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Más allá de la muerte - por Poetajc

Encontraron su celda vacía, no estaban ni ella ni su cuerpo. Los guardias miraban aquel pequeño cubículo incrédulos, observando aquel suelo cubierto de margaritas recién florecidas.

Matilde se despertaba en su celda como cada mañana, a las siete en punto, miraba por la pequeña ventana de su celda, la única que daba a una montaña, donde se veía un manto de margaritas que parecían querer tocar el cielo con sus pétalos y eso la hacía feliz. De vez en cuando algún rayo de sol conseguía alcanzarla y haciéndola sentir un poco más viva. Se aseaba y dejaba su celda ordenada y limpia, antes de acudir a su puesto en la cocina de la penitenciaría. Lo había conseguido por buen comportamiento y acudir a clases en la biblioteca. No había sido fácil sobrevivir en este mundo hostil; menos ella que había tenido que cargar con un silencio impuesto y con una rabia que le estaba carcomiendo el alma

Aquella noche había salido con mi amiga Cristina, era mi primera vez que iba de marcha, con dieciséis años. Cristina era muy abierta y alocada, tenía dieciocho años y esa noche bebió más de la cuenta. Yo vomité mi primera copa y acabé bebiendo solo refrescos. Me dijo que la esperara dentro, iba a salir fuera un momento por la parte trasera. Tardó, la esperé nerviosa y asustada, pues varios chicos intentaron acosarme. Salí a buscarla. En las sombras vi un bulto en el suelo, me acerqué corriendo, el corazón me latía a mil por horas. Rompí a llorar al verla, tenía una navaja clavada en el pecho.

Me apoyé sobre su cuerpo y le saqué el puñal, la sangre brotó como si la vida se le fuera en un cerrar de ojos, se escapó entre mi aliento y se secó entre los pliegues de mi voz. Y mis palabras se fueron con ella, para siempre.

Luces azules encendieron aquel oscuro callejón, la policía me alumbró con una linterna con el arma del crimen en mi mano. No dije nada. Solo me dejé hacer. Estaba en un profundo shock. Todos me acusaban, pero yo no escuchaba nada, estaba en otro lugar, en otra dimensión. La veía a ella sonriéndome:
—“No te preocupes Matilde, volveré a por ti.”

De los reformatorios pasé a la cárcel de mujeres. Tuve que pelear y convertirme en un animal para sobrevivir. Una reclusa intentó violarme en las duchas y a mordiscos conseguí arrancarle una oreja y escapar de esa locura. Me aumentaron la pena dos años más. Pasaría veintidós años de mi vida encerrada en un agujero, muda y desquiciada.

Hoy es mi cumpleaños, cumplo los cuarenta años en lo que ha sido la soledad más absoluta; sin poder comunicarme con nadie y sin poder derramar todo el dolor y la incomprensión que arde dentro de mí.
Esta noche he soñado con Cristina, me avisaba de que había llegado el día.
Me sobresalté al encontrarla sentada al borde de mi cama.
Me abalancé sobre ella, y llorando de rabia la golpeé; de mis labios solo salían las palabras “por qué me abandonaste”. Ella no opuso resistencia, ni siquiera se defendió de mis golpes.

Acariciaba mis cabellos y me decía que nos íbamos a un mundo mejor, a otra época futura, donde sería feliz y recuperaría el tiempo perdido. Yo no entendía nada, solo la miraba extasiada y llena de felicidad porque alguien podía escucharme y hablar conmigo. Era la única persona que me había cuidado cuando mis padres murieron en un estúpido accidente, haciendo pesca de altura unos tiburones los atacaron y no sobrevivieron.

Cristina me contaba que aquel puñal que la atravesó, la transportó a otra dimensión donde había viajado por diferente épocas y vidas. No sabía cómo había ocurrido, pero le dió el poder y la oportunidad de mejorar la vida de muchas personas, incluyendo la suya, y al cumplir el círculo vital podría llevarse a otra persona con ella. No podía olvidarse de mí, la persona que la sostuvo mientras se apagaba su vida.

—¿Quieres dejar algo en tu celda? —me preguntó Cristina.
—Sí, solo un manto de margaritas, han sido mis testigos silenciosos y mi única alegría de cada mañana.

Cogió mi mano me la apretó fuertemente mientras su mirada se disolvía en la mía. Y nos fundimos en una luz que resonó en todo el edificio, haciendo saltar todas las alarmas.

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8 comentarios

  1. 1. IreneR dice:

    Buenas, Poetajc.

