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La memoria de las lágrimas. - por El Apuntador Mudo
Un irregular cercado, de tablas purulentas, revestía la parcela. Escondido detrás, un seto de tejos raquíticos rodeaba el jardín. Endebles geranios, avivados por la brisa, se arrastraban fuera de sus macetas al pie de la escalera del porche.
—¡Mario!, ¿dónde está mi rizador de pestañas? —chilló desde el interior.
La puerta mosquitera golpeaba el marco siguiendo una melodía mortecina, que el viento arrastraba hasta mezclarse con los ladridos de los perros. El sonido del pienso los enmudeció, aunque algún gruñido sobrevivía.
—Tiburón, atrás. Te he dicho que atrás. Maldita sea, ¡Atrás! —ordenaba Mario antes de sentir el mordisco.
Juramentos escupidos entre insultos. Los pasos firmes en la gravilla llegaron hasta el cobertizo. —¿Dónde demonios está el bate? —La estructura tembló con el portazo. El rastro de espesas gotas rojas se oscureció con su sombra de regreso.
Dejó de comer para volver a gruñir, un golpe, un gañido, dos golpes, silencio, tres, cuatro, cinco… el resto de perros amagaron ladrar, solo hubo quejidos. Lo cogió por una pata y lo arrastró hasta la calle, abrió el cubo de la basura. Sonó como un saco de serrín húmedo de 30 kilos. Sacó un cigarrillo, la llama no paraba de moverse, y su mano seguía sangrando. Inspiró el humo y observó al mocoso de la vecina. Tenía una pelota y arrancaba margaritas, luego se sentó en el bordillo y se le quedó mirando.
—¿Estás sordo o qué, dónde has puesto el rizador? —gritó asomada desde la ventana de la cocina.
—Y ahora qué quiere esta perra —susurró Mario, mientras dejaba escapar el humo—. Ya voy —gritó mostrando el cigarrillo en alto.
—Este se ha quedado gilipollas con los perros. —Maldijo su suerte cerrando la ventana.
Escupió hacia la casa, dio un par de caladas y arrojó el cigarrillo humeante al asfalto, apagándose en las manchas de aceite. Se alejó y el niño se puso en pie sin dejar de vigilarle. Aguardó a que Mario entrara en casa y cruzó la calle.
—No te olvidaré —susurró el niño, apenas asomando la cabeza por encima del cubo. Y arrojó, una a una, sus margaritas sobre el animal—. Así estarás como en el cielo. —Las flores blancas destacaban en la oscuridad. Se frotó los ojos húmedos, las moscas empezaban a molestarle.
El niño se sobresaltó con la rotura de la ventana, y reculó tropezando con la tapa del cubo al impactar el jarrón en la acera. Los ladridos no paraban. Otra ventana estalló cuando un taburete la atravesó entre gritos. El chiquillo cruzó la calle y se sentó en el bordillo. Se fijó que había un anciano sentado a unos metros, con gafas de sol y un bastón de ciego. No miraba a la casa, no miraba a ningún lado, parecía una estatua. A lo lejos comenzaba a sonar una melodía conocida, atrayendo su mirada.
Un silencio agonizante invadió el interior de la casa. La mosquitera se abrió. Mario salió apoyando el hombro en esta, bajó los escalones titubeando, manchando la pared de rojo. Sacó un pitillo, pero el mechero no encendía. Agitó el encendedor pero no funcionó, lo dejó caer. El anciano se levantó, fue avanzando despacio por el borde de la acera hacia el niño, dando golpecitos con el bastón. Mario se quedó mirando al viejo mientras cerraba la cancela. La mancha de sangre crecía y el niño no podía quitarle los ojos de encima, mientras estrujaba su pelota.
Las sirenas ya sonaban en las calles cercanas. El anciano, a la altura del chico lo esquivó sin siquiera rozarlo. Mario se paró extrañado, sin quitar ojo al bastón y al ciego. Se sentó en el bordillo hasta que llegaron los coches patrulla, entonces se tumbó boca abajo con los brazos en cruz. Lo levantaron esposado para meterlo en el vehículo policial. El cigarrillo roto hacía equilibrios colgando de sus labios. Mario buscó a derecha y a izquierda, ya no se oía el bastón. El viejo no estaba allí. Junto al cubo de basura lloraba el niño sin dejar de mirar su interior.
Poco después en otro lugar, en otro tiempo.
—¿Por qué viajaste a ese lugar en tu último deseo? —preguntó el verdugo al anciano.
