Cookie MonsterEsta web utiliza cookies. Si sigues navegando, entendemos que aceptas las condiciones de uso.

Do you speak english?

¿If you prefer, you can visit the Literautas site in english?

Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

<< Volver a la lista de textos

Jornada electoral - por Carlos G Esteban

Web: http://barrenau.blogspot.com

Dedicó la mañana de aquel domingo electoral a dar un paseo por su extenso jardín. Junto a la puerta de su mansión, centenares de margaritas moradas bordeaban el camino que llevaba hasta el primer estanque. Los informativos abrieron con las repetitivas noticias de los primeros compases de ese tipo de días: un colegio que había abierto tarde por un sabotaje, vocales que no se habían presentado, una aldea en la que todos sus habitantes ya habían votado a primera hora…

Ya no sentía el nerviosismo de anteriores convocatorias, cuando solo era una joven promesa de la clase empresarial. Eran muchos los años que le había costado tejer toda una red que le garantizase que sus intereses no se verían en peligro. Ésta se trataba de la primera ocasión en la que era lo suficientemente tupida como para no dejar ni un hueco al error. Los medios de los que era dueño, o en los que poseía la influencia suficiente, sabían qué mensajes dar y cuándo hacerlo. Había encargado la cocina adecuada para cada encuesta publicada en el momento oportuno. Ni siquiera se tuvo que ensuciar las manos cuando aquel reportero díscolo empezó a criticarle públicamente. Los directivos de la cadena parecían más comprometidos con su causa que él mismo, y se tomaron muy en serio arruinar la carrera periodística de aquel aspirante a Woodward y Bernstein.

Los lirios que rodeaban la escultura en bronce que le habían regalado por su cuadragésimo aniversario le recordaron su comienzos, cuando por fin su padre le cedió el control efectivo de la empresa. En esos años solían calificarle de “tiburón de las finanzas”, pero él prefería verse como un lobo. Un macho dominante que guiaba a una manada de individuos subordinados hacia el objetivo común: una pieza de herbívoro que devorarían por riguroso orden jerárquico. Llegar a esa posición no le fue fácil. Fueron años de colaborar en esa caza desde las posiciones más bajas, encargándose de tareas como eliminar a la competencia, o buscar las artimañas necesarias para hacer descender los gastos asociados a la mano de obra.

Los tulipanes habían brotado tan rápido como aquellos huelguistas que se opusieron al nuevo convenio de la sucursal de Holanda. La forma en la que ganó aquel conflicto le hizo merecedor de la confianza de algunos de los que ahora le sostenían en su posición de poder. A partir de ahí comenzaron a encomendarle trabajos más delicados: comprar un sindicalista aquí, sobornar un concejal allá… Fábrica a fábrica y municipio a municipio incrementó su patrimonio y su influencia.

Las orquídeas que ahora podía contemplar con pasión habían sido plantadas poco antes de uno de sus golpes maestros: aquel que acabó con la poca oposición parlamentaria que habían tenido sus propuestas políticas. La delicadeza de esos espléndidos pétalos se asemejaba a la de su plan. Podía haber usado, como otros lo habían hecho antes, estrategias toscas. Efectivas, por supuesto, pero evidentes y poco elegantes. Sin embargo, había optado por una infiltración casi imperceptible. Una discordia sembrada con tanto cuidado como el dedicado a sus flores. ¿Quién quería un ruidoso tránsfuga cuando por el mismo dinero podía comprar varios sigilosos topos que horadasen el partido rival? Sus adversarios políticos habían sido víctimas de una enfermedad extendida desde dentro por vectores biológicos seleccionados con gran acierto.

Junto al muro de pitosporos que le separaba de la finca vecina le llegó un mensaje al móvil que solo sus colaboradores más cercanos conocían. “Complicaciones en las principales ciudades”. Aquellas pocas palabras a mitad de jornada no querían decir nada bueno. Su hombre de confianza llamaba a la puerta. Traía bajo el brazo un dossier con datos poco halagüeños. “Perdemos localidades muy importantes, señor”, le dijo nervioso.

Examinó los datos. Miró las azaleas buscando inspiración. Se permitió unos instantes de nerviosismo. Si aquello se hacía realidad peligrarían muchos de sus logros. Sus negocios se volverían inestables, haciendo tambalearse su posición social. Respiró hondo. Pensó qué hilos podía mover en el margen de tiempo que le quedaba. Pese a la comodidad de los últimos años, en los que había tenido todo a favor y sus actuaciones habían sido mínimas, seguía dominando las reglas de aquel juego. Tenía suficientes jueces, banqueros, policías, empresas y políticos a su servicio. Visualizó las fichas que tenía que mover y elaboró un nuevo plan. Cogió el teléfono y llamó al primer contacto de los muchos que harían posible que aquella noche electoral nada cambiase.

¿Te ha gustado esta entrada? Recibe en tu correo los nuevos comentarios que se publiquen.

4 comentarios

  1. 1. pajesur dice:

    Excelente relato narrado con detalles entre semillas y los trucos políticos. La asimilación ha sido perfecta, bien construida con tanta profusión de actividades políticas. Comparaciones entre el cuidado de las flores y la manipulación en el mundo de la mafia de los politicastros.

    Escrito el 19 abril 2019 a las 21:45
  2. 2. Rufino Manzaneque Ramos dice:

    Muy buen relato y por desgracia vigente en la actualidad aunque no quisiera ser malpensado y trasponer relató a actualidad,por desgraciada los tiempos que tenemos dan paso a pensar mal pero comentando el texto desde el punto de vista literario creo que le sobra descripción ,desde el principio se adivina lo que viene después y según mi punto de vista se acentúa con repetición como es el tipo.Desde el principio queda retratado.
    Soy PROYMAN y vecino .

    Escrito el 20 abril 2019 a las 07:23
  3. 3. Luis Duque dice:

    Cordial saludo. Una narrativa sinuosa, que envuelve, pero la siento propia del formato de novela donde los acontecimientos se entregan mesuradamente a fin de llevar de a poco al lector al nudo, clímax y desenlace, para el relato corto le falta esa hacha en la que te lleva la nudo o conflicto abruptamente para luego cerrar. Es mi humilde opinión. Me ha gustado la forma de narrar.

    Escrito el 24 abril 2019 a las 23:47
  4. 4. Ofelia Gómez dice:

    Hola Carlos
    Un relato interesante y escrito cuidadosamente. Lo encuentro perfecto desde lo gramatical.

    Sin embargo, me ha parecido que cada párrafo merece un capítulo entero, es como si fueran la presentación de una historia mucho más detallada, creo que da para una novela que describa la vida de ese personaje que maneja el poder desde las sombras.

    Te felicito, ha sido un placer leerte. (No pases por mi texto, debo reescribirlo).

    Saludos

    Escrito el 1 mayo 2019 a las 01:44

Deja un comentario:

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.