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Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

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Peregrina - por Osvaldo M. Vela

Lucita colmada de lágrimas. Sus manitas aferradas a la ventana y su carita casi atorada entre las rejas. Su mirada perdida en explorar la vereda que, entre brumas escondidas, serpenteaba desde el pueblo hasta la casa del rancho.

Las ausencias nocturnas de su padre le estrujaban el corazón.

—Ya deja de lloriquear, tu papá no vendrá.

El imperativo comunicar calló a la niña, se quedó dormidita con lapsos de estremecimientos en su dormitar; sollozos perdidos en su sueño.

Luciana, en la tregua emocional que la niña permitía, viajaba al pasado. Recordar era una necesidad.

Una niñez sin padre. Él murió en un viaje de pesca en alta mar. La prensa del Puerto de Veracruz culpaba a los tiburones de su desaparición.

Su primer peregrinar comenzó con su madre. Regresaron a vivir en Orizaba.

Desde joven, ella laboraba en la tienda de su padrino Jacinto. Hombre de porte distinguido cuya presencia la perturbaba. Sin entender el porqué, le dolía verlo sufrir. Su madrina Linda lo abandonó.

En su trabajo, ella sostenía un noviazgo con José Luis; estaban por casarse. Relación que cada vez subía más de tono. Por la cercanía de la boda le permitió libertades que satisfacían su curiosidad de mujer.

Un domingo, don Jacinto le pidió un inventario de la tienda: al terminarlo se lo llevó: tocó la puerta. El hombre estaba en la cocina

—Pásale Luciana ¿Ya me traes el inventario? Siéntate. Te tengo listo un buen taco y un ponche al cual llamo “margarita”, porque tu madrina lo adornaba con esa flor.

La bebida tenía muy buen sabor y el taco muy sabroso.

—¿Qué fue lo que le puso a mi copa? Me siento un poco mareada.

—Vodka. Si te sientes mareada no tomes más. Mejor camina para que se te pase.

Quiso ella aprovechar aquel apremio de su padrino para darle el mensaje de su tristeza.

—Creo que quien no debería tomar más es usted. Acompáñeme a caminar.

Al acompañarla en sus pasos, Jacinto se pegó a su espalda.
El contacto del hombre le quemaba. Un calorcito embriagador invadía su cuerpo. ¿Acaso esto la obligaba a una respuesta como mujer? Se daba cuenta de su sentir: era algo único. En su corazón, Luciana albergaba el apoyo de una compañera, además, de la pasión y lealtad de una enamorada. Afecto muy diferente a lo que sentía por José Luis. El cuerpo acariciando su piel, la atormentaba con el placer a lo prohibido.

¿Cómo fue que sucedió? No lo supo: seria don Jacinto, quien no pudo sustraerse a unos encantos de juventud encendidos. Sería la bebida que despertó en ella la audacia. Sería la bastedad viril, al incitarla con su roce, lo que la cautivaba sin remedio. Lo vivido fue una entrega sin dolor que no se parecía a lo hecho con José Luis.

Su esencia de mujer permitió el actuar del hombre que tenía enfrente y mostraba ser tierno. Mientras que a ella le ganaba la urgencia, él moderaba los arrebatos de ambos. Cuando llegó a la cúspide del mutuo compartir, su cuerpo se tensó de placer, solo que algo nuevo la esperaba.

Lo que ella creía terminado cobraba vida. El lento fusionar de sus cuerpos se repetía con gentileza. Pero esta vez el sentir era más impetuoso. En cada sincronización, sus cuerpos se estremecían. Se acercaban, al parejo, a una necesidad inevitable de comunión entre dos.

Luciana no pudo acallar las muestras de placer que salían de su garganta. Se daba cuenta que cada gemido causaba una intensa respuesta en don Jacinto; se llenaba de vida la rigidez y colmaba lo más íntimo de su ser. Nunca antes había sentido un letargo tan grato. El rítmico movimiento del amor se prolongó en deleite; dulce sopor invadió la entrega. El calor que bañaba sus entrañas le exigía descanso. Su sueño fue una desconexión.

La desconexión la agobió después. Había dos hombres en su embarazo. De las muchas veces que sostuvo relaciones con su novio, a solo una con don Jacinto, las probabilidades le decían; José Luis. La boda se cumplió.

Solo que con su esposo nunca alcanzó el arrebato que ella disfrutara ese día. José Luis cayó en el vicio de la tomada. Siete años en espera, de volver a sentir lo sublime del amor, le aconsejaban buscar otros horizontes.

Deseaba volverse peregrina y huir; ella se bastaba sola. Lucita sería más feliz en un entorno sin pleitos. Ser viajera al pasado no sería más. La decisión estaba tomada: era joven. Quizá Jacinto un día la buscara.

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49 comentarios

  1. 1. Alex dice:

    Hola Osvaldo, de nuevo vengo a leer tu trabajo.

    Se aprecian los detalles, como los has cuidado y repasado para no cometer errores ni repeticiones.

    Me gusta como sutilmente introduces a don Jacinto, sin perderte en detalles que no son necesarios. Todos lo imaginamos y eso es lo mejor que puedes conseguir. Que no te hace falta describirlo.

    Lo mismo haces con José Luís. Nada que no sea lo imprescindible. Y vuelves a conseguir que le pongamos un rostro (cada uno sabrá la cara de quién usa mientras lee).

