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El exterminador - por Alberto Val

Web: https://elefectowerther.blogspot.com/2019/01/capitulo-1-de-el-efecto-werther.html

Mi nombre es Sterling Jones y tengo un trabajo extraño. Casi nunca duermo en casa, ni siquiera en mi propia era. Me dedico a cumplir encargos, pero no de comprar unas margaritas a la amante del jefe. Lo mío es más retorcido. Viajo, viajo mucho. No lo hago en avión, coche o tren. Viajo en el tiempo, a través de un teletransportador que me lleva a una época pasada. Y allí permanezco hasta que cumplo la misión que mi empresa me ha encomendado.

Soy un exterminador. Elimino cucarachas, aunque ellas mismas se consideren personas. Me llevan a otros tiempos para evitar que esa plaga se propague. Y les aseguro que soy el mejor, por eso hago tantos viajes. Ya perdí la cuenta del número de encargos que me han solicitado, solo sé que he cumplido todos.

Creo que en mi época sería incapaz de matar a una persona. Pienso en cómo reaccionarían sus familias y se me desgarra el alma. Pero eso no es un problema si matas a hombres y mujeres que vivieron siglos antes que tú. También es cierto que la compensación económica ayuda a callar las voces de mi conciencia, pero mentiría si dijera que nunca he pensado en dejar este trabajo. Ese pensamiento cada vez es más recurrente.

Lo complicado de los encargos es encontrar la manera de acabar con la víctima. Algunos son sencillos, aparezco de repente en una cocina armado con un cuchillo y solo tengo que rajarles el cuello. Otros son más enrevesados y me obligan a pasar días, incluso semanas, buscando al objetivo y después averiguando cómo destruirlo. Pero un tiburón como yo siempre encuentra la manera.

Esta vez me han llevado hasta 1898. Mi objetivo es un tal Joseph Vacher, una especie de Jack el destripador francés que mató a once personas. “Exterminador Jones, en el informe adjunto tienes toda la información para acabar con tu objetivo. Hazlo antes de que la guillotina termine con él”, dice el correo que me ha enviado mi empresa.

Este caso me resulta extraño, porque me piden eliminar a un preso condenado a muerte. Supongo que el cliente prefiere un final más sádico para él y por eso ha pedido que vaya el mejor exterminador de la empresa. Quiere asegurarse que sus peticiones se cumplen. “Atáquele en la celda, ábrale en canal y quítele despacio sus órganos”, son las órdenes que quieren que cumpla. Y pienso recrearme con él, como Vacher hacía con sus víctimas, aunque espero que no aguante muchos minutos vivo una vez le haya abierto las tripas. No me gusta oír a la gente gritar.

He aparecido a escasos 50 metros de la prisión en la que está recluido. No creo que vaya a tener mayores problemas en desarrollar mi plan. En la puerta de la prisión se encuentra un funcionario, quien me pide autorización.

—Mi nombre es Adolphe Grévy —le digo en un francés que he perfeccionado a lo largo de mis encargos—. Soy sacerdote y vengo a visitar a Joseph Vacher.

Ya lo he hecho otras veces. Ponerte la sotana siempre ayuda a abrir puertas, especialmente si el motivo de tu visita es ayudar a que un condenado a muerte se marche en paz. El hábito también es una vestimenta ideal para ocultar un cuchillo. El funcionario no duda en acompañarme por el interior de la prisión. Sin embargo, me pide que espere en una pequeña sala. Le hago caso y me siento a esperar.

—¿Sacerdote Grévy? —oigo a los minutos.
—Sí, soy yo —digo mientras me levanto y me giro para ver quién ha entrado en la sala.
—¿O debería decir exterminador Sterling Jones?

Acaba de decir mi nombre real . ¡Mierda!

—¿Quién eres? —es lo único que me sale por la boca. No me gusta la situación.
—Soy tu compañero Graham, también me han mandado un encargo —me habla mientras luce una sonrisa irónica.
—Pensaba que de Joseph Vacher me encargaba yo.
—Mi objetivo es otro —dice a la par que saca un enorme machete.

Se abalanza sobre mí con saña y no me da tiempo a defenderme. Tras el primer machetazo siento un dolor penetrante y grito intensamente. Al segundo noto que se me escapa la vida. Los siguientes golpes ya no los siento, aunque soy consciente de que voy a morir. En mis últimos alientos, solo me da tiempo a escuchar una frase:

—Al habla el exterminador Graham. Ya pueden llevarme a mi época, acabo de cumplir el encargo.