—Es el único momento en mi vida… que he llorado por alguien.
—¿Por ella o por él? —Se extrañó el verdugo, sonriendo, mientras iba bajando las palancas del circuito de alta tensión.
—Por Tiburón —susurró el anciano con los ojos vidriosos antes de empezar las convulsiones.
Salud, El Apuntador Mudo:
Gracias por tu visita, por avisarme lo que “me comí”, por tu comentario.
Tu historia es dura. Me gustó mucho. Las imágenes me llevaron a algunas películas de ciertas zonas desérticas y campesinas de E.E.U.U. Y el final me pareció excelente.
Nos leemos
Buenas, El Apuntador Mudo.
Me ha gustado bastante tu relato. Al principio me perdí un poco en la historia, pero el giro final me ha encantado, no me lo esperaba y me ha parecido muy apropiado con lo que nos has ido contando.
He encontrado un errata: “Maldita sea, ¡Atrás!”. Si delante del atrás hay una coma, no puede ir en mayúscula.
Nos leemos.
Un saludo.
Hola!
Tu relato me ha gustado mucho.
No pensé que el viajero en el tiempo fuera el anciano, así que fue un giro inesperado.
Me ha gustado también cómo narras la historia. No se hace complicado seguir la lectura.
Nada más que decir salvo enhorabuena !!!
Un saludo y nos seguimos leyendo !! 🙂
(Estoy en el 14 por si quieres pasarte)
Un excelente relato, Apuntador. El lector mantiene la tensión en todo momento. Dosificada la información para terminar con un final inesperado y de los buenos.
Es verdad que es un relato duro, cargado de violencia que impacta, pero refleja muy bien un tipo de sociedad marginada. La ambientación perfecta.
Te felicito, Apuntador, me ha gustado mucho.
Y por la confianza que nos da el ser compañeros en Literautas, me permito un comentario: al principio del relato veo demasiados adjetivos. Pero eso es cuestión de gustos y del estilo personal de cada escritor.
Encantada de leerte
Un saludo
(Maldita sea, ¡Atrás!) Cuando se antecede con punto, sí lleva mayúscula, pero lleva minúscula si antecede coma.
¡Bueno! Creo que empiezo mal permitiéndome corregir. Un relato soberbio donde la esencia de saber MOSTRAR sin necesidad de ofrecer detalles, ni descripciones vulgares como la inmensa mayoría de lo que escribimos muchos de nosotros, es propio de aficionados avanzados de los que tenemos que aprender.
Nada que aportar. Desconozco lo que escribes, pero entiendo que puedes dar perfectamente el salto a la novela.
Hola, Apuntador.
Genial, la forma de sorprender al lector.
No encuentro nada relevante que aportar que no te hayan dicho.
Saludos y hasta el próximo taller.
Hola Apuntador,
Magnífico trabajo. Muy recomendable para un taller como este. El lector queda enganchado por el cuello durante 737 palabras con la emoción tajada a golpe de imágenes. Resuelta la paradoja del viaje en el tiempo de una manera elegante y sin complicaciones.
En resumen, muchas gracias por compartir este trabajo cuidado. Un abrazo
buen relato ,apuntador manteniendo a todos en el relato hasta el último momento .Un saludo mi relato es el 43
Buenas Noches y muchas gracias por vuestra visita.
Me alegra que te haya gustado Juana Medina. Por ahí iban los tiros, en mi imaginación todo se desarrollaba en un suburbio marginal de una ciudad cualquiera del medio oeste norteamericano.
Gracias por por remarcar el error IreneR, se me coló por completo esa mayúscula. Me alegra que hayas disfrutado del final.
Te agradezco tus generosas palabras PaulaC_99, y me alegra que te haya gustado el relato.
Ahí has dado en el clavo Marazul, ando entre manos intentando pulir lo mejor posible algunos de los adjetivos sustituyendolos por sustantivos potentes. A pesar de quitar un par de ellos del principio. Tenía dudas de si las pinceladas iniciales serían suficientes.
Me alegra que te hayas disfrutado con el relato.
Te agradezco encarecidamente tus generosas palabras Pepelu Martín. Me alegra que hayas disfrutado del relato. Y para sacarte de dudas, tan solo aclarar que estoy en fase de aprendizaje, no me veo aún con capacidad para crear algo de mayor entidad con un mínimo de calidad. Se agradece mucho el error remarcado. En cuanto pueda paso por tu relato.