    Lo único que me resultó un poco confuso, fue que al principio pensé que Lucita era una niña pequeña. Luego entendí que no, así que tuve que volver a leer el principio para saber que era lo que me había sacado a la pobre muchacha del contexto.

    En el final, no acabo de entender de si le pega o no una patada en las posaderas a José Luís. Deduzco que sí, pero en realidad no me ha quedado claro.

    La frase: «Ser viajera al pasado no sería más». No creo que sea correcta, o si lo es, me suena rarísima.

    Se nota el trabajo que le has dedicado. Además, creo que no es fácil describir las relaciones interpersonales de alcoba. Uno puede, sin querer, resultar soez. No es tu caso.

    Espero haber sido constructivo.

    Un cordial saludo,

    Alex

    Escrito el 17 abril 2019 a las 23:09
  2. 2. Osvaldo Vela dice:

    Hola Alex.
    Agradezco de antemano la visita a mi texto. Ya busqué en el listado tu nombre y no lo pude encontrar así es que a través de este escrito te hago saber que tu comentario resuelve de principio el temor de ser soez al describir una relación amorosa.

    Creo que las galletas que me convidaste en el comentario pasado, esas, las de la tía Lupe, con ingredientes propicios a una imaginación pródiga, me ayudaron a ser sutil. Gracias.

    Si participaste, nada mas por favor, dame los datos y yo te busco.

    Saludos y un abrazo.

    Escrito el 17 abril 2019 a las 23:52
  3. Hola de nuevo, Osvaldo.

    Mi texto está en el número 26. Esta vez muy arriba, pese a haberlo enviado en el último minuto.

    Un saludo,

    Alex

    Escrito el 18 abril 2019 a las 00:27
  4. 4. JUANA MEDINA dice:

    Hola Osvaldo, compañero:
    Muchas gracias por tu visita y tu comentario.
    En cuanto a tu relato, ¡cada vez mejor tu lenguaje! De excelente ritmo, armonioso, las descripciones delicadas y justas! Me ha encantado. Disfruto mucho de tu delicadeza y sutileza.
    Un abrazo

    Escrito el 18 abril 2019 a las 01:23
  5. 5. Josè maría dice:

    Bonita historia ,me gusto aun que hay algunas palabras que cambiaría por sinónimos ,es mi opinión personal,ya que son mas fáciles de encajar en el contexto de la historia,Por ejemplo regresaron a vivir a Orizaba cambiaría por volvieron a vivir…por cierto Orizaba no sale en LA R.A.E Otra frase seria “ella laboraba…” pondría “ella trabajaba”.En fin ha sido un placer leerte de nuevo .Mi relato es el 43 pero este mes no estoy muy contento con el resultado un abrazo y nos leemos

    Escrito el 18 abril 2019 a las 11:13
  6. 6. Laura dice:

    Hola caballero Osvaldo.
    El primera, gracias por el comentario a mi texto. Muchas gracias. Este mes estoy algo más lenta, estoy luchando contra el monstruo de la procastinación!!!
    Me ha gustado la historia, coincido con la expresión algo extraña:Ser viajera al pasado no sería más.
    Encuentro forzada esta frase: Te tengo listo un buen taco y un ponche al cual llamo “margarita”, porque tu madrina lo adornaba con esa flor. Te ofrezco. tómate esta margarita (ya se sabe lo que es al beberse), hecho como le gustaba a tu tía (por ejemplo)
    Me gustó lo de Jacinto,con total delicadeza.

    Mis saludos.
    Hasta la próxima propuesta.

    Escrito el 18 abril 2019 a las 12:21
  7. 7. David Rubio dice:

    Hola, Osvaldo. Tu relato es uno de los tres siguientes al mío, así que voy a comentarlo con mayor detenimiento.

    El relato que propones nos muestra los días posteriores a la decisión vital de Luciana. Una de enorme calado como es abandonar a su marido tras sentir el fracaso de su matrimonio y empezar una nueva vida. Esto lo vamos descubriendo conforme avanzamos la lectura, tras ese inicio para atrapar al lector en el que haces que se pregunte qué pasó con el papá de Lucita.

    En cuanto al fondo, sin embargo, creo que habría que afinar un poco más las emociones. Los sentimientos de Luciana respecto a Jacinto no me terminan de quedar claros. ¿Sentía lástima?, como se dice al presentarlo; ¿sentía atracción física o sexual por aquella noche? ¿Cuándo empezó a amarlo? ¿Quería a José Luis cuando se casó con él? O su decisión se debió solamente a ese frío cálculo de posibilidades respecto a la paternidad de su hija. Creo que habría que ahondar en los sentimientos de Luciana y en sus dudas, cuando se habla de que “la desconexión la agobió después” ¿a qué se refiere? Por otro lado, sería interesante para el lector saber qué José Luis para que Luciana dijera hasta aquí, si parece que la situación parecía extenderse en el tiempo.

    En cuanto a la Narración en sí. Cuando pensamos en nuestra historia, y más cuando se nos exige una extensión determinada como aquí, el mayor quebradero de cabeza es plantear lo que vamos a contar. Utilizando el símil cinematográfico. ¿Voy a contar una escena o una película? Si es una escena, la narración debe ser prolija en descripciones de gestos y acciones, para que conseguir atmósfera y que el lector la vea en su mente; si es una película, quiere decir que abarcamos un tiempo mayor y los detalles van a ser menores, los párrafos se convierten en distintas etapas de los sucesos más relevantes.

