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SIEMPRE FUE ÉL - por Angela Moreno

Web: https://angelamorenoc.blogspot.com/

El hombre se transformó en Dios. Ni Siquiera se como describirlo, su cara comenzó a brillar más intensamente que el mismo sol. Su ropa se volvió blanca como la nieve más pura. Ese blanco no era terrenal.
Quería mirarlo, mirarlo sin parpadear, pero era casi imposible. Ante tanta majestuosidad solo se te ocurre inclinarte en reverencia.
Un sentimiento de absoluta paz me invadió. Sentí su mirada y con ella una confianza sobrenatural. Lo único que atiné a decir, casi instintivamente fue:

— ¡Es maravilloso estar aquí!

— Vamos, levántate, no tengas miedo… Soy yo. — me dijo.

Y aunque en lo más profundo de mi ser yo sabia que era Él, mi mente no lograba procesar lo que tenía ante mis ojos. Un despliegue de gloria como ese, tu cerebro no lo resiste.
Tampoco podía creer que fuera el mismo con el que había compartido los últimos tres años de mi vida. El mismo con el que camine por horas enteras en el desierto, al que vi comer, dormir, hablar, llorar y hasta reír a carcajadas.
Era tan humano como yo, tan sencillo y tan cercano, que me costaba creer que fuera el mismo.
Es difícil para mí plasmar lo que viví en ese momento, querer transmitir lo que mi alma sintió, no es fácil. Ni siquiera con la poesía más descarnada podría describirlo.

No obstante, después de ese día, no quise desaprovechar ningún momento junto a Él. Y mucho menos seguir viviendo por debajo de esa experiencia, después de todo era Dios.
Así que comencé a vivir una aventura. Camine sobre el mar, vi como sanó a mi suegra de una fiebre que la tenía casi al borde de la muerte. Cuando salíamos de pesca, con solo tocar el agua, los peces se juntaban en mi barca como cumpliendo una orden y pescaba hasta que se rompían mis redes. Sanaba los enfermos. Cuando la multitud lo seguía, Él se las arreglaba para alimentarlos a todos. Para Él era suficiente la lonchera de un pequeño niño con cinco panes y dos pescados, para dar de comer a más de cinco mil personas.
Y ni hablar del día que resucitó a su amigo Lázaro. ¡Fue increíble! Nunca lo olvidaré.
Mi nombre no le gustaba mucho, debo decirlo, así que me lo cambió. Ahora me llamo Pedro, que significa roca. Suena bien ¿no?

Éramos tan cercanos, nunca tuve un amigo así. Tantos momentos vividos junto a Él…sin duda los mejores años de mi vida.
A veces todavía me pregunto ¿cómo fui capaz de negarlo?. Y aunque lloré amargamente por haberlo hecho, ya no siento culpa. Una mañana mientras desayunábamos en la playa, Él se encargó de borrar cualquier rastro de remordimiento en mi. Ahora cada vez que escucho el gallo cantar sé que Él sonríe.

Por años he visto hombres queriendo ser dios, pero este no era su caso. Él era Dios y se hizo hombre.

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4 comentarios

  1. 1. Jon Artaza dice:

    Hola Ángela,

    Aunque es cierto que lo personalizas al ser relatado por Pedro en primera persona, siendo como es lo que cuentas un relato bien conocido, me hubiese gustado algo más literario, con diálogos y alguna revelación más íntima y desconocida, o más terrenal y mundana, de la vida corriente de Pedro.
    Habla mucho de su amistad con Jesús pero a la hora de la verdad, solo relata la “magia” y el poder sobrenatural del Mesías. A mi modo de ver, no hay amistad en lo que se lee. Devoción, fe, sumisión, pero no amistad. No se lee al Jesús hombre en ningún momento, solo al Dios que con sus poderes resucita y multiplica la comida.

    Echo en falta más diálogo y más proximidad, aunque la idea me parezca sugerente.

    Un saludo!!

    Escrito el 18 marzo 2019 a las 15:58
  2. 2. Josè maría dice:

    Hola Angela,creo que hay varios errores en tu relato,el primero de ellos apoyándonos en las escrituras de la iglesia Jesús no era dios si no el hijo de este,nombras cosas conocidas en la historia de Jesús cuando al que deberías describir mejor es a pedro Creo que te has liado un poco en tu historia por lo demás buen tema que no es fácil con lo ya escrito que hay un saludo.

    Escrito el 18 marzo 2019 a las 17:10
  3. 3. kirjanik Maya dice:

    Hola, Ángela.

    Soy tu vecino del 55.
    , No voy a ahondar en la religión, porque la interpretación de la misma, siempre va de mano de quien la lee.
    Que el punto de vista sea de Pedro, aunque el enfoque sea de Jesús como dios y no como hombre, no lo veo como error, eso hace parte de le intención del escritor.
    Lo que sí me hubiera gustado como lector y de ahí arranca mi opinión, es una versión nueva, explosiva, incongruente, fuera de lo común, ya se ha dicho mucho sobres las escrituras y en especial de Jesús.

    Cómo dije es mi opinión como lector, pero más allá de esto, lo que prevalece es la intención literaria del autor.

    Saludos y hasta el próximo taller.

    Escrito el 18 marzo 2019 a las 19:21
  4. 4. bochi dice:

    No me quedó claro…si hablabas de Dios o de dios…no sigo con la crítica porque “soy más bueno que Lassie”

    Escrito el 21 marzo 2019 a las 19:53

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