Gracias por devolver la visita kirjanik Maya, me agrada que hayas disfrutado del relato.
José María, en cuanto pueda paso a disfrutar de tu relato, gracias por la visita y por tus impresiones.
Muchas gracias por tus apreciaciones y sensaciones Luigi, son muy generosas. Me alegra que hayas disfrutado con el relato.
Finalmente agradeceros a todos vuestro tiempo y dedicación para analizar mi relato. Por compartir vuestras impresiones positivas y negativas, de todas se aprende. Leer vuestros elogios es un motivante importante para seguir aprendiendo y progresando.
Buen trabajo! Me parece muy interesante la crudeza del relato. Creo que trasmitiste la escena muy bien, casi pude imaginarme cinematográficamente este hombre desencajado con su bate destruyendolo todo.
La mirada espectante del niño también es muy interesante y la vuelta de tuerca del anciano, viajero en el tiempo, fue un gran final.
Saludos y a seguir escribiendo!
RIP TIBURÓN
Saludo. Logras mantener la atención en todo momento e integras la descripción de paisaje con lo que acontece de manera fluida, el final inesperado, todo un logro. Felicitaciones
Hola Apuntador.
Una historia preciosa,bien desarrollada y muy bien escrita. Creía que los ancianos estaban exentos de la pena de muerte pero he visto que no.
Es una opinión meramente personal pero creo que el primer párrafo, tan lleno de adjetivos aporta poco a la historia, aunque la enmarque bien. Creo que: “—¡Mario!, ¿dónde está mi rizador de pestañas? —chilló desde el interior.” sería un buen inicio.
Al final se me plantea una duda ¿cómo sabe el verdugo la historia? Se supone que solo vuelve el anciano, así que creo que el verdugo no tendría que saber nada sobre el último deseo.
Me ha encantado leer tu relato.
Saludos.
El Apuntador Mudo; hola.
Tu trabajo de este mes me sorprendió pero me encantó. Los escenarios y la acción en cada uno de ellos, son de una claridad impresionante. No se te oculta ningún detalle que el lector tenga que conocer. Impecable, te felicito.
Para el desenlace de la historia escoges el cumplimiento de una pena de muerte donde se le concede el ultimo deseo al condenado.
Admiro tu ingenio de redacción. Un final, que complementa con creces la historia, como pocos que he leído en este mes.
Un saludo y abrazos.
Hola. Ya estoy en tu relato Apuntador, vamos a por él.
– Me gusta que hayas ambientado el inicio del relato con los sonidos (escucho el sonido de la puerta mosquitera, el viento y el ladrido de los perros, y algún gruñido, que dejaron de sonar cuando comían. Incluso el buen uso del “gañido” para definir la voz de un perro cuando lo maltratan.
-Sobre el símil de tablas “purulentas” no parece adecuado, creo que podridas o carcomidas le iría mejor.
-Repites arrastrar en dos frases cercanas, quitaría el arrastraba de los geranios
– Las insistentes preguntas de la mujer respecto al rizador de pestaña actúan como moduladores para separar las escenas violentas, un buen recurso.
– Sin que se vean las escenas directamente, sino por las reacciones del niño, los sonidos, los portazos, los golpes, nos haces imaginar las escenas.
– Aunque el final está pillado por los pelos, lo que me ha llamado la atención del relato, es el magistral baile de golpes y sonidos (de todas clases, incluido los silencios). En este sentido lo has bordado apuntador.
Un cordial saludo y nos vemos en próximos retos, compañero.
Hola El Apuntador Mudo.
Vaya relato de violencia que nos has dejado retratado con frases magistrales donde el silencio y las pausas son poderosísimos.
Realmente, te felicito.
El viajero en el tiempo: excelente inclusión. Me saco el sombrero.
Mis saludos.
Hasta la próxima propuesta.
Buenas noches, disculpad el retraso en contestaros, pero he quedado atrapado en un bucle espacio temporal en el que suelo caer de forma recurrente, y en el cual brilla por su ausencia la tecnología digital.
Hola Ludika gracias por tus palabras, aprecio que te haya resultado interesante el relato y te haya gustado. En cuanto me sea posible me pego un salto por tu relato y disfruto de su lectura.
Hola Luis Duque, gracias por tus generosas palabras, en cuanto pueda te devuelvo la visita y disfruto de tu relato.