    Decidirlo nos permite calibrar nuestra cámara. En el relato creo que nos quedamos a medio camino. Tenemos una escena central, el recuerdo de aquella noche con Jacinto, pero el resto es una narración en modo película. Esto genera un problema. Saber cual es el enfoque de nuestra cámara para recoger lo que es esencial de lo que no. Por ejemplo, pienso que para la historia no es relevante conocer la infancia sin padre de Luciana. ¿Habría cambiado algo? Creo que no, puesto que quien es importante para ella es Jacinto y en este sentido si es esencial que Linda lo abandonara. O esta frase: “Un domingo, don Jacinto le pidió un inventario de la tienda: al terminarlo se lo llevó: tocó la puerta. El hombre estaba en la cocina…” Decir que terminó el inventario y tocó la puerta son datos muy poco relevantes y que ocupan la misma extensión que otros que sí lo son.

    Esta indefinición, provoca, a mi parecer, que las frases sean un poco telegráficas, sobre todo, antes de llegar a la escena erótica. Si lo leemos en voz alta, es como si nos contaran la historia a golpes, las frases no fluyen, son como píldoras de información que, además, tienen una extensión muy parecida, lo que afecta al ritmo. Fíjate la diferencia de esa parte a cuando narras, como mucho acierto, el encuentro:

    “Una niñez sin padre. Él murió en un viaje de pesca en alta mar. La prensa del Puerto de Veracruz culpaba a los tiburones de su desaparición.
    Su primer peregrinar comenzó con su madre. Regresaron a vivir en Orizaba,”

    Cinco frases informativas, pam, pam y pam.

    En cambio:

    “¿Cómo fue que sucedió? No lo supo: seria don Jacinto, quien no pudo sustraerse a unos encantos de juventud encendidos. Sería la bebida que despertó en ella la audacia. Sería la bastedad viril, al incitarla con su roce, lo que la cautivaba sin remedio. Lo vivido fue una entrega sin dolor que no se parecía a lo hecho con José Luis.”

    La diferencia es muy notable.

    Otros aspectos:

    En cuanto a detalles más formales te menciono los siguientes:
    • Creo que se abusa del verbo sustantivizado. Me resultan un tanto forzadas y poco naturales frases como: “Recordar era una necesidad”; “Su peregrinar comenzó…”; “Ser viajera al…”
    • Para evitar confusiones, habría que diferenciar más el nombre de la niña y la mujer. Lucita y Luciana pueden llegarse a confundir con la misma persona. Creo que un comentario anterior es muestra de ello.
    • En la frase: “Lucita sería más feliz en un entorno sin pleitos. Ser viajera al pasado no sería más.” Se repite el verbo ser en tres ocasiones.
    • En cuanto la escena erótica está bien narrada. No tengas miedo por ser soez. ¡Hay que escapar de lo políticamente correcto como de la peste! Como decía Woody Allen, el sexo es sucio solo cuando se practica correctamente. Si una escena pide guarradas pues se escriben y ya está. No escribas pensando en que se pueda ofender alguien, ese será el problema del ofendido no tuyo. Eso sí, evita clichés como esta frase: “El cuerpo acariciando su piel, la atormentaba con el placer a lo prohibido.”

    Todo esto son, por supuesto, apreciaciones personales que te comento por si alguna te sirve o te hace reflexionar. De eso se trata en este estupendo taller de Literautas.

    ¡Saludos!

    Escrito el 18 abril 2019 a las 13:04
  8. 8. Osvaldo Vela dice:

    Juana agradezco tu visita.

    Tus palabras siempre llenas de conceptos positivos le han permitido a mis letras ir mejorando mas cada día. Tú, junto con otro(a)s Literautas me han ayudado en el oficio que tanto amo que es escribir Gracias.

    Abrazos y saludos.

    Escrito el 18 abril 2019 a las 18:20
  9. 9. Ryan Infield Ralkins dice:

    Saludos Osvaldo

    Cómo siempre, tu relato está escrito con un vocabulario rico pero a la vez va al grano.
    Al igual que Alex, pensé que Lucita era una niña y tuve que volver a leer el relato, lo cuál me llevó a imaginarme toda la escena, la cuál quedó bien descrita, de una forma poética diría yo.
    Felitaciones por este tremendo relato.

    Escrito el 18 abril 2019 a las 18:39
  10. 10. marazul dice:

    Hola Osvaldo: la estructura que le das al relato al principio despista un poco, pero todo cuadra perfectamente cuando se llega al final: Lucita es una niña, desde luego. Lo que no sabremos con exactitud es si el papá al que llora sus ausencias, sea realmente el suyo.
    La historia de su madre, Luciana, ese viaje al pasado,
    está muy bien narrada, al estilo propio tan original tuyo, Osvaldo.
    La escena del fogoso encuentro la expresas con
    sensualidad y con delicadeza. Como lectora detectó que Luciana, ante la falta de padre en su niñez, busca en Jacinto un amor más experimentado, más paternal, quizás. En fin, que tus personajes tienen mucha sicologia y eso me gusta.
    Por último decirte que me encanta esa bebida tan típica vuestra, el cóctel margarita. Pero aún no he descubierto en ella los efectos que provocaron en Luciana.
    Habrá que probar otra vez a ver qué pasa je, je…
    Un abrazo

    Escrito el 18 abril 2019 a las 19:58
  11. 11. Osvaldo Vela dice:

    Josè María.

