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Estratagemas y algo más - por Amadeo

Estratagemas y algo más

Debía escribir sí o sí, un texto que contuviera la frase «no tenía coartada» y se propuso evadir la consigna, pero no encontró excusas válidas para negar tal exigencia. La desesperación se apoderó de ella al mirar el calendario y el reloj: quedaban pocas horas para que el plazo de presentación venciera. Se sentía peor que león encerrado en jaula de circo. Enojada, bebió la medicina cómo habitualmente lo hacía para menguar estados angustiantes. Encendió el PC y comenzó a pelearse con el narrador. De esa lucha, nació «Enojos y tristezas» que pudo presentar minutos antes del plazo límite.

« Enojos y tristezas

Su cara tensa indicaba rencor al cerrar con furia, la puerta vibró y otras visitas en el hospital giraron para ver que sucedía. Mayra, con pasos firmes y refunfuñando salió hasta la vereda y de inmediato hizo señas a un taxi. Subió, cerró con fastidio la puerta y en voz entrecortada le dio la dirección al chofer y, con la cabeza entre las manos susurraba maldiciones.
La noticia dada por el médico la había alertado de la velocidad a la que se alejaba su futuro: ella viuda y sola, moriría. Lo sabía, se sentía incapaz de pelearla como él lo había hecho hasta que se accidentó. No supo cuánto demoró el viaje. El chofer le avisó, cobró y ella volvió cerrar la puerta con gran enojo y escuchó un insulto procaz al alejarse el auto.
Sin encender la luz, se desplomó en el sillón y quiso gritar su ira, pero la tragó en silencio. Horas después la acompañaba un respirar acompasado, aunque el cuerpo seguía tenso. No tenía con quien compartir su dolor: él continuaría internado.

Sonó el teléfono. Mayra parecía volver de otro mundo. Ya consciente, se levantó, acercó el auricular y escuchó:
— Hola, querida… ¿Vamos a cenar en nuestro restaurante?
— ¿Quién habla?
— Yo, tu marido, mi amor. ¿Vamos? En una hora llego…
— …
— Hola, Hola… –repitió Lesley con poco asombro: ya habían sucedido situaciones similares.
— …
— Hoolaa…

Irritada y hostil volvió al sillón. El teléfono, descolgado, quedó sobre la mesita. Minutos después Mayra se preguntó «Si me llamó él, ¿A quién vi en el hospital? ¿Por qué fui hasta allí? ¿Quién me avisó del accidente?» ¡Haa…! … No lo sé.

Agitado, llegó y de inmediato fue al dormitorio. Nadie. No se sorprendió. Era costumbre de ella salir, en los anocheceres, a pasear por el parque. Aunque… Esperó. Estaba seguro que volvería: siempre lo había hecho. Esperó. Cerca de media noche, escucho ruido a llave en la puerta. Se alegró y corrió hacia allí. No, no era ella. Nadie. Un desasosiego comenzó a llenar su corazón. Desconcertado y sin saber qué hacer, esperó. Tomó un poco de agua y sentado en el sillón, esperó. Se percibía débil, decepcionado por su propia inacción. De pronto llegó ella, se acercó y con un beso lo tranquilizó. Las miradas entrelazadas, bastaron para la comprensión y los perdones mutuos.
Al día siguiente, Lesley repitió la propuesta de una cena romántica, ella aceptó con gusto y minutos después eligió el vestido, los zapatos con tacones altos y el maquillaje que usaría. El peinado: el de siempre, lacio y rubio claro.
Él llegó con un ramo de rosas y desde la puerta, la llamó con una sonrisa expuesta. Silencio. Nadie. Tiró las flores al suelo y llamó a la policía. «Esta vez, si aparece, la encierro», se prometió.
En un profundo diálogo con la policía, Lesley expuso los antecedentes y mostró varias fotografías de ella. A cambio recibió promesas de resultados positivos… en el tiempo.
En su casa, repasaba los momentos de tristeza que había sufrido, siempre por igual causa: por los enojos aleatorios de ella. Agitado, comenzó a deambular, sin sentido, por toda la casa. Lo hacía mirando el piso, solo acompañado por una profunda melancolía. Abatido y sin apetito, contemplaba el avance de las agujas del reloj de pared, que, con su tic tac lo adormecía. Con esfuerzos y restos de remordimientos, intentaba mantenerse despierto en espera de noticias. Se imaginaba a ella encerrada de por vida y a él mismo, culpable eterno.
Diariamente recibía novedades policiales. Muchas negativas, algunas alentadoras que se espaciaban. Al mes una, la esperada: Mayra vivía en la calle, en otra ciudad, en una provincia del sur extremo.

