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Xavier, el inútil - por Jose Luis

El hombre se transformó en una masa sanguinolenta de carne destrozada y huesos triturados cuando los cimientos y la estructura básica del edificio explotaron de repente, cayéndole encima a plomo toneladas de hormigón y acero. El casco, finalmente, no sirvió de nada.

Sesenta minutos antes…

Tarsicio estaba mirando por la ventana del cubículo (una especie de oficina móvil con forma de contenedor de barcos) el edificio de veinticinco plantas de altura en estado de ruina, situado a una distancia segura, cuando el supervisor, de nombre Abundio, entró corriendo.

—¿Por qué no está hecho escombros el puñetero edificio? ¿A qué coño estáis esperando? El tiempo es oro.

—¡Vaya! No esperábamos que vinieras.

—¡Ya! Por eso mismo he venido.

El deseo de Abundio de tener las cosas bajo control rayaba la manía. Sin embargo, esto no era por querer ser un buen profesional; necesitaba estar encima de sus subordinados porque, en el fondo, los consideraba unos inútiles buenos para nada. Por este motivo, y más que a cualquier otro empleado, odiaba a Xavier. A este sí que lo consideraba un auténtico inútil y un vago, y no desperdiciaba ninguna ocasión para decirlo en voz alta. Algunas veces, incluso cuando Xavier estaba delante, aunque este no fuera el caso.

—¿Dónde está ese inútil?

Tarsicio sabía que Abundio siempre se refería en esos términos a su compañero de trabajo.

—Xavier me ha dicho que iba a buscar algo y que enseguida volvía.

—Habrá ido a fumarse un cigarrillo, el muy vago.

—Creo que no fuma.

—Estará mirando el móvil.

—O es posible que de verdad haya ido a buscar algo.

—¿El qué, si se puede saber?

—Se le olvidó mencionarlo. Aunque confío en él.

—Ya sé que sois amigos, pero tienes que dejar de defenderlo. Repito la pregunta de antes, Tarsicio: ¿Por qué no está el maldito edificio hecho trizas? El trabajo ya tendría que estar acabado. Luego tendré otra vez a los del ayuntamiento pegados a mi culo porque no pueden hacer su parte los que recogen los escombros. ¿Comprendes eso?

Antes de que Tarsicio pudiera contestar, Abundio continuó hablando. También lo hacía a menudo: no dejar hablar a los demás.

—Seguro que no habéis colocado bien los explosivos…

—Los pusimos donde tú nos marcaste. Como siempre.

—Igual que la última vez, ¿no? —respondió Abundio, en plan sarcástico.

Tarsicio rememoró lo que sucedió aquella vez. La estructura del edificio no terminó de caer del todo. Pero no fue culpa de Xavier ni suya. Alguien se había equivocado al calcular mal la cantidad de explosivos. De hecho, ese “alguien” había sido precisamente Abundio…

—Alguien se equivocó… —empezó a decir Tarsicio, con la intención de lanzar una pulla a su jefe, pero este lo interrumpió una vez más.

—¡Voy a echar un vistazo!

—¡Pero eso es muy peligroso!

—Tranquilo. No es mi primera vez —dijo Abundio, con tono irónico—. No pasará nada. Como ya he dicho, probablemente no habréis puesto correctamente los explosivos.

—No bromees con eso. Todo está preparado, Abundio. Sólo falta apretar un botón, como quien dice. Voy contigo.

—Te veo muy preocupado. ¿Es por mi salud o es porque habéis hecho algo mal y quieres intentar corregirlo?

—No puedes ir solo. Hay que seguir las reglas del manual de seguridad, ¿no?

Abundio sonrió con suficiencia. Le divertía que alguien le dijera lo que tenía que hacer utilizando el protocolo como excusa. Pero se le ocurrió una idea.

—No te preocupes. Me pondré el casco. Además, para mayor seguridad, me llevo el explosor conmigo. ¿Contento?

En los tiempos modernos de la demolición de grandes estructuras, bien calibrado y codificado para bloquear señales externas, el deflagrador o explosor era un dispositivo eléctrico que controlaba, en modo inalámbrico, las explosiones a distancia.

—¿De verdad no quieres que te acompañe?

—Quédate aquí a esperar a ese inútil de Xavier. No os marchéis, porque luego tengo que hablar muy seriamente con los dos.

«Van a rodar cabezas», pensó lúgubremente Tarsicio.

Sesenta segundos antes…

Tarsicio estaba mirando por la ventana del cubículo el edificio próximo a ser demolido, cuando Xavier entró corriendo.

—¿Dónde estabas, tío?

—Ya sé que vamos con retraso —se justificó Xavier, poniendo encima de la mesa un pequeño dispositivo, el cual encendió.

Tarsicio fue incapaz de reconocer a la primera aquel aparatito.