    Agradezco tu visita a mi texto. y mas porque al revisar las recomendaciones de palabras repetidas ya corregí alguna:cambie tomar por beber.

    La palabra Orizaba es una Ciudad de Veracruz que se distingue por su pico nevado que es perenne. Poblado colonial por excelencia.

    En una oportunidad de tiempo paso a leer tu relato.

    Gracias y saludos.

    Escrito el 18 abril 2019 a las 21:31
  12. 12. Osvaldo Vela dice:

    Laura

    Cuando el trabajo junto con los agobios de salud abruman es difícil organizar las prioridades. Cuando escribí este relato, que en realidad es el resumen del meollo de una historia de 40 cuartillas. Mi objetivo era mostrar la parte que me costó mas trabajo. La entrega de Luciana me causó arrepentimientos y a escribirla de nuevo.

    El ejercicio me resultó provechoso. Al fin pude plasmar el hecho de que una espera de siete años lidiando con un alcohólico sin nunca recibir de él, lo que como mujer deseaba, dio un hasta aquí. Nunca mas viajaría al pasado de sus recuerdo. El pasado, que valía la pena, debería de alcanzarla.

    Saludos y un abrazo.

    Escrito el 19 abril 2019 a las 01:50
  13. 13. Osvaldo Vela dice:

    David.

    Agradezco, de sobremanera, tu actitud de echar la casa por la ventaba en tu comentario a mi texto. Ya tomé nota de tus aportaciones y algunas ya tienen su sitio en mi texto corregido.

    El cuestionamiento del por qué abandonar al marido se debe a siete años de padecer el agobio de compartir su vida con un alcohólico.
    una vida de soledad con su hija en un rancho alejado del pueblo.

    Cuando terminé por primera vez, el relato rebasaba las mil palabras. así es que el recorte fue sano pero mayúsculo.

    El uso del peregrinaje fue forzado por el titulo y el reto. Las peregrinas son viajeras.

    La repetición del verbo ser ya lo corregí pues el limite de palabras ya no importa. Gracias.

    Agradezco tus apreciaciones pues el texto mejoró bastante.

    Un abrazo y saludos.

    Escrito el 19 abril 2019 a las 02:08
  14. 14. Luigi Carielli dice:

    Hola Osvaldo,
    Me gusta este texto que propones en el taller. Me gusta la propuesta de los verbos en infinitivo. Me gusta el ritmo controlado de lo que va mostrando el narrador. Un narrador omnisciente que no da tregua a las interpretaciones. O se toma o se deja. Me gusta la riqueza del español puesta de manifiesto en este trabajo.
    En resumen, gracias por la propuesta y hay material de aprendizaje sin duda. Solo queda un pequeño esfuerzo y aprovechar todo lo que se pueda y se sepa. Enhorabuena

    Escrito el 19 abril 2019 a las 15:41
  15. 15. pajesur dice:

    El comentario de David Rubio ha sido excelente a pesar de tanta parrafada. De verdad lo dicho sobre el sexo con mucho gusto, hay que narrarlo con palabras soez porque al leerlo da mucho morbo y excitación que con lo políticamente correcto. Eres un genio de los comentarios, bien hecho, así progresaremos en adelante. Gracias por la aportación al taller.

    Escrito el 19 abril 2019 a las 21:03
  16. 16. M.L.Plaza dice:

    Hola Osvaldo.
    Muchas gracias por pasarte por mi texto y por tus bonitas palabras.
    ¡Menudo cambio de registro, el de este mes!Mi recomendación: no escuches cantos de sirenas. El texto no necesita expresiones soeces y me parece fatal que hayas sustituido tomar por beber.En la lengua española cabemos todos. Sigue con tu estilo, que cada vez escribes mejor y los temas son cada vez más arriesgados. Te felicito por ello.
    Ha sido un verdadero placer conocer a Lucinda.Que sea muy feliz en su nueva vida:el mundo está lleno de Jacintos.
    Hasta el mes que viene.
    Saludos.

    Escrito el 20 abril 2019 a las 02:37
  17. 17. Osvaldo Vela dice:

    HOLA RYAN.

    Agradezco de corazón tu paso por mi relato.

    La primera vez te imaginaste bien son dos personajes: Lucita, la niña y Luciana la madre. Ambas viviendo en la soledad de un rancho. las dos mujeres sufriendo por el vicio del hombre de la casa. Un alcoholismo arraigado en él, sin remedio.

    Después de siete años decide emigrar como la peregrina que es y buscar nuevos horizontes. Gracias.

    Saludos… luego me paso por tu texto.

    Escrito el 20 abril 2019 a las 06:12
  18. 18. Osvaldo Vela dice:

    MARAZUL.

    Agradezco como siempre la visita que haces al texto. Incluyes como aderezo unas vibras positivas que acarician mi intelecto. ademas de unas intenciones bien encaminadas. a

    La duda de Luciana de quien pueda ser el padre de Lucita la ha obligado a aguantar a un hombre dominado por el vicio. los siete años transcurridos le gritan que un vientre seco necesita una motivación especial que no ha sentido con su esposo, por eso, toma la decisión de dejarlo.

