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Siempre esperando amor - por Carlos Jaime Noreña

Web: http://ocurr-cj.blogspot.com

La liberación le llegó, por fin, cuando le declaró su amor a Marcelino, un
muchacho honesto, respetuoso y bonito, pero nada tímido, nada cándido, nada
frígido.

Penélope era una mujer alegre, pero prisionera. Vivía en un amplio y
bien dotado apartamento, donde su marido le suplía todas sus necesidades
materiales. Salía a la calle cuando deseaba (siempre y cuando él no se encontrara en casa). Era un hombre burdo y de un morbo grosero, que por las noches la acosaba por cama, cuando no salía de putas y, en el día, la tocaba
compulsivamente, sin palabras dulces, sin elogios, sin propuesta, solo por calmar los deseos más primitivos. Apenas sí la dejaba en paz cuando estaba en la cocina, como para no estropearle la receta, pues tragaba como un ogro. Ella solo aspiraba a separarse de esa bestia, pero él no se lo aceptaba de ninguna manera.

Creyó quedar libre cuando su esposo le concedió, por fin, el rogado
divorcio; hizo una gran fiesta con sus compañeras, pero al volver a la rutina
empezaron los asedios: de los cobradores, del ex-esposo exigiendo más de lo
pactado, de los amigos buscando sexo. Aparte de las tertulias con amigas (que la atormentaban pidiéndole detalles sobre su vida matrimonial y sobre las causas del divorcio) aceptaba invitaciones de conocidos que ella consideraba sanos, pero ¡qué sorpresas se llevaba!

Su amigo Valentín, piloto de aviación, la ilustraba sobre la Rosa de los
Vientos. Nombre muy romántico; pero debería llamarse Margarita de los Vientos,
porque ellos soplan en todas las direcciones, como los pétalos de esa flor; norte, sur, este, noroeste, norsureste, surnoroeste…. Y las manos masculinas empezaban a buscar todos esos puntos cardinales en la geografía de la muchacha, pero sin dulzura y sin respeto, hasta que Penélope tenía que dar por terminado el encuentro.

Otro amigo, Urbano Calle, más osado, la invitaba a un trago en un bar,
para caerle enseguida con la invitación a “un lugar fabuloso”, siempre algún
refinado hotel de encuentro de parejas amorosas. Y, en fin, otros más le enviaban regalos, cuya retribución pedían después descaradamente.

Penélope se seguía sintiendo prisionera; ahora no de un hombre, sino de
todos. ¡Unos tiburones! Y no era ninguna mojigata; gustaba de los hombres, le
hacían falta las caricias, le encantaba la actividad amorosa; pero no quería ser el
juguete de nadie; quería encontrar relaciones con gozo equitativamente distribuido. Una o varias, pero de esa naturaleza.

La mujer empezó a viajar en el tiempo, buscando refugio… Volvió a su
adolescencia, sus flirteos con Adrián, el chico que le regalaba florecitas robadas de un jardín, que la llevaba al cine y “se atrevía” a cogerle la mano. Volaba al futuro que, ya universitaria, había imaginado vivir con su condiscípulo Jerónimo, una traga secreta que solo le daba sueños rosados; viajaba con Jerónimo por el mundo; él la conquistaba en una placita de cada nueva ciudad visitada…

Pero todo volvía a la cruda realidad; ningún Adrián, ningún Jerónimo.
Penélope estaba por desistir de su ilusión, cuando conoció a Marcelino en una
fiesta; chico con las cualidades ya descritas, quien bailó deliciosamente con ella, le admiró su belleza y le propuso buscarla de nuevo. El sábado siguiente, la invitó a un restaurante; hablaron de sus vidas, de sus gustos, de sus temores, de sus ansias… y ella le confesó que había encontrado en él al hombre de sus sueños. Quedó en llamarla en la semana para salir de nuevo.

Dos veces la llamó; primero, ella no pudo atenderle, por salud; la
segunda cita la canceló él, pues le adelantaron el vuelo; tenía un viaje al exterior,
por compromisos académicos de varios meses, pero prometió volver.

Penélope todavía se asoma largas horas a su ventana; mira al vacío
mientras espera la llamada que le anuncie el regreso de Marcelino. Largos meses, largos años lo ha estado esperando. ¡Este sí que es un viaje en el tiempo!

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11 comentarios

  1. 1. Lady N dice:

    ¡Hola, Carlos Jaime Noreña!

    Para empezar, tengo que decir que pobre Penélope, su vida estaba cargada de relaciones toxicas y de personas interesadas que más que ayudarla pretenden aprovecharse de ella. Y por la parte que te corresponde, creo que has sabido plasmar bastante bien la sensación de asfixia en el personaje.

    Para seguir, no he entendido lo de la Margarita de los vientos, la verdad. Sin embargo, me ha gustado mucho la frase que has usado poco después “las manos masculinas empezaban a buscar los puntos cardinales en la geografía de la muchacha”, para mí, una muy buena y poco común descripción, enhorabuena.

    Por otra parte, me habría gustado saber un poco más de su historia con Marcelino, me da la sensación de que al haberle dado tanto protagonismo y detalle al suplicio que tuvo que pasar Penélope, te has quedado sin espacio para enriquecer un poco la etapa de la liberación.

    Siguiendo con el mismo hilo, me habría gustado saber que sentía o pensaba Marcelino sobre Penélope, es como que se ve la intención de verse y conocerse, pero no se si hay mucho más, ¿será también la mujer de sus sueños?