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7 comentarios

  1. 1. María Jesús dice:

    Hola Alberto: ¡Vaya! Que texto tan original, se me ha hecho muy ameno. ¿Que habría hecho mal el pobre Sterling para que encargasen liquidarle? A no ser que el exterminador Graham fuese de una época bastante posterior a la de Sterling. En fin, sea como sea, el relato me ha gustado mucho, he disfrutado leyéndolo.
    Gracias por tus amables palabras al mío.
    Saludos.

    Escrito el 18 abril 2019 a las 20:38
  2. 2. Laura dice:

    Hola Alberto.
    Ya me imaginaba lo del otro exterminador.
    Muy bueno lo de las cucarachas.
    Me ha gustado el tono en que lo has escrito, es muy dinámico, la inserción del viajero del tiempo como protagonista es para sacarse el sombrero. Mis felicitaciones.

    Hasta la próxima propuesta.

    Escrito el 18 abril 2019 a las 23:55
  3. 3. Baltasar dice:

    Hola, Alberto: Como lo prometido es deuda, aquí estoy. Permíteme que inicie el comentario diciéndote que no me gusta la ciencia ficción, pero que nada tiene esto que ver con cómo esta se escribe. Y la tuya, tu «exterminador», es un relato magnífico, perfectamente construido tanto en el fondo como en la forma. ¡Te felicito!

    Te ruego, ahora, me permitas un par de simples cosas:
    • el Destripador, Jack, se escribe con mayúscula. Apodos y alias, Ortografía de la lengua española.
    • Uso de comillas: Mejor las angulares (« ») o españolas, que las (“”) inglesas.

    Mi más cordial saludo.

    Escrito el 19 abril 2019 a las 12:09
  4. 4. El Sr. Pimienta dice:

    Hola Alberto,

    La verdad es que me gusta de la manera que escribes. El relato se me hace fluido, cosa que valoro mucho.

    Noto, eso sí, en algunos pasajes, como se van sucediendo los eventos, pero como de una manera un poco impersonal, como una lista de cosas que suceden pero que cuesta ligar; supongo que es cosa del narrador escogido, pero agradecería que en algunas ocasiones se conectaran un poco más las frases. No sé si me explico :/

    Lo que sí quería comentarte; que ayer, al leer tu relato, lo primero que me vino a la cabeza es que era muy osado matar gente del pasado, por eso de cambiar el futuro y esas cosas. Tampoco soy muy entendido en el tema, ¿pero no se podría alterar la línea de tiempo con estos asesinatos, haciendo que, por ejemplo, el protagonista del relato no hubiera siquiera existido en el futuro?

    Es una pregunts que quería hacerte, a ver si lo habías tenido en cuenta…

    Un saludo!

    Escrito el 19 abril 2019 a las 18:22
  5. 5. Amadeo dice:

    Alberto:
    Primero muy agradecido por tus comentarios al mío.
    Me gustó el tuyo. Original el tema y fluida su lectura.
    Dices: Esta vez me han llevado hasta 1898. Mi objetivo es un tal Joseph… Mis dudas son:¿Quienes te han llevado? y ¿Corresponde el cambio de tiempo verbal? Son solo dudas.

    El resto, magnífico
    Cordiales saludos
    Amadeo

    Escrito el 19 abril 2019 a las 19:18
  6. 6. Otilia dice:

    Hola Alberto:
    Gracias por leer y por el amable comentario.
    La trama de tu relato es muy interesante y la historia se lee con fluidez, pero…
    He leído que la Física permite cierto tipo de viaje en el tiempo. Cuando es hacia el futuro no se crea contradicción alguna. La paradoja del viaje en el tiempo nace cuando el viaje es al pasado.
    Según la Teoría de la Relatividad el mundo es una combinación de espacio y tiempo.El futuro es tan real como el presente. Todo lo que se haga en el pasado ya se hizo y está reflejado en la actualidad, no podemos cambiarlo.
    En tu relato aparece la paradoja del viaje en el tiempo, si Graham
    mata a Sterling Jones en el pasado, no viviría en la actualidad y no realizaría su extraño trabajo.
    Bueno, Alberto, no me enrollo más. Me ha gustado el relato que has presentado.
    Saludos.

    Escrito el 20 abril 2019 a las 10:05
  7. 7. Pandora dice:

    Saludos Alberto,

    Me ha gustado mucho tu relato, como comentan, que el viajero en el tiempo sea el mismo protagonista me parece todo un acierto. También resaltaría como has incluido las tres palabras, sobre todo “tiburón”, una forma muy original de hacerlo en mi opinión.
    Por último, te sugeriría cambiar en algún punto “mi empresa” por algún otro sinónimo, tal vez compañía.
    Lo dicho, felicidades por tu relato.

    Escrito el 27 abril 2019 a las 19:55

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