Cookie MonsterEsta web utiliza cookies. Si sigues navegando, entendemos que aceptas las condiciones de uso.

Do you speak english?

¿If you prefer, you can visit the Literautas site in english?

Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

<< Volver a la lista de textos

TERRENO VETADO - por Otilia

El hombre se transformó en mujer. El seudónimo masculino, el pelo corto y los trajes de varón fueron las alas, hasta el siglo XX, para que la mujer volara.

Zaragoza se despierta este día soleado de marzo con un cierzo que zarandea a los viandantes y propaga, por todos los rincones de la ciudad, el eco de las consignas cantadas en la multitudinaria manifestación feminista que recorre el Paseo de la Independencia. En pleno siglo XXI, las mujeres siguen pidiendo igualdad.

Estoy en una de las muchas salas de exposiciones de mi ciudad. Tenemos la oportunidad, estos días, de ver la presentación «La estirpe de Isis. Mujeres en la historia de la ciencia». Esta exposición itinerante por la geografía española pretende dar visibilidad y protagonismo a las mujeres investigadoras que siempre hubo en el campo de la Ciencia, y cuyo trabajo esforzado se ocultó de forma sistemática.

Sirve también para denunciar el hecho de que los historiadores han silenciado los éxitos y las vidas de todas estas mujeres por el simple hecho de trabajar y conseguir grandes logros en un mundo que se empeñaron en llamar de hombres.
En la muestra tienen un papel especial aquellas mujeres que lucharon con tesón por defender la educación en todas las clases sociales.

Me detengo delante de una de esas pioneras. Esta es su historia.
María Andrea Casamayor y de la Coma nació en Zaragoza en 1710. Fue la mayor de los seis hijos del matrimonio Juana Rosa de la Coma, zaragozana y Juan José Casamayor, nacido en un pueblo de Huesca.

El tiempo que la tocó vivir fue el «Siglo de las Luces» en el que llegó al trono de España el rey Felipe V de Borbón, después de los estragos de la Guerra de Sucesión. Este trajo consigo las corrientes de la Ilustración europea con sus cambios y avances en política y en cultura. La falta de voluntad revolucionaria dio lugar a un tipo de gobierno llamado «despotismo ilustrado», es decir, una monarquía absoluta con las ideas filosóficas de la Ilustración. La confianza en la razón como emancipación de la humanidad.
Esto supone un gran desarrollo de las enciclopedias, diccionarios y de las publicaciones periódicas, porque la sabiduría se considera la base para la felicidad.

En este ambiente crece María Andrea, perteneciente a la élite acomodada, recibe una esmerada instrucción que influyó en sus aptitudes intelectuales. Así llegó a ser la primera mujer, que se tiene noticia, en publicar un libro científico en España.

María Andrea enseguida destacó por su facilidad para con los números y por su conocimiento de la Aritmética, pero por ser mujer no podía seguir su formación. Las clases eran solo para chicos y un aula mixta era impensable en aquel tiempo. Por ello, el señor Casamayor, que siempre apoyó el afán de su hija, habló con Fray Pedro Martínez, rector y regente de estudios del colegio San Vicente Ferrer, para conseguir un instructor con el que la joven podría continuar su educación.

La preocupación de esta mujer matemática fue educar a la población. En aquella época era imposible para los ciudadanos tener un texto donde aprender las cuatro reglas básicas de la aritmética porque solo había exhaustivos tratados sobre progresiones, extracción de raíces y problemas algebraicos.

María Andrea ayudó a los comerciantes en sus negocios. Recorría los oficios comunes de aquella época para estudiar cómo mejorar la producción en cada uno de los casos. Hoy en día a esto lo llamamos «I+D».

En 1738 publicó su primer libro: «TIROCINIO ARITMÉTICO, instrucción de los cuatros reglas llanas», una manera sencilla y accesible para todos de aprender a sumar, restar, multiplicar y dividir. En él, también, hizo una relación de todos los pesos y medidas de Aragón en el siglo XVIII. Muy valioso por ser anterior al sistema métrico.

Por su situación como mujer, esta científica tuvo que divulgar el libro firmando como varón, para ello usó un anagrama con las letras de su nombre, Casandro Mamés de la Marca y Araioa.
María Andrea fue una mujer avanzada del ambiente reformista e ilustrado que se respiraba en Aragón, en España y en Europa. Sus estudios sirvieron de gran ayuda a los investigadores de las matemáticas aplicadas.

Ya mayor escribió su segundo libro titulado «El Para sí solo» firmado por Casandro Mamés de la Marca y Araioa. Murió sin publicarlo.
Era un estudio para cambiar la percepción negativa de las Matemáticas, y demostrar la conexión existente entre estas y otras actividades vinculadas de forma directa con la vida cotidiana.

¿Te ha gustado esta entrada? Recibe en tu correo los nuevos comentarios que se publiquen.

12 comentarios

  1. 1. Galia dice:

    Buenas tardes Otilia: me encantó cómo has abordado el tema, la erudición con que lo tratas y el homenaje que le rindes a su protagonista. Cómo un disparador puede llevarnos a los personajes que dieron simiente a tu patria.
    Te felicito.
    Saludos.
    Galia

    Escrito el 16 marzo 2019 a las 21:06
  2. 2. Ulises Vidal dice:

    ¡Hola Otilia!
    Muy merecido el homenaje que rindes a María Andrea Casamayor, científica, escritora y maestra. No la conocía. Me ha gustado muchísimo el modo de relacionar las luchas presentes con las del siglo XVIII.
    Felicidades. ¡Hasta la próxima propuesta! Espero seguir leyéndote.