    Continuando con las dudas, cuándo dices que lleva años esperándolo, ¿te refieres a que, como es el hombre de sus sueños, llevaba tiempo esperándolo antes si quiera conocerlo o a que los compromisos académicos de Marcelino se habían expandido?

    Para concluir, la frase del final a mi particularmente, me descoloca un poco. Mas que nada, por que el viaje en el tiempo que yo veo más representativo en tu historia es el del viaje en la memoria a esas relaciones bonitas y dulces, anteriores a conocer a Marcelino, pero quizás me he perdido algo en medio, si es así, me encantaría que me lo explicaras.

    Sin mucho más que añadir, un saludo y muy felices letras.

    Escrito el 18 abril 2019 a las 15:34
  2. 2. Piquillín dice:

    Hola Carlos: Esta Penelope también espera. Creo que esa es la idea del relato. Me parece una buena idea, pero a mi parecer le falta una vueltita de tuerca en la redacción. Hay cosas que no quedan claras, no entiendo como es el viaje en el tiempo, si son reales o son recuerdos de la protagonista.

    Escrito el 19 abril 2019 a las 21:08
  3. 3. Patricia Redondo dice:

    Carlos, como todos tus relatos, este también me ha gustado. Quizá más amargo que otros tuyos que he leído, sin esa retranca pero con la misma ironía. Muy bien elegido el nombre de la protagonista, metáfora de muchas cosas. Y muy buena la descripción de los truhanes, brutos, caraduras. El viaje sentimental en el tiempo me ha gustado también, aunque es verdad que no acaba de quedar claro si es real, intenta de verdad recuperar antiguas relaciones fracasando en el intento o es solo una ensoñacion. Eso y alguna construcción sintáctica que me ha sonado rara, pero no quitan que sea un buen relato. Te sigo leyendo.

    Escrito el 19 abril 2019 a las 22:20
  4. Mil gracias, Lady N; me estimulas. Lo de la margarita es por sus abundantes pétalos, que apuntan radicalmente en todas las direcciones.
    Tienes razón en lo que me dices de ahondar en la relación Marcelino-Penélope; ya varios de Literautas me han señalado esa necesidad de consolidar mejor los finales.
    También tienes razón en la discusión del viaje en el tiempo; el importante era el que interpretaste sumamente bien de sus retornos a relaciones pasadas y a sueños que en el pasado ella hiciera sobre el futuro. La oración final sobra
    Saludos.

    Escrito el 21 abril 2019 a las 02:42
  5. Gracias por tus observaciones, Piquillín. Lo del viaje en el tiempo se refiere a sus retornos a relaciones pasadas y a sueños que en el pasado ella hiciera sobre el futuro.
    Saludos.

    Escrito el 21 abril 2019 a las 02:44
  6. Patricia, me satisface mucho que hayas continuado leyendo mis relatos y que me manifiestes tu gusto.
    Mi intento de viaje en el tiempo se basa en una ensoñación, como lo dices; soñaba con recuerdos lindos del pasado y con cosas lindas que, también en el pasado, imaginó para un futuro.
    Saludos.

    Escrito el 21 abril 2019 a las 02:49
  7. 7. María Esther dice:

    Hola Carlos Jaime, es primera vez que te leo. Me gustó la idea de tu relato,el nombre de la protagonista, la historia de su vida.Hay una narración muy lineal, no sé, tal vez eso le quita interés al texto. Es una pena, porque muy al final parece que vendría la solución, que luego se esfuma.
    Está muy bien la retrospectiva a sus amores adolescentes, a sus sueños lejanos.
    Nos tenemos que conformar con la realidad del amor ideal, inalcanzable…o a lo mejor entre tantos que pasaron, no supo distinguirlo de un ensueño.
    Saludos, Sigue escribiendo.

    Escrito el 22 abril 2019 a las 23:23
  8. Muchas gracias, María Esther.
    Tomaré en cuenta tus observaciones.

    Escrito el 23 abril 2019 a las 04:20
  9. 9. Florencia M dice:

    Hola Carlos,

    Gracias por pasarte a leer mi relato.

    En cuanto al tuyo, me parece muy interesante que Penélope por fin encuentra el amor en el único hombre que no la acosa. El desencuentro y la ausencia de la otra persona, hacen surgir el deseo. Un buen final.

    Un saludo y hasta la próxima!
    Florencia

    Escrito el 25 abril 2019 a las 10:30
  10. 10. Jose Luis dice:

    Hola
    Gracias por tu visita
    Ahora me toca cumplir y devolvértela.
    Creo que has escrito una historia de amor, pero un tanto rara. Me descoloca un poco tanto personaje secundario, solo para decir que no es el hombre adecuado para Penélope. Toda la primera parte del relato te envuelve en cosas que no hacen a la trama, son como adiciones que no suman nada realmente. Lo interesante empieza cuando ella conoce a Marcelino, y luego se acaba el cuento en lo más interesante.
    Un saludo

    Escrito el 28 abril 2019 a las 00:02
  11. José Luis, no eres el primero en señalar que mis finales son abruptos. Creo que tienen razón, pero no he encontrado formas de alargar los desenlaces; habrá que seguir buscando.
    Los personajes “secundarios” sí me parecen necesarios; con ellos se muestra lo que le tocó enfrentar a Penélope en su búsqueda de un verdadero amor.
    Muchas gracias por tus comentarios.
    Saludos.

    Escrito el 28 abril 2019 a las 03:28

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