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Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

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Viajero en el tiempo - por A BERUMEN

“Casi está listo”, pensó, mientras un hilo de saliva le escurría por la comisura derecha de su labio.

Sin duda alguna la cocina era su mejor terapia.

El preparar meticulosamente un delicado platillo, le permitía transportarse a un mundo lejano, en el cual podía olvidarse de todos sus problemas y complejos.

Estaba convencido que el cocinar le provocaba tanto o mayor placer que el degustar la vianda.

Sin embargo, en esta ocasión todo era diferente. Al observar el ojo de aquel salmón que yacía en el sartén rodeado de especias y condimentos, notó algo raro, algo fuera de lo común que atrajo de inmediato su atención,

Por màs que se acercaba tratando de develar el misterio, no lograba ver através de aquel ojo que parecía observalo de forma más que inquisitiva.

No le quedó más remedio que correr al escritorio de cortina que su abuelo le había heredado, y abriendo el primer cajón, extrajo la lupa que su padre solía utilizar para recorrer hasta el más mínimo rincón de las cartas de viaje que él había heredado a su vez de su abuelo, el “Capitán Solitario”, como sus amigos acostumbraban llamarlo.

Examinó, meticulosamente, el ojo del pescado con ayuda de la lupa, y lo que descubrió lo dejó pasmado.

No lo podía creer. Fue entonces que recordó el par de “margaritas” que se había preparado y digerido esa mañana, antes de iniciar su labor como cocinero, tratando de aminorar con ellas los rasgos de una inminente depresión que empezaba ya a invadirlo, como lo venía haciendo cada vez con más frecuencia, durante los últimos años.

Atribuyó la ingesta de esta bebida y su alto contenido de alcohol, como acostumbraba prepararla, a lo que le estaba ocurriendo en ese momento.

Se acercó a la ventana de la cocina y la abrió, permitiendo que el fresco aire que invadió el cuarto, inundara sus pulmones, oxigenándolos al instante.

“Uno, dos, tres…” contó hasta el ocho mientras inhalaba profundamente, retuvo el aire otros ocho segundos y lo exhaló con un ritmo tan preciso, como solo un relojero podía hacerlo.

Repitió esta acción durante tres minutos, al cabo de los cuales regresó a la parrilla sobre la cual se hallaba el sartén con su pescado recién cocinado.

Con cierto temor pero a la vez con una firme determinación que lo animaba a develar aquél misterio, tomó la vieja lupa con ambas manos y la acercó una vez màs al ojo del pescado.

No había duda, un pequeño ser se encontraba allí dentro agitando sus pequeños brazos, como queriendo llamar su atención.

Cayó asustado de espaldas soltando la lupa, la cual al estrellarse contra el suelo, estalló en mil pedazos.

Fué entonces cuando escuchó una vocecita que lo increpó diciendo:

— Hey tú, sí, tú. Sácame por favor de aquí, que este aceite está a puntos de freírme. El calor aquí dentro se está volviendo ya insoportable.

Tragando una buena cantidad de saliva, se incorporó, y acercándose con mucho cuidado al ojo del pescado constató que no había error alguno. Un hombrecito se encontraba dentro, dando pequeños brincos y levantando ambos brazos.

—¿Pero quièn eres? Logró espetar.

—Soy un frustrado viajero en el tiempo, Solía ser un pescador de tiburones que no respetaba la veda, hasta que un día como castigo por mis osadías, fuí condenado a vivir preso dentro de este pez, hasta que caí atrapado en una red, sellando de esta forma mi cruel destino. Por suerte, ahora tú podràs liberarme de este hechizo.

—¿Cómo dices? ¿Qué debo yo hacer?

—Solo corta con delicadeza la retina de este pez que me tiene aprisionado. De esta forma me liberaràs de una vez por todas. Pero debes hacerlo con mucho cuidado, pues corro el riesgo de que tu cuchillo me cercene alguna parte de mi cuerpo, lo cual, desde luego, sería fatal.

