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Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

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LOS CINCO DÍAS DE UN PULGAR - por Pía Daría

Buscaba en el calendario los azules, por añadidura los verdes. Una vez localizados, adelantaba su objetivo. El consentimiento ya lo tenía ganado. Una férrea dedicación a las horas extras bastaba; las jornadas caían con la tarde y la complicidad del tiempo fraguaba los hechos. Necesitaba cinco días. Pasaba las hojillas; el pulgar en gatillo las giraba sobre las anillas, revoloteándolas sobre el soporte de palisandro; una vez decidida la fecha, golpeaba con el índice la blancura como si esperase una revelación. La situación, aunque poco novedosa, le provocaba una frustración de segundos, sabía que no estaba libre de temores. Durante treinta años puso a bien resguardo su garantía: la labor de cajero; evitando así divergencias con la dirección, y máxime, cuando últimamente se extinguía su puesto por el ERE. Los compañeros le consideraban un siervo nimio del afán capitalista; intercambiaban frases jocosas un día si y otro no, les divertía ver su viveza de espalda encogida, de sonrisa rechinadientes; ver su incansable actividad relegada exclusivamente a satisfacer a los clientes sin afán de progreso alguno con la integración tecnológica.

Doña Ángeles Álvarez de Bohorques había fallecido de manera precipitada en la fecha marcada: Azul. El golpe en la cabeza, su cuerpo tirado en el suelo y empuñando un bote, se consideraban suficientes evidencias para que el deseado infortunio se declarase como “muerte por sobredosis inconsciente de barbitúricos”. La medicina alienaba su fortuna. Viuda, sin descendencia directa, legaba su patrimonio a sus dos displicentes sobrinos y a Fermín. La Doña había reparado en aquel trabajador: sus firmes convicciones, su aura infranqueable de soledad y sus maneras amables, siempre prestando la debida atención a sus cuentas. Admiraba la precisión que profesaba con pagos y cobros de recibos, transferencias y fondos. Le complacía su eficacia. Ella valoró gratamente esas virtudes encomiables del trabajador y más, habida cuenta de cómo recargaba últimamente sus ganancias. Esta escrupulosa labor, Fermín la realizó durante años sin ningún interés computable; en consecuencia, la Doña no dudó en dejarle una portentosa propiedad equidistante unos cien pasos de la principal línea de playa, un chalet parapetado por un maravilloso acantilado. El notario fue firme en la lectura del testamento: —Fermín, para disfrutar de dicho patrimonio deberás encargarte del cuidado de este inmueble hasta tus últimos días y ser custodio del heráldico blasón incrustado en la fachada norte—. Doña Ángeles se consideraba legítima heredera de la reina Isabel y había tenido a buen recaudo su león rampante desde su uso de razón; debía evitar que cayera en manos poco fiables.

No tenía coartada, como no la había tenido en ninguno de los anteriores casos; tampoco Fermín deparó en la desorbitada suma que entrañaba el impuesto de Sucesión; debería adelantarse y evitar el asomo de cualquier duda. Se acercaba el día. Cogió el calendario y eligió con su índice, dejando en buena posición el pulgar en gatillo. El día rojo. Se enfrentaría al Banco, ajeno a sus movimientos y al rédito de sus horas extras. Unas cuantas reuniones con el sindicato le adelantarían que suma podría negociar. Fermín confiaba en una suculenta jubilación precedida de un merecido despido que cubriría parte de los gastos tributarios de la casa heráldica; para el resto, eludiría al fisco, le bastaba cinco días.

