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COMO MARGARITAS PARA LOS TIBURONES - por DavidRubio
Web: https://relatosensutinta.blogspot.com/
El autor/a de este texto es menor de edad
A las 17:05 horas me detengo frente al nº 314, como indica el informe de misión.
Y espero.
Los objetivos asoman por la esquina a las 17:12. La mujer carga con la mochila de su hijo, y este hace lo propio con un muñeco.
Se detienen al llegar al portal, discuten sobre cuándo hay que hacer los deberes. A la mujer le cuesta encontrar las llaves en su bolso. Se le cae un pintalabios al suelo. No se da cuenta.
Entro detrás del niño y les sigo hasta el ascensor. Mientras subimos, continúan negociando las actividades de la tarde. En un movimiento del niño recibo un codazo en el estómago. El pequeño lo nota. Me mira. Intenta comprender qué ha golpeado. «Mamá, ¿hay fantasmas en los ascensores?». Ella no le hace caso.
Décima planta. El niño sale corriendo de la cabina y arrambla a su madre. Esta se lo recrimina hasta que entran —entramos— en casa. En el comedor, el pequeño se tira en el sofá; ella deja la mochila y el bolso en una silla. La sigo hasta el dormitorio. Se desnuda mirándose al espejo. Mete un poco de tripa, aunque no le haga falta. Luego se pone el pijama para dirigirse, a continuación, hasta la cocina. Coge unas naranjas y saca un cuchillo del cajón. El cuchillo. Las parte por la mitad. Regreso al comedor cuando comienza a exprimirlas.
El pequeño sigue tumbado en el sofá, con la tablet. Son las 17:35. La madre le ordena, desde la cocina, que prepare los deberes. Este reniega, pero se levanta para sacar el libro de mates.
El móvil suena en el bolso. La mujer aparece con el zumo de naranja. Lo deja sobre la mesa y saca el teléfono. Suspira. Entra en el dormitorio antes de contestar. Es su exmarido. Ella le dice que hoy no le toca visitar a su hijo. Él insiste en que esta tarde le va mejor que mañana. A ella no le hace gracia, pero asiente. Le espera en una hora y tendrá que ayudarlo con los deberes. Tras colgar, deja el móvil sobre la cama antes de salir. El niño le pregunta si era papá. Ella le dice que sí.
Suena el timbre. Son las 18:05. La mujer, cubierta con una bata, le pide a su hijo que vaya a la ducha y comience a desnudarse. Ella irá enseguida, después de ver quién llama a la puerta. La sigo hasta el recibidor.
Observa por la mirilla y levanta los brazos, contrariada, antes de abrir. Reconozco al tipo que aparece en la puerta. Es un vecino al que interrogué. Con una sonrisa, le dice que ha encontrado un pintalabios en el portal que quizá fuera suyo. Ella se lo agradece, aunque le apremia la despedida diciéndole que tiene al niño solo en la bañera. Intenta cerrar, pero él pone el brazo. Le pregunta si tiene levadura, la necesita para hacer un pastel. Ella titubea, pero accede. Le pide que espere un minuto.
El tipo se queda solo, humedeciéndose los labios. Da un paso al interior. Se detiene. Mira tras de sí antes de dar otro paso más decidido. A continuación cierra con delicadeza. Resopla mientras recorre el pasillo. De fondo, se escucha el sonido del agua de la ducha y el ruido de puertas de armario. Se detiene en la cocina. Sonríe.
Y entra.
Ella grita sobresaltada. Él lamenta haberla asustado. Le dice que está muy guapa con ese pijama y esa bata; también que, quizá, podría invitarla luego a probar su pastel. Ella se lo agradece, pero tal vez otro día. Él se le acerca. Mucho. La coge por la cintura y sube la mano hasta alcanzar sus pechos. Le dice que una mujer como ella se merece un hombre que la cuide. Ella logra zafarse y lo abofetea.
Él se toca la mejilla. Ve el cuchillo en la encimera. Lo coge. Le ordena que se ponga de rodillas mientras se desabrocha el cinturón. Ella retrocede, gimoteando, hasta la pared. Entonces observa el exprimidor y se lo lanza a la cara. Intenta huir, pero él alarga el brazo y el cuchillo entra por el costado de la mujer. Cae, a mis pies. Su hijo, envuelto en una toalla, la ve desangrándose.