Hola M.L. Plaza, me alegra que te haya gustado el relato. Ya ves, yo también lo pensaba, pero…
En cuanto a tu consejo de recortar para que gane en fuerza en el comienzo. Lo veo muy acertado, y también se lo he leído a King en su obra “mientras escribo”, muy recomendable por cierto. Pero tengo que reconocer que soy muy timorato aún y me cuesta usar las tijeras. En esta ocasión, quería encuadrarlo, creo que era importante para contextualizar un poco la violencia que vendría a continuación.
Y en cuanto al verdugo y su conocimiento. Pues imagino que le ocurrirá como en otros gremios, cirujanos, jueces, limpiadoras, masajistas. Acabas al tanto del expediente completo de esa persona. Al fin y al cabo, ese último deseo, está bien acotado y controlado. Como ocurre con la última cena en el pasillo de la muerte de algunos estados norteamericanos. Puedes pedir lo que quieres dentro de un menú razonable. Pero sin embargo abre un abanico maravilloso de oportunidades para otros relatos. Tú interrogante ha hecho brotar una hermosa tormenta de ideas que germinará en su momento en maravillosos brotes, muchas gracias. En cuanto pueda me paso por tu relato para disfrutar de su lectura.
Hola Osvaldo, todo un placer tenerte por aquí, me honras con tu visita. Gracias por tus generosas palabras, no me creo merecedor de tan positivas apreciaciones. Pero me alegra que te haya gustado el relato. Aprender y mejorar en estas tablas es un placer gracias a vuestros consejos, apreciaciones y correcciones. Ten por seguro que no tardaré en visitar tu relato.
Hola Isabel, una alegría tenerte también por aquí.
Anoto lo de purulentas, por rebuscado y poco afín a la madera, intentaré cambiarlo por enfermas u otro símil que transmita esa sensación.
Lo de repetir arrastraba, no imaginé que fuese a llamar tanto la atención estando en dos párrafos diferentes con 35 palabras entre ellas, pero si tú lo has notado, mejorará con el cambio. De hecho, originalmente, los geranios se escapaban no se arrastraban.
Y me resultaría muy interesante e instructivo saber que es lo que te provoca percibir que el final está cogido por los pelos. Ya sabes que se aprende más de los errores que de los aciertos.
Muchas gracias por tus apreciaciones siempre enriquecedoras, un abrazo y nos seguimos leyendo.
Hola Laura, muchas gracias por tus generosas palabras. Me alegra que te haya gustado el relato y lo hayas disfrutado: En cuanto me sea posible te devuelvo la visita, y paso a leer tu relato.
Muchas gracias a todos por vuestro tiempo y esfuerzo, sin vuestra ayuda no sería tan fácil, gratificante y entretenido. Aprender y disfrutar de la escritura a vuestro lado es todo uno. Os lo agradezco enormemente.
Hola de nuevo apuntador, buenas noches. Sobre el final te comento.
El inciso de “Poco después en otro lugar, en otro tiempo”, me parece un recurso demasiado abrupto, como lectora entregada, me saca completamente de situación. Es un cumplido merecido lo que te digo, apuntador… estaba tan metida en la escena, mirando donde querías que mirara… a la izquierda, a la derecha, junto al cubo de basura… que es como si el autor entrometido (que no el narrador), me diera un manotazo y me ordenara: oye, ahora nos vamos a ir a otro sitio y a otro tiempo.
Por lo demás, un cuento estupendo que he disfrutado mucho.
Y ahora me voy a dormir, que ya son las tantas. Tá luego colega.
Muchas gracias por las aclaraciones Isabel, ahora me han quedado más nitidas tus impresiones. Lo tendré en cuenta en próximos retos por si se vuelve a entrometer el autor como tú explicas.
Hasta pronto.
Hola Apuntador:
En lo formal te comento alguna cosa que yo cambiaría.
Creo que lar tablas de la cerca, mejor que purulentas, deberían ser putrefactas.
La excesiva adjetivación suelen decir que hay que evitarla. En las primeras frases tenemos: irregular cercado, tablas purulentas, tejos raquíticos y endebles geráneos.
El relato me ha parecido magnífico. Muy potente, con imágenes muy visuales que describen un momento y un lugar decadente, mucho sol y mucho secano. La forma de narrar, el estilo lo hace más atractivo. Los personajes están bien dibujados, especialmente el marido y el nuño, pero también el ciego.
No tengo más que felicitarte por este regalazo que nos has dado.
Un saludo.