—¡Mira qué moderno es! —exclamó Xavier, todo contento—. El viejo explosor estaba defectuoso y fui a la central a buscar este. Ya está codificado.

—¿Qué…? ¡Espera!

Demasiado tarde. Xavier pulsó cierto botón antes de que Tarsicio pudiera detenerlo.

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18 comentarios

  1. 1. Pepelu Martín dice:

    Excelente relato en su desarrollo y desenlace. Bien construidos sus tiempos y mostrando de modo creíble los diálogos… En definitiva: ¡estupendo!
    No se puede decir lo mismo de la profesionalidad de los personajes que son un desastre. No creo que Abundio se merezca ese final. (es broma)
    ¡Enhorabuena!
    Un saludo.

    Escrito el 16 marzo 2019 a las 21:51
  2. 2. Lucy J.S dice:

    Jose luis, primero gracias por comentar mi relato. Me ha encantado el tuyo, es una historia muy entretenida, los dialogos y personajes están muy bien hechos, dándome risa la actitud de tarsacio hacia sus empleados. Sigue así, saludos!!

    Escrito el 16 marzo 2019 a las 23:45
  3. 3. Sebas A dice:

    Hola José Luis,

    Me ha gustado mucho tu relato, has tenido una idea muy original.

    Los dialogos son muy buenos y el desenlace me pareció excelente.

    Es mi primera vez aquí por lo que estoy disfrutando y aprendiendo con los relatos de los compañeros.

    Te felicito por tu trabajo.

    Te mando un saludo!

    Escrito el 17 marzo 2019 a las 04:05
  4. 4. JaimeM dice:

    Hola, Jose Luis:

    Me ha gustado mucho tu relato. Los diálogos están muy bien elaborados, son ágiles y creíbles. Cuando lo empecé a leer temí que el final fuera a ser muy rebuscado, pero al contrario, la historia está muy bien cerrada.

    Nos leemos, ¡un saludo!

    Escrito el 17 marzo 2019 a las 11:22
  5. 5. IreneR dice:

    Buenas, Jose Luis.

    Me ha gustado mucho el relato, es fácil de leer y mantiene el interés del lector en todo momento.
    Y vaya que te has ido a rebuscar los nombres de tus personajes, que, por cierto, me han parecido que están muy bien construidos.

    Solo tengo una pregunta que no me quedó del todo clara cuando lo leí. ¿Abundio se mete en la zona de explosión porque no cree que hayan puesto bien los explosivos, o para buscar a Xavier? Creo que es por lo primero, pero me quedó la duda.

    Nos leemos.

    Un saludo.

    Escrito el 17 marzo 2019 a las 14:42
  6. 6. Gonzalo dice:

    Buen día, José Luis:
    Interesante y vertiginoso relato.
    Los nombres de los personajes son tan fatales como el final.
    Miedo da que existan “profesionales” así en la realidad.
    Buen recurso los flashback con referencia (tantos días antes…) al estilo cine, apunto para usarlos.

    Saludos, y eres bienvenido de pasar por el #87

    Gonzalo

    Escrito el 17 marzo 2019 a las 15:48
  7. 7. Florencia M dice:

    Hola José Luis,

    Muy buen texto: fresco, fluido y con mucho humor. La única pega que te voy a poner es que el lector sabe de entrada que el que va a morir es el personaje detestable. Pero bueno, el misterio se traslada a saber cómo sucede eso.

    Felicitaciones, me ha encantado!
    Florencia

    Escrito el 17 marzo 2019 a las 16:56
  8. 8. M.L.Plaza dice:

    Hola José Luis.
    Gracias por leer mi texto y por tus amables palabras.
    Tu relato me ha parecido muy original y bien escrito. Me ha gustado mucho la ambientación en la obra.
    Es una opinión personal, pero la principal pega la veo con el personaje de Abundio. El relato empieza con su muerte atroz y luego presentas un personaje que no provoca empatía. Parece como un ajuste de cuentas: al malo, literalmente, lo machaco. Ese punto infantil contradice el ambiente tan profesional de la demolición supermoderna que has recreado muy bien.
    Me ha gustado mucho leerte.
    Saludos

    Escrito el 17 marzo 2019 a las 18:39
  9. 9. Laura dice:

    Hola José Luis.
    Gran relato, muy bien llevado el asunto de los diálogos con los idas y vueltas.
    Mis màs sinceras felicitaciones.
    Hasta la próxima propuesta.

    Escrito el 18 marzo 2019 a las 11:44
  10. 10. Apuntador Mudo dice:

    Hola Jose Luis, por buena vecindad me ha tocado leer tu relato, y comentarlo con gusto.

    Todos las apreciaciones que haga, son hechas desde un punto de vista muy personal y con el único ánimo de mejorar el texto si fuera posible. Aunque la última palabra, por supuesto, la tiene su autor.