Sin pensarlo más, corrió de nuevo hacia el viejo escritorio, donde tenían guardado un antiguo y filoso cúter.

Era tanto su desconcierto, que al no percatarse de los restos de la mal lograda lupa que yacían en el suelo, resbaló con ellos, y golpeándose la cabeza, se estrelló contra el suelo, perdiendo en el acto la consciencia,

Cuando por fin volvió en sí, se incorporó, y sentándose en una silla a un lado de la mesa, notó encima de ella un plato con los restos de un salmón. No lograba recordar con detalle que había ocurrido, pero de una sola cosa estaba seguro; nunca más bebería antes de prepararse a cocinar.

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12 comentarios

  1. 1. Ocitore dice:

    Hola, ABERUMEN, ya te había comentado que tu cuento me recuerda “El diablillo de la botella” de R L Stevenson, “El soldadito de plomo” y tal vez Jonas dentro de la ballena. Muy interesante tu trabajo. Bienvenido y mucho éxito.

    Escrito el 17 abril 2019 a las 21:03
  2. 2. Eric Milne dice:

    Hola A Berumen!

    Tu historia me recuerda a uno de los relatos de “Las mil y una noches”. También a esto: https://bit.ly/2KX67Gi

    El del pescado me parece un mentiroso. No terminas con esa condena sólo por no respetar una veda. Tuvo que haber sido algo más grave.

    Me gustó mucho tu relato, es bastante creativo. Saludos!

    Escrito el 18 abril 2019 a las 17:16
  3. 3. M.L.Plaza dice:

    Hola A.Berumen.
    Has planteado un viaje en el tiempo muy original y entretenido.
    Solo el final me parece un poco extraño. Dices que el protagonista se despierta, se sienta en la silla y ve los restos del salmón. Parece un poco raro que haya entrado alguien y se haya comido el pez y a él lo haya dejado tirado en el suelo.
    Me ha gustado leer tu relato.
    Saludos

    Escrito el 18 abril 2019 a las 19:19
  4. 4. El recreo dice:

    Hola A.Berumen,
    Por un lado a nivel general y formal he visto algunas erratas y repeticiones algunas de las cuales te indico a continuación:
    “Transportarse””olvidarse” repetitivo yo pondría se podía olvidar “el cocinar””el degustar” es correcto pero me suena raro además de repetitivo yo aquí utilizaría el verbo sin “el” o pondría “el hecho de…””através””observalo” entiendo que es a través y observarlo”a puntos” en lugar de a punto, en siguiente párrafo repites “hasta que…..hasta que” repites mucho “la lupa…” Etc.
    No obstante esto no me ha impedido seguir con la historia ni me ha sacado de ese ritmo tan trepidante que has logrado. Enhorabuena! En cuanto al fondo de la historia es cierto que pese al golpe que se da en la cabeza desconcierta no saber qué había pasado ni quién había comido al salmón.
    Me ha gustado mucho el uso que le has dado a la palabra Margarita.
    En general me ha resultado entretenido.

    Escrito el 19 abril 2019 a las 01:46
  5. 5. A BERUMEN dice:

    Muchas gracias Ocitore por tus palabras. Significan mucho para mi sobretodo viniendo de tí, ya que llevamos un par de años leyéndonos. Gracias también por invitarme a este maravilloso Club. Mucha suerte y un abrazo.

    Escrito el 21 abril 2019 a las 08:14
  6. 6. A BERUMEN dice:

    Gracias Eric por tu comentario. ¿Se te hace poca cosa el no respetar la veda? Pienso que merecía ese castigo y màs jeje. Me alegra te haya gustado este, mi primer relato en este Club, Espero seguir publicando cada mes una nueva historia. Mucha suerte y un abrazo.

