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GRIS PROFUNDO - por Paola

El hombre se transformó en una sombra, en un ligero y oscuro suspiro de la luz.
El olor a humedad y óxido invadía el hambiente: aquel sitio había quedado fuera de la mano del tiempo, como si en algún momento el mundo hubiese dejado de girar allí dentro, pero ¿cuál era el motivo de esa soledad?

Todo sucedió un día de un año incierto que es preferible olvidar: fué una noche confusa cuando perdió a Ofelia.
El pueblo entero corría atormentado por los ruidos de los estruendos. El cielo se iluminaba de a ratos y detrás de la luz, un rugido ensordecedor.

Inesperadamente dejaron de estar juntos, sus manos se despegaron y el tumulto enloquecido los arrastró hacia rumbos diferentes.
Los gritos se ahogaron entre el humo de las bombas y el polvo de los edificios derrivados.
Todo se sumió en una locura de esas que nunca vuelve a ser cordura…

Ahora, hecho sombra, recorría con sus dedos los muebles polvorientos; se deslizaba como un ánima por las habitaciones inertes de aquel sucio recinto abandonado.

— Ofelia…
Susurró.
Y aquel nombre se expandió por las cortinas y el empapelado enmohecido.

—Querida Ofelia…
Balbuceó mientras apuntalaba su cuerpo gris en el respaldo de una silla para no caer al suelo.

Los olores se mezclaban entre la realidad y lo ya vivido: la humedad y el polvo, el perfume ausente de su vestido, quién sabe, el de su cabello…

—Éramos jóvenes y felices…
Murmuró.

Él intentó entenderlo. Tardó meses, años, toda una vida hasta que pasó a ser una sombra, un dibujo plano en la pared, preso de una tristeza tan profunda como el oceáno.

Ese lugar aún conservaba el recuerdo pero no así la magia.

Volvió para asegurarse de que ella no estaba allí.
Quiso toparse otra vez con la mustia realidad de saber que ya no existía.

—Hace tanto ya…
Dejó escapar en un suspiro.

Se sentó otra vez, como muchas veces, en esas sillas ahora decoloridas y lloró con desespero volviéndose mas gris aún, como las piedras del ferrocarril, como el humo de las fábricas.
Su mirada agónica buscó una respuesta en el cielo.
Hubo mas silencio…

—Llevo tanto tiempo sin entender…
Se dijo a sí mismo mirando sus manos temblorosas, las mismas que dejaron escapar a su amada Ofelia.

Un pájaro entró por la ventana rota y detrás de él, un rayo de sol.
Se oyeron voces, como un arrullo de mariposas.
Él se levantó enérgico y prestó atención.
Una sonrisa se dibujó en su rostro grisaceo como las cenizas de la estufa durante el verano.

—¿Eres tú? …Ofelia… Conozco esa voz…

Se abrió la puerta y una brisa fresca con olor a salvia se coló intrépida.
Una mujer de blancos cabellos entró con dificultad apoyada en el brazo de otra mas jóven.
Él miró con suma atención.

—Es aquí…
Dijo la anciana.
—Abuela, ¿estás segura?
—¡Claro, cielo! Hay cosas que nunca se olvidan…

Él resfregó su cara…
«esa voz…» pero ¿era Ofelia?.

—Mira, mi niña, aquí vivíamos hasta que esa horrible noche todo comenzó a rugir. Corrimos cogidos de la mano fuertemente. El caos se apoderó de todos y ya no había mas objetivo que salvar la vida. Entre un golpe y un tirón nos soltamos y nos separamos. El mar de gente nos absorvió.
Al otro día lo busqué desesperada… hasta que lo encontré. Allí estaba: tirado, envuelto en polvo, sin vida.
A tu abuelo lo quiero, pero él se llevó consigo mi corazón rojo y me dejó uno gris, tan gris como las tempestades…

El hombre sombra sonrió, se iluminó su rostro y todo volvió a su lugar.
Una carcajada salió de su boca mientras las viejas cortinas bailaban con el viento.
Comprendía, entonces, lo que había sucedido. Llevaba confuso todo este tiempo, todos estos años; apilando pesadumbres y desencuentros.

—Ofelia, mi amada Ofelia… Sabía que vendrías como también tenía la certeza de que aún me amabas.
La besó en la frente y hecho luz, salió por la puerta envuelto en mil colores.
Un fuerte aroma a azahares inundó el lugar.

—Te seguiré esperando un poco mas, pero esta vez lejos de la tristeza…

La puerta se abrió del todo y el sol se adueñó del lugar.

—…Abuela…
—Lo sé, mi niña… Lo sé…
Ofelia cerró los ojos y sonrió tan frofundamente que el tiempo se detuvo y se hizo eterno, curando una herida de muchos años con polvo de recuerdos y un amor anclado. Devolviendo a su sitio dos corazones en paz.

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13 comentarios

  1. 1. Jon Artaza dice:

    Buenos días Paola:

    Me parece una historia bonita, bien escrita y que se lee fácilmente (he de confesar que algunos textos se me han hecho eternos, a veces incomprensibles).
    Encuentro algunos giros lingüísticos que no me son familiares, pero supongo que pertenecemos a regiones hispanohablantes distintas. A parte de eso, comentaré dos frases:

    1- “Todo sucedió un día de un año incierto que es preferible olvidar” -creo que es innecesariamente reiterativo, yo me quedaría con lo primero “año incierto” o lo segundo “preferible olvidar” (y de elegir yo, lo segundo, que creo que es más acorde con el relato)
    2- “Se oyeron voces, como un arrullo de mariposas.” -Supongo que tenía una intención poética, pero creo que no hay nada más silencioso que una mariposa. Buscaría otra figura.

