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Parpadeos en la noche - por Pepe
El hombre se transformó en parte de la negrura.
—¡Maldición! —gritó.
Había tropezado y, del sobresalto, su linterna se le cayó y apagó al dar contra el suelo.
«“a” veremos qué haces, Toni», se dijo.
Empezó a tantear el piso, pero sólo encontró cosas que su imaginación no adivinaba; el cuarto parecía enorme a oscuras.
—¡Chicos? —chilló con la esperanza de alertar a sus dos nuevos compañeros.
De pronto, un fogonazo.
—¿Hola…? —dijo percibiendo una fragancia helada.
—¿Estás ahí? —Preguntó una voz.
—¿Joan?
—No… —contestó la voz.
—¿Eres…? —dijo intentando recordar el nombre del otro.
—Kevin.
—¡Ah…! —exclamó Toni, ni le sonaba. Casi no había cruzado palabra con ninguno. Se habían reunido en un pueblo cercano y habían hecho el trayecto hasta el sanatorio abandonado en silencio.
—¿Estás ahí? —preguntó de nuevo con un tono agudo.
—Sí. He perdido mi farol. ¿Tienes?
—Me acaba de… reventar.
—¿Qué?
—Eso…, como si… —agreró Kevin con una tesitura alta y metálica.
—“Tranqui” chabal, esas cosas pasan… que haya sido ahora no significa nada… —dijo tratando de calmarlo—. Vamos, llamemos a Joan.
—No nos oirá…
—¿No? Tú lo has hecho.
—Estaba cerca…
—¿Y él…?¡No me jodas…!¿Al final ha ido a por las putas camaritas? —exclamó Toni enojado.
Nada más llegar, se dieron cuenta de que habían olvidado unas “GoPro” con las que se proponían grabar todo lo que hicieran en ese viejo edificio plagado de leyendas terroríficas. Toni pasó y, mientras discutían y se reprochaban por el descuido, entró sólo.
—Por culpa de vuestras chorradas tocará esperar a que el imbécil de Joan regrese.
Se produjo un tenso silencio.
—Me he golpeado la cabeza… estoy sangrando —dijo Kevin.
—¡Joder! Hay salir como sea… Sigue mi voz… agárrame el hombro… ¡Qué frío estás! —dijo al sentir su mano sobre la nuca—. Vamos…, saldremos de ésta, y tranquilo; este curro es así… todo lo que pase… tu linterna por ejemplo, tiende a asociarse a ese misticismo que nos rodea, pero hay mucha cotidianidad detrás.
—… Pero este lugar… sus historias…
—Todo clichés.
—… aquí pasó… algo real.
—Claaaro…
—… un investigador… se perdió… rompió su luz… no salió de este negro laberinto. Lo buscaron, pero nada… sólo unas marcas, símbolos en el suelo… con su propia sangre.
—Acojonante, ¿verdad? —bufó Toni con sorna—, pero dime, ¿por qué sangre?
—Se hirió…
—¡Típico! Sin embargo, nadie lo vio, ¿cómo se saben tantos detalles?
—Pues…
—¡La historia se desmorona sola! —interrumpió—, además…
No terminó la frase; cayó al golpearse la cabeza con algo.
—¿Estás ahí? —dijo Kevin al quedarse sin su amarre.
—Eso espero…
—¿Estás ahí? —volvió a decir con un tono lejano.
—Sí… —contestó Toni—, ¡no te me pierdas!
—¿Estás ahí? —Aún más tenue.
«¡Joder!», pensó Toni. Se levantó. Sin querer, dio una patada a algo que chocó contra la pared y empezó a emitir luz: su linterna.
—¿Chico? —gritó alumbrando la estancia.
Estaba solo. Un reguero de sangre salía del habitáculo. Lo siguió. El rastro atravesaba un pasillo y se adentraba en otra habitación deteniéndose ante una puerta dibujando un charco de formas, o símbolos, extraños. Forzó la puerta. Estaba atrancada. «Qué raro», pensó. Volvió a alumbrar la pista de sangre, entonces… un crujido. Alarmado, dirigió el haz hacia el postigo. «Es una casón viejo», se dijo sin poder apartar la vista del portal, «lo preocupante sería que no produjera ruidos». Se dio la vuelta y… un portazo. Con el corazón en un puño, volvió a alumbrarla. Continuaba cerrada. «No te sugestiones, seguro que hay una explicación plausible», pensó. En ese momento su fanal empezó a parpadear. Asustado, comenzó a alejarse de espaldas sin quitarle ojo al marco, sentía que si lo hacía… De pronto, su linterna se apagó. Comenzó a palmear a ciegas. Un mar de susurros y cuchicheos lo invadió junto con una gélida presencia que le acarició la nuca empujándole contra algo que, con un siniestro chirrido, se abrió dando paso a una luminosidad cegadora…
—¡Por fin! —dijo la luz.
La misteriosa puerta, casualmente conducía al hall del edificio, estaba abierta. Joan, junto a un potente foco, aguardaba tras ella.
—Llevamos rato esperándote…
—¿Has… vuelto? —preguntó Toni adentrándose.