Hola Apuntador,
Un placer haber leído tu relato, no hay mucho más que agregar a todas las buenas críticas que te han dado, es ágil, te mantiene atrapado hasta el final y está lleno de imágenes, felicitaciones!!.
Si algo tengo para comentar es sobre el final, si bien me gustó el giro que da la historia, no termino de entender bien, quizá a causa de mi propia ignorancia. Lo que muestras es al niño llorando y preocupado por Tiburón y entiendo que el anciano es la misma persona que lo mata y luego termina preso.
Quizá lo mata en reacción a la mordedura y porque venía de una situación tensa dentro de la casa, luego se arrepiente de haber matado al perro y no de lo de la mujer, no lo veo claro.
De todas formas esto es solo mi apreciación personal y nada cambia mi opinión de tu relato.
Un saludo y felicitaciones nuevamente.
Hola El Apuntador Mudo:
Enhorabuena por tu relato. Según leía, veía las imágenes como en una película.
Pero lo mejor ha sido la vuelta de tuerca del niño y el anciano. Estupendo viaje en el tiempo.
Saludos.
Buenas tardes y muchas gracias por vuestra visita.
Consigues sonrojarme con tus elogios Isan. Abundas acertadamente, como otros compañeros también percibieron, en el control del exceso de adjetivos además de la variación de las “purulentas” tablas. Tomo nota.
Aprecio en gran medida tus impresiones sobre mi estilo, pues aún estoy en su búsqueda incipiente. Toda pista sobre su buena presencia me llena de ánimos para seguir trabajando.
Me alegra que te haya gustado.
Te agradezco G. King tus generosas palabras. En cuanto al final, poco puedo añadir, salvo asumir mi responsabilidad por que el mismo no se vea más claro. El anciano elige ese lugar:
“—Es el único momento en mi vida… que he llorado por alguien.”
Me alegra que hayas disfrutado con su lectura. Lo más pronto posible paso por tu relato.
Muchas gracias por tus impresiones Otilia, me alegra que hayas disfrutado con la historia. Te visito lo más pronto posible.
Muchas gracias por vuestro tiempo, y por vuestro apreciado análisis.
Nos leemos, saludos.
Hola Apuntador Mudo: Gracias por tu visita y amable comentario. No tengo más sugerencias que las que puden haberte hecho los compañeros. Me pareció un relato de trama original, con buenos personajes trazados con los detalles indispensables. Un saludo.
Estremecedor relato, muy muy duro. Muy valiente escribir un relato de este tipo, que no acarician el alma, sino todo lo contrario, lo revuelven todo. El final buenísimo. Enhorabuena
Hola Apuntador Mudo:
Excelente relato. Nos has mostrado todo por medio de sonidos y por las impresiones que percibe el niño. Me sorprendió el final, muy buen recurso.
Te felicito, tu trabajo me pareció magnífico.
Saludos
Hola
Gracias por pasarte por mi relato.
Intentaré hacer un comentario lo más justo posible acerca de tu cuento.
La historia empieza por un lado y termina por otro, con un giro de guión inesperado, pero no tan efectivo; porque incluso parece un deus ex machina para meter, un poco con calzador, el reto de este mes de introducir en el relato a un viajero en el tiempo.
Claro, todo esto, a mi entender, reduce el gran impacto logrado con la primera parte del relato, con la descripción tan buena de los personajes implicados, la ambientación, el tono oscuro, áspero, tan realista.
A veces no resulta tan fácil acabar un relato y darle un final merecido, eso lo entiende cualquiera. Es solo mi opinión personal, nada más.
(Reconozco, de todos modos, que este mes yo mismo he sido incapaz de cumplir con el reto adicional, por lo que te concedo a ti cierto mérito)
Un saludo
Buenas tardes y muchas gracias por vuestra visita
Hola Beba, muchas gracias por tus amables palabras, saludos.
Hola Patricia, gracias por tu amable comentario. Me alegra que te haya gustado el final.
Hola Sebas, gracias por tus elogios y amables palabras. Me alegra que te haya gustado. En cuanto me sea posible te devuelvo la visita.
Hola Jose Luis agradezco tus amables palabras. Tus justas impresiones expuestas con claridad me ayudarán a tener otra perspectiva del relato. Me alegra que te haya gustado el inicio del mismo.
Gracias a todos por vuestro tiempo y análisis, de incalculable valor.
Saludos, nos leemos.
Hola Apuntador
La historia es interesante por la bestialidad humana de un individuo y la encuentro muy bien escrita, pero…no he leído de los que te han escrito algo como esto y pregunto: El niño se convirtió en asesino de la pareja por matar a Tiburón? Que tiene entonces que ver el ciego?
