latente, dormida en su interior?

Lo que Chester no sabía era que al mismo tiempo las demás mentes humanas se fusionaron con diferentes plantas. Había llegado una nueva era para el planeta Tierra.
¿Cómo evolucionaría ahora la mente humana dentro de la mente vegetal?
¿Se compenetrarían?

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9 comentarios

  1. 1. John Doe dice:

    Hola. Buen relato, bien narrado, con dosis de comedia que el lector disfruta.

    Escrito el 16 marzo 2019 a las 22:40
  2. 2. Amadeo dice:

    Toñi:
    Muy buena idea fantástica. Bien relatada la simbiosis.
    hombre-planta.

    Dices: Su situación estratégica… . Creo que en realidad sería: Su ubicación estratégica…
    Dices: El cactus no andó como un humano…, Creo que debería decir: El cactus no anduvo como un humano…,
    No me gusta el indicar el paso del tiempo con mayúsculas: distrae.
    Son opiniones como lector

    NOTA: Tengo escrito un cuento infantil titulado: El árbol que camina (No le gustaba la luz solar)

    Estoy en el 2 por si quieres leerlo y comentar
    Cordiales saludos
    Amadeo

    Escrito el 17 marzo 2019 a las 11:20
  3. 3. Miguel Castelló dice:

    Hola Toñi,
    Muy buen relato, esperemos no llegar a convertirnos en plantas.
    En i opinión le cambiaría el título para no dar tantas pistas. Lo haría más interesante. Pero es una opinión. No quiero que te enfades y me transformes en cactus.
    Buen trabajo, nos leemos, estoy en el 18.

    Escrito el 18 marzo 2019 a las 10:01
  4. 4. HUGO dice:

    Hola Toñi Avila:

    Gracias por haber comentado mi texto. Tu relato fantástico también me gustó, está bien contado.

    Tenemos un narrador externo que cuenta todo desde el punto de vista del personaje, en tiempo pasado. Utilizando bien los matices que el sistema del pretérito permite a través de los distintos tiempos verbales del pasado. Se hace patente el efecto de omnisciencia.

    Creo que la trama es el desarrollo cronológico del argumento, donde el tiempo parecería tener una importancia especial. Desde el título (por lo que dice Miguel Castelló da demasiadas pistas que yo no logro ver. Si me estoy perdiendo de algo me gustaría que por favor me lo expliquen) trece años y trece días (trece días es el lapso entre que lo despiden y se instala en el vivero/laboratorio), luego divides el relato en tres partes con fechas marcadas con los títulos: ÚLTIMA TARDE DEL CUARTO MES DE 2087; PRIMERA MAÑANA DEL SEGUNDO MES DE 2099 y ÚLTIMA NOCHE DEL CUARTO MES DE 2099. Lo que me desorienta es que entre 2087 y 2099 transcurren 12 años. Me estaría faltando uno para coincidir con el título.

    Siento que el juego que haces con las fechas distrae al lector del tema principal. Además es una forma algo forzada y poco convencional de marcar el tiempo, no es que esté mal pero me parece que si pones última tarde, primera mañana, etc, no tendrías que poner horas porque se presta a confusión. Por ejemplo: ÚLTIMA NOCHE DEL CUARTO MES DE 2099. “A las tres y cuarto de la madrugada…” Si es las tres y cuarto dela madrugada ¿no tendría que ser PRIMERA MADRUGADA DEL QUINTO MES DE 2099? porque el cuarto mes terminó a las doce de la noche.

    El cuento futurista está bueno pero este recurso de marcar el tiempo con tanta insistencia no lo veo bien. Distrae.

    A continuación pongo a tu consideración algunas sugerencias. Entre paréntesis marco lo que creo que habría que quitar y entre corchetes lo que habría que agregar:

    “Soñaba con tenerlas como amigas, por lo cual su jefe (le tachó) [lo había tachado] de científico loco.

    “Todo iba ” viento en popa a toda vela”.” Creo que es un lugar común que deberías evitar.

    “…sus compañeras se transformaban poco a poco, adquiriendo (habilidades) [características] humanas…” Tener escalofríos y sudar no serían habilidades, tendrías que buscar otra palabra.

    “Al mismo tiempo, “esnifaba” una dosis de clorofila…” Esnifar : del inglés “sniff “aspirar por la nariz. Creo que debería ir entre comillas por derivar de una palabra de otro idioma.