—¿Yo?¡Has pasado de nosotros!
—¿Vosotros?¡Joan…! —exclamó nervioso—. ¡Está lastimado… perdido… necesita…! —Se cayó; el otro compañero aparecía por el umbral del exterior.
—Has tardado demasiado… —dijo con voz diferente.
—¡Kevin…!¿Cómo…? —exclamó Toni sorprendido—, me he “giñao” vivo, tío… ¡Pensar que estábamos al lado…!¿Cómo tienes la herida?
—¿Qué herida?¿Qué Kevin? —preguntó mirando con escarnio a Joan—. Me llaman Carles.
Dicho esto, el potente foco… empezó a parpadear.
Hola Pepe!
Admito que me confundí al principio del relato y tuve que releerlo un par de veces para captar la historia completa. Quizá una explicación del contexto antes de iniciar los diálogos le caería muy bien a la historia.
Al final la historia me atrapa y me gusta la sensación de suspenso que queda en las últimas líneas.
Un par de detalles:
-«“a” veremos qué haces, Toni»… Supongo que el “a” es como un suspiro o una expresión de sorpresa. Pero se ve raro para mí.
-“giñao”, aquí si tengo que disculparme. Me parece que eres de España o al menos tu relato tiene muchos regionalismos españoles. He reconocido algunos como “curro”, pero no pude agarrar este, y Google no ayudó mucho. No me molestan los regionalismos (al contrario, me gustan mucho, me gusta ver cómo cambia el español en cada país) pero no supe que significaba éste. ¿Qué significa?
Muy buen relato, y me gustaría verte en próximos retos.
Saludos!
Hola Eric,
Gracias por pasarte por el relato.
Tengo que decirte que al principio planteé la historia como tu dices, pero me salió demasiada narración (y muchas más palabras) e intenté hacerla con la mínima descripción posible.
Lo de “a” veremos… Es algo coloquial de mi zona que significa ahora veremos.
Lo de “giñao” me has hecho mirar en google también y resulta que existe pero como “jiñar” (coloquialmete la uso mucho pero nunca la he visto escrita) y significa hacer de vientre.
Leyendo de nuevo mi relato encontré otro error garrafal… En esta frase “Se cayó; el otro compañero aparecía…” quise poner “se calló” y no lo otro… Las prisas y mi ignorancia no son buena aleación…
Gracias y te debo una visita!!!
Hola Pepe
Un relato que engancha de principio a fin. Me ha gustado mucho. “A” veremos cómo salen de esa!!!
Se echa de menos algo de ambientación, y no me digas que está todo a oscuras! olores, sensaciones, ya sabes… lo he disfrutado mucho mucho.
Enhorabuena y saludos
Hola, Pepe:
Muchas gracias por tu visita y comentario.
Es una clásica historia de intriga, con sucesos inexplicables en casa lúgubres.
Los diálogos entrecortados e incoherentes pueden ayudar a la atmósfera general del texto. pero son muy vacíos de contenido.
Convendria que repases lo que ya te señalaron.
Hola Pepe.
Me ha encantado tu historia.
Gracias por el aporte de los regionalismos que desconocemos.
Comparto con Beba lo de la necesidad de algo de contenido, aunque el miedo de los chicos es palpable.
Mis saludos.
Hasta la próxima propuesta.
Cuesta entender la historia a la primera. Si bien, los personajes ayudan a expresar los sentimientos que quieres plasmar en la página, concuerdo con el resto de los comentaristas.
Gracias por pasar por mi relato. El cambio detiempo verbal se me ha colado el muy HDP
Hola Pepe!
Que escalofriante relato, muy cinematográfico! Me gustaria verlo plasmado en un corto.
Si me perdí un poco con los dialogos, quizas ahorrando un par, y mostrandolo, hubiera quedado un poco mas liviano. Solo una opinión, que espero sea constructiva.
Un gran saludo, y nos leemos! (N°80)
Hola Pepe.
Tu trabajo del mes muestra un conocimiento profundo de las letras.
La lectura despierta inquietudes y miedos por lo que pueda pasar. Cualidad muy loable para cualquier relato.
Lo que sí, es que la identifico como una escena de mucha acción de un trabajo más extenso. Al no poseer datos previos dificulta el entender la encomienda de la redacción. Solo que esté hecho deja abierta la trama y el desenlace a muchas posibilidades.
Me gustó mucho tu enfoque. Te felicito.
Un abrazo y saludos.
Hola Pepe:
Vaya extraño y misterioso relato donde lo que parece no es lo que pasa o ni parece ni pasa. Has mantenido un punto de intriga en todo el relato pero me ha resultado un tanto difícil seguirlo aunque no por ello ha dejado de intrigarme qué habría por ahí. Especialmente los diálogos y los personajes me han costado.
En lo formal he encontrado unas cuantas cosillas que habría que revisar:
Hay que guardar espacio entre los signos de interrogación y exclamación.
“«“a” veremos qué haces, Toni» Esa a o es YA o es AH con coma después. En cualquier caso sobran las comillas de la letra.