Cinco días verdes serían más que suficientes para hacer los trámites en Chipre, un paraíso que no levantaría sospechas; Suiza y San Marino se habían vuelto inseguros tras el revuelo del expresidente del club. El primero de los cinco días y Fermín ya andaba descolgado de su fingida apariencia, sentado frente a la empleada de delicadas comisuras y escote sugerente, aligeraba el entrecejo y desbloqueaba la mandíbula; en esta posición preferente elegía la parte griega de Nicosia para hospedarse a riesgo de que turcos y sirios no estuvieran muy tranquilos por la isla. Segundo día y un Maserati lo esperaba en el aeropuerto de Lárnaca; acomodado en la parte trasera del vehículo, Fermín no andaba ajeno a las piernas de su acompañante y a la maleta vintage con estampados de flores rosas que los separaba. Tercer y cuarto día: el secreto bancario y los ciento cincuenta euros bastarían para constituir la nueva sociedad vinícola “León de Bohorques”. Quinto día: ya evadido de responsabilidades, el congénere de cajero descansa en la playa como salmón en croûte, junto a él un bikini leopardo haciendo gala de marca sobre una pecosa piel. Hojillas sueltas. Fermín y su dedo en gatillo surfeando la arena: —Estrella, este lugar es estupendo para enterrar los días.

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28 comentarios

  1. Hola Pía, muchas gracias por tu comentario a San Dionisio.
    Has conseguido retratar bien el carácter del protagonista, un planificador metódico hasta en los más nimios detalles (incluida Hacienda), 30 años de trabajo alienante sirviendo a la dirección, tiempo más que suficiente para meditar… sobre lo que fuera. Un Fermín halagador y servicial con la doña para conseguir sus fines.
    No entiendo ni papa de negocios, pero ¿solo 150 euros para constituir una sociedad…?
    Sea como fuera, al final, el espabilao de Fermín (y su dedo gatillo), pasándoselo en grande en su destierro dorado de aguas azules.

    Escrito el 19 mayo 2019 a las 12:29
  2. 2. Pia Daría dice:

    Hola Isabel, gracias por estrenar este casillero de comentarios. Cuando una se estrena en una página anda perdida. De hecho fuiste tú la que me animaste a hacerlo, por eso me hace más ilusión.
    Con respecto a esa cantidad, los ciento cincuenta euros, je, je, ahora entenderás lo fácil que es constituir la sociedad en un paraíso de estos, el “lavado” sale casi gratis. Nuestro Fermín no durará mucho por estas aguas azules, ahora está pensando llevarse su dedo a la ciudad del amor, Paris, oh, la, lá. Un beso compa.

    Escrito el 19 mayo 2019 a las 18:56
  3. Bienvenida Pía. Un beso.

    Escrito el 19 mayo 2019 a las 19:53
  4. 4. kirjanik Maya dice:

    Hola, Pia Daría.

    Gracias por tu amable visita.

    Bienvenida al taller, te diré de lo poco que he podido aprender aquí, los párrafos son algo largos, también me lo dijeron la primera vez que participé.

    Esta frase:
    “Buscaba en el calendario los azules, por añadidura los verdes” ¿es algún modismo regional o algo relacionado a la economía? No la entiendo.

    Ahora sí, a tu relato. Escribes muy bien y llevas un buen ritmo que atrapa al lector.

    Saludos y hasta el próximo taller.

    Escrito el 19 mayo 2019 a las 22:44
  5. 5. Noemi dice:

    Hola Pia Daría,gracias por tu visita y tu comentario. Espero que sigamos leyéndonos en el futuro. Confieso que no he entendido bien tu relato pero es que no se nada de economía y tu demuestras manejar muy bien el tema.Desde el punto de vista narrativo creo que frases menos detalladas y párrafos más livianos ayudarían a los no iniciados como yo a disfrutar de la lectura de un texto tan interesante. Tu protagonista está muy bien desarrollado. Te felicito.
    Hasta la !próxima! Saludos.

    Escrito el 20 mayo 2019 a las 01:20
  6. 6. Laura dice:

    Hola Pia.
    Bienvenida!!!
    Coincido con quienes señalan lo de los párrafos largos.
    Con relación al contenido,lo veo muy denso para 750 palabras, pero puede ser algo mío,nole hagas demasiado caso a ello.
    No entiendo lo de los días azules y verdes en el calendario.
    Con esta frase, tengo mis dudas: “No tenía coartada, como no la había tenido en ninguno de los anteriores casos; tampoco Fermín deparó en la desorbitada suma que entrañaba el impuesto de Sucesión;..” ¿Es Fermìn el causante de muertes de personas en momento en que lo necesiten (por edad, tristeza, enfermedad), alguna especie de ángel de la muerte? Para justificar el asunto de la coartada. Ahora bien, en ese caso,(si llegase a ser), ¿no tendría que estar entonces al tanto de los costos de sucesión?