    En cuanto a la fogosidad padecida por Luciana, la receta es sencilla: los ingredientes son tres. La bebida, unos tacos aderezados con la salsa apropiada y un galán dispuesto. Lo más difícil de conseguir es la salsa apropiada. Pero como dices hay que intentarlo de nuevo y en exceso.

    Un abrazo y gracias.

    Escrito el 20 abril 2019 a las 11:42
  19. 19. Osvaldo Vela dice:

    HOLA LUIGI.

    Agradezco tu paso por el texto de este mes. El comentario que dejas incluye, en un comunicar certero, la cualidad que no debemos olvidar al escribir: el esfuerzo.

    Yo agradezco a todos los compañeros literautas, tanto sus comentarios como sus textos. De sus aportaciones, yo he recibido el apoyo para continuar en la brega de este oficio que no grita pero si plasma conceptos y valores.

    Gracias y un fuerte abrazo.

    Escrito el 20 abril 2019 a las 11:59
  20. 20. Leonardo Ossa (Medellín - Antioquia) dice:

    Hola Osvaldo, he venido a deleitarme acá con tu texto. Una historia que capta mi atención y descrita de una manera sobria, elegante, muy bien narrada, sin visos de obsenidad, todo lo contrario: con un lenguaje respetuoso, serio y muy bien presentado.
    Me agrada ver que en los quince días de plazo, que transcurren entre la propuesta de Literautas y la fecha de publicación, ya tienes una historia para desarrollar y la emites con las suficientes correcciones y revisiones del caso. Eso me indica que vas logrando una dinámica muy ágil en esto de escribir. Yo en cambio me he ido frenando y no he podido volver a coger el ritmo.
    En todo caso Osvaldo me alegra mucho leerte y saber que sigues muy activo en las letras.
    Saludos.

    Escrito el 20 abril 2019 a las 23:30
  21. 21. Yoli dice:

    Hola Osvaldo

    Me encantó tu relato. Con buen ritmo, muy delicado en las descripciones, lleno de imágenes.

    En cuanto a mejorables, te comento que lo leí dos veces, me confundió los nombres de Lucita y Luciana, pero en la segunda lectura me quedó claro el tema.

    Gracias por tu visita y comentario a mi cuento #31 “Dios no puede venir a la Tierra”

    ¡Nos seguimos leyendo!

    (¯`•¸•´¯)YOLI(¯`•¸•´¯)

    Escrito el 21 abril 2019 a las 01:30
  22. 22. Osvaldo Vela dice:

    HOLA PAJESUR.

    Agradezco tu visita al texto. Por experiencia propia te puedo decir que este taller es lo que me pudo suceder como escritor ansioso de mejorar sus letras.

    Pronto te darás cuenta. Solo tienes que ser recíproco y contestar los comentarios que recibes. La mejoría se va dando conforme más participas.

    Adelante y un abrazo.

    Escrito el 21 abril 2019 a las 03:27
  23. 23. María Jesús dice:

    Hola Osvaldo:Hermoso texto el tuyo fruto de la experiencia y el exquisito gusto por las cosas bien hechas. Relatas un encuentro sexual que te impulsa a imaginar sin caer en el morbo fácil. Una historia triste como tantas pero para mí gusto excelentemente narrada. Mi enhorabuena.
    Gracias por tu visita a mí texto
    Saludos.

    Escrito el 21 abril 2019 a las 12:30
  24. 24. Osvaldo Vela dice:

    M.L. PLAZA.

    Gracias por aconsejarme no escuchar el canto de las sirenas. Tan te lo tomé en cuenta, que si acaso hice algún cambio fue para mejorar la redacción apegada al sortilegio emotivo del amor.

    Desde la primera vez que asistí a la presentación de dos libros premiados por la cultura Tamaulipeca y presenciar la lectura mas soez que he escuchado nunca: me prometí jamás seguir ese derrotero aunque la critica dijera que la sinceridad de expresión fuese excelsa.

    Respeto en demasía las bases de formación que me fueron inculcadas desde mi infancia. Espero seguir respetándolas por siempre.

    Un abrazo y gracias-

    Escrito el 21 abril 2019 a las 14:22
  25. Hola Osvaldo, ¿cómo estás compañero?, vamos a por tu Peregrina.
    Muy bien el uso que has hecho de los saltos temporales, una anacronía interesante para la comprensión de la trama, acudiendo al pasado para justificar el presente infausto de la madre.
    Hay escenas muy tiernas, especialmente en la presentación de la niña, no creo necesario acrecentarla con los diminutivos, además de la que niña se llama Lucita y tantas terminaciones en –ita produce cierta cacofonía, también puede haber cierta confusión por el parecido de los nombre de madre e hija.
    Buen equilibrio entre la parte narrada y la dialogada, así como el buen ritmo que consigues a base de frases de diferentes dimensiones.
    Los párrafos de pasión, sobre todo en la que Luciana gemía y se dejaba llegar, conseguidos. Claro que hubo consecuencias, no hablo solo de la hija, sino de la inevitable comparación con el esposo, más pasivo, al parecer, que el amante ocasional. Bueno… parece que la señora le va a poner remedio.
    Un cordial saludo Osvaldo, seguro que nos “vemos” en el próximo reto.

    Escrito el 21 abril 2019 a las 20:03
  26. 26. ortzaize dice:

    hola como siempre has tratado tu relato con mucha delicadeza, y nunca defraudas.
    saludos.