El tipo le pide que esté tranquilo, mientras se le acerca con el cuchillo.
Aunque me repugne, como Detective Temporal estoy obligado a ver lo que sigue. Sin interferir.
Para ellos, solo puedo ser como las margaritas para los tiburones: invisible e inexistente.
Caramba, aclaro que NO soy menor de edad (¡más quisiera!). Algo debí marcar mal. ¡Saludos!
Hola, David: Como siempre, una gala: original, ágil, pulcro. Especial lo de las margaritas y tiburones.
Ahora bien: ¿Qué es un “detective temporal”?
Yo creí que el fantasma era el ex; que había elegido esa tarde porque era la última de su vida, y SOBRE TODO,que pondría las cosas en orden; pobre niño con la mamá acuchillada y con un detective “tan flemático”.
Un saludo.
Hola David. Me gustó mucho el momento en que uno se da cuenta de que el narrador es un fantasma, como que dije “Ah, bueno, esto se pone interesante”.
Saludos
Hola David Rubio.
Primero que todo, porque me parece más propio el todo que el nada, quisiera agradecer la visita tan auscultativa que le dedicas a mi texto: un médico no la pudo haber hecho mejor. Le atinaste a muchas de mis dolencias. Gracias.
Lo primero que noté de tu texto fue la claridad de letras que posees para ser menor de edad. A esa edad yo solo conocía la “o” por lo redondo. Luego, en el primer comentario, aclaras tu verdadera madurez. Si lo hiciste a propósito vaya que despertaste mi admiración.
Me gustó la forma en que das a conocer que eres un detective fantasma que viaja en el tiempo a la escena de un crimen. Un codazo del niño a un ser inexistente le hace cuestionar a su madre sobre los fantasmas.
Con el uso del “flashback” de las películas de Hollywood le das vida a un relato interesante. Y no solo eso, sino que haces uso repetitivo de oraciones cortas que le dan vida a la trama. Escritura, que yo creo sea un estilo muy propio tuyo. Te felicito.
Los finales, poseedores de ingenio, me atraen. El tuyo con tiburones y margaritas todavía más.
Saludos y un abrazo.
Un relato pormenorizado que muy poco a poco se vuelve inquietante. Es un relato de violencia de género, nuestra imaginación, que va siempre por delante, ya estás preparándote para culpar al exmarido, cuando de repente la acción toma un giro inesperado. Se mantiene la tensión gracias al empleo de frases muy cortas y precisas, relatadas por un protagonista testigo, incapaz de intervenir. En principio no lo catalogaría de fantasma, no sabemos si en otro tiempo fue una persona viva. En todo caso es una presencia que se limita a observar, sin intervenir aunque muestre sentimientos de repugnancia por lo que ve.
El uso de algunas palabras me han llamado la atención. Por ejemplo:
“…saca un cuchillo del cajón. El cuchillo. Las parte por…” Empleas una repetición como truco literario que sería equivalente a un primer plano en el cine.
“…A ella no le hace gracia, pero asiente.” Para ser precisos, dado lo minucioso del relato podrías haber optado por “consiente”, en lugar de “asiente”. Aun en el caso de que ella hiciese un posible movimiento reflejo de asentimiento, que también cabría añadir.
“Reconozco al tipo que aparece en la puerta. Es un vecino al que interrogué.” No entiendo esta afirmación ¿Cuándo lo interrogó? ¿con decir que era un vecino no hubiese sido suficiente?
“Entonces observa el exprimidor y se lo lanza a la cara.” Los hechos suceden en minutos, has hecho mucho hincapié en ello no da tiempo a observar, en todo caso tropezarse con la mirada.
Te felicito, pues has hecho un relato interesante, casi fotográfico, como las acotaciones de un guión.
Saludos.
Saludo David, me a gustado el estilo narrativo y el argumento. Yo te propondría detective cuántico en vez de detective temporal. Creo que ya sugiere y explica su presencia invisible e investigación surcando el espacio-tiempo. Éxitos.
¡Qué fuerte! Estaba mordiéndome las uñas, me gustaría saber cómo le hacen para ser “detective temporal”. 🙂
Hola David
De película!!