    Mis saludos, y mi más cálida bienvenida.
    Hasta la próxima propuesta.

    Escrito el 20 mayo 2019 a las 12:32
  7. 7. Carla Daniela dice:

    Hola Pia! Como estas?
    Debo decirte que me gustó tu relato! Ese Fermin… ¡Que manipulador! Creo que se me hizo un poco pesado para algo tan corto, y admito que hay algunas partes que no me quedaron claras, y aunque las volví a leer, sigo confundida. Quizás es por mi ojo poco afilado. Una única pregunta te hago, si la herencia de la doña también quedó en manos de sus sobrinos, ellos no deberían darse un poco de cuenta de lo que estaba pasando?
    Un gran saludo y nos leemos (N°47)

    Escrito el 20 mayo 2019 a las 14:45
  8. 8. isan dice:

    Hola Pía Daría:
    La forma de emplear la frase obligatoria del reto, no la veo encajada en el contexto del relato. Lo que sí insinúa lo que le sigue es que el leal trabajador no lo es tanto, por lo que lo que al lector le queda por descubrir no qué va a pasar sino cómo lo hará. Así que pierde cierto interés de dejar la sorpresa para el final. Yo pensaba que habría alguna cláusula que le desbarataría sus planes.
    Muy visual la forma de marrar cómo pasaba las hojas del calendario. No he terminado de comprender qué representan los (supongo días) azules y los verdes.
    Te comento alguna cosa de forma que yo cambiaría o revisaría.
    “…frases jocosas un día si y otro no…” SÍ con tilde.
    “…de sonrisa rechinadientes…” rechina dientes.
    “…fallecido de manera precipitada…” Quizás precipitada (con precipitación, con prisa) no sea la palabra que encaje. Tal vez repentina le va mejor.
    “…empuñando un bote…” Puede ser un localismo, pero “bote” me ha sonado raro. He pensado en un bote de pintura hanta no seguir leyendo. Tal vez frasquito, pastillero…
    “…encomiables del trabajador y más, habida cuenta…” Sobra la coma.
    “—Fermín, para disfrutar…” Este diálogo, si va a ir en la misma línes después de dos untos se podría prescindir de la raya o guión largo (—) y sustituirlo por comillas («»). Si se pone como está, habría que empezarlo en línea aparte.
    “…que suma podría negociar…” QUÉ con tilde.
    “…, le bastaba cinco días” Bastaban en plural pues se refiere a los días.
    “…expresidente del club”: ex presidente. ¿De qué club?
    “…el congénere de cajero…” ¿de quién hablamos?
    Relato divertido que nos muestra algo que se da `con frecuencia: el feucho y gris contable que te la juega.
    Saludos.

    Escrito el 20 mayo 2019 a las 17:00
  9. 9. JUANA MEDINA dice:

    Hola Pía Daría:
    Primera vez que nos leemos, ¿verdad? Agradezco mucho tu visita y tus comentarios. En cuanto al tuyo: Paso a paso, con tanta paciencia y con tanto cuidado como Fermín, nos llevas al triunfo de un estafador.
    Me hizo acordar a un hecho policial ocurrido hace ya bastantes años en Argentina de un bancario que se alzó con algunos millones, escapó, fue encontrado, castigado y puesto en libertad, pero nunca, nunca, devolvió el dinero ni se encontraron los famosos millones.
    Como a Isan me queda la duda de a quién te refieres con “el congénere de cajero”. Hasta donde me dan las luces, “congénere” se refiere al de la misma generación.
    Un relato entretenido, con buen ritmo, que nos lleva por el camino del delito sin tragedia a un puerto de paraísos fiscales.
    Felicitaciones y hasta la próxima.

    Escrito el 20 mayo 2019 a las 17:39
  10. 10. Pia Daría dice:

    Bueno, bueno ¡Qué alegría cuántos y buenos comentarios! Iré por orden, por cierto a todos/as muchísimas gracias.