    Escrito el 21 abril 2019 a las 21:40
  27. 27. Osvaldo Vela dice:

    HOLA LEONARDO OSSA.

    Saber de ti es reconfortante para mi. y mas cuando tus elogios sacuden con positividad mis necesidades de un empellón de sabiduría.

    Creo que todos vamos reaccionando a la vida de acuerdo a los obstáculos que encontramos.

    Cuando el escribir se convierte en una necesidad, para sobrevivir calamidades, las letras fluyen “non stop”(sin parar).

    Para mí, lo que parecía ser un castigo, se convirtió en bendición sin limite. El estar atado a la necesidad de movilización, ha despertado en mi el amor a la vida de manera diferente.

    Ahora me mueve la armonía filial, el estar bien con el símbolo supremo que es Dios y el continuar en la brega diaria en unión con quienes te rodeen.

    Agradezco de sobremanera amistades como la tuya, como cambien, de tantos otros literautas y de amigos, quienes con sus aportes de conocimiento pero mas con su calidad de trato, se han convertido en un imperativo al escribir. Gracias.

    Te envié por la red, los dos últimos textos ya corregidos. Espero que sean de tu agrado.

    No hay barreras que el amor y la amistad no superen.

    Enhorabuena y un abrazo.

    Escrito el 22 abril 2019 a las 13:33
  28. 28. Osvaldo Vela dice:

    HOLA (¯`•¸•´¯)YOLI(¯`•¸•´¯).
    Agradezco tu visita a mi trabajo del mes. Nunca, en mis muchas lecturas antes de mandar el texto, pude notar la posible confucion de lo parecido de los nombres. En adelante, o tendré en cuenta.

    Acepto que es una mala costumbre regional el usar el diminutivo cuando un hijo o una hija lleva el nombre de uno de los padres y más cuando el reto incluye viajar al pasado.

    Un saludo y enhorabuena.

    Escrito el 22 abril 2019 a las 14:15
  29. 29. Osvaldo Vela dice:

    MARÍA DE JESÚS.

    Agradezco la positividad que las palabras bien intencionadas de tu parte encierran para mí.

    Un escritor es como un gallo de granja que necesita su maicito en forma de granitos de alabanza a sus menesteres. con los tuyos todas las mañanas canto.

    Agradecido y bien comido te mando un abrazo.

    Saludos.

    Escrito el 22 abril 2019 a las 14:23
  30. 30. G. King dice:

    Hola Osvaldo,

    En primer lugar quiero agradecerte el gratificante comentario que has hecho de ni relato, soy nuevo en esto y has llenado mi tanque de combustible.
    Tu historia me pareció magnífica, me mantuvo muy atento hasta el final.
    No tengo mucho para agregar a lo que te han comentado antes, cierto es que aquí veo una hermosa oportunidad de desarrollo de la historia, ya sea para un relato un poco más extenso como para una novela, quien dice.
    Felicitaciones!!

    Escrito el 22 abril 2019 a las 16:48
  31. 31. Pepe dice:

    Hola Osvaldo,

    Después de tantos, y tan buenos, comentarios poco tengo que agregar, tan solo constar que me agradó mucho el relato.

    Tratas varios temas con muy buen hacer, de hecho al principio pensaba que era una cosa y luego, sin querer, ya estaba sumergido esquibando tiburones, como el padre, amorios prohibidos y obligaciones conyugales. Es tan intenso, por la trama, por tu lenguaje, por la pasión que refleja tu escritura…, que, cuando terminé, me costó salir a la superfície…

    Lo dicho, que me gustó mucho.

    Enhorabuena, y nos seguimos leyendo.

    Escrito el 22 abril 2019 a las 20:54
  32. 32. El Apuntador Mudo dice:

    Hola Osvaldo Vela, aquí vengo a disfrutar de tu relato y a devolverte la visita.

    No me equivoco si digo, que es la primera vez que comento alguno de tus relatos. Poco o nada podría aportar en lo formal a tu relato Osvaldo después de los comentarios que han vertido los compañeros. Me gusta el tema por el que discurres y como cincelas la vida de una madre joven.

    Me resulta interesante como expones las necesidades de una mujer, al conocer dos disfrutes, en esencia, completamente diferentes de un mismo placer. En uno deja de ser ella misma, para que brote el animal sexual que lleva dentro. En el otro renuncia a su naturaleza para ser víctima del tedio y ser testigo del sufrimiento de su libido.

    Me ha resultado atractivo tu estilo, muy personal, diferente, pero no por ello menos elocuente e implacable.

    Me ha gustado tu relato.

    Nos leemos, un abrazo.

    Escrito el 22 abril 2019 a las 21:52
  33. 33. Galia dice:

    Buenas noches Osvaldo, gracias por pasar por mi relato y tus elogiosas palabras y el mensaje aleccionador que extraes que debe haber estado en mí latente de manera implícita.
    Tu relato tiene la exquicitez de una danza donde la protagonista se va enredando entre el amor y el desamor con acordes triunfales en los momentos de éxtasis y notas monocordes en un amor rutinario.Derrama sensualidad sin caer en lo procaz y grotesco. Gracias por compartirlo.
    Saludos.
    Galia

    Escrito el 22 abril 2019 a las 23:33
  34. 34. HUGO dice:

    Hola Osvaldo:

    Agradezco tan grato comentario a mi texto. En cuanto al tuyo veo que estoy llegando tarde ante tan acertadas apreciaciones de nuestros compañeros, que me dejan sin más que agregar.

