Margaritas. - por pablo_m.o

El autor/a de este texto es menor de edad

Me adentré a esa aventura, ¿qué podría salir mal? Nada. O todo.
Era el año 2010, cuando salía con ese chico guapo, alto y fuerte con el que todo maricón quería estar. Pero fui yo el que le gustó, un chico feo, de una altura media y muy delgado. No entendía por qué quería estar conmigo, pero empezamos nuestra aventura juntos.
Un día, me invitó a su casa a ver una película. Cuando llegué, encontré un cadáver en el suelo con una margarita al lado. También había un papel que tenía escrito algo en árabe. No lo entendía, no sabía ese idioma. Llamé a la policía y, cuando llegaron, me detuvieron. ¿Pensaban que había sido yo? Probablemente, así que me llevaron a comisaría a interrogarme. Yo no paraba de decir que era mi novio y que nunca le habría hecho algo así, pero no me creían.
Ingresé en la prisión de Montegris, un sitio oscuro en el que no quería vivir. "Prisión preventiva", me dijeron. Yo no había hecho nada, pero tampoco tenía pruebas para defenderme.
Allí conocí a un preso llamado David. Era un chico de piel morena, ojos azules y pelo de color negro. También tenía varios tatuajes, uno de ellos era un tiburón. Me contó por qué estaba en la cárcel, no había hecho nada, pero lo detuvieron por haber asesinado a su pareja y haber dejado una margarita con un texto en árabe al lado. Yo seguía teniendo el papel, lo metí sin que los policías se diesen cuenta. Se lo enseñé y me dijo asombrado que era exactamente igual que el suyo. Entonces me fijé en que tenía una marca: una P roja.yo
Unos días más tarde, conocí a un árabe. Le pedí que me tradujese el texto y el aceptó. Pero cuando lo leyó, comenzó a ponerse muy nervioso. En el papel ponía: " todos moriréis entre margaritas". ¿Qué quería decir eso? Se me ocurrió algo.
Fui a la cocina de la cárcel, donde teníamos que preparar nuestra propia comida. Allí vi la letra P roja del papel. Pero esta vez en otro cadáver que la tenía en la frente. Otra margarita estaba a su lado. Otra vez me cogieron a mí como asesino.
Me llevaron a una sala sin cámaras, y allí lo vi, a un hombre vestido de negro y con una P en la chaqueta. Me contaron que pertenecían a una banda criminal internacional y me ofrecieron unirme a ellos. Yo tenía muchas preguntas, pero me dijeron que solo me las responderían si entraba a formar parte de este grupo. Yo acepté, quería saberlo todo. Entonces, pasó algo que yo no me esperaba. Me dijeron que si hacía alguna pregunta, moriría igual que habían muerto todos estos compañeros anteriores, con una margarita al lado.
Lo único que me contaron fue que cuando uno de ellos moría, buscaban a otro y le exigían participar en esta banda. También me comentaron que tenían muchas bajas, ya que todos acababan preguntando algo.
Me ayudaron a escapar de la cárcel, ya que dentro no servía para nada, y me enviaron a matar al presidente del país. Si pasaba esta prueba, pasaría a ser de los altos mandos del grupo. Yo no confiaba mucho en ellos, así que les hice una pregunta: "¿Cómo queréis que llegue hasta él, si hay muchos guardias defendiéndole?". Entonces me cogieron por las piernas, me di con la cabeza en el suelo y empecé a sangrar. Me marcaron con una P en la frente y pusieron una margarita a mi lado.
Y ahora estoy aquí, muerto, en un campo lleno de margaritas, disfrutando de mi novio, al que asesinaron los mismos que me asesinaron a mí.