    Kirjanik Maya: Gracias por la bienvenida andaba perdida por aquí. En cuanto a los párrafos, creo que es algo muy particular de cada historia. En este caso te cuento que la historia se desenvuelve en cuatro párrafos: se parte de una presentación del personaje que crea una intriga (los días azules y verdes de su calendario, que vas descubriendo según lees) y unas expectativas, los dos siguientes desarrollan la historia en sí (el segundo es clave) y el último es un desenlace. Tomo nota de esa longitud de los párrafos. Saluditos

    Escrito el 20 mayo 2019 a las 19:04
  11. 11. Pia Daría dice:

    Hola Noemí,compañera, es que cuando se mezclan menesteres en los bancos, se producen robos y fraudes, las miras puestas en paraísos fiscales, y encima, muertes por medio, esto puede provocar mucha perplejidad, y tanto; sobre todo a los que no estamos muy familiarizados con estas historias. Nos seguimos leyendo. Un abrazo

    Escrito el 20 mayo 2019 a las 19:13
  12. 12. Pilar dice:

    Hola, Pía!
    Bienvenida al taller…

    Yo también soy de la opinión de que se hace largo al leerlo, tal vez demasiados adjetivos en cada frase que, de por sí, son extensas. ¡Ojo! No significa que esté mal escrito, todo lo contrario, ¡vaya soltura, ya me gustaría a mí tu fluidez verbal!, pero creo que un relato breve precisa de eso: brevedad, concisión, ir al grano y eliminar gran parte de la paja, por mucho que nos cueste censurarnos.
    En cuanto a la historia, es original y divertida, con sus sombras, como por ejemplo, una autopsia que determine que Fermín se la cargó, o eso he entendido yo…
    Pero si escribes con tanto talento un relato, ¿Qué no serás capaz de hacer en algo más largo?
    Un placer descubrirte, Pía.

    Abrazos, desde el 41.

    Escrito el 20 mayo 2019 a las 19:34
  13. 13. Pia Daría dice:

    Hola Laura, qué bueno ese comentario, creo que son de esos que la autora (en este caso yo)espera. Te cuento porqué. Este tipo de historias busca provocar sensaciones en sus lectores, por esa misma razón, no siempre cuento todo, tiene sus interrogantes a propósito. Que el protagonista lo hayas dotado de alas celestiales me parece estupendo y como intuyo, además de un halo de inocencia. Nuestro Fermín son de los que conecta muy bien con la vida de los clientes del banco dándole sentido a la suya, eso queda claro. Te cuento sobe los colores. Este protagonista es un ser creado para ponerle colores a los días de su calendario (verdes, azules, rojos) según fechas claves y en base a ellas, organiza de forma concienzuda sus planes. En cuanto al impuesto de sucesión, Fermín no contaba que esta última clienta le iba a legar semejante propiedad; los ángeles no están muy al tanto de estas “imposiciones terrenales”. Hasta la próxima. Un abrazo

    Escrito el 20 mayo 2019 a las 20:07
  14. 14. Pia Daría dice:

    Hola Carla Daniela, pues como me alegro que te haya gustado. Lo de los sobrinos que me comentas, ellos no estaban mucho al trapo con su tía, vamos que no le hacían mucho caso, y menos mal que no los ha desheredado del todo, valiente trifulca le esperaría al Fermín. Ya me asomo por tu relato. Un abrazo.

    Escrito el 20 mayo 2019 a las 20:43
  15. 15. Pia Daría dice:

    Hola Isan, bueno, qué privilegio contar con todas tus apreciaciones gramaticales y correcciones ortográficas; las tengo en cuenta. Me alegro mucho que te haya resultado divertido. Gracias. Un abrazo

    Escrito el 20 mayo 2019 a las 20:54
  16. 16. Pia Daría dice:

    Hola Juana Medina, me alegro mucho tu comentario y que te haya resultado tan entretenido. Sí, es la primera vez que nos leemos y encantada de hacerlo. Con respecto al “congénere” la he usado tal vez muy poco acertada; ya sois muchos que los habéis referido. He querido expresar lo que fue y ya no es, pero no he encontrado una palabra adecuada. Si alguien tiene una opción se agradece. Hasta la próxima. Un abrazo

