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VIDAS MALDITAS - por ramiro

El autor/a de este texto es menor de edad

VIDAS MALDITAS
El día que cometió el crimen nunca lo olvidará, porque justo ese día el calendario marcaba diciembre 22 de 2002 fecha de su cumpleaños 47.
Abelino Piendamó, hombre trabajador, como todos los campesinos de Colombia, sufrió esta guerra absurda, difícil de entender, se enamoró perdidamente de Zulma una niña de 17 años, delgada, desgarbada, pero la juventud atrae fácilmente a hombres que están atravesando ese famoso “demonio del mediodía”, vivían solos en su casa-lote. Heredado de una hermana de él, a quien ultimaron los guerrilleros después de torturarla para que les diera informes sobre los paramilitares, ella no tenía idea de que le hablaban estos desalmados, motivo por el cual hicieron lo que quisieron con ella y la asesinaron sin miramientos.
Vivían muy intranquilos, la guerrilla los visitaba continuamente, un día el comandante le dijo a Abelino que si su hermana no les había dado la información que ellos requerían, él iba a tener que dársela a las buenas o a las malas. Se despidió diciéndole: “hoy no tengo tiempo, pero el lunes vendré sin falta, téngame un informe detallado, nombres y apellidos de quienes están colaborando”, le decía esto mirando a Zulma con cierto morbo.
Esta advertencia los dejó perplejos y sin pensarlo emprendieron la huida hacia Bogotá. Llegaron al barrio Simón Bolívar, recomendación hecha por un amigo de Abelino, quien le dijo que allí encontrarían vivienda a bajo precio y oportunidad de trabajo.
Después de hablar con amigos y familiares lograron ubicarse en la casa de un familiar del amigo de un amigo, arreglaron el precio de una habitación en una casa de dos alcobas con un baño que tenían que compartir con los propietarios.
El dueño de casa, Don Carlos, como le decían en el barrio, le recomendó a Abelino que fuera a pedir trabajo en una obra, muy cerca de la casa, donde estaban construyendo un conjunto de 200 apartamentos. Abelino salió apresurado al otro día y efectivamente lo contrataron de inmediato. A Zulma le dijeron que mientras conseguía trabajo, se encargara del oficio de la casa ya que la esposa de don Carlos, estaba muy enferma, con un reumatismo degenerativo y mantenía sedada la mayor parte del día.
No pasaron más de tres semanas cuando don Carlos comenzó a mirar a Zulma con deseos y a decirle cosas:
– Zulmita, tu estas muy jovencita perdiendo el tiempo con un tipo que no te ofrece nada, yo te puedo dar la estabilidad que te mereces y muchas otras cositas más- le decía esto mirándole las delgaditas piernas que su falda cubría solo hasta la mitad del muslo.
Cuando ella quiso retirarse, este le mando la mano por detrás, tocándole el culo muy lentamente y con descaro.
– Respéteme viejo asqueroso que yo soy una mujer casada y quiero mucho a mi marido- dijo esto con cierto temor, porque sabía que cualquier disgusto con él los podía dejar “patitas en la calle”.
El viejo tomó a Zulma a la fuerza y tapándole la boca le dijo al oído con voz ronca: “A mí también me vas a querer y más que a tu maridito”, agregando: “yo si te voy a dar la medicina que necesitas mamacita, para que engordes un poquito, jajaja”. Ella tan frágil, fue como pelea de tigre con burro amarrado. La abrazó por detrás y forcejeando la llevó a la habitación.
Como ella se resistía le propinó un puño en el estómago que la dejó casi privada, momento que aprovechó para subirle la falda, romper su ropa interior y penetrarla con violencia. Zulma gemía de dolor y rabia, pero ya no podía hacer nada.
Lo que no calculó el viejo fue que era medio día y Abelino llegaba puntual a almorzar. No pasaron cinco minutos cuando entró Abelino. Oyó los quejidos de su esposa, sin pensarlo fue a la cocina tomó un cuchillo y salió para el cuarto como león herido, le propinó una estocada que le perforó el pulmón derecho, don Carlos cayó de costado al piso. Abelino pensando que ella lo hacía aprovechando su ausencia, no le dejo dar ninguna explicación, y le asesto dos puñaladas en el abdomen que la dejaron agonizante. Cuando se dio cuenta de lo que había hecho, salió corriendo de la casa pero como no tenía coartada prefirió entregarse a las autoridades. Nunca supo que su mujer fue violada.
La ira ciega la mente. Como dice un proverbio chino “Si sabes contenerte en un momento de ira, te evitaras cien días de tristeza”.

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13 comentarios

  1. 1. Beatriz Emilia dice:

    Hola Ramiro,

    Qué bueno que te animas a contar las historias de tu Colombia, la violencia que ha marcado la vida de todos ustedes. Soy venezolana y tengo un poco más de un año viviendo en Bogotá y, en este breve tiempo, he tenido oportunidad de contactarme con esa violencia de la que es casi imposible escapar. Te felicito por tu valentía al querer contar esa parte de la historia.
    Respecto a tu cuento te comento que lograste que lo leyera de principio a fin manteniendo la tensión narrativa, y eso es gran cosa. Tanto el ambiente como los personajes son verosímiles, qué buen logro.
    Cuando utilizas esto como inicio del cuento: “El día que cometió el crimen nunca lo olvidará, porque justo ese día el calendario marcaba diciembre 22 de 2002 fecha de su cumpleaños 47.”, cuando ya lo vas a culminar podrías poner algún indicio de que ese el día.
    Por otra parte hay algunos detalles formales que es bueno ir puliendo y tomando en cuenta como:usar el guión largo para los diálogos, algunas tildes que se te pasaron por alto, pero nada que con lectura y práctica no se pueda superar.
    ¡Vamos, Ramiro, que sigan las ganas de seguir escribiendo!

