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Ya sabes cómo es este trabajo - por Expo

Tras aquel cristal que separaba el agua del oxígeno, el viejo agente Christopher Adams observaba la organizada danza de la vida marina. Había algo hipnótico en el movimiento de aquellos seres, en cómo parecían vivir ajenos a su cautiverio, sin memorias, preocupaciones o deseos.

Escuchó unos pasos a su derecha. No tardó en reconocer a su superiora, Marianne Kelly. Andaba con la sensación de superioridad de quien es joven y ha logrado demasiado en demasiado poco tiempo.

—Informe de misión, agente.

—¿Ni un simple saludo, Margarita? —respondió, dedicándole una sonrisa. Ella entrecerró los ojos y abrió la boca, pero justo antes de que respondiese, uno de los tiburones se acercó al cristal.

—¡Ah! —exclamó, echándose hacia atrás. Miró a Christopher, claramente contrariada por que la hubiera visto reaccionar así, y no tardó en relajar su rostro y privarlo de toda emoción.

—Soy una persona ocupada, Adams. Y le he dicho en múltiples ocasiones que no me llame así.

El agente, con tranquilidad, volvió a dirigir su mirada hacia el agua.

—Deja que te cuente una historia. Vine aquí con ella en la inauguración del acuario. Aun así, no pasamos demasiado tiempo, porque, aunque no quisiera admitirlo, le daba un poco de miedo. Como a ti, por lo que veo.

Marianne suspiró.

—No he venido a escuchar cómo rememora su pasado, agente.

—Oh, pero puedo asegurarle que es relevante para nuestro caso. Solo debe tener paciencia.

Realizó el amago de increparle, pero comprendió que solo perdería aún más tiempo, por lo que dejó que siguiera hablando, esperando que revelase algún nuevo dato que le ayudase a encontrar a la terrorista temporal.

—Recuerdo perfectamente aquella noche. Tras volver del acuario fuimos a mi casa. Estaba completamente dispuesto a preparar una cena romántica, aunque no hubiese cocinado nada mínimamente elaborado en mi vida. Casi incendio la cocina, y mejor olvidar el esperpento que preparé. —Sacó las manos de sus bolsillos y elevó los hombros—. Al final tuvimos que ir a un restaurante, y ella decidió ponerse un elegante vestido y olvidar lo que acababa de suceder. Estaba preciosa…

—Basta. Sabía que era un error ponerle al frente de esta investigación —proclamó Marianne, irritada.

Christopher dejó escapar una sutil risa.

—¿Una pequeña historia y ya quieres quitarme el trabajo?

—Usted nunca había tardado tanto en encontrar al objetivo. Llevamos meses dando vueltas sin encontrar ninguna pista. —Le señaló—. Está usted demasiado implicado. El amor le ciega.

—Puedo prometerte que mi relación con el objetivo no se interpone entre mí y mi profesionalidad, Margarita. Las acciones de Margaret son imperdonables y ninguna debilidad personal me ha hecho olvidar el sentido de nuestro trabajo.

—Entonces demuéstrelo.

—Era mi intención, pero veo que tendré que acelerar las cosas. Agentes, arréstenla.

—¿Qué…? —alcanzó a decir Marianne, desconcertada, mientras tres hombres armados salían de sus escondites y se acercaban a ella, rodeándola—. ¡Explíquese, Adams!

La miró fijamente. La sonrisa de su rostro había desaparecido.

—Tú eres Margaret Foster. O, mejor dicho, lo serás. —Bajó levemente la mirada—. Ahora que la investigación ha acabado, podrás leer todos los informes que te he estado ocultando. Un análisis de ADN de mi hijo aclarará todo.

Los ojos de la mujer hervían de rabia y confusión. Los hombres a su alrededor la apuntaron con sus pistolas.

—Arriba las manos, señorita.

—Pe… pero. Esto no tiene ningún… —murmuró mientras acataba las órdenes.

Christopher exhaló aire por la nariz. Su rostro era el de un anciano que había pasado por demasiado en demasiado tiempo.

—Dentro de cinco años, la versión de ti a la que yo no he descubierto a tiempo abandonará la agencia y acabará uniéndose al enemigo. Diez años después, esa misma mujer, con la identidad de Margaret Foster, fingirá enamorarse de un nuevo activo de la agencia para infiltrarse en ella y obtener sus secretos. Finalmente, tras ser descubierta, intentará matarlo. No lo logrará, así que escapará por los confines del tiempo, llevando a cabo los planes de nuestros enemigos. Desde entonces la hemos perseguido, pero siempre ha estado un paso por delante de nosotros. Hasta ahora. Esa es la historia que quería contarte, Margarita.

Marianne no podía creer lo que acababa de escuchar.

—Yo no soy esa persona, Christopher.

—Ya sabes cómo es este trabajo.

Aquello fue lo único que pudo responder el agente mientras notaba cómo desaparecían de su mente los recuerdos de la única mujer que había amado jamás.

Minutos después, una lágrima recorrió su mejilla. Nunca averiguó por qué.

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4 comentarios

  1. 1. Laura dice:

    Hola Expo.
    Tu relato está muy bueno,con gran inclusión de las palabras obligatorias.
    Algo se ve venir lo de Margarita y Margaret,pero son cuestiones personales.
    Mis saludos.
    Hasta la próxima propuesta.

    Escrito el 18 abril 2019 a las 11:48
  2. 2. Scott dice:

    Hola Expo.
    Un relato muy bueno, de principio a fin.Felicidades.
    ¡Saludos!
    Scott

    Escrito el 19 abril 2019 a las 11:57
  3. 3. Dorian Sol dice:

    Buenas!!
    Me ha gustado, me sabe mal por el tipo, debe ser duro… Pero seguramente sabía a lo que se enfrentaba cuando acepto el trabajo, además se le ve profesional, me molan ese tipo de personajes ya sabes: viejos lobos que han vivido muchas experiencias, veteranos en lo que sea que dediquen su tiempo, siempre me los imagino bebiendo solos en la barra de un bar…

    Me ha gustado también como has metido lo de la cocina.

    Un saludo!

    Escrito el 19 abril 2019 a las 12:06
  4. 4. Ofelia Gómez dice:

    Hola Expo.
    Muy buena historia, con un interesante y bien logrado viaje en el tiempo.

    Necesité leerla más de una vez porque se me confundía el desarrollo de los hechos. El detective menciona que un análisis de ADN de su hijo aclarará todo. Entiendo que cuando fue pareja con Margaret tuvieron ese hijo. Concluyo entonces que si detiene a Marianne Kelly, quien con los años será la terrorista Margaret Foster, pueden cambiar muchas cosas. ¿Ocurriría entonces una paradoja, y que pasaría con el hijo?

    Me ha sido enriquecedor leerte. Tu estilo y tu manejo de los diálogos son impecables.

    Un saludo

    Escrito el 2 mayo 2019 a las 23:13

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