    Escrito el 20 mayo 2019 a las 22:06
  17. 17. Pia Daría dice:

    Hola Pilar, gracias por la bienvenida y por supuesto, por dejar tus apreciaciones, las tendré en cuenta. Pasaré a leerte. Un abrazo

    Escrito el 20 mayo 2019 a las 22:14
  18. 18. Luigi Callieri dice:

    Hola Pía Daría,
    Un texto el que presentas con una voz narrativa tan omnisciente, tan omnisciente, que es posible que sea “el autor implícito” el que haya tomado su papel.
    La consecuencia es que el texto queda presentado en torrentera con un desarrollo cronológico de los eventos que aparecen en la narración. Eso es lo que se conoce como ARGUMENTO.
    En una respuesta a Laura en los comentarios escribes que

    Este tipo de historias busca provocar sensaciones en sus lectores

    EMDO (EnMiDespreciableOpinión)cuando solo queda el ARGUMENTO (la torrentera) el lector se siente arrastrado, enfangado, arrollado, inundado, sobrepasado etc, etc, y a veces lo verbaliza diciendo que le resulta largo, pesado, etc.
    En esta profesión, afición o como se quiera llamar, tenemos una herramienta muy potente a la hora de encauzar el torrente, y esa es LA TRAMA, con esta herramienta es con la que se pueden articular los elementos y demás técnicas y herramientas que dispongamos. De este modo, por ejemplo, el narrador dependerá de la voz narrativa que como “autor implícito” se haya elegido. De igual manera, en el relato irán apareciendo las acciones en un orden que determine ese narrador y que no tiene que ser el orden cronológico. También puede suceder que el narrador decida determinado ritmo, así elegirá frases cortas o larga, con párrafos amplios o apelotonados… En fin LA TRAMA , es el tercer elemento con el TEMA , y EL ARGUMENTO que ayudan a que las “sensaciones provocadas en el lector” sean apetitivas y no aversivas.
    En resumen EMDO pienso que siendo un buen texto para su análisis esta escena que presentas carece de TRAMA tal vez porque carece sobre todo de VOZ NARRATIVA , independiente del AUTOR IMPLÍCITO. Y es que como sabes, NUNCA, pero NUNCA, debe confundirse el narrador con el autor.
    He leído todos los comentarios y en todos hay magníficas aportaciones que te pueden dar pistas para enriquecer esta escena, muy interesante y muy aprovechable.
    Como sabes, todo está escrito EMDO, y como tal lo puedes tirar “con mucho cuidado” si no te gusta o no te sirve ;-). Muchas gracias por este aporte. Un abrazo

    Escrito el 22 mayo 2019 a las 18:14
  19. 19. Raimundo Velazquez dice:

    Hola Pía Daría.
    Los compañeros que me antecedieron fueron elocuentes en sus comentarios; el aporte que cada uno de ellos te brinda de manera constructiva sin duda es de ayuda. Por mi parte solo me queda felicitarte por tu relato, un “delito de cuello blanco” lo cual no es fácil de exponer en tan solo 750 palabras. Saludos

    Escrito el 23 mayo 2019 a las 03:52
  20. 20. Pia Daría dice:

    Hola Luigi, compañero siempre tengo muy en cuenta tus opiniones en todos los relatos y en este han sido muy esclarecedoras. Tus aportaciones han sido muy valiosas (en tu apreciable opinión y la de los antecesores compañeros y compañeras) me habéis hecho replantearme como “enmendar”y crear la trama, y a esa narradora darle un “tras-tras” sin que el protagonista Fermín se sienta menos artífice de sus hechos delictivos y la moralidad no empañe la muerte de la Doña. Espero con impaciencia tu comentario cuando suba el relato al blog. Un abrazo.