Me alegra mucho verte por aquí aunque en esta ocasión participo solo como lectora.
Me ha gustado la idea del narrador-fantasma y broche final de la margarita.
Saludos
Un relato contundente!
Me ha gustado mucho. Sobre todo el momento en que se obliga a continuar como un mero observador. Recordando su cometido. Aunque quiera, no puede hacer otra cosa que observar los acontecimientos, igual que el lector. Nos has conseguido convertir en el propio detective. Yo también me he sentido como margaritas para los tiburones.
Buen trabajo!
Mario
Magnífico trabajo David. Buen material para una clase rápida de 750 palabras. Podría titularse: Ejemplo de cómo se monta una estructura narrativa sólida. Ahí es nada, la argucia narrativa de proponer un narrador dentro de la historia (primera persona) pero con el toque final, casi disculpándose ante el lector de ser un narrador extradiegético. Está pero no es.
Por lo demás, una gozada de manejo del ritmo. Algún comentario apunta esos detalles notables.
Un descubrimiento y resurección de este Honoré Lechasseur que presentas en el último minuto, y que puede dar grandes momentos de solaz.
Muchas gracias por compartir. Un abrazo, maestro
Me parece muy muy bueno David.
Rápido, ágil, taxativo y asertivo, ritmo trepidante. Da la fresca impresión de que no hay trabajo detrás (y sin embargo es un trabajo impecable). ¿Cómo lo consigues?, creo que además de las frases cortas y muy cortas que imprimen velocidad, hay algo más, no solo es tecnicismo aplicado, hay método de observación al servicio de la narrativa. Se lee en un suspiro y se lee bien. Estamos en todas partes con el inteligente narrador, y hasta el cuchillo se repite en una sola palabra para que nos fijemos bien en él. Que lo grabemos en nuestra retina porque el cuchillo es determinante.
No cuentas de emociones, sino de acciones, y creo que eso es precisamente lo que conmociona. (me lo copio)
¿Sería conveniente que alguna frase de recorrido medio o largo rompiera el ritmo sincopado?, pues pudiera ser, pero creo que nos sacaría del clima que has sabido crear tan bien.
Muy muy bueno.
Agradecido David por la visita y valiosos consejos. Cordial saludo.
Hola David.
Mis felicitaciones por el relato.
Me queda por descubrir cual es la función del Detective Temporal en la historia, ya que por ahora solo narra los acontecimientos.
Mis saludos.
Hasta la próxima propuesta.
Hola, David
Has escrito un relato que tiene casi, casi, la estructura de guion cinematográfico. La historia fluye fotograma a fotograma, con esa fuerza que imprimen las imágenes. Original ese detective temporal testigo invisible de lo que acontece. Ha sido una gozada leerte.
Un saludo
Hola David,
Quiero agradecer el tiempo que le has dedicado al comentario de mi relato, desde luego que todas tus apreciaciones son muy útiles para mí y claro las tendré en cuenta.
Respecto a tu historia, me encantó, no hay mucho que agregar a lo que te han comentado ya.
Coincido con la apreciación que te han hecho de buscar otra denominación al protagonista distinta a la de detective temporal, yo no lo he visto como un fantasma, sino mas bien como un detective del futuro, que es enviado a ver los hechos en el momento justo en que ocurren para hacer justicia.
Un saludo y felicitaciones!!
Hola DavidRubio.
He disfrutado con el relato, espiando a unos personajes que podrían ser mis propios vecinos, con el buen ritmo, con el trenzado del desarrollo (me ha fascinado), y con el final que deja el relato muy redondo.
Aunque es un avance importante, espero que el departamento del detective temporal se actualice con el hardware de “minority report”, aunque solo sea por la criatura y su madre. Y por supuesto, también por evitar el sofocón que se va a llevar el padre.
Me ha gustado mucho el relato.
Saludos, nos leemos.
David,
Te felicito por tu relato. Realmente un placer leerte y aprender de vos.
Te dejo un saludo
Sebas
Hola David:
He caído en este relato poniendo en dedo al azar y me ha salido el nueve. Te puedo decir que ha sido todo un acierto, además no te había leído nunca.
Conforme iba leyendo me decía: ¡Joder con el chavalín!, hasta que he leído el primer comentario tuyo.