“—¡Chicos?” Hay que empezar y terminar con el mismo signo. También se pueden poner los dos pero abriendo y cerrando en el mismo orden: ¿¡Chicos!? ¡¿Chicos?!
“—¡Ah…! —exclamó Toni, ni le sonaba.” Yo pondría: —¡Ah, Toni —exclamó—. Ni le sonaba. No había…
“…agreró Kevin…” Supongo que es AGREGÓ
“—“Tranqui” chabal,”: CHAVAL
“—¡Joder! Hay salir como sea…”: Hay QUE salir como sea.
«Es una casón viejo» Poner a todas las palaras el mismo género.
“—¡Por fin! —dijo la luz.” Tal como está puesto es la Luz la que dijo ¡Por fin! Mejor sería: —¡Por fin! —dijo—. La luz.
“…! —Se cayó; el otro compañero aparecía…” Por el contexto creo que será se CALLÓ. Del verbo callar (no decir nada).
Bueno, hay que tener en cuenta estos detalles que entorpecen la lectura. La forma es tan importante como el fondo.
Un saludo.
Hola Pepe:
Gracias por pasarte por mi relarto y comentarlo.
En cuanto al tuyo, sinceramente, me ha costado seguirlo. He visto demasiados puntos seguidos, exclamaciones y signos de interrogación.
Y otras tantas cosas que los compañeros ya te han comentado para que revises.
Espero seguir leyéndote y comentar otras historias tuyas que me dejen mejor sabor de boca.
Felicidades.
Hola Pepe.He leído dos veces tu relato porque no me resultó muy ágil, lo que no quiere decir que no lo haya disfrutado.
Es intrigante, a veces misterioso y por momentos de terror. Lo que encuentro un poco extensa la parte de los diálogos que te causa confusión a veces.
En cuanto a la forma ya tienes excelentes comentarios.
Es un buen trabajo.
Saludos,desde el lugar 77.
Hola Pepe, vamos a tu parpadeo que has resuelto a golpe de cortos diálogos, exclamación y preguntas, manteniendo la tensión en alto en todo momento.
Lo bueno: la velocidad, el dinamismo, se lee casi con la lengua fuera.Y la oscuridad, que ha jugado a favor de tu historia…no hay nada peor, imagino, que estar ante un peligro.
¿Qué ocurre Pepe con este tipo de relatos si no se dosifica bien la tensión? Te pongo el clásico ejemplo de que si una persona está chillando todo el rato, cuando quiere levantar la voz más aún por un momento álgido, ni se nota la diferencia. Tensión y distensión.
Los compañeros ya te han indicado otras incidencias, así que no te digo nada más… ¡ahhh bueno sí! Que tengas cuidadín con las casas abandonadas y que no te olvides de cargar las pilas de las linternas 😉
Un cordial saludo Pepe, hasta pronto.
Quise decir que no hay nada peor que estar ante un peligro… a oscuras.
Bueno, ahora sí.
Hola compañeros, maestros y amigos!!!
Muchas gracias a todos por vuestras correcciones y sugerencias. Quizá intenté algo muy denso para mis posibilidades dentro de las exigencias propias del taller. Lo repensaré dando más claridad y narración, o recortando; después de estos días, la parte del fantasma me parece muy larga, “zigzagueante” y sin motivaciones.
Paola, compmetamente de acuerdo, lo debería haber ambientado de ese modo mejor.
Beba, también me dejó esa sensación cuando lo leí una vez lanzado al taller
Laura, me alegro que te gustara, y lo mismo te digo que a beba.
Pato menudencio, dentro de mi chola todo concordaba perfectamente, pero afuera es otra cosa.
Carla, tu opinión es tan constructiva como cualquiera, y es de agradecer. Lo del corto… A mi también jejej.
Osvaldo, agradezco tus amables palabras, y tus consejos; leyendo tu relato aprendí que se puede ser denso y coherente aún con las 750.
Isan, muchas gracias por desmenuzar el relato y ver donde mi atención solo paseó. Si que es cierto que hay cosas que mi falta de claridad te confundieron y las entendiste mal: (¡Ah…! —exclamó Toni, ni le sonaba.” Yo pondría: —¡Ah, Toni —exclamó—. Ni le sonaba. No había…) esta correción no puede ser porque el que habla es Toni, al igual que lo que dices de la de la luz (en efecto, hablaba la luz ya que el prota solo veia luz en ese momento).
Pero eso es sin duda producto de mi poca claridad al expresarme, más agradecido aún por tu sobreesfuerzo.
Vespasiano, ya van dos que te han dejado un mal regusto, pero te agradezco sobremanera tu humilde, sabia y sincera opinión. A la tercera, por supuesto si te apetece, seguiré intentándolo.
Hola Maria Esther, totalmente de acuerdo, yo creía que dibujaba algo pero me falto lienzo. Gracias por tus sugerencias.
Isabel, muchas gracias por pasar, y sobretodo por tu consejo; viendolo desde ese punto de vista la cosa se queda con muy poca chicha.
Bueno, de nuevo gracias y nos leemos!!!