    Un relato muy curioso. Ha sido interesante la manera en la que has metido el reto de este mes. Un cuchillo que te da el poder de moverte por el tiempo y el espacio cuando te matan con él…

    Me ha chocado mucho el cambio de narrador. Creo que entiendo la razón por la cual lo has hecho, pero me parece que no habría sido necesario. Escribir en primer persona los dos párrafos iniciales habría sido igual, o quizá incluso más impactante, que hacerlo en tercera, que, además, siempre aleja un poco al lector de la historia.

    He encontrado un par de frases que me han sonado raras:
    – “De vez en cuando algún rayo de sol conseguía alcanzarla y haciéndola sentir un poco más viva.”. Yo quitaría el “y”, en su lugar pondría una coma.

    -“Aquella noche había salido con mi amiga Cristina, era mi primera vez que iba de marcha, con dieciséis años.”. Me suena muy extraña. Yo habría puesto “era la primera vez que iba de marcha”.

    No soy muy experta en las comas, pero creo que hay alguna mal puesta. Como:
    -“No te preocupes Matilde, volveré a por ti.”. Delante de Matilde va coma, por ser vocativo.
    Igual algún compañero que sepa más del tema te puede echar una mano con esto.

    Nos leemos.

    Un saludo.

    Escrito el 17 abril 2019 a las 19:47
  2. 2. Sirga dice:

    Hola Poetajc. Me ha gustado tu relato. Describes muy bien las situaciones y es fácil ver lo que cuentas.
    “Matilde se despertaba en su celda, como cada mañana, a las siete en punto, miraba por la pequeña ventana de su celda… Creo que podrías suprimir una de las dos ” su celda” por ser repetitivo y se entendería perfectamente.
    Enhorabuena.
    Saludos. Nos leemos.

    Escrito el 18 abril 2019 a las 08:12
  3. 3. Josè maría dice:

    Hola Poetac Me extraña el principio del relato por cierto la palabra resonó,´no puede encajar, pues la luz no tiene sonido

    Escrito el 18 abril 2019 a las 17:19
  4. 4. Poetajc dice:

    Hola IreneR

    Gracias por tus correcciones y comentarios. Los tendré en cuenta.
    Siempre es bueno aprender algo.
    Saludos

    Escrito el 19 abril 2019 a las 00:31
  5. 5. Poetajc dice:

    Hola Sirga

    Es cierto, sobraba una “celda”, a veces uno intentando conseguir la perfección no se da cuenta de esos errores.
    Gracias por leer mi relato.
    Saludos

    Escrito el 19 abril 2019 a las 00:35
  6. 6. Poetajc dice:

    Hola José María

    El principio está claro, es el final de la historia. Esto obliga al lector a curiosear para saber qué pasó en aquella celda.
    Sí es cierto la luz no tiene sonido, pero en mi relato sí, quería decir que la luz resonó como un rayo… Echale un poco de imaginación no se supone que al poner resonó, tú te imaginas algo.

    Saludos.

    Escrito el 19 abril 2019 a las 00:42
  7. 7. Carmen Sánchez Gutiérrez dice:

    UN relato sobrecogedor. Una mujer muerta (no dices en manos de quién) y una amiga inculpada que pasa gran parte de su vida en la cárcel.
    La redacción es buena, aunque segura de que mejorará con el tiempo, de modo que mucho ánimo.
    UN saludo.

    Escrito el 25 abril 2019 a las 17:50
  8. 8. kirjanik Maya dice:

    Hola, Poetajc.

    Te entiendo lo que quisiste hacer con el cambio de narrador, no es un mal recurso, desde mi punto de vista, creo que hubiera sido mas visible y menos abrupto, si solo hubieras dejado la primera linea en tercera persona, y de ahí hubieras seguido con la voz de Matilde.

    Ej:

    Encontraron su celda vacía, no había rastro de ella. Los guardias miraban aquella pequeña celda incrédulos, observando el suelo cubierto de margaritas recién florecidas.

    Me despertaba entre esas cuatro paredes cada mañana, a las siete en punto, miraba por la pequeña ventana, la única que daba a la montaña, donde veía un manto de margaritas que parecían querer tocar el cielo con sus pétalos y eso me hacía feliz…

    Recuerdo aquella noche que había salido con mi amiga Cristina, era la primera vez que iba de marcha…

    Por favor, disculpa por reescribir algunos apartes de tu relato, se que puede llegara a ser molesto, pero lo hago solo para darle vida a mi sugerencia, que al final es solo eso una sugerencia.

    Escribes muy bien, sin pena puedo decir que mucho mejor que yo, pero ahí voy aprendiendo de a poco.

    Saludos y hasta el próximo taller.

    Escrito el 26 abril 2019 a las 23:45

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