Así, de entrada, te digo que me ha impresionado. Empezando por la idea y terminando por la forma. Dicen los manuales que no hay que contar sino mostrar y llegas tú y rompes todas las normas. Todo telegráfico: “A las 17:05…”. Haciendo honor a la orden de no interferir como buen Detective Temporal.
Me ha gustado el codazo del ascensor porque da la pista definitiva de con qué o con quién nos vamos a encontrar.
Las frases cortas es un recurso muy apropiado al relato: “saca un cuchillo del cajón. El cuchillo.” “Él se le acerca. Mucho.” “Se detiene en la cocina. Sonríe.” Etc. Tiene un ritmo trepidante y, a su vez, vas congelando la escena plano a plano. Genial.
Lo único que me ha quedado en duda ha sido esta frase: “Es un vecino al que interrogué.” No alcanzo a comprender cómo encajar el hecho de que le conozca y si tiene relación directa con lo que va a ocurrir. ¿Quizás se trata de una revisión de los hechos?
Me alegro haberte leído porque ha sido un regalo de bien hacer.
Saludos.
Hola, David.
Que buen relato, ya te lo ha dicho mucho y obvio que es así.
Pero ahora voy a hacer de tío malo y no porque sí, es que este genero es el que más me gusta, espero no te molesten mis comentarios “lo hago con la mejor intención”.
La parte del codazo, es la parte crucial de tu texto, clarísimo como el agua, pero me quedan algunas dudas:
1. “Aunque me repugne, como Detective Temporal estoy obligado a ver lo que sigue. Sin interferir”
Al recibir ese codazo, cambió o debió haber cambiado el curso normal de los hechos, a menos que sea “una cuerda sinfín” como la de nuestro amigo Ocitore del relato Nª 2.
2. “Es un vecino al que interrogué” Volvemos al punto 1. Al interrogar al vecino, también interfirió de alguna forma en los eventos, a menos que sea al estilo de “efecto mariposa, si o si” que sin importar que cambie en el pasado, la mujer y el hijo morirán si o si, muy diferente al “efecto mariposa” donde cualquier cambio por menor que este sea, arrastraría un lastre de cambios mayores, hasta cambiar el curso de la historia, como (pisar una mariposa, o recibir un codazo).
3. “A las 17:05 horas me detengo frente al nº 314, como indica el informe de misión.”
Con esta frase, nos dejas claro que hay una misión, no es necesario que el progresista nos indique que o cual misión, pero nos dejas con ganas de saber cual es la misión, y dejas la puerta abierta para una seguidilla a este relato (continuación).
Reitero tu relato está de diez, lo que dejo aquí son pequeñeces, que no le restan para nada al buen trabajo realizado, felicitaciones.
Ah, soy tan despistado que no vi el aviso de “menor de edad” lo descubrí al leer tu comentario al relato.
Saludos.
¡Hola a todos! Bueno, lo primero es agradeceros vuestro tiempo para lectura y análisis que le habéis regalado a este relato. Hacía un par de años que no participaba en el taller de Literautas y me alegra comprobar que sigue tan activo y tan en forma como entonces.
No suelo responder a los comentarios, aunque sí devolver visita, hasta que el mes no llega a su fin. De esta forma mis respuestas no influyen en los siguientes lectores y puedo tener mayor información acerca de los errores del relato.
Y desde luego, en este caso, me habéis ayudado para la futura revisión.
Así que gracias, gracias y gracias.
Y ahora el resumen de lo que me habéis comentado.
En general, habéis confirmado lo que más me preocupaba: la dificultad de comprensión de la historia de fondo. Cuando llegó el día 15 este relato contaba con 1250 palabras. Así que, a contrarreloj, tuve que meter la tijera. Y la tijera siempre es buena, pero cuando comienzas a recortar “con la historia en tu cabeza” es muy posible, como en este caso, que recortes lo superfluo, pero también lo esencial.
LA HISTORIA:
El personaje es un detective que viene del futuro cercano a los hechos para investigar un crimen en el que se sospechaba del exmarido, pero existían dudas. Por supuesto, no puede interferir en los hechos, solo documentar qué sucedió realmente. Por eso, lleva un traje que lo hace invisible, pero no intangible.