    “Aunque no utilizaban palabras, ambos se mandaban y recibían pensamientos telepáticos. (Era algo increíble.)” Poner que era “algo increíble” le quita verosimilitud al relato. Al ser un relato fantástico se establece un pacto con el lector donde lo fantástico se toma como real. Si en el acto de la lectura, de pronto me encuentro con que el narrador me dice que lo que estaba sucediendo era algo increíble, el pacto podría romperse.

    “…y esperó que (sacará) [sacara] los pies del tiesto y (andara) [anduviera], como el milagro de Jesús…”

    “Algún gen (tuvo que mutar) [debió haber mutado o tuvo que haber mutado] al hackear el ordenador central…”

    “(Su mente exclamó) [Pensó]:” ¡No es posible! ¿Qué ha pasado?…”

    “Había llegado una nueva era para el planeta Tierra.” Este me parece un buen final para tu cuento, las preguntas que siguen, u otras, deberías dejarlas a criterio del lector, cada uno se hará sus propios interrogantes según como le haya impactado la historia.

    Espero que mis comentarios te sean de útiles. Me alegra mucho haberte leído. Lo disfruté.

    Hugo

    Escrito el 19 marzo 2019 a las 02:36
  5. 5. M.L.Plaza dice:

    Hola Toñi.
    Has escrito un relato muy original y entretenido, que va avanzando entre sorpresas hasta un final que, personalmente, veo muy problemático. Al final dices que la fusión de mentes es un fenómeno universal. Ahí hay una historia más importante que la de Chester,estás hablando de algo que le ha pasado a toda la humanidad. Yo no me complicaría y acabaría el relato cuando se vuelve cactus. Que por otro lado dices que queda atrapada la conciencia en un cactus por toda la eternidad. Me parece un poco exagerado, los cactus son mortales aunque ni idea de cuánto viven. De todas maneras, si los cactus tienen telepatía no va a estar tan incomunicado aunque no tengo muy claro de qué hablan.
    Me ha llamado la atención lo de abrir y cerrar las pestañas.No lo había oído ni leído nunca: abrir y cerrar los ojos, muchas veces.
    He visto que en el primer párrafo repites planeta muy cerca, y en el segundo cada (día,vez,nueva).
    Me ha parecido una historia muy original que me ha encantado leer.
    Saludos

    Escrito el 19 marzo 2019 a las 03:46
  6. 6. Víctor Alverdi dice:

    Saludos Toñi. Me gusta que el relato sea estilo diario, y también cómo llevas la historia ya que en ningún momento se vuelve lenta o hace que pierdas interés aunque el final no me quedó del todo claro.

    Escrito el 21 marzo 2019 a las 12:20
  7. 7. Josè maría dice:

    Hola Toñi .no te voy a corregir ya lo hacen algunos compañeros,me centraré en la historia futurista ,quizás por eso marcas los párrafos con una determinada fecha.creo que con una vez podrías marcar la fecha y luego decir diez años después …por ej.
    Buena historia futurista de ciencia ficción.Mi Relato es el 65 saludos

    Escrito el 24 marzo 2019 a las 16:46
  8. 8. Laura dice:

    Hola Toñi.
    No voy a volver sobre lo que ya te han señalado.
    Sólo te dejo mi impresión como lectora: a pesar de los detalles, me ha gustado.
    Si tomas las posibilidades que se ofrecen, puedes sacarle mejor el jugo. Puedes lograr una buena novela de ciencia ficción.

    Mis saludos.
    Hasta la próxima propuesta.

    Escrito el 28 marzo 2019 a las 11:27
  9. 9. Toñi Avila (vibe) dice:

    Hola John Doe, Laura, José María, Víctor Alverdi, Miguel Castelló,Amadeo,Hugo y M.L.Plaza.
    Gracias a todos por vuestros comentarios. He tenido en cuenta vuestras valoraciones a la hora de reformar el cuento y he corregido los fallos.
    He mantenido el título. También he dejado ” su mente exclamó” pues lo escribí a posta.
    He mantenido las preguntas del final de mi historia, aunque también me gusta la propuesta de Hugo.
    M.L.Plaza: lo de abrir y cerrar las pestañas es una expresión de mi cosecha, y si lo piensas, es eso lo que realmente se abre y se cierra.

    Gracias a todos, me ayudas mucho.

    Escrito el 28 marzo 2019 a las 23:57

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