    Por último, creo que es interesante el enfoque que le das a esta historia fantasmal, y me gusta especialmente cuando el hombre comprende su situación y tras alegrarse (comprende y por tanto recupera la esperanza) dice “—Llevo tanto tiempo sin entender…” y finalmente “—Te seguiré esperando un poco más, pero esta vez lejos de la tristeza…”. Personalmente, para mi gusto hubiese sido redondo que terminase el relato con esta última frase.

    Espero haberte aportado alguna cosa aprovechable.

    Un saludo!

    Escrito el 18 marzo 2019 a las 09:52
  2. 2. AnaRosa dice:

    Hola, Paola.
    Me enganchó el reencuentro: Ofelia en cuerpo presente y el hombre sombra en cuerpo inmaterial. Un encuentro inesperado y muy esperado por ambos. Eso somos: ¡Seres de encuentros! y, cuando es a través del Amor, un valor universal que trasciende, no importa el cómo, pues, llega al corazón.

    “Allí estaba: tirado, envuelto en polvo, sin vida. (Omitiría esta parte para que el lector imagine parte de la historia)

    Revisar algunos signos de puntuación y faltas de ortografía. Animo, continúa, la perseverancia trae éxitos.

    Me gustó tu relato. ¡Felicitaciones!

    Escrito el 18 marzo 2019 a las 14:04
  3. 3. LUDIKA dice:

    Paola buen trabajo! Creo que el final es efectivo en su giro, pero yo lo terminaría en ¨ él se llevó consigo mi corazón rojo y me dejó uno gris, tan gris como las tempestades. El hombre sombra sonrió, se iluminó su rostro y todo volvió a su lugar.¨
    Creo que después se intenta explicar lo que ya se da por sobre entendido y es la gracias del relato. En esto de la escritura muchas veces menos es más.

    Saludos y a seguir escribiendo!

    Escrito el 18 marzo 2019 a las 20:07
  4. 4. Josè maría dice:

    Hola Paola .Sumar a los aportes de los compañeros “el cielo se iluminaba de a ratos ” te sobra esa de “el cielo se iluminaba a ratos” por lo demás buena historia de fantasmas que no se van hasta cumplir su deseo .Un saludo mi relato es el 65

    Escrito el 20 marzo 2019 a las 12:34
  5. 5. Paola dice:

    Jon, @narosa, Lúdica y José maría muchas gracias por el aporte que tendré muy en cuenta.
    Sobre todo por exclarecerme el final… Por un momento y con las prisas tenía miedo que no se entendiera, por eso rize el rizo…
    Ahora lo tengo claro.
    Muuuuchas gracias!!!

    Escrito el 21 marzo 2019 a las 10:07
  6. 6. Paola dice:

    AnaRosa… Se coló un @…

    Escrito el 21 marzo 2019 a las 10:14
  7. 7. Lucrecia Gordillo dice:

    Paola: ¡Me encantó! solo dos pequeños comentarios: 1. ambiente (se escribe sin h) 2. “Ahora, hecho sombra, recorría con sus dedos los muebles polvorientos; se deslizaba como un ánima” Como ya sabemos que es un ser etéreo, sobra la frase “se deslizaba…” Felicitaciones, te leo la próxima. Gracias por leer el mío (María Lucrecia, 34)

    Escrito el 21 marzo 2019 a las 20:43
  8. Hola Paola:
    Gracias por pasarte por mi relato. Me alegro que te haya gustado y debo aclararte que la esposa no sabia nada, si no hubiera sido otra historia. Gracias, siempre se aprende de los comentarios.
    Respecto al tuyo, soy de la opinión de los compañeros. Tambien me ha gustado mucho aunque creo que te faltó un ultimo repaso oal menos para la ortografía.
    “Hambiente”, “derrivados”, Refregó, .
    Muchas felicidades y nos seguiremos leyendo

    Escrito el 22 marzo 2019 a las 13:58
  9. 9. María Jesús dice:

    Hola Paola: Hermoso relato que es un homenaje al amor. Lo has escrito de modo que penetra en el alma, lleno de nostalgia y tristeza. La historia de un amor truncado, de una espera interminable. Desgarrador pero con un final esperanzador. Me ha gustado el estilo.
    Saludos desde el 114.

    Escrito el 22 marzo 2019 a las 19:09
  10. 10. Luigi Callieri dice:

    Hola Paola,
    Una escena guapa 😉 la que propones. En cuanto a los corregibles, pienso que ya está dicho todo en los comentarios que me preceden. Si me permites una intromisión en tu privacidad, jeje… me gustaría leer alguna propuesta tuya más experimental y con pelín más de riesgo. No me hagas mucho caso. Gracias por el aporte

    Escrito el 22 marzo 2019 a las 19:14
  11. 11. Paola dice:

    Lucrecia, Ismael y Maria muchas gracias por sus comentarios! Siempre tengo en cuenta las aportaciones porque son necesarias…
    Gracias nuevamente!
    Un saludo.

    Escrito el 24 marzo 2019 a las 12:10
  12. 12. Paola dice:

    Luigi entiendo lo que dices… ¡Y tienes razón!
    Me encantaría poder hacerlo pero no me siento preparada… Y después de leer relatos como los tuyos, los de Don Kendal y dos más que sigo… Jajajaja menos!!
    Jajajaja
    Lo intentaré…
    Te leo el mes próximo…
    Super saludos.

    Escrito el 24 marzo 2019 a las 12:14
  13. 13. Laura dice:

    Hola Paola.
    Tu propuesta me ha gustado,pero me ha resultado algo entrecortada con tanta intromisión del personaje, pero es algo puramente personal.

    Hasta la próxima.
    Mis saludos.

    Escrito el 29 marzo 2019 a las 10:54

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