LOS ERRORES:
EL RELATO ES POCO COMPRENSIBLE:
A la vista de los comentarios es claro que, en general, este fondo de la historia no ha sido comprendido, y con razón. Algunos si que lo han deducido en este sentido, imagino que los más aficionados al género de la ciencia ficción, pero otros han considerado que el personaje es un fantasma, no han entendido lo que es detective temporal o que la historia es un flashback. Un relato debe ser, por encima de todo, comprensible. Y esta versión no termina de serlo.
ERRORES INDIVIDUALIZADOS
Ahora voy por los errores concretos que se han destacado.
LABAJOS: Excelente comentario.
* Bueno, si lees esta respuesta ya habrás comprobado que no es un fantasma.
* “Asiente”, ¡toda la razón! Dudaba entre “accede” y “consiente”; y entre una y otra las teclas me llevaron a ese “asiente” que no es lo correcto para hablar a través de un móvil.
* “Es un vecino que interrogué”. Es correcto en cuanto a la historia. El detective lo interrogó en el futuro; pero al ser el único verbo en pasado de todo el relato, lleva a ser confuso. No es erróneo, pero si indicativo de la falta de claridad del relato.
LUIS DUQUE: Me gusta eso de Detective Cuántico, aunque pensé que temporal sería más evidente.
BAXIN: Esa falta de información de lo que es un detective temporal es otro dato sobre la falta de claridad del relato.
LUIGI CALLIERI: ¡Eres un maestro en el conocimiento de las figuras del narrador!
ISABEL CABALLERO: Tienes razón. En el relato predominan las frases cortas y ello conlleva un ritmo demasiado rápido. Aunque esa era la idea, el problema ha sido la extensión de la versión final y las tijeras que tuve que meterle para ajustarlo a las 750 palabras. Esas tijeras se llevaron las frases que echas en falta.
LAURA: Ciertamente apuntas un dato indicador de la falta de claridad del relato.
G. KING: ¡Clavaste la versión correcta de la historia!
EL APUNTADOR MUDO: Mientras lo escribía recordé esa película, en ciencia ficción todo ha sido tratado antes.
ISAN: Como he comentado, no la frase del vecino que interrogué no es errónea. El detective interrogó a ese vecino antes de viajar al pasado para observar la escena del crimen. Pero al ser el único verbo en pasado es muy fácil que le choque al lector. Bien visto.
KIRJANIK MAYA: Respecto a la frase del vecino. Lo que he comentado. El lo interroga antes de viajar al pasado para presenciar la realidad de los hechos. No es un error, pero sí un dato a revisar para la comprensión del relato.
En cuanto a lo del codazo. En una de las partes que tuve que recortar el detective reflexionaba algo así como que nadie hacía caso a los niños. Esa interferencia no cambió el curso de los acontencimientos dado que el niño no supo qué tocó y la madre no le hizo el menor caso.
Lo dicho, habéis comentado de manera excelente y me habéis facilitado mucha información para mejorar este relato.
¡¡¡Un fuerte abrazo a todos!!!
Hola David!! Me encanta este último comentario que has hecho, enriquecedor para mí. Muchas gracias y saludos
Ha sido una gozada leerte David, no solo el cuerpo del relato sino el magnífico y completo comentario que has añadido.
Un fuerte abrazo.
Hola David!
Soy la última mona en comentarte pero ha sido un caos de mes, mis disculpas.
Aunque ya está todo dicho, maravilloso relato, la tensión y la tristeza que desprende te llega hasta lo más hondo, sobre todo destacar la metáfora final, me ha parecido preciosa.
La verdad es que hasta que he leído tu aclaración me había sorprendido que un menor escribiera algo tan contundente y violento xD
Muy buen trabajo!
Soy tu vecina del número 6 por cierto, por si te quieres pasar 🙂
Un beso! Nos leemos!
Hola David
Felicitaciones! Una muy buena crónica policial que te deja con ganas de conocer el texto completo.
Leí tu respuesta a las dudas que te habían planteado y resultaron interesantes para comprender el total de la historia.
Difícil tarea la del detective temporal, debe presenciar los asesinatos sin intervenir, pero queda claro que resuelve el misterio.
Ha sido un gusto leerte.
Saludos