    Escrito el 17 marzo 2019 a las 01:50
  3. 3. Jose Maria Moreno Pelayo dice:

    Hola Otilia .Gran relato buen trabajo en investigación me pareció estar leyendo un articulo de una revista especializada, más cuando me gusta la historia. Un saludo

    Escrito el 17 marzo 2019 a las 20:47
  4. 4. Alberto dice:

    Hola Otilia,

    Felicidades por tu relato. Muy bien escrito y muy bien traído un tema tan interesante. Me daba la sensación de estar leyendo un reportaje de una publicación histórica, por lo erúdito del lenguaje (por cierto, perfectamente cuidado y sin caer en extravagancias).

    Felicidades.

    Escrito el 17 marzo 2019 a las 23:52
  5. 5. Otilia dice:

    Gracias Galia, Ulises, Jose María y Alberto por los comentarios.
    Nos leemos. Saludos.

    Escrito el 18 marzo 2019 a las 10:03
  6. 6. AnaRosa dice:

    Hola, Otilia.
    Me encantó tu relato, muy bien estructurado, las palabras fluyen sin tropiezos y devela muy sutilmente la discriminación de la mujer a través del hecho histórico y nos recuerda que el planeta aún vive bajo el imperio de lo masculino.

    Quedé atrapada desde el comienzo hasta el final, la secuencia de los párrafos los asocié a esas muñecas rusas llamadas matrioskas con varios tamaños; así me sentí al leer el relato, cada párrafo me llevaba inevitablemente al párrafo siguiente y, el párrafo siguiente mejor que el anterior.

    En el sexto párrafo observo esta repetición: “Este trajo cons Este trajo consigo…” y en el décimo párrafo: “Hoy en día Hoy en día a esto lo llamamos «I+D»”. Sin embargo no le quitan mérito a la esencia del relato.

    Nota:
    Otilia, muchas gracias por su comentario. Lo tomaré muy en cuenta para el próximo relato. De veras te lo agradezco.

    Cordialmente
    Ana Rosa
    Venezuela

    Escrito el 18 marzo 2019 a las 17:03
  7. Hola Otilia,

    Que nivelazo.
    Me encanta como escribes. Se lee tan fácil…

    No se ni cómo, pero he acabado empatizando con esta señora y odiando más, si cabe, al Borbón. Menudo inútil.

    A lo que íbamos: Bien escrito, veraz, claro, con mensaje.

    En casos como el tuyo debieran dejarte llegar a las 7500 palabras y aún nos parecería corto.

    Además, en cierto modo tu escrito me ha tocado la patata. Mis antepasados son de esas tierras, aunque sé poco de ellos, así que me los he inaginado en el pueblecito de Huesca o incluso en Zaragoza capital, de donde es mi madre.

    Gracias por compartirlo.

    Escrito el 18 marzo 2019 a las 18:01
  8. 8. Otilia dice:

    Hola Ana Rosa y Alex, me alegra que os haya gustado mi relato y muchas gracias por vuestros agradables comentarios.
    Un abrazo.

    Escrito el 19 marzo 2019 a las 12:35
  9. 9. M.L.Plaza dice:

    Hola Otilia.
    Muy interesante tu historia de una mujer matemática en el siglo XVIII. Su olvido no creo que se pueda achacar solo a los hombres. La reivindicación de la ciencia como parte esencial de la cultura es algo muy reciente. La mayoría de los científicos, sean hombres o mujeres, han sido olvidados sistemáticamente por la cultura.
    No conocía a tu protagonista y me ha llamado la atención que en Internet insisten en que se llamaba Andresa, no Andrea. Por lo visto nació el día de San Andrés. No sabía que existiera ese nombre.
    En cuanto a la parte formal he visto que en el párrafo cuarto repites hecho y mujeres, y en el sexto este y esto están muy seguidos. Ese ir y venir entre el presente y el pasado me parece un poco lioso, pero es tu texto y tu estilo.
    Me ha gustado mucho saber que en Aragón no todo es y ha sido Agustina.
    Saludos.

    Escrito el 19 marzo 2019 a las 20:15
  10. 10. El chaval dice:

    Hola Otilia
    Muy buena narración que has escrito, sobre la dificultad de la mujer, para salir adelante en la sociedad, cuando su vida tiene algo que contar a la humanidad.
    Han pasado muchos años cuando escritoras y científicas tuvieron que hacerse con un seudónimo para que las publicaran,o vestirse de masculino para dar conferencias o, ir a la guerra si querían.
    Bueno, ya ves que seguimos igual. Ojala que los hombres algún día lleguemos a comprender que la mujer a quien faltamos, es en realidad a nuestra madre. Es posible que entonces empiecen a cambiar un poco las cosas.
    Felicidades por tu trabajo.
    Saludos (106)

    Escrito el 20 marzo 2019 a las 20:10
  11. 11. Otilia dice:

    Muchas gracias, M.L.Plaza y El Chaval por vuestra visita.
    Hasta la próxima escena. Saludos.

    Escrito el 21 marzo 2019 a las 10:24
  12. 12. Laura dice:

    Hola Otilia.
    Felicitaciones por traer a una de las tantas olvidadas/ignoradas.
    Tal vez me quedé esperando algo más, sobre todo algo màs personal sobre María Andrea, pero las fatídicas 750 cortan mucho las alas.

    Mis saludos.
    Hasta la próxima propuesta.

    Escrito el 28 marzo 2019 a las 11:53

Deja un comentario:

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.