    Escrito el 24 mayo 2019 a las 11:06
  21. 21. Pia Daría dice:

    Hola Raimundo, me alegro mucho que te haya gustado el relato. Te confesaré que la historia tenía más miga y al reducirla, creo que se ha convertido más en un acto intuitivo que clarificante. ¡Ay compañero que difícil! como cuesta plasmar la historia que tienes en la cabeza, te olvidas de detalles obvios que para el lector o lectora son importantes para seguir leyendo. Pasaré a leerte, tengo pendiente algunos compañeros más. Un abrazo

    Escrito el 24 mayo 2019 a las 11:14
  22. ¡Ostis tú! Así que Pía… ahora entiendo el comentario tan críptico de que te anime a…
    Despistadas donde las haya.

    ¡Bienvenida Emepía!

    Escrito el 25 mayo 2019 a las 12:49
  23. Por cierto Pía…, tú que estuviste por allá, seguro que conocerás el cementerio de San Andrés en la misma playa de Las Teresitas, en S.C. de Tenerife.
    Pues de ahí saqué la inspiración para San Dionisio.
    Besos querida Pía.

    Escrito el 25 mayo 2019 a las 12:58
  24. 24. Pia Daría dice:

    Hola Isabel, la inspiración, habría que dedicarle un texto solo a ella. Tú con tu playa de las Teresitas, yo con mi conocido trabajador del banco que heredó una propiedad, de hecho ahora vive en ella. Exageré mucho la historia, pero es verídica. Besos Isabel

    Escrito el 27 mayo 2019 a las 13:32
  25. ¡Cosas veredes, amiga Pía, que harán fablar a las piedras! 🙂

    Escrito el 27 mayo 2019 a las 13:54
  26. 26. Pia Daría dice:

    Hola compañeros/as. Este relato tuvo sus comienzos y nada que ver con el final. Comenzó con una historia basada en un conocido mío, trabajador de un banco (ya jubilado por cierto) y por supuesto echándole una gran dosis de exageración e invención a su asunto. Luego adapté la historia para cumplir con este reto literario de una frase y tres palabras opcionales.

    Os cuento que ha sido una experiencia muy gratificante. Está claro que me animaré a participar si la inspiración me acompaña.

    Nada que ver la forma del relato presentada aquí con la que os dejo en el enlace, y todo ello, con valiente comedura de coco,jeje. De 750 palabras aquí son ya 900, me alargué y hubiera seguido. Estos corsets literarios son muy difíciles.

    Los comentarios de los participantes del taller han sido muy esclarecederos. Agradezco mucho las aportaciones de Isabel, kirjanik Maya, Noemi, Laura, Carla Daniela, Isan, Juana Medina, Pilar, Luigi y Raimundo.

    He cambiado la estructura para que la lectura de los párrafos sean menos monótonos con diálogos abiertos, (como es mi estilo), los personajes hablan con su propia voz, aunque no entre sí, es una visión diferente del protagonista y así no solo interviene el narrador omnisciente, éste ya no tiene tanta presencia. Creo que no ha quedado mal. Ya me contáis ahora vosotros que os parece lo que paséis a leerlo. De nuevo GRACIAS. Un abrazo.

    Para los que tengáis curiosidad este es el enlace del relato modificado:

    http://viajeyfotos.blogspot.com/2019/05/los-cinco-dias-de-un-pulgar.html

    Escrito el 29 mayo 2019 a las 09:36
  27. 27. Kirjanik Maya dice:

    Hola, Pía.

    Ya pasé por tu blog, intenté comentar en tres ocasiones y no pude, tienes varios comentarios así que definitivamente es algo que hice mal.

    Te dejo mi impresión por acá:

    La historia fluye con naturalidad. liberarse del límite de palabras es un alivio que se nota y se agradece cuando se hace la lectura. Incluso tienes algunos párrafos largos pero le sientan bien al relato y no le quitan ritmo, eso lo lograste con una buena elección de palabras.

    Felicitaciones, bien logrado.

    Escrito el 31 mayo 2019 a las 02:10
  28. 28. Pia Daría dice:

    Gracias Kirjanik, se agradece mucho este comentario, más cuando ya hiciste una primera lectura del texto, dice mucho como compañero lector. Tendré que aprender de estos matices tuyos aquí en Literautas. Me alegro que la historia esté menos encriptada y que fluya, ¡guau, qué alegría me das! Un abrazo compañero.

    Escrito el 31 mayo 2019 a las 07:35

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