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Fantasma - por Nidama de Isthar
Fantasma
El hombre se transformó en un vestigio más de las desmoronadas rocas, al escuchar los pasos que se acercaban, amenazadores, hasta su refugio. La pandilla de macilentos gatos que normalmente lo acompañaba, huyó al instante.
Los extraños estaban tan cerca, que alcanzaba a distinguir claramente sus voces.
— Como ves, no hay absolutamente nada que pueda salvarse— explicó triunfante uno de ellos.
—Hoy mismo empezamos a demoler—.
Regresaron cuidadosos por el mismo pasillo donde entraron. El hombre se incorporó de súbito y trato de decir algo para defender su escondrijo pero las palabras no salieron de su boca. Hizo ruidos y nadie se inmuto.
Bajó por el lado contrario sostenido del barandal más seguro entre aquellas ruinas. El piso inferior estaba completamente colonizado. Hombres sudorosos armaban andamios y transportaban palas y picos, mientras pesados camiones se estacionaban afuera.
— ¿Cómo es posible este atropello?— reaccionó por un instante indignado. Deslizó los pies para perderse entre los trabajadores.
Agachado recorrió el novedoso desorden. Una persona huyó nerviosa de su presencia, al resto no pareció importarle. Fue cuando la angustiosa idea lo invadió.
No recordaba hace cuánto tiempo dejó de hablar. La compañía habitual consistía en alcohol, roedores y felinos pero sus conversaciones ya no eran interesantes. Y justo hoy, notó que nada le dolía.
El veneno que lo ahogaba aquella noche del accidente, por fin lo había hecho inmune. Las lágrimas cesaron, ya no lloraba por su esposa y por su hijo. Era un impune de la vida y no le importaba el sufrimiento.
También era invisible, por eso lo ignoraban. Un desperdicio más como el montón de escombros que se apilaban en este derrumbe.
Regresó a su escondite y se metió entre las mugrientas cobijas. El corazón dejó de retumbar en su pecho y una serena certeza le cerró los ojos.
— He muerto y por fin soy un fantasma—. Si recordara como, seguramente habría sonreído, pero simplemente abandono su efigie, aliviado.
En el delirio ya no alcanzó a atender la orden que gritaba desde abajo:
—Tiren todo y alguien saque al apestoso vagabundo de allá arriba—. La voz simplemente se perdió en el silencio.
Espero saber elegir las palabras porque si bien no es una historia que me haya encantado, tampoco me parece mala, y no me gustaría transmitir un tono equivocado. Pretendo una crítica constructiva y espero que pueda ser de ayuda al escritor.
Creo que hubiese buscado otro título un poco más ambiguo que completase un poco el propio texto, y permitiesen que el final resultase algo más impactante emocionalmente.
Tengo la impresión de que hay algunas frases que habría que reescribir: “El veneno que lo ahogaba aquella noche del accidente, por fin lo había hecho inmune.” “No recordaba hace cuánto tiempo dejó de hablar.”, ” Si recordara como, seguramente habría sonreído, pero simplemente abandono su efigie, aliviado”, y palabras que acudiendo al diccionario, no creo que tengan el significado que parece querer transmitir” Era un impune de la vida…”…
No se si he entendido bien el final, pero creo que hubiese buscado un relato algo más personal y cercano al hablar de la desgracia que le ocurrió al protagonista, ¿usar un flashback? Creo que al lector le vendría bien algo más emocional para lograr que empatice. Al ser tan frío el relato, suena un algo forzado la parte que menciona el accidente, porque no acabas de sentirlo, quizás incluso debería irse tocando sutilmente por todo el cuento.
Finalmente decir que el autor ha cumplido sobradamente con los requisitos del taller y que creo que la idea de la historia tiene un buen potencial.
Nidama:
Buena idea y trama aunque por momentos se me confunden quienes hablan y si el personaje es realmente invisible o no.(pues lo ven y piden sacarlo)
Tal vez, alargando un poco el texto, se pueda agregar detalles esclarecedores.
A la frase: El hombre se transformó en un vestigio más de las desmoronadas rocas, al escuchar los pasos que se acercaban, amenazadores, hasta su refugio. cambiaría el orden, para hacerla más fluida: El hombre se transformó, al escuchar los pasos amenazadores que se acercaban a su refugio, en un vestigio más de las rocas desmoronadas. .
Son opiniones como lector
Estoy en el 2 por si quieres leerlo y comentar
Cordiales saludos
Amadeo
Hola Nidama!
Me pareció muy lindo relato, un poco triste y a la vez emocionante que el protagonista por fin encontró paz. Me parece buena la referencia del vagabundo “invisible”. Lamentablemente, generalmente lo es, sin ser un fantasma.
Lo único que quizás me pareció un poco fuera de lugar, fue cuando hablo, creo que la historia se hubiera mantenido igual, y hubiera dejado al protagonista en ese mismo plano “invisible” o melancólico.
Por otro lado, tampoco me quedó muy claro ¿Por que murió?
Un gran saludo, y nos leemos!!
Nidama:
El desperdicio de una vida.
La tristeza del abandono.
El avance ineluctable del progreso.
Contrario a Jon Artaza, considero que el título es el preciso. La clave está en el “vagabundo invisible” que menciona Carla Daniela; él es de carne y hueso, pero en la práctica es un fantasma.
Observaciones de forma:
En “estaban tan cerca, que…“ sobra la coma.
Faltan algunas tildes de palabras agudas.
Saludos.
Que decepción no es con el relato…sino porque lo habían puesto la etiqueta de que era para mayores de 18 años…pensaba en culos y tetas…y me encontré con fantasmas…en esta crítica me pasé…y eso que yo “soy más bueno que Lassie”
Hola, Nidama
Encuentro algunos errores de forma en la redacción, como falta de algunas tildes (abandono su efigie), frases que ya han comentado, otras del tipo: “reaccionó por un instante indignado”, (yo pondría una coma “instante, indignado.”)
Utilizas muchos adjetivos (explicó triunfante, regresaron cuidadosos, el novedoso desorden, huyó nerviosa, la angustiosa idea), lo que a mi parecer es posible que reste fluidez en algunos puntos de la historia, pero eso va en gustos, y quizás esta lo pida así.
Debo decir que tu historia gana con una segunda lectura, y que la idea general me ha gustado y mucho, en mi caso no creo que tengas que recurrir a nada más para hacerme entrar en lo que cuentas, ver al vagabundo irrumpiendo en mitad de la obra, gritando, viéndose ignorado y creyendo luego que es un fantasma ya me hace empatizar.
Un saludo.
Me ha gustado mucho, la atmósfera qye te oprime, y visualizo bien lo que quiere transmitir. Enhorabuena!!