    En el párrafo primero hay una frase de 35 palabras. En el segundo párrafo otra frase de 43 palabras. Y en el que comienza por “En los tiempos modernos…..las explosiones a distancia.”, otra frase de 35 palabras. Todas ellas sin ningún punto que dé un descanso y facilite la lectura. En los relatos cortos es recomendable que con frases tan extensas algún punto dé un respiro para coger aire en la lectura.

    Los diálogos son muy creíbles para un relato de humor como el que has creado, o al menos a mi me lo parece.

    Es un acierto presentar la trama con esa exposición temporal, la intriga deja de ser lo que ocurre al final y pasa a un primer plano cómo se llega hasta ese final.

    Me ha resultado muy divertida la lectura de tu relato. Lo he disfrutado. Los personajes viven a través de sus diálogos. En cierta manera tu relato me ha recordado el cómic de “Pepe Gotera y Otilio”, otros buenos chapuzas.

    He disfrutado leyendo y analizando tu relato, muchas gracias y nos seguimos leyendo.

    Escrito el 18 marzo 2019 a las 15:42
  11. 11. Pato Menudencio dice:

    Entretenido el relato. Los diálogos se leen de forma fluída. Y se hace ameno de principio a fin.

    La única sugerencia, pero eso es sólo una opinión personal, es tratar de impregnarle un tono más de comedia al cuento, para que el humor negro aflore hasta por los poros.

    Saludos.

    Escrito el 18 marzo 2019 a las 17:02
  12. 12. Paola Panzieri dice:

    Hola Jose Luis

    he disfrutado mucho con la lectura de tu relato.

    Muy divertido, bien planteado y con una interesante relación entre personajes que va más allá de la pura anécdota.

    He leído el comentario de Pato Menudencio y me ha llamado la atención lo de “que aflore el humor negro por sus poros” sería interesante saber cómo se podría hacer eso, (A lo mejor a Pato le llega el comentario y me da alguna pista…)

    Lo único que veo podría ser una mejora es ahí donde dices; “sesenta segundos antes” yo añadiría “de la explosión”

    Enhorabuena y saludos

    Escrito el 18 marzo 2019 a las 19:52
  13. 13. Carla Daniela dice:

    Hola Jose Luis!
    Coincido con todos los comentarios anteriores, excelente relato, gracioso, posiblemente real, y los personajes muy bien presentados a través del dialogo. Ese Abundio, sí que se hacer odiar.
    Como punto extra, me pareció ingenioso el titulo.
    Un gran saludos, y nos leemos! (Nº80)

    Escrito el 19 marzo 2019 a las 00:33
  14. 14. Osvaldo Vela dice:

    Hola Jose Luis de nuevo dando mi visita a otro relato tuyo..

    Un texto muy bien estructurado tanto en tiempo como en escenarios. Los diálogos se encargar de ir construyendo la trama y llegar a un desenlace ya esperado.

    Admiro lo llevadero que son los diálogos y la translucidez de un humor negro cuando dices que de nada le serviría el casco. no con un edificio de veinticinco pisos.

    Ye felicito.

    Un abrazo y saludos.

    Escrito el 22 marzo 2019 a las 05:17
  15. 15. Labajos dice:

    Jajaja, muy entretenido. Por cierto…¿Ese Abundio era el mismo que vendió el coche para comprar gasolina?

    Bien por resucitar el humor negro, aunque sea desde los escombros de un edificio derribado.

    Escrito el 26 marzo 2019 a las 15:51
  16. 16. isan dice:

    Hola José Luis:
    Un relato que, aunque fuera la crónica de una muerte anunciada, ha sido divertido. La cuestión estaba en conocer el cómo más que el qué. Este Abundio estaba gafado de antemano. Ya se dice eres más tonto que Abundio. Me ha encantado la frase: El casco, finalmente, no sirvió de nada.
    Sobre los diálogos ya te han dicho abundantemente, yo también me había fijado, así que no insisto mucho, pero me ha parecido un lenguaje coloquial muy natural.
    En lo formal unas frases al principio un poco largas que también te has comentado.
    Buen trabajo.

    Escrito el 26 marzo 2019 a las 17:29
  17. 17. Beba dice:

    Muy bueno. Divertido, original y muy bien escrito.

    Escrito el 26 marzo 2019 a las 22:31
  18. 18. El chaval dice:

    Hola Jose Luis
    Buena trama con los trabajadores muy bien llevada.
    En mi tierra de nacimiento también se dice “eres mas tonto que Abundio, como dice también Labajos que se vendió el coche para comprar gasolina”
    Este tuyo , se quiso pasar de listo, pero como es Abundio, le costó cara la cosa.
    Un saludo (106)

    Escrito el 29 marzo 2019 a las 10:19

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