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no tenia coartada - por SAJA GUIMI

La prensa lo había sepultado, figuradamente hablando, ante la sociedad, antes de ser interrogado por la ley. Las personas lo querían linchar, había turbas de chusmas que de lejos arrojaban piedras, y los oficiales que iban con él, tenían que protegerse con sus escudos a sí mismos porque en realidad tampoco les importaba si el reo era lastimado.
Se llamaba Jhon Clere, tenía 24 años, era poeta, amaba la paz de la orilla del mar. También era artesano, y tenía muy buen gusto para el diseño. Le gustaba caminar solo, no consumía drogas como otros artesanos, no tomaba y a veces tampoco comía…
Tenía algo en contra, algo que lo podía convertir en cualquier ladrón o asesino: era negro, si, afrodescendiente, como lo llamaban cuando lo hacían decorosamente.
Ese día en particular era un negro de m… así lo llamaban porque era más fácil culpar a un negro de un asesinato que a un rubio cercano al muerto. A nadie le importaba que había sido estudiante de medicina, que sólo se había tomado un año sabático en el calendario para alejarse de la gran ciudad y meditar en su futuro. Los lugareños no tenían muchos datos de él, pero su color lo incriminó.
Clarisa, de l6 años había ido de vacaciones con su tía y el hijastro de l3 a un balneario, de las costas del caribe, fuera de temporada, porque era más barato, no había tumultos y no hacía tanto frío, desde el punto de vista de su tía Rose estaba todo muy armonioso, a pesar de ver algunas actitudes que trataban de ocultarse entre su esposo de 40 años y Clarisa, quizás él la habría retado por alguna razón y no quería angustiarla. Una tarde Clarisa le pidió a Rose que le diera permiso para ir a caminar por la playa, llevaba su mochila con su cuaderno de poemas, una camisa a rayas pantalones vaqueros y zapatillas blancas, su cabello suelto y los labios pintados.
Salió a las l4 hs.
Jhon estaba en la orilla en pleno transe compositor, escribiendo, ese día estaba muy desalineado porque su mente había girado todo el tiempo en unas prosas a las que además le estaba dando música y no tenía tiempo para verse al espejo o recordar si llevaba calzado. De todas maneras, en ese balneario nadie se fijaba en ello porque la vida allí era sin prisas, sin compromisos.
En el momento en el que él encontraba la palabra que concluía su poesía sintió que alguien le estaba haciendo sombra, era Clarisa. Los muchachos a esa edad se entienden, no tienen pruritos en contarse sus vidas aún sin conocerse y ese fue el caso de Jhon y Clarisa, conversaron una media hora. Clarisa le mostró sus poemas y le regaló uno que se llamaba “yo tuve miedo”, luego le llegó un mensaje a su celular y se puso muy nerviosa y dijo que se tenía que ir. El la miró hasta que desapareció en el horizonte. Se recostó en la arena y quedó dormido. Más tarde cuando le dio frío fue corriendo hasta la cabaña que había alquilado, le puso música a su poesía con la guitarra y eso fue hasta que cayó rendido de cansancio.
A la mañana siguiente, lo buscaba la policía, golpearon tan fuerte la puerta que parecía que toda la cabaña se le caía. En seguida lo esposaron y él preguntaba porque y le respondieron: -por el homicidio de Clarisa Rhuch-
Jhon no entendía lo que estaba pasando, la policía le dijo que ella había sido degollada y enterrada en la arena, su mochila con cara de león estaba cerca de ella, en ella un cuaderno de poemas, la última hoja estaba desprendida, era la que tenía Jhon. Un pescador de la zona dijo haberlos visto hablando y la vecina que tiene el almacén dijo que lo vio corriendo. La hora del deceso fue l5hs, cuando Jhon se había quedado dormido en la playa, es decir; no tenía coartada.
La policía local no encontró más sospechosos, Jhon fue a la cárcel por un crimen que no cometió. Al día siguiente llegó la madre de Clarisa desde Argentina, declaró ante la justicia y ante las cámaras de la prensa que sospechaba que el esposo de Rose la acosaba, por eso su hija vino al caribe sin su consentimiento, pero él era rico. Jhon no tenía para comer y su familia era pobre y…negra.
Fue mucho más fácil para todos aprovechar que Jhon no tenía coartada

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5 comentarios

  1. 1. Mario Fernández dice:

    Hola, Saja:

    Buen relato. Me ha gustado.
    Respecto al contenido, traes una crítica potente ante un problema, por desgracia, muy real. Me ha encantado la frase final. Resume perfectamente esta triste realidad.

    En cuanto a la forma, yo hubiera usado más puntos en lugar de comas. A mi modo de ver, esto le daría más ritmo Y dinamismo.

    Buen trabajo!

    Mario, tu vecino de arriba.

    Escrito el 17 mayo 2019 a las 02:02
  2. 2. María Jesús dice:

    Hola Saja: Interesante retrato de una injusticia atribuida al racismo. Se lee con facilidad y la descripción que haces de Jhon hace que enseguida le cojas simpatía y por tanto su cruel destino te indigne más. Me ha gustado mucho.
    Curiosamente mi relato también tiene el racismo como tema.
    Saludos desde el 48.

    Escrito el 20 mayo 2019 a las 19:31
  3. 3. Carlos Alma dice:

    Hola Saha.
    Gracias por tu relato. Trata un tema que siempre (por desgracia) está vigente y que nunca se debe ignorar.
    Encuentro un poco confuso tu uso del el pretérito imperfecto y pret. perfecto simple (no tenía tiempo- no tuvo tiempo?, él encontraba la palabra…)

    Enhorabuena por tu relato.
    Yo estoy en el 69 por si te apetece leer y comentar mi relato.

    Escrito el 21 mayo 2019 a las 13:05
  4. 4. María Esther dice:

    Hola Saja, muy buen relato mostrando el viejo problema del racismo, tan doloroso, y los privilegios donde aparece don dinero.
    Me gustó la narración.
    Espero que sigas escribiendo.
    Saludos María Esther(59)

    Escrito el 23 mayo 2019 a las 02:54
  5. 5. Valery dice:

    Hola Saja,
    Que buen relato. Me gusta como está planteado, y coincido en que es una buena crítica a un problema social. Jhon es muy querible, es una historia triste y que genera bronca hacia lo mal que funciona el sistema, tantas veces manejado por intereses económicos.
    Algunas cosas que revisaría:
    Dejar un espacio entre un parrafo y otro. Es un consejo que me dieron para mi relato y creo que para el tuyo también iría bien.
    En los números (13, 16, …) me parece que el uno es una letra L minúscula, tal vez sea a causa de la tipografía, te lo comento por las dudas para que te fijes.
    En la frase “los oficiales que iban con él, tenían que protegerse” omitiría la coma, porque está separando sujeto y predicado (es un error en el que también caigo sin darme cuenta).
    “a un balneario, de las costas” le sacaría la coma.
    También colocaría más puntos en lugar de tantas comas, para separar ciertas frases y darle mayor claridad a la lectura. Principalmente en el párrafo “Clarisa, de 16 años…”, que tuve que leer más de una vez para entenderlo bien, creo que con modificar la puntuación quedaría más claro.
    Y, por último, en “es decir; no tenía coartada” más que punto y coma pondría una coma.
    Saludos,
    Valery (70)

    Escrito el 31 mayo 2019 a las 05:09

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