    Beatriz Emilia

    Escrito el 17 mayo 2019 a las 16:18
  2. 2. María Jesús dice:

    Hola Ramiro: Me ha gustado mucho tu historia, contada con realismo, sin escatimar crudeza. Bien hilada y amena. Pobre Zulma, me ha desgarrado su triste final.
    Saludo desde el 48.

    Escrito el 19 mayo 2019 a las 12:43
  3. 3. kirjanik Maya dice:

    Hola, Ramiro.

    Llegué a tu relato atraído por el titulo, eso es un buen comienzo. Al interior encuentro un texto que hace honor al titulo, buena historia, bien retratados los personajes, en resumen un buen relato.

    Coincido con los comentarios anteriores, las rayas de diálogos (–) las cierras con un guion (-) y te faltan algunas tildes, pero son detalles menores que merecen atención pero no le quitan lo bueno a tu relato.

    Usar comillas en las acotaciones del narrador no sé si esta bien, lo ignoro por completo. Ojalá alguno de los compañeros me ayude con esa duda.

    “muchas otras cositas más” esta frase en boca de don Carlos estaría muy bien, si el personaje participara con más diálogos y emplearas una jerga popular. Creo que “muchas otras cositas” iría bien, le llega más al lector.

    Esta frase:
    Cuando se dio cuenta de lo que había hecho, salió corriendo de la casa pero como no tenía coartada prefirió entregarse a las autoridades. Nunca supo que su mujer fue violada.
    La ira ciega la mente. Como dice un proverbio chino “Si sabes contenerte en un momento de ira, te evitaras cien días de tristeza”.

    En mi opinión personal, unta demasiado el relato con las manos del narrador y del autor.
    A veces es bueno dejarle algo en la cabeza al lector, cierto grado de intriga, que lo dejen pensando ¿se entregó a la policía? ¿regreso al pueblo y se unió a la guerrilla? ¿se suicido?

    En fin, son solo sugerencias de alguien que también esta aprendiendo sobre el tema.

    Saludos y hasta el próximo relato.

    Escrito el 19 mayo 2019 a las 15:53
  4. 4. Baxin dice:

    Me encantó que es crudo y realista. Las imágenes presentadas con las palabras son claras. Te identificas con los personajes; pues son muy reales. Pobre Zulma. Solo las últimas 4 líneas le quitan el ritmo; y en lo personal no terminan de convenverme.

    Escrito el 19 mayo 2019 a las 19:23
  5. 5. santiago marquez dice:

    Me gustò mucho como comenzò el cuento porque genera drama desde el primer pàrrafo, luego empieza a narrar una realidad bastante dura en nuestra Colombia perversa,maliciosa y a la vez encantadora y amable
    me encanta de còmo nos metemos en la piel de una vìctima y luego de un victimario que en realidad es vìctima de sì mismo es realmente alucinante y muy interesante.
    y nada pues muchas gracais por este cuento.animo y sigue escribiendo campeon

    Escrito el 21 mayo 2019 a las 00:33
  6. 6. nicolas bernal quemba dice:

    Me pareció muy bueno porque no fue un cuento predecible y tuvo un buen final.

    Escrito el 21 mayo 2019 a las 00:33
  7. 7. alvaro jose dice:

    que el cuento esta muy bien realizado espero existos en su vida y que siga escribiendo mas cuentos y que sean de accion un brazo fuerte

    Escrito el 21 mayo 2019 a las 01:21
  8. 8. alvaro jose dice:

    el cuento me gusto demasiado muy bien narrado espero que siga escribien mas cuentos exitos un abrazo fuerte

    Escrito el 21 mayo 2019 a las 01:23
  9. 9. alvaro jose dice:

    La historia es muy chévere, me parece muy bacano porque narra muy cool.
    Éxitos en su vida

    Escrito el 21 mayo 2019 a las 01:35
  10. 10. angie mejia fonseca dice:

    Hola Ramiro
    Me gustó tu historia relata la vida de algunas personas que sufrían por el maltrato de la guerrilla. También me gustò que cuentas con realismo, crudeza y bien hilada la historia.
    Pobre Zulma, me ha desgarrado su final.

    Escrito el 21 mayo 2019 a las 01:56
  11. 11. ramiro dice:

    Hola Santiago Marquez, mi paisano, gracias por leerme y por tus comentarios. Te saludo aquí desde los llanos orientales, Casanare.

    Escrito el 21 mayo 2019 a las 08:28
  12. 12. ramiro dice:

    Saludo a Alvaro José. gracias por tus comentarios, esas son las frases que animan a seguir adelante. “chevere” y “bacano” colombianismos que me son muy familiares. jajaja.

    Escrito el 21 mayo 2019 a las 08:39
  13. 13. Auxi Morata Alegre dice:

    Hola Ramiro,

    Muy buen trabajo, me ha gustado la trama de la historia, cruda y violenta, incluso me ha hecho sentir incómoda, como si lo estuviera viviendo en primera persona; pese a esto me ha parecido que estña contada de forma algo atropellada, las 750 palabras son dificiles de cumplir pero tenemos que saber estructurarlo, a lo mejor resumiendo más el principio, el final habría podido ser más extenso.
    Respecto a los fallos gramaticales, en otros comentarios ya se ha hablado de ello, ten cuidado con los diálogos.

    Buen trabajo!

    Soy tu compañera del 15, por si le quieres echar un ojo 🙂

    Un beso! Nos leemos!

    Escrito el 24 mayo 2019 a las 17:56

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