    Escrito el 21 abril 2019 a las 08:18
  7. 7. A BERUMEN dice:

    Hola M.L. Plaza. Gracias por tu comentario. En realidad la idea no era que alguien hubiera entrado y se comiera el salmón, síno que él mismo se lo había comido y todo había sido un sueño o una visión ocasionada por el ingerir las “Margaritas”. Mi intensión fue dejarlo un poco abierto a la interpretación que cada lector quiera darle, es decir crear un poco de polémica, y con tu comentario creo que lo logré. Mucha suerte y un abrazo.

    Escrito el 21 abril 2019 a las 08:24
  8. 8. A BERUMEN dice:

    Hola El recreo. Muchas gracias por tu lectura y detallado comentario. Creo que me precipité al publicarlo sin detenerme más a revisarlo a detalle, pero lo que pasó fue que al ser éste mi primer relato en este Club, no tomè en cuenta que no podía ya revisarlo y corregirlo. En verdad te agradezco me indicaras los errores y prometo para el próximo chocarlo con màs calma antes de publicarlo. Mucha suerte y un abrazo.

    Escrito el 21 abril 2019 a las 08:29
  9. 9. marazul dice:

    A BERUMEN CON MAYÚSCULA je,je…
    El cuento es muy bonito, divertido e ingenioso en donde las palabras obligadas y el hombre en el tiempo están perfectamente introducidas. Me ha gustado mucho ese párrafo en el que mantienes al lector a la espera. Y me refiero a cuando descubre lo que hay en el ojo y no se lo cree, cuenta hasta ocho, abre la ventana de la cocina, toma aire etc… Es una buena técnica para crear interés en el lector.
    Y está muy claro que el cocinero se pasó con el cóctel margarita mientras cocinaba.
    Solo decirte que a través se escribe separado y también veo alguna errata como: “el sartén” en lugar de la sartén.
    Alguna frase como: “que su abuelo le había heredado” sería más correcto :que había heredado de su abuelo.
    Ya sabes A BERUMEN repasar mucho antes de enviar. Es verdad que muchas veces escribimos y enviamos a través del móvil o del ipad y esto se presta a más errores. Yo prefiero utilizar el
    ordenador con su teclado. Creo que así se evitan esas pequeñas erratas que a veces se cuelan sin desearlo.
    Encantada de leerte
    Saludos

    Escrito el 21 abril 2019 a las 21:36
  10. 10. A BERUMEN dice:

    Hola marazul. Muchas gracias por tu lectura y comentario. Me alegra te pareciera bueno mi relato. En relación a tus amables anotaciones, déjame darte mi opinión. A través, tienes razón, se escribe separado, pero en cuanto a sartén, lo chequé antes y es un sustantivo ambiguo, por lo que acepta los dos géneros, depende del gusto del escritor. Por último, en relación a la frase “que su abuelo le había heredado”, se refiere a que la herencia fue hecha en vida, es decir, su abuelo se la heredó, que no es lo mismo que decir que él la heredó al morir el abuelo. Espero con esto aclarar tus dudas. Nuevamente muchas gracias y un abrazo.

    Escrito el 22 abril 2019 a las 01:53
  11. 11. Laura dice:

    Hola A BERUMEN
    Me ha gustado tu historia con final abierto, dejando la duda acerca del hombrecito en el ojo del pescado.
    Sólo me queda algo raro lo que el hombrecito dice, que es un viajero en el tiempo. Tan sólo lo dice, pero sus acciones no indican (al menos a mì) que lo sea.Todo esto con el mayor de los repetos.

    Mis saludos.
    Hasta la próxima propuesta.

    Escrito el 28 abril 2019 a las 12:20
  12. 12. A BERUMEN dice:

    Hola Laura. Muchas gracias por tu lectura y comentario. Me alegra tu gustara. En relación a lo del viajero en el tiempo, te invito a que sigas leyendo mis futuros relatos en este Club, donde se irá develando la historia completa. Este primer relato solo pretende ser la introducción a una historia que, créeme, da para mucho más. Mucha suerte y un abrazo.

    Escrito el 28 abril 2019 a las 19:51

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