    Muy buen relato, me gustó mucho de principio a fin, es un placer leerte y adhiero a todas las buenas críticas que me preceden.

    Por señalar algo, me parece que abusas un poco en la sustantivación de los verbos y hay algún tiempo verbal que cambiaría: “Su madrina Linda lo (abandonó) [había abandonado].”

    La frase del último párrafo: “Ser viajera al pasado no sería más.” Pareciera tener algún error en su sintaxis, es como si estuviera alterado el orden natural de las palabras, o sobrando el primer verbo ser y faltando la coma después de pasado. [Viajera al pasado, no sería más.] o [No sería más una viajera al pasado.]

    Son pequeñas sugerencias que no alteran la belleza de tu relato.
    Hasta la próxima.
    Hugo

    Escrito el 23 abril 2019 a las 00:27
  35. 35. Osvaldo Vela dice:

    ISABEL CABALLERO.

    Gracias por los comentarios a mi relato. el hecho de que el nombre de
    madre e hija fuese tan parecido me ha convencido de no volverlo a repetir.

    y claro que tienes razón, la consecuencia mas grave que hubo del encuentro. El abismal parecido de las arte amatorias de uno contra otro trastornaron el sentido común de Luciana por años.

    Gracias y un abrazo de mi parte.

    Saludos.

    Escrito el 23 abril 2019 a las 04:06
  36. 36. Osvaldo Vela dice:

    ORTZAIZE.

    Gracias por tus palabras tan alentadoras a mi texto.

    Nada mas teniendo un tiempo limpia y paso para comentar el tuyo.

    Saludos y un abrazo.

    Escrito el 23 abril 2019 a las 04:11
  37. 37. El chaval dice:

    Hola Osvaldo Vera
    Buena trama de la propia Luciana que no encontró en su primer amor el deseo deseado. Quizá era demasiado joven y no tenía experiencia. De todas formas ya se cuidó Jacinto de despertarla. Me queda la duda en donde se efectuó el “forcejeo” erótico, si en el paseo o en estancia cerrada. No tiene importancia.
    Felicidades

    Escrito el 23 abril 2019 a las 12:16
  38. 38. El chaval dice:

    Hola Osvaldo,
    Te agradezco tus alabanzas a mi escrito, pero no hay futura novela histórica. Que más quisiera,ésta o cualquier otra.
    Un abrazo y hasta mayo.

    Escrito el 23 abril 2019 a las 12:18
  39. 39. Osvaldo Vela dice:

    LEONARDO OSSA.

    Agradezco la visita a mi texto por lo que allí plasmas. Ya deje en tu correo un par de trabajos corregidos y un comentario en reciprocidad.

    Un abrazo y saludos.

    Escrito el 23 abril 2019 a las 16:25
  40. 40. Osvaldo Vela dice:

    G. KING.

    Agradezco tus deseos y aportaciones a mi texto. Esta escena es parte de un libro de con tres historias independientes, de un poco más de cien cuartillas.

    Escogí este escenario porque fue el que mas trabajo me costó. Así, con la ayuda de ustedes, puedo mejorar ese tramo que se me apetecía incompleto. Gracias.

    Un abrazo.

    Escrito el 23 abril 2019 a las 16:33
  41. 41. Osvaldo Vela dice:

    PEPE.

    Agradezco tu y visita y por unas aportaciones infladas de alabanzas que me a padecer de los mismos agobios tuyos: me costó salir a la superficie.

    las buenas vibras nos apresuran a seguir adelante. Gracias.

    Un saludo y un fuerte abrazo.

    Escrito el 23 abril 2019 a las 16:41
  42. 42. Osvaldo Vela dice:

    EL APUNTADOR MUDO.

    Gracias por los aportes que viertes a mi relato. Me sentir como pavo en pleno uso de su atractivo de conquista. Asia como Luciana veía a Jacinto.

    Esta escena le dio algo de trabajo a mis letras en un libro con el mismo nombre “Peregrinas”. Con las ayudas de los compañeros, ya hice varios cambios y creo que con dejar el texto descansar unos
    días para después regresar, pueda yo lograr la escena corregida y aumentada. Gracias a todos.

    Un abrazo.

    Escrito el 23 abril 2019 a las 16:55
  43. 43. isan dice:

    Hola Osvaldo:
    Si tuviera que definir este relato con una sola palabra, esta sería Elegancia. No se me ocurre otra porque, da igual el tema, tú sabes decirlo alegrando los oídos y la mente. Has descrito muy bien la Luciana mujer en sus deseos sexuales. Yo le aconsejaría que no se volviera peregrina ni huyera de una situación como esa mientras Jacinto aguante. Luego siempre quedará José Luis que no parece mal chico.
    Hay una frase que no llego a entender: “Ser viajera al pasado no sería más.”
    Para mi gusto no queda justificado que en el relato se presente la angustia de la niñez y a vida de mujer. Quiero decir que son como dos vidas separadas ya que el fondo del relato no es simplemente contar la vida de Luciana, sino su relación amorosa. A no ser que proyectara en Jacinto la ausencia de su padre. Bueno no sé si me he liado.
    Un placer como siempre.