Se abrazaron con amor. No pudo encerrarla en un hospicio, tal su promesa. La llevó a vivir con él… encerrada».

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10 comentarios

  1. 1. Carla Daniela dice:

    Hola Amadeo! Como estas?
    Jaja dos historias en una… o…¿Una trampa y una historia? Como sea, me gustó mucho. Sí me hubiera gustado ver un pequeño final a la primer historia, del narrador que se le viene el plazo encima. Respecto a la otra historia, me gustó mucho, es un poco confusa y me gusta. Me parecen acertados los cambios de óptica de los personajes que hace el narrador
    Un gran saludo y nos leemos!! (Nº 47)

    Escrito el 17 mayo 2019 a las 02:32
  2. 2. Susana dice:

    Hola Amadeo. Creo que me perdí, bastante. Que pasa, que en mi país Lesley es un nombre de mujer y con los cambios de personajes que haces pues comprenderás mi confusión. Con respecto a que no cumplí con el reto creo que tu tampoco, no considero válido esa primera “historia´´ y en mi defensa el reto de las tres palabras era opcional, el de la frase era obligatoria, asi que creo que utilizastes algo para que te subieran el cuento. No lo considero válido.

    SALUDOS!!

    Escrito el 18 mayo 2019 a las 02:29
  3. 3. amadeo dice:

    Solo ara agradecer a ambas por sus comentarios
    Susana: Dije que no has cumplido el reto, pues en el listado de cuentos, el tuyo figura con una R (reto opcional).
    Cordiales saludos
    Amadeo

    Escrito el 18 mayo 2019 a las 12:22
  4. 4. JUANA MEDINA dice:

    Hola Amadeo,
    Yo sí considero válida tu estratagema para sacarte de encima la consigna obligatoria y el reto. Vale y el cuento que surge de allí, también.
    Hay un aire neblinoso y bastante confuso pero creo que tiene que ver con el estado mental de Mayra. A propósito, ¿ a quién vio Mayra en el hospital? Ahí me perdí un poco, pero la idea me parece muy buena con ese final amoroso y cruel como la enfermedad misma.
    Muchas gracias por pasar por mi relato y comentarlo
    Nos seguimos leyendo.

    Escrito el 18 mayo 2019 a las 17:44
  5. 5. Solidsteel dice:

    ¡Hola, Amadeo!
    Gracias por tu comentario en mi relato y aquí me tienes para devolverte la visita.
    A mi me parece una estratagema inteligente, a la vez que curiosa, el crear un personaje que tiene que cumplir tu reto y escribe una historia alternativa que subir antes de que se termine el plazo…
    Por otra parte veo la historia un tanto confusa, ¿quizás porque te pillaba el plazo? Jajaja y con algunas cosas que mejorar en lo formal, lo que harás fácilmente con una revisión tranquila, en la que dediques un poco de tiempo… Te pongo un ejemplo:
    “Su cara tensa indicaba rencor al cerrar con furia, la puerta vibró y otras visitas en el hospital giraron para ver que sucedía. Mayra, con pasos firmes y refunfuñando salió hasta la vereda y de inmediato hizo señas a un taxi. Subió, cerró con fastidio la puerta y en voz entrecortada le dio la dirección al chofer y, con la cabeza entre las manos susurraba maldiciones.” —> “Su cara tensa indicaba rencor. Al cerrar con furia, la puerta vibró, y otras visitas en el hospital giraron para ver que sucedía. Mayra, con pasos firmes y refunfuñando, salió hasta la vereda y, de inmediato, hizo señas a un taxi. Subió, cerró con fastidio la puerta y, en voz entrecortada, le dio la dirección al chofer y, con la cabeza entre las manos, susurraba maldiciones.” —> “Su cara tensa indicaba rencor. Cerró con furia, la puerta vibró, y el resto de pacientes giraron para ver que sucedía. Mayra, con pasos firmes y refunfuñando, salió hasta la vereda y, de inmediato, hizo señas a un taxi. Subió, cerró con fastidio la puerta y, en voz entrecortada, le dio la dirección al chofer. Durante el viaje, con la cabeza entre sus manos, susurraba maldiciones.”
    Es solo un ejemplo que te pongo de como, con pequeños cambios, podrías conseguir una mayor comprensión de tu relato. Y, por supuesto, se tratan solo de sugerencias que espero puedan ayudarte a ti a mi a mejorar…
    ¡Saludos y Enhorabuena!

    Escrito el 19 mayo 2019 a las 01:58
  6. 6. Osvaldo Vela dice:

    Hola Amadeo.
    El estratagema para cumplir con el reto del taller me pareció muy original, además de pícaro.

    El “y algo más” ya fue otra cosa. Allí los encuentros de dos personajes dispares; uno en el hospital y el otro por teléfono y en la casa invitándola a una cena formal que no se dio muy clara. total que termino viviendo casi en el exilo en otro pueblo.

    De lo que si me di cuenta es que tenias una historia que contar y por eso, te felicito.

    Saludos y un Abrazo.

    Escrito el 19 mayo 2019 a las 23:56
  7. 7. John Doe dice:

    Hola, Amadeo buen relato el tuyo. Me gustan el hecho de hayan dos historias imbricadas pero me hubiese gustado que la otra historia fuera retomada y finalizada.

    Escrito el 20 mayo 2019 a las 01:50
  8. 8. Laura dice:

    Hola Amadeo.
    Es un recurso válido el que utilizaste para insertar el relato.Está en cada uno si le gusta o no.
    Con la segunda historia, está todo un poquito liado, como si fuera un borrador y necesitase más espacio para su desarrollo ya que hay mucho contenido. Coincido con los detalles de Solidsteel. Además, quitaría algunas de las Y, tienes un exceso:Su cara tensa indicaba rencor al cerrar con furia, la puerta vibró, otras visitas en el hospital giraron para ver que sucedía. Mayra, con pasos firmes y refunfuñando salió hasta la vereda. De inmediato hizo señas a un taxi. Subió, cerró con fastidio la puerta y en voz entrecortada le dio la dirección al chofer. Con la cabeza entre las manos susurraba maldiciones.
    Es tan sólo mi aporte.

    Mis saludos.
    Hasta la próxima propuesta.

    Escrito el 21 mayo 2019 a las 11:27
  9. 9. Carmen dice:

    Hola Amadeo,

    A mí también me parece original tu forma de cumplir con el reto de incluir todas las palabras. Me ha resultado un poco difícil de entender,puede que sea por la colocación de algunas comas. Lo he leído de un tirón y me ha parecido un texto de prosa ágil.

    Saludos

    Escrito el 21 mayo 2019 a las 20:17
  10. 10. Ofelia Gómez dice:

    Hola Amadeo
    Has ideado un modo ingenioso de escribir dos relatos a la vez y, de paso, zafar de la consigna. Aun así, me parece, que debería haber una mayor unión entre ambos. En fin, es solo mi opinión, el texto es tuyo.

    Comprendo que el apuro por el plazo de entrega no te ha permitido un repaso para corregir algunas cosas, pero has logrado que la historia de Mayra y Lesley resulte por momentos misteriosa, hasta que se aclara todo.

    Un saludo.

    Escrito el 24 mayo 2019 a las 01:37

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