Un cordial saludo. (52)
Hola Apuntador.
Relato interesante, comienzas a leerlo y te va enganchando sin darte cuenta. El giro final está en su punto, me movió el piso. Excelente recurso. ¡Lo lograste! ¡Felicitaciones!
ARPA
¡Nos leemos! N° 44
Agradezco tus comentarios
Agradezco vuestra visita y amables palabras.
Hola Chaval, gracias por tus generosas palabras, me alegra que te haya parecido interesante el relato. En cuanto a la vida de los personajes fuera de lo que es la historia, dará si soplan los vientos para algún relato más, creo que hay buenos mimbres. Pero si el final no te ha quedado claro en algún aspecto, sin duda toda la responsabilidad es mía por no haber sido capaz de hacerlo más nítido y evidente.
Hola ARPA, gracias por tus impresiones y positivas apreciaciones. Me alegra que lo hayas disfrutado.
Agradeceros vuestro tiempo y análisis, pieza fundamental para aprender y mejorar.
Nos leemos, saludos.
Hola, Apuntador Mudo
Bueno, me atrapaste con la historia. Me gusta mucho que hayas escrito una escena, que es lo ideal para la extensión de este taller que no por nada se llama “Móntame una escena”. Y a través de ello te sirves para mostrar con toda su crudeza lo que es la violencia de género. Además, sorprendes al final con esa identificación del viejo como el niño del futuro.
Como sugerencias te propongo estas:
De inicio creo que se abusa un pelín de la descripción cuando el lector todavía no se ha situado. Aunque están muy bien porque todas tienen una clara intención de presentar la atmósfera enfermiza de esa casa, quizá sobraría alguna.
El protagonista del relato es el niño que observa. Es por ello que lo presentaría en la primera frase y no tan tarde, cuando el lector ya piensa que el protagonista es el maltratador. Eso despista. Hace que vuelvas al inicio por si te has perdido algo. Y más cuando después el punto de vista pasa a él.
También en cuanto al niño creo que sería más emocional y hasta más lógico, que no fuera el de la vecina, sino que fuera el hijo de ese matrimonio. Eso daría sentido a la posterior vida de delincuente que lo llevara a la condena y justificaría que quisiera regresar no para ver solo al perro, sino al momento crucial en el que su padre que mató a su madre.
Tal cual está queda un tanto azaroso y forzado su papel.
Por otra parte, ¿en el futuro condenarían a muerte a un anciano ciego? ¿Qué delito cometió? ¿De verdad dejarían que un condenado a muerte campara libremente por el tiempo?
Creo que todo esto se respondería solo si, ese niño, fuera el hijo del maltratador.
Por lo demás, un muy buen relato.
Saludos
Buenos días, muchas gracias por devolver la visita David.
Agradezco tus generosas palabras, y me alegra que te haya gustado el relato. Mi intención era hacer un retrato sobre la violencia (animal, humana, social, institucional), no sé si lo habré conseguido del todo, pero al menos parece que el relato ha gustado.
Agradezco tus sugerencias, y las anoto para futuros relatos más acordes con esa temática específica de la violencia de género.
En cuanto a la violencia, creo que aún estamos lejos de saber con certeza sus orígenes, más allá de sus raíces en la especie humana. El motivo por el que surge con más crudeza en unos individuos que en otros, no deja de ser caso de estudio. No olvido, una noticia leída hace unos meses, la muerte de un atracador (en un banco si no recuerdo mal). Lo curioso y que me provocó cierto desasosiego, fue leer que en su juventud había salvado a dos niños de ahogarse arriesgando su vida. Pasó de ser un héroe en su comunidad a un villano en cuatro décadas. Ese viaje vital es el que siempre me hace pensar lo frágiles que somos.
Agradezco encarecidamente tus interrogantes, pues como los de otras compañeras y compañeros, son semillas para futuros relatos o prolongaciones de este mismo.
Nuestro próximo futuro distópico o no, aún no está escrito (aunque no se deje de intentar incansablemente), pero apunta maneras en base al presente actual. Así como nuestro presente no tendría explicación sin nuestro pasado. En esos futuros distópicos, qué no podría llegar a pasar.
De nuevo agradecer tu tiempo, tu análisis y tus sugerencias. Enriquecen y ayudan a mejorar mi incipiente camino por la escritura.
Saludos, nos leemos.