    Escrito el 23 abril 2019 a las 19:15
  44. 44. Osvaldo Vela dice:

    PARA ISAN.

    Gracias por tu siempre recíproca aportación a todos los literautas que acudimos a ti para aprender algo de lo mucho que tu compartes.

    Al parecer la frase que mencionas, que a muchos les causó la impresión de padecer la ausencia de un significado claro, me encaminó por la vereda de reestructurar lo escrito. Aquí muestro la corrección.

    “Deseaba volverse peregrina de nuevo y viajar al futuro; ella se bastaba sola. Lucita sería más feliz en un entorno sin confrontaciones conyugales. Ser viajera a recuerdos del pasado no se repetiría. La decisión estaba tomada”.

    El plasmar en el escrito la niñez de Luciana fue para justificar el titulo del relato: una peregrina emigra. de pequeña después de la muerte de su padre se unió al éxodo de su madre y después ella quería repetir la emigración para huir de un entorno que se volvía insoportable.

    Según cuenta la novela; Luciana se casa, en segundas nupcias, con un rico comerciante de Monterrey. Pero también, Jacinto adopta legalmente a Lucita. Esta historia erase que sucedió en un escena del taller de literautas.

    Ojala y mis letra puedan desenredar tanta confusión por atreverme a condensar la escena que me dio mas trabajo al escribir la novela “Peregrinas”

    Recibe de mi parte un abrazo fuerte.

    Escrito el 24 abril 2019 a las 02:33
  45. 45. Osvaldo Vela dice:

    GALIA.

    Agradezco tu visita y los comentarios que me haces. Me admira cada vez mas la ayuda que el taller nos proporciona. Trátese del texto o de las aportaciones que tanto enseñan.

    el progreso de la mayoría de los literautas se palpa mes a mes.

    Un abrazo y saludos.

    Escrito el 24 abril 2019 a las 04:35
  46. 46. Osvaldo Vela dice:

    HUGO.

    agradezco tu paso por mis letras. esa frase que mencionas: “viajera al pasado no sería más”, suena desbalanceada. Así es que en la corrección cambie lo escrito. “El hecho de ser viajera a recuerdos del pasado, no se repetiría”.

    Entre adjetivos y verbos infinitivos, usados por mi desde siempre, se ha convertido en un estilo de escritura muy propio, que me impulsa a mejorar la redacción.

    Que bueno que te haya gustado mi reto del mes, ya Dios dirá lo que viene para el próximo.

    Un abrazo.

    Escrito el 24 abril 2019 a las 05:16
  47. 47. Osvaldo Vela dice:

    PARA EL CHAVAL.

    Agradezco tu visita a mi texto por partida doble. en la segunda mencionas mi aportación como posible novela histórica. Aseveración que está fuera de todo contexto. Solo que yo lo hice pensando en civilizaciones anteriores como la Romana o la Griega, en la que los escritores de aquellos tiempos escribían sobre la futura desaparición de dichos centros de cultura y así sucedió.

    En el trabajo del mes presentas a una Europa cambiada y países con diferente estructura. cosas que estoy cierto que sucederán. no vamos a estar vivos para verlo pero algo sucederá.

    Lo de solo quedaron las chancletas me encantó.

    En cuanto al primer comentario, la duda es saber donde sucedió. Te envío lo escrito antes de recortar la historia.

    “Un domingo, fin de mes, mientras levantaba un inventario de la tienda, don Jacinto le pidió que al terminar con el listado se lo llevara al segundo piso. No era la primera vez que subiera a la casa de familia, muchas veces lo había hecho antes de la separación. Ella se encargaba de subir los víveres de la semana. Como ese día terminó el trabajo temprano, subió las escaleras y tocó la puerta. Don Jacinto la recibió.”

    En algunos tendejones o negocios de auto servicio, los dueños viven en el segundo piso o en una vivienda al fondo del patio del lugar.

    De nuevo gracias. y Un abrazo.

    Escrito el 24 abril 2019 a las 15:15
  48. 48. Beba dice:

    Hola, Osvaldo: Muchas gracias por tu visita y hermoso comentario.
    Me gustó tu historia, por el buen uso gramatical que te caracteriza. Es una situación muy común, la de Luciana, aunque hoy es más frecuente que prescindan del marido y críen solas al niño (o no lo tengan)Tu estilo aparece muy objetivo, casi “de crónica”; posiblemente lo beneficiarían unos diálogos,o reflexiones encomilladas, para ahorrar presencia al narrador: “No me lo cuentes, muéstramelo.” Un saludo.

    Escrito el 24 abril 2019 a las 20:00
  49. 49. Osvaldo Vela dice:

    HOLA BEBA.

    Tu visita me llena. Me gustaron las recomendaciones que mencionas. En el texto original, los diálogos mostraban la historia, pero como eran poco mas de mil palabras, el recorte era mas eficiente en los contares de los personajes. El mostrar de las conversaciones se redujo por un narrador que solo contaba.

    Lo de las mujeres solas con sus hijos, que cada vez son más, es el tema que me llevó a escribir la novela. En ella, Don Jacinto se queda con la niña, pues Luciana se la otorga en adopción.

    Un abrazo fuerte de mi parte. Gracias.

    Primero Dios, veremos que nos depara mayo.

    Escrito el 24 abril 2019 a las 23:20

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