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Los cambios son permanentes - por Lucy J.S

El hombre se transformó en un ser oscuro y codicioso, hambriento de dinero que buscaba su propio beneficio por sobre los demás. Alguna vez fue un padre de familia, con un trabajo digno en una fábrica textil, interesado en el bienestar de sus seres queridos, quien vio su vida dar un giro cuando un incendio quemó la fábrica por completo, dejándolo sin trabajo. Comenzó su búsqueda para encontrar otro, pero la situación delicada del país y su falta de estudios le dejaban con pocas opciones, que no le darían suficiente dinero. La desesperación llevó a que sucumbiera a la propuesta de vender mercancía en el mercado negro, sabiendo que se había introducido en un mundo de tinieblas donde no había salida.
Al principio todo fue de maravilla, tenían los elementos básicos y muchos lujos, pudiendo tener una mejor casa y auto. El hombre estaba más feliz que nunca al ver que su familia estaba tan llena de alegría y unida, por lo que trabajó más duro para tener cada vez más.
Pero de a poco comenzó a ser cada vez más ambicioso, desapareciendo cada vez más tiempo de su casa, llegando a estar semanas sin ver a su familia, y a pensar cada vez más en sí mismo, en sus deseos más profundos y oscuros.
La situación llegó a tal punto que no quiso darle el porcentaje correspondiente de sus ganancias a su proveedor, por querer tenerlas para sus recientes actos egoístas, como viajes a lugares paradisiacos y disfrutar estar con diversas mujeres. "Si no me das el dinero, te arrepentirás. Te quitaré todo lo que te importa y lo sabes" le dijo el proveedor, pero su creciente soberbia le llevó a ignorarlo.
Así al volver de uno de sus viajes, encontró a su mujer e hija asesinadas por balazos, su casa desbalijada y la policía llegando por considerarlo culpable. Ante tal situación, huyó despavorido a un lugar seguro hasta que su proveedor le llamó y le dijo "Ya has visto lo que puedo hacer. Tu familia fue sólo el principio. Si no me das el dinero que me debes, me encargaré de que todo el país te vea como un asesino que mató a su propia familia y te busquen hasta debajo de las piedras".
Pero no pensaba hacerlo, aquel hombre estaba consumido por la codicia, por lo que ya no le interesaba más nada que no fuera su propio interés, así que buscó el dinero que tenía escondido para él y decidió tomar algún vuelo para escapar. Su plan se complicó cuando su rostro ya estaba por todos los noticieros y lo buscaba toda la policía, por lo que al final tuvo que esconderse en diversas partes dentro del país.
Al final terminó en aquel edificio abandonado, que alguna vez fue la fábrica donde trabajó, rememorando los acontecimientos que lo llevaron a terminar como un ser marchito que, movido por la avaricia, lo cambió todo por un puñado de poder, por aquella oscuridad que lo dejó como una simple figura tenue y borrosa de lo que alguna vez fue; allí sólo quedaba una persona con cabeza deformada, pómulos magullados y nariz retorcida, con ojos alertas y sanguinarios, acompañado de un cuerpo encorvado y esquelético, sin arrepentimientos de lo sucedido con su familia. Simplemente un monstruo al que sólo le quedaba su dinero, una botella de alcohol y un cigarro que consumía con tranquilidad.
Cuando escuchó las sirenas a lo lejos, agarró la botella de alcohol, le dio un buen trago y el resto lo lanzó al dinero que tenía a su izquierda. Inhaló una última calada de su cigarro y lo lanzó a la pila de dinero, que comenzó a quemarse. "Si yo no lo puedo tener, nadie lo hará" pensó con desdén al saber que todo el fruto de su esfuerzo se desvanecía con rapidez. Al final golpeó la botella vacía contra el suelo, rompiendo su parte inferior, y con lo que quedó comenzó a poner fin a su vida para no tener que vivir un martirio, sintiendo con su último aliento el peso de sus acciones y un leve arrepentimiento por descuidar a sus seres queridos, pero manteniendo su transformación hasta el final.

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3 comentarios

  1. 1. Jose Luis dice:

    Hola
    Me toca comentar tu relato.
    Ha sido interesante tu crónica, la narración de la transformación del personaje sin nombre de ser persona normal a ser prácticamente como un Tony Montana (El precio del poder). Supongo que ha habido cierta inspiración en esta película a la hora de comenzar a escribir el relato.
    Personalmente, hubiera usado los diálogos de manera normal, no de la forma en que tú lo has hecho, porque de esta manera se refuerza mi idea de que tu relato es una crónica, o un resumen de lo acontecido a tu personaje.
    Moraleja pillada.
    Un saludo

    Escrito el 16 marzo 2019 a las 18:30
  2. 2. JaimeM dice:

    Hola, Lucy J.S:

    He leído tu relato con interés. Creo que está en general bien escrito y aprovechas bien la propuesta. También me gusta el final, que mantenga la transformación a pesar de un leve arrepentimiento; creo que lo hace más interesante.

    Por mi parte, el mayor problema que le veo es que no resulta muy original y avanza de forma un tanto previsible. Estoy de acuerdo con el comentario anterior, que te menciona “El precio del poder” (aunque también podríamos hablar de “el Padrino” o de “Narcos”; es una historia bastante común en los relatos sobre la mafia y el narcotráfico). En ese sentido, yo habría intentado darle un toque original, algún giro imprevisto o quizá centrarme en algún punto concreto de su historia, en lugar de relatarla completa. Pero es solo mi opinión, quizás muy personal 🙂

    En el aspecto puramente técnico, he visto que se te ha colado “desbalijada” cuando debería ser “desvalijada”.

    Nos leemos, ¡un saludo!

    Escrito el 17 marzo 2019 a las 11:43
  3. 3. Víctor Alverdi dice:

    Lucy: Me ha gustado el tema de tu relato. Me parece muy realista y te puedes identificar con el protagonista en lo referente a la falta de dinero, en querer lo mejor para su familia. Por desgracia a veces uno pierde el suelo y ahí están las consecuencias. Buena lectura, te mando un saludo.

    Escrito el 21 